Un A?o Nuevo con 24 uvas a bordo de un vuelo transoce¨¢nico, el doble de suerte que el resto

¡°En esta m¨¢gica Nochevieja, mientras volamos, llegar¨¢ el 2025 y no hay mejor manera de recibir el a?o que sobre las nubes. A nombre de Iberojet, les deseamos un feliz A?o Nuevo¡±. Con ese mensaje de una de las azafatas a las 23.45 empieza a calentar la fiesta de fin de a?o para casi 200 pasajeros que viajan de Madrid a Costa Rica este 31 de diciembre en el vuelo E9 857. Se encienden las luces y la tripulaci¨®n, de al menos unas 10 personas, empieza a repartir las uvas con sombreros y cornetas. La mayor¨ªa del pasaje se despierta y, aunque sea un poco dormidos, se suman a la actitud. Muchos no esperan la medianoche y abren las uvas antes, tras perder la batalla contra el hambre. ¡°?Diez segundos!¡±, grita una de las azafatas. Las 12.00, retumban aplausos y algunos gritos de los pasajeros, mientras por el altavoz se suenan las campanadas. ¡°No se atraganten¡±, bromea por el altavoz el piloto, Luis Morell, de 55 a?os. Una experiencia que la mayor¨ªa ha querido inmortalizar en sus m¨®viles con fotos y videos.

Por el cambio horario, estos pasajeros se han confabulado en el tiempo y han recibido 2025 dos veces. Tal vez cuando compraron el billete no pensaron que recibir¨ªan el a?o con decenas de extra?os y sobre las nubes, pero al menos se han comido 24 uvas y no 12, el que supone doble de deseos que los mortales que est¨¢n en tierra y que tienen esta tradici¨®n.

La mayor¨ªa de los viajeros son costarricenses, unos deseosos de regresar a casa y de disfrutar de sus seres queridos en esta fecha y otros cansados del viaje, con el ¨²nico objetivo de llegar a dormir. Tambi¨¦n hay espa?oles. Entre ellos un grupo de cinco amigas, dos azafatas y otras tres que viajan para acompa?arlas e irse unos d¨ªas de vacaciones, todas uniformadas con diademas y gafas desde la llegada al aeropuerto.

¡°Como ellas trabajaban nos dijimos ¡®vamos a pasar Nochevieja con ellas¡¯. No tenemos nada planeado, probablemente cenaremos en Woody¡¯s, un sitio familiar¡±, cuenta Lourdes Mart¨ªnez, malague?a de 36 a?os. El v¨ªnculo con sus amigas les permite irse a la parte delantera del aparato a celebrar con la tripulaci¨®n. ¡°Ha sido buen¨ªsimo, nos vamos a tomar las uvas dos veces, igual hay doble suerte. La gente ha estado con buen rollo¡±, agrega su amiga Helena Alarc¨®, de 33. Para ellas, la fiesta apenas comienza: pasar¨¢n unos d¨ªas en las paradisiacas playas de Costa Rica y regresar¨¢n a Madrid el 4 de enero.

Mientras ellas se abrazan y se toman fotos y videos en el pasillo del avi¨®n, dentro de la cabina hay otros dos espa?oles, los m¨¢s importantes del vuelo: el piloto Luis Marell, de 55 a?os, que lleva a su esposa, hija y otros miembros de su familia en el vuelo, y su copiloto Andr¨¦s de la Cuesta, de 33, ambos unidos a la fiesta con pelucas y sombreros en la cabina, a la que ha tenido acceso EL PA?S.

¡°Estoy rodeado de mis seres m¨¢s queridos en el trabajo. Somos profesionales, pero al mismo tiempo estamos tratando de hacer felices a los pasajeros y que no les falte nada¡±, cuenta Marell con una peluca rosa. Es piloto desde hace 30 a?os, los ¨²ltimos 11 para Iberojet. ¡°Donde mejor se est¨¢ es en tierra celebrando con tus amigos y tomando algo m¨¢s que un refrigerio, pero aqu¨ª al final lo pasamos con nuestra otra familia¡±, cuenta.

A su lado, y tambi¨¦n con sombrero, el copiloto cuenta que es su primera experiencia de A?o Nuevo sobre las nubes. ¡°Llevo cinco a?os en aviaci¨®n y me pas¨® una vez que tuve que estar en Nochebuena y Navidad fuera, pero esta fecha no¡±, dice De la Cuesta, que viaja con su pareja. Ambos tambi¨¦n se ir¨¢n de vacaciones, a hacer rafting y a disfrutar de la naturaleza.

Muchos de los costarricenses llevan la hora de su pa¨ªs en mente y su verdadera celebraci¨®n ser¨¢ dentro de unas horas. Llegan a las 19.30, justo a tiempo para poder disfrutarlo tambi¨¦n en tierra y tomando un rompope, su tradicional bebida de fin de a?o. En la parte de atr¨¢s del avi¨®n, casi en la cola, viaja Diana Araya, de 30 a?os, que lleva tres meses viajando por Europa tras tomar la decisi¨®n de renunciar a su trabajo y de darse una pausa. Reconoce que compr¨® este billete por el precio: ¡°Lo escog¨ª porque en realidad es el m¨¢s barato y porque se ajustaba a la fecha que ten¨ªa como m¨¢ximo para estar como turista dentro de la Uni¨®n Europea¡±. En su caso, las horas de viaje ya le pesan y las segundas campanadas probablemente le pillan durmiendo. ¡°No tengo ¨¢nimo para salir¡±, dice.

Las ocho primeras horas del viaje han transcurrido como cualquier otro vuelo y las dos siguientes despu¨¦s de las 12.00, tambi¨¦n. Estas casi 200 personas ya celebraron la llegada del a?o nuevo, al contrario de los que los reciben en el aeropuerto de San Jos¨¦ a las 20.00 del 31 de diciembre, a¨²n deseosos por iniciar el 2025. Vienen del futuro, pr¨¢cticamente. Y con una segunda oportunidad de empezar el a?o de cero, como a muchos ya les gustar¨ªa.