No hay ¡°socialistas buenos¡± en la Asamblea de Madrid
La votaci¨®n de la moci¨®n del PP contra la amnist¨ªa fracasa en su intento de romper el grupo de Lobato en una sesi¨®n marcada por la bronca que estall¨® cuando un diputado de M¨¢s Madrid llam¨® ¡°facha¡± a Ayuso
El morbo de este jueves en la Asamblea de Madrid era saber si algunos ¡°socialistas buenos¡±, como los llaman algunos en la derecha, iban a romper filas para votar con el PP y Vox en contra de la amnist¨ªa a los separatistas catalanas. Para animar a los posibles disidentes, el grupo popular hab¨ªa tomado la medida extraordinaria de solicitar el voto secreto. De este modo, dijeron, tendr¨ªan ¡°intimidad¡±. Normalmente, los diputados apri...
El morbo de este jueves en la Asamblea de Madrid era saber si algunos ¡°socialistas buenos¡±, como los llaman algunos en la derecha, iban a romper filas para votar con el PP y Vox en contra de la amnist¨ªa a los separatistas catalanas. Para animar a los posibles disidentes, el grupo popular hab¨ªa tomado la medida extraordinaria de solicitar el voto secreto. De este modo, dijeron, tendr¨ªan ¡°intimidad¡±. Normalmente, los diputados aprietan los botones (verde, rojo o amarillo) en un tablero junto al micr¨®fono de su esca?o y el sentido del voto aparece en un marcador electr¨®nico en la esquina del hemiciclo. Esta vez la pantalla iba a permanecer negra.
?Podr¨ªa el anonimato desvelar alguna ruptura en la bancada de Juan Lobato?
La idea la llevaban alimentando tres semanas los populares, desde que se conoci¨® que por toda Espa?a iban a presentar mociones en contra de esa exigencia de Junts en las negociaciones de Pedro S¨¢nchez para la investidura. El runr¨²n hab¨ªa crecido por el goteo de voces discrepantes dentro del PSOE contra ese acuerdo: desde la vieja guardia del partido hasta el anterior l¨ªder de los socialistas madrile?os, Tom¨¢s G¨®mez (destituido por Pedro S¨¢nchez en 2015). Tambi¨¦n contribu¨ªa al rumor el perfil propio de Lobato, que ha marcado distancias con S¨¢nchez puntualmente, al apoyar medidas como la rebaja del IRPF a rentas altas o, a¨²n m¨¢s relevante para lo que se discut¨ªa hoy, la reforma del delito de malversaci¨®n pactada el a?o pasado con los separatistas.
Cuando lleg¨® la hora de debatir, los socialistas adelantaron que no habr¨ªa sorpresas: ¡°Anticipo que el voto va a ser un no como una casa¡±, dijo la portavoz adjunta, Mar¨ªa de los Llanos Castellanos. En el PSOE estaban muy seguros de ese desenlace. Lo hab¨ªan discutido en la reuni¨®n del grupo el lunes. El PP hab¨ªa planteado dos Proposiciones No de Ley, una contra la amnist¨ªa y otra a favor de la igualdad de los espa?oles ante la ley. Sobre la primera, la respuesta era votar no sobre algo que es a¨²n ¡°ficci¨®n¡±; sobre la segunda, concluyeron que ese lenguaje sobre la igualdad era suficientemente ambiguo como para oponerse, as¨ª que acordaron la abstenci¨®n. Solo la primera era secreta.
No hubo sorpresas cuando se vot¨® pasadas las cinco de la tarde. La Proposici¨®n No de Ley (PNL) contra la amnist¨ªa fue aprobada con el voto de 81 s¨ªes, de PP y Vox, y 54 Noes, de PSOE y M¨¢s Madrid. Y la PNL sobre la igualdad tuvo tambi¨¦n los 81 s¨ªes de PP y Vox, 27 noes de M¨¢s Madrid y 27 abstenciones de los socialistas.
Lo que pas¨® es lo normal en las votaciones secretas. No suelen tener disidentes. Quiz¨¢s porque la disciplina de voto est¨¢ muy arraigada en Espa?a o quiz¨¢s porque realmente no hay fisuras en los grupos.
Fue lo que pas¨® la ¨²ltima vez que se vot¨® de modo oculto en el parlamento madrile?o en 2020, cuando la izquierda quiso reprobar al consejero de Sanidad Enrique Escudero por los ¡°protocolos de la verg¨¹enza¡± para las residencias de mayores. En el Congreso de los Diputados el voto secreto se ha usado muy pocas veces: en 2003 sobre el apoyo a la guerra de Irak, o en 2014 contra el proyecto de nueva Ley del aborto del PP. Entonces, fue muy sonado el desmarque de la diputada popular Celia Villalobos.
El debate dos horas antes de las PNL en la c¨¢mara, del que se ausent¨® la presidenta Isabel D¨ªaz Ayuso, estuvo marcado por la polarizaci¨®n de los dos bloques. La derecha acus¨® de traici¨®n a los socialistas y la izquierda tach¨® al PP de hip¨®crita (por sus pactos con los nacionalistas en el pasado) y le pidi¨® que deje de traer temas nacionales a la c¨¢mara.
