Las 24 horas que acabaron con el secreto de la muerte de Juana Canal
La expareja de la v¨ªctima confes¨® el homicidio antes de entrar en prisi¨®n, pero deja inc¨®gnitas sobre la falta de investigaci¨®n en su d¨ªa y sobre si en 2003 se pudo hacer m¨¢s para evitar el crimen machista
El secreto m¨¢s oscuro que puede tener una persona, el que Jes¨²s Pradales mantuvo durante casi 20 a?os, acab¨® en 24 horas. Tras un d¨ªa de silencio primero y confesiones parciales despu¨¦s, el viernes de madrugada y en presencia de su abogada de oficio lleg¨® el relato definitivo de c¨®mo mat¨® a su expareja Juana Canal. En medio de la noche y del silencio de unas dependencias policiales de ?vila, el homicida confeso se traslad¨®...
El secreto m¨¢s oscuro que puede tener una persona, el que Jes¨²s Pradales mantuvo durante casi 20 a?os, acab¨® en 24 horas. Tras un d¨ªa de silencio primero y confesiones parciales despu¨¦s, el viernes de madrugada y en presencia de su abogada de oficio lleg¨® el relato definitivo de c¨®mo mat¨® a su expareja Juana Canal. En medio de la noche y del silencio de unas dependencias policiales de ?vila, el homicida confeso se traslad¨® mentalmente a otra madrugada, la del 22 de febrero de 2003, y a otro lugar, el piso de Madrid que compart¨ªa con su entonces pareja, para admitir lo que los investigadores y la familia de ella sospechaban desde que se reactiv¨® el caso este verano: que la mat¨®, la descuartiz¨®, la enterr¨® cerca de su pueblo en ?vila y sigui¨® con su vida como si nada. Dos d¨¦cadas despu¨¦s, con otro contexto social, otras leyes y otros protocolos policiales, quedan las preguntas de si ese crimen machista se pudo haber evitado y por qu¨¦ no se investig¨® m¨¢s a la ¨²ltima persona que la vio con vida.
Juana Canal, que ten¨ªa 38 a?os cuando muri¨®, era una administrativa separada con dos hijos. Hab¨ªa tenido algunos problemas de adicciones, seg¨²n ha explicado su familia en estos meses, pero en el momento en el que la desgracia sucedi¨® todo parec¨ªa irle bien. Se hab¨ªa instalado en una casa de alquiler en un barrio popular de Madrid y hab¨ªa iniciado una nueva relaci¨®n con Pradales hac¨ªa unos meses. Lo hab¨ªa conocido precisamente en un trayecto en el taxi que ¨¦l conduc¨ªa. Los allegados de ella apenas conoc¨ªan al hombre con el que conviv¨ªa, simplemente sab¨ªan su profesi¨®n, que ten¨ªa dos hermanos¡ los t¨ªpicos primeros detalles escasos que se saben de un reci¨¦n llegado a la familia.
Esa persona reci¨¦n aterrizada cambi¨® para siempre la vida de los Canal. No solo acab¨® con la de Juana, sino que uno de sus hijos falleci¨® unos a?os despu¨¦s, muy afectado por la desaparici¨®n de su madre. El otro hijo trat¨® de seguir adelante, tiene una empresa de jardiner¨ªa y es padre de familia. Tambi¨¦n est¨¢ personado en la causa contra el homicida confeso. Las hermanas de Juana nunca perdieron la esperanza de encontrarla, hasta el punto de que su implicaci¨®n en la organizaci¨®n SOS Desaparecidos es total. Los padres de Juana fallecieron sin saber qu¨¦ hab¨ªa sido de su hija. Pradales nunca volvi¨® a aparecer en la vida de esta familia, sino que cre¨® una nueva, fue padre de tres hijos, abandon¨® el taxi y empez¨® a trabajar en un puesto ambulante de hamburguesas. Fue detenido el mi¨¦rcoles en Fuente el Saz (Madrid).
