El final s¨¢dico de Emilce a manos del tatuador Leonardo: ¡°Estaba obsesionado con la muerte¡±
Estalla la tensi¨®n en el juicio contra un hombre acusado de asesinar a una joven de Valdemoro en una sesi¨®n en la que los agentes de homicidios han descrito el escenario del crimen
Las paredes de las salas de juicios est¨¢n acostumbradas a escuchar los relatos m¨¢s terribles. Las que albergan el juicio por el asesinato de Emilce C., ocurrido en Valdemoro (Madrid), han soportado este mi¨¦rcoles tanto dolor y crueldad que los familiares de la chica no han podido contener sus emociones. Los detalles descritos por los investigadores de homicidios de la Guardia Civil cuando entraron en la casa de Leonardo V. el 17 de octubre de 2019 han prov...
Las paredes de las salas de juicios est¨¢n acostumbradas a escuchar los relatos m¨¢s terribles. Las que albergan el juicio por el asesinato de Emilce C., ocurrido en Valdemoro (Madrid), han soportado este mi¨¦rcoles tanto dolor y crueldad que los familiares de la chica no han podido contener sus emociones. Los detalles descritos por los investigadores de homicidios de la Guardia Civil cuando entraron en la casa de Leonardo V. el 17 de octubre de 2019 han provocado que el padre haya tenido que abandonar la sala mientras increpaba al acusado, de 30 a?os. Antes, la jueza hab¨ªa prohibido la entrada a otro allegado que tambi¨¦n ha gritado al hombre, que se hac¨ªa llamar en redes ¡°el carnicero tatuador¡± y que ten¨ªa en el chalet en el que quit¨® presuntamente la vida a Emilce un aut¨¦ntico museo dedicado a los asesinos en serie m¨¢s famosos.
Cuando el reloj marcaba casi la medianoche, Emilce, una estudiante de peluquer¨ªa y est¨¦tica de 18 a?os de Valdemoro anunci¨® a su madre que sal¨ªa de casa a dar una vuelta. Sandra, que estaba en la cama de su hija peque?a, pens¨® que saldr¨ªa a la calle con alg¨²n amigo para fumar, porque no le dejaba hacerlo en casa. La madre ha recordado que casi todas las luces de la vivienda estaban apagadas y solo vio en el umbral de la puerta la silueta de su hija, moldeada por la luz que desprend¨ªa una tele encendida. Esa es la ¨²ltima imagen que Sandra tiene de su primog¨¦nita con vida. ¡°Yo llevaba ahorrando mucho tiempo para alquilar un local en el que montar un negocio, era muy buena maquilladora¡±, ha relatado Sandra en la Audiencia Provincial de Madrid.
Seg¨²n la reconstrucci¨®n de los hechos, la chica recorri¨® apenas un kil¨®metro hasta la casa de Leonardo V. un tatuador al que ella hab¨ªa conocido precisamente por esta actividad. Poco antes del asesinato, el acusado hab¨ªa tatuado una daga a su v¨ªctima en el antebrazo. ¡°Me hab¨ªa hablado de ¨¦l dos o tres veces, me coment¨® que un amigo le hab¨ªa regalado un tatuaje¡±, ha explicado la madre, que cuando se despert¨® a las 5.08 del d¨ªa siguiente, se extra?¨® de que su hija no hubiera avisado de que no iba a dormir a casa. ¡°La ¨²ltima conexi¨®n de WhatsApp era de las dos de la ma?ana m¨¢s o menos y ya no ten¨ªa su foto en el perfil¡±, ha apuntado Sandra.