El ¨¢nimo ya ven¨ªa caldeado desde la ma?ana. La bronca estall¨® cuando un diputado de M¨¢s Madrid, Pablo Padilla, llam¨® ¡°facha¡± a Ayuso. Padilla lamentaba que Telemadrid haya pasado a ser ¡°Teleayuso¡±: ¡°Si ustedes quieren un espejito que le diga a Ayuso lo lista, lo facha y lo bien que lo hace todo, que se lo pague con su dinero¡±, dijo desde su esca?o. La bancada popular reaccion¨® airada. El portavoz parlamentario popular, Carlos D¨ªaz Pache, pidi¨® la palabra. Se levant¨® de su esca?o en segunda fila, detr¨¢s del asiento de la presidenta, que se qued¨® sentada, y pidi¨® la palabra a su compa?ero de partido, el presidente de la Asamblea, Enrique Ossorio.
¡°No puede usted, se?or Padilla, insultar a la presidenta del grupo parlamentaria, decirle insultos de esa gravedad y pretender que aqu¨ª no pase nada¡±, le reproch¨® desde su lugar en el hemiciclo, ¡°?Un respeto a esta c¨¢mara, un respeto a los diputados de esta c¨¢mara porque ustedes no pueden insultar de esa manera! Pido, presidente, que ese calificativo sea retirado del diario de sesiones¡±.
La pregunta que qued¨® en el aire es si para el PP facha es un insulto o un piropo. La presidenta ha reivindicado en otras ocasiones el calificativo facha. Por ejemplo, cuando le dijo a la presentadora de televisi¨®n Ana Rosa Quintana que ¡°si te llaman fascista est¨¢s en el lado bueno de la historia¡±, o cuando tuite¨® un v¨ªdeo que declaraba el orgullo de que la izquierda usara esa palabra como ataque. ¡°Me Too¡±, escribi¨® ella, usando el famoso eslogan de las feministas estadounidenses (Yo tambi¨¦n).
La petici¨®n de Pache tambi¨¦n sorprendi¨® porque en la c¨¢mara se han escuchado palabras mucho m¨¢s gruesas. Sin ir m¨¢s lejos, el presidente Ossorio llam¨® una vez ¡°ped¨®filos¡± a los diputados de Podemos.
La otra aparente incoherencia es que el art¨ªculo 114 del Reglamento de la c¨¢mara madrile?a permite que un aludido tome la palabra para defenderse. Pero en este caso, la presidenta Ayuso se qued¨® sentada y no quiso intervenir.
En la bancada de M¨¢s Madrid no se quedaron callados. El diputado Alejandro S¨¢nchez resalt¨® esa contradicci¨®n y clam¨® contra ¡°la dictadura del Partido Popular¡±.
M¨®nica Garc¨ªa tambi¨¦n pidi¨® la palabra para quejarse al presidente. ¡°Me gustar¨ªa que usted nos concretara aqu¨ª si ese art¨ªculo lo podemos pedir el resto de grupos parlamentarios cada vez que el Partido Popular falte al decoro de nuestro grupo parlamentario, nos insulta y me insulta a m¨ª la presidenta personalmente diciendo que no me aguantan en mi casa o que tengo que hacer terapia o que tengo que venir llorada, etc¨¦tera, etc¨¦tera. ?Podr¨¦ usar ese art¨ªculo?¡±
¡°Por supuesto¡±, le dijo Ossorio.
La bronca entre las dos bancadas continuaba. Desde su esca?o, Pache y el n¨²mero dos de Ayuso en el PP de Madrid, Alfonso Serrano, se enfrentaban a voces con Padilla y sus compa?eros con el micr¨®fono cerrado. ¡°?Facha tu padre!¡±, se o¨ªa decir a Serrano.
El tema de Telemadrid ven¨ªa a cuento porque la cadena ha sido noticia estos d¨ªas. El Tribunal Supremo ratific¨® hace una semana que el despido del antiguo director de informativos de la cadena, Jon Aritztimu?o, fue ilegal y esta ma?ana Ayuso ha sufrido un nuevo varapalo cuando el Alto Tribunal tambi¨¦n ha tomado una decisi¨®n id¨¦ntica por el despido del adjunto a los informativos de Telemadrid.
La cosa no qued¨® ah¨ª. Durante la jornada el debate sobre qu¨¦ es un insulto ha reaparecido. Primero cuando Elisa Vigil, del PP, llam¨® ¡°matones supremos¡± y ¡°chabacanos¡± a los diputados de M¨¢s Madrid. Lo hac¨ªa mientras hablaba de un tema menos acalorado que Telemadrid, una moci¨®n de ese partido de izquierda sobre la industria de los chips inform¨¢ticos, que el PP va a rechazar. M¨¢s Madrid se quej¨® de acuerdo con el 114 y luego Vigil se defendi¨®: ¡°Ustedes son unos matones. Eso no es un insulto. Es una definici¨®n per se¡±.
Y, luego, lleg¨® Monasterio, cuando el PSOE llam¨® extrema derecha a Vox. Monasterio pidi¨® a Ossorio la palabra en uso del 114. ?Por cu¨¢l alusi¨®n?, le pregunt¨® el presidente. ¡°Ya est¨¢ bien de llamar extrema derecha a Vox¡±. Ossorio qued¨® at¨®nito, quiz¨¢s dudando de si eso era un insulto o una definici¨®n per se. Finalmente se la concedi¨®. ¡°Ya est¨¢ bien de llamar extrema derecha a los que estamos defendiendo pol¨ªticas de extrema necesidad para los espa?oles¡±. La cara de Ossorio era un poema.
Ese fue el tono del d¨ªa. El contraste lo puso un inusual acuerdo entre PP y PSOE. Los populares apoyaron una PNL del socialista Jos¨¦ Cepeda para crear un centro avanzado de ciberseguridad, un proyecto que el PP no pudo sacar en la anterior legislatura. ¡°Despu¨¦s de la tormenta viene la calma¡±, celebr¨® Cepeda.
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