Pradales, que hoy tiene 58 a?os, explic¨® en su ¨²ltima declaraci¨®n que aquella noche discutieron porque ella hab¨ªa tirado la recaudaci¨®n del taxi que ¨¦l conduc¨ªa por el inodoro, que le dio un golpe que la mat¨® y que la descuartiz¨® en la ba?era. Despu¨¦s, la meti¨® en maletas, y la transport¨® en su coche durante hora y media hasta una zona que conoc¨ªa bien: un bosque cerca de Navalacruz, el pueblo abulense de su familia. Hoy escaman detalles que entonces se pasaron por alto, como que el d¨ªa del crimen, a las dos y media de la ma?ana, un polic¨ªa del distrito lleg¨® a acudir a la casa despu¨¦s de que Juana llamara alertando de la agresividad de su novio. Cuando el agente lleg¨®, el hoy detenido asegur¨® que recog¨ªa sus cosas y se iba y ella lo crey¨® y no denunci¨®. Se desconoce si hab¨ªan existido episodios previos de violencia en la pareja.
Este asesinato estaba abocado a quedar impune de no ser porque en 2019 la casualidad hizo que unos senderistas hallaran en un paraje boscoso de ?vila unos restos que parec¨ªan humanos. En ese momento, una comparaci¨®n con las muestras de familiares de Juana Canal almacenadas en el registro nacional de desaparecidos ya prob¨® que esos huesos pertenec¨ªan a la mujer cuyo rastro se perdi¨® en 2003. Aun entonces, la casualidad volvi¨® a ponerse de lado del homicida confeso, porque un problema de comunicaci¨®n provoc¨® que esta coincidencia en el ADN no se le notificara a la familia hasta este a?o. Fue hace escasos meses cuando se puso en marcha la maquinaria policial y, ahora s¨ª, se buscaron pruebas y se vigil¨® al principal sospechoso.
Cuando Juana Canal fue asesinada, Espa?a llevaba mes y medio contabilizando las muertes de mujeres a manos de sus parejas. ¡°Los registros y las bases de datos hab¨ªan comenzado en enero, se estaban sentando las bases de la recogida de informaci¨®n y a¨²n se estaba afinando esa tarea. Todav¨ªa no se hab¨ªan estudiado como hoy las variables de riesgo, la caracterizaci¨®n de la mujer y del agresor¡ Y seguramente hab¨ªa menor sensibilizaci¨®n a la hora de analizar estos casos¡±, destaca Bel¨¦n Sanz, epidemi¨®loga social en el Instituto de Salud Carlos III que investiga los feminicidios en Espa?a. Ese febrero, en concreto, el hist¨®rico de datos recoge que hubo cuatro asesinatos machistas en el pa¨ªs. ¡°Adem¨¢s, la coordinaci¨®n entre los diferentes actores en la lucha contra la violencia de g¨¦nero a¨²n no era lo que es hoy¡±, a?ade. En ese momento, ni siquiera exist¨ªa el sistema Viog¨¦n, que se encarga de clasificar a las v¨ªctimas por su riesgo, asignarles protecci¨®n y hacer un seguimiento de los casos.
Otro factor que lastr¨® la resoluci¨®n de este caso mucho antes fue la falta del cad¨¢ver, que solo se hall¨® por casualidad mucho tiempo despu¨¦s. Principalmente, porque en ese momento se dio por buena la versi¨®n de Jes¨²s de que Juana se hab¨ªa marchado por su propio pie y nunca se busc¨® un cuerpo. En Espa?a se cuentan con los dedos de una mano los homicidios investigados y juzgados sin la existencia de un cad¨¢ver. El m¨¢s medi¨¢tico fue el de Marta del Castillo, cuya desaparici¨®n al principio tambi¨¦n se trat¨® como voluntaria; tambi¨¦n est¨¢ el de Ramon Laso, condenado en 2014 por matar a su mujer y su cu?ado; el de Ricla (Zaragoza), por el que se conden¨® a Antonio Losilla en 2015 por asesinar y hacer desaparecer el cuerpo de su mujer con una trituradora. Estos dos ¨²ltimos dieron elaboradas versiones del supuesto abandono de sus parejas de la noche a la ma?ana.
Hay m¨¢s casos similares. En marzo, Agust¨ªn S. fue condenado en Murcia por el homicidio de su pareja, Lola Sandoval, de la que nunca se hall¨® el cuerpo. La defensa del hombre se bas¨® en la misma versi¨®n que lleg¨® a dar esta semana Jes¨²s Pradales, el homicida confeso de Juana: que hab¨ªa encontrado a su pareja muerta y ¨¦l solamente la descuartiz¨®. El jurado no crey¨® esa versi¨®n que Agust¨ªn S. mantuvo hasta el final.