Es entre la una y cuarto de la madrugada y esa ¨²ltima conexi¨®n que se?ala la madre el periodo de tiempo en el que la Guardia Civil sit¨²a el final de la vida de Emilce. Su ¨²ltima acci¨®n fue mandar a su novio, Jason, una foto en la que ella sal¨ªa con una pastilla en la boca, que los investigadores sospechan que es Rivotril, un sedante que despu¨¦s encontraron en el domicilio del acusado. A partir de ese momento, comienza el relato repleto de sadismo y crueldad que describe no solo los ¨²ltimos minutos de Emilce, sino tambi¨¦n lo que su asesino le hizo despu¨¦s a su cad¨¢ver. Una profanaci¨®n del cuerpo tan salvaje que a muchos en la sala, especialmente a los familiares, les ha costado escuchar. El acusado lleg¨® a cortar la piel de algunos de los tatuajes de la chica para guardarlos como ¡°trofeo¡±, seg¨²n ha relatado un guardia civil. Leonardo, un hombre bajito pero fuerte y al que asoma la imagen de un perro agresivo por el cuello, ha mantenido el gesto serio durante toda la ma?ana. Su abogado ha solicitado que se le permitiera utilizar un boli para hacer anotaciones, algo que la jueza ha rechazado por motivos de seguridad.
Por los actos a los que someti¨® al cad¨¢ver, los agentes de la Guardia Civil, curtidos en decenas de escenarios de cr¨ªmenes, sospechan que su objetivo no era ocultar el cuerpo. ¡°Estaba obsesionado con la muerte. Ten¨ªa fotos de asesinos en serie famosos, esculturas demacradas a las que les faltaban miembros, era un escenario de violencia¡±, ha descrito un agente. ¡°Encontramos m¨¢s de 50 armas de todo tipo y todo tipo de elementos sadomasoquistas perfectamente colocados¡±, ha a?adido otro de los guardias civiles que entr¨® a ese adosado. Los investigadores tambi¨¦n han recordado que esa madrugada varios vecinos llamaron la atenci¨®n a Leonardo por el persistente olor que sal¨ªa del patio trasero de la casa. En ese punto, los agentes encontraron restos de la chica que hab¨ªa intentado quemar.
Entereza
La corta vida de Emilce no fue f¨¢cil. Seg¨²n ha indicado la madre, a la que la magistrada ha felicitado por su entereza y serenidad a la hora de declarar, con 11 a?os se vio envuelta en un caso de pornograf¨ªa infantil y con 14 sufri¨® un episodio de violencia familiar por el que obtuvo una orden de alejamiento de su padre. El letrado que representa a la progenitora pide que se tengan en cuenta estos elementos para considerar a la v¨ªctima de este caso de ¡°especial vulnerabilidad¡± y, por tanto, se le pueda condenar con la prisi¨®n permanente revisable. Para la defensa de Leonardo, la vida de su cliente tampoco ha sido f¨¢cil y en esto se basar¨¢ para justificar los actos de su defendido. Su abogado describi¨® un pasado dif¨ªcil con un padre que lo llevaba a consumir prostituci¨®n ¡°con siete a?os¡± y una adicci¨®n a las drogas en el momento de los hechos que hizo que se le ¡°fuera la mano¡±.
Al d¨ªa siguiente del asesinato, Leonardo acudi¨® a algunos comercios de la zona a comprar ¨²tiles para desmembrar el cuerpo y tambi¨¦n de limpieza para eliminar rastros. Los investigadores constataron a trav¨¦s de las c¨¢maras que en algunas de estas compras iba acompa?ado de su novia, Celia. Fue ella la que, antes siquiera de que la familia de la v¨ªctima presentara la denuncia por la desaparici¨®n, se present¨® ante la Guardia Civil para denunciar a su pareja. La Fiscal¨ªa no pide pena para ella, mientras que la acusaci¨®n la considera encubridora, y por eso la mujer acompa?a a su ya exnovio en el banquillo de los acusados. Su futuro m¨¢s inmediato depende de que el jurado popular valore que fuera ella la que delatara a Leonardo o que considere que en un primer momento lo ayud¨® a ocultar las pruebas. A ambos acusados se les escuchar¨¢ el ¨²ltimo d¨ªa del juicio.
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