El Camale¨®n criollo, el impostor de 70 a?os que lleva tres d¨¦cadas enga?ando en Madrid a grandes empresas
Jos¨¦ Trinidad M¨¢rquez se hace pasar por un ejecutivo del petr¨®leo para conseguir comisiones. Solo en noviembre y diciembre, lanz¨® su red a una treintena de empresas, entre ellas Samsung o Siemens
En 1998, Jos¨¦ Trinidad M¨¢rquez apareci¨® por primera vez en una noticia de este peri¨®dico. Era la historia de un falso ejecutivo del petr¨®leo detenido porque intent¨® estafar con un negocio multimillonario a una de las grandes empresas de Espa?a, la constructora de barcos Astilleros Espa?oles. Casi 30 a?os despu¨¦s, M¨¢rquez mantiene su farsa.
A sus 70 a?os, este venezolano viste como un gran se?or. Traje, corbata, pa?uelo, gabardina y sombrero de ala ancha. Se cita con sus v¨ªctimas en restaurant...
En 1998, Jos¨¦ Trinidad M¨¢rquez apareci¨® por primera vez en una noticia de este peri¨®dico. Era la historia de un falso ejecutivo del petr¨®leo detenido porque intent¨® estafar con un negocio multimillonario a una de las grandes empresas de Espa?a, la constructora de barcos Astilleros Espa?oles. Casi 30 a?os despu¨¦s, M¨¢rquez mantiene su farsa.
A sus 70 a?os, este venezolano viste como un gran se?or. Traje, corbata, pa?uelo, gabardina y sombrero de ala ancha. Se cita con sus v¨ªctimas en restaurantes de post¨ªn o en el lobby de hoteles de cinco estrellas de Madrid, habitualmente cerca de La Castellana. Cuando conoce a alguien, le extiende su tarjeta de visita: director general y CEO para Europa de Pemex, el gigante mexicano del petr¨®leo. Solo en noviembre y diciembre del a?o pasado, lanz¨® su red a casi treinta empresas, entre ellas multinacionales como Samsung, Siemens, Mitsubishi, Rolls Royce o Morgan Stanley. A todas les pide comisiones para participar en licitaciones irresistibles pero falsas. Al menos una empresa cay¨® el a?o pasado en su trampa. EL PA?S ha accedido a correos, fotos y whatsapps de 2024 y de enero de este a?o que muestran que conserva el modus operandi de los a?os noventa. As¨ª opera un estafador de pel¨ªcula que ha sido bautizado por el medio digital venezolano Armando.info como el Camale¨®n criollo.
El domingo 27 de octubre, M¨¢rquez escribi¨® un whatsapp a un aut¨®nomo radicado en Murcia y especializado en transcribir audios y v¨ªdeos como pruebas judiciales, Eliezer Jos¨¦ Mar¨ªn. Se present¨® como ¡°un emisario del doctor V¨ªctor Manuel Navarro Cervantes¡±, presidente de PMI Holdings Petr¨®leos Espa?a SL, filial de Pemex. Le explic¨® que iban a sacar decenas de concursos y que necesitaban a un ayudante para redactar las licitaciones y contactar a las empresas potencialmente interesadas. Le prometi¨® un contrato con Pemex por 4.000 euros al mes como ¡°alto ejecutivo¡±. El transcriptor, un inmigrante de Nicaragua con cinco hijos en casa, lo tom¨® al vuelo. Dej¨® su trabajo habitual para dedicarse por completo a M¨¢rquez, creyendo que ten¨ªa delante una oportunidad ¨²nica. El gran timador le dijo que hab¨ªa tenido suerte: ¡°Me lo agradecer¨¢s de por vida¡±.
El transcriptor trabajaba en remoto. Se conectaba por videoconferencia desde casa en Murcia y ve¨ªa en pantalla a M¨¢rquez, de traje y corbata. El petrolero se conectaba tambi¨¦n en su domicilio, en un piso amplio y elegante de Madrid. Nunca le hablaba desde la oficina de PMI en la calle Vel¨¢zquez, en el distrito de Salamanca. Esto caus¨® extra?eza al transcriptor. M¨¢rquez le explic¨® que gracias a la pandemia, se dieron cuenta de que eran m¨¢s productivos teletrabajando.
M¨¢rquez le inform¨® de que PMI ten¨ªa previsto sacar concursos en siete ramas: componentes, como turbinas o motores, y tambi¨¦n buques de carga completos. Ten¨ªa que redactar los pliegos y, para ello, M¨¢rquez le suministr¨® licitaciones reales de Pemex y le dio instrucciones para rellenarlas, un trabajo de sol a sol. Tambi¨¦n le pas¨® un listado de empresas y le orden¨® que las llamara. M¨¢rquez quer¨ªa reunirse a toda costa con los directivos de ventas de esas compa?¨ªas.
Los correos vistos por EL PA?S muestran que las empresas, en ocasiones, mandaron a empleados de otros pa¨ªses para reunirse con M¨¢rquez. Del lado de PMI/Pemex aparecen en copia varios ejecutivos, entre ellos Jos¨¦ M¨¢rquez, pero tambi¨¦n otros, incluido el nombre del mandam¨¢s de la filial espa?ola, V¨ªctor Manuel Navarro. Con el tiempo, el transcriptor se dio cuenta de que eran cuentas de correo falsas.
Las se?ales de que algo ol¨ªa mal se multiplicaban. El transcriptor recibi¨® orden de responder a las empresas que la sede de PMI en Madrid no estaba disponible para reuniones. ¡°Nuestras oficinas est¨¢n dise?adas exclusivamente para la gesti¨®n administrativa¡±, escribi¨® a Elekta y Human Corporis, dos compa?¨ªas que enviaron delegados desde M¨¦xico a un encuentro el 21 de noviembre. ¡°Por esta raz¨®n, como es habitual en nuestra pr¨¢ctica, sugerimos que la reuni¨®n tenga lugar en su punto de referencia, ya sea en su hotel o en el Hotel InterContinental de Madrid¡±.
En otra ocasi¨®n, M¨¢rquez ten¨ªa una cita el 19 de diciembre a las 14.00 en la sede de Siemens en Tres Cantos, al norte de la capital. Siemens indic¨® que, para entrar en las instalaciones, deb¨ªan enviarles por adelantado los DNI, de acuerdo al protocolo de seguridad de la tecnol¨®gica alemana. Esto indign¨® a M¨¢rquez, que intu¨ªa que podr¨ªa ser delatado. ¡°?Qu¨¦ es esto de que nos pidan la documentaci¨®n?¡±, le gru?¨® al transcriptor.
Cinco horas antes de la cita, M¨¢rquez llam¨® a su empleado para informarle de que el presidente de PMI se encontraba muy grave en el hospital. ¡°V¨ªctor Manuel ha tenido un infarto¡±, le dijo, consternado. ¡°Informa a Siemens de que la reuni¨®n debe ser suspendida¡±.
Los correos reflejan las condolencias por aquel