Laura Vela fue letrada de la acusaci¨®n en el caso Ricla, uno de esos asesinatos machistas que hace a?os seguramente habr¨ªan quedado impunes. ¡°Hasta hace poco, cuando no hab¨ªa cuerpo, la mayor¨ªa de los tribunales, especialmente del jurado, eran reticentes a condenar si no hab¨ªa una prueba contundente. La diferencia entre antes y ahora es que con los avances tecnol¨®gicos y cient¨ªficos es m¨¢s f¨¢cil recabar un mayor n¨²mero de indicios que sustenten la culpabilidad. En nuestro caso fue fundamental el posicionamiento telef¨®nico y los estudios de ADN¡±, reflexiona. Los indicios ser¨¢n tambi¨¦n fundamentales en este caso en el que es muy dif¨ªcil que el cuerpo de Juana d¨¦ respuestas de c¨®mo fue asesinada.
A nadie sorprendi¨® que Pradales se casara con otra mujer solo cuatro meses despu¨¦s de la desaparici¨®n de Juana ¡ªahora se sabe que muerte¡ª, ni que se cortara todo el contacto entre los allegados de la mujer y la ¨²ltima persona en verla. En su foto de perfil de una red social, el detenido saluda desde su puesto m¨®vil de comida con cara afable. En otras se lo ve jugando al billar con sus amigos, disfrutando de la Navidad junto a su familia y promocionando su trabajo en ferias y fiestas patronales. Tambi¨¦n hay algunas publicaciones relacionadas con Navalacruz, el pueblo al que se llev¨® los restos de Juana. Pradales comparte con orgullo que es el lugar de origen de Iker Casillas y del patinador Javier Fern¨¢ndez.
Los signos de alarma para evitar un crimen
¡°El problema no es que se hiciera una mala investigaci¨®n, sino que no se hizo. Ahora sabemos, entre otras cosas, que en al menos el 55% de los homicidios de mujeres el responsable es la pareja o expareja. La falta de conocimiento en esa ¨¦poca motiv¨® la falta de seguimiento del principal sospechoso¡±, apunta Miguel Lorente, forense y exdelegado del Gobierno de Violencia de G¨¦nero. ¡°Probablemente, ni ella ni su entorno vieron los signos de alarma de lo que finalmente acab¨® sucediendo¡±, reflexiona. ¡°En estos casos es necesaria una autopsia psicol¨®gica, un an¨¢lisis del entorno de la v¨ªctima para ver si tiene sentido una desaparici¨®n voluntaria. Aqu¨ª ni siquiera se analiz¨® si hab¨ªa movimientos en sus cuentas bancarias¡±, secunda Carmen Balfag¨®n, crimin¨®loga y jurista que representa, por ejemplo, a la familia de las ni?as de Aguilar, dos adolescentes desaparecidas hace 30 a?os. Todo eso, que se sabe ahora, no estaba tan claro en 2003.
?Cu¨¢ntas personas m¨¢s puede haber as¨ª? Este es el otro gran interrogante que se desprende de este caso. Juan Manuel Medina, abogado de la familia Canal, recuerda a Mari Cielo Ca?avete, desaparecida en su pueblo de Albacete en 2007, cuyo cuerpo nunca se hall¨®. Se lleg¨® a condenar a su exnovio, un hombre casado mucho mayor que ella, pero la sentencia se anul¨® en el recurso judicial. ¡°Todav¨ªa sigue habiendo falsos mitos sobre las desapariciones, como que solo se puede denunciar pasadas 48 horas o que solo pueden hacerlo familiares directos¡±, apunta Medina. En esta lista de desapariciones de alto riesgo tambi¨¦n aparece Aurora Mancebo, cuyo rastro se perdi¨® en 2004. El ¨²nico sospechoso fue su novio despu¨¦s de que un testigo asegurara que le confes¨® el asesinato. El cuerpo sigue sin aparecer y no ha habido ning¨²n detenido por este crimen.
Este viernes, parte de la familia Canal Luque se reuni¨® para una misa en memoria de Juana en la iglesia del colegio al que acudieron todas las hermanas, los Salesianos. A la salida se mezclaban los escolares que ahora recorren los pasillos en los que estudi¨® Juana con los que acudieron a despedirla. Un encuentro ¨ªntimo con el que la familia ha podido iniciar el duelo para despedir, ahora s¨ª, a su hermana, t¨ªa y madre.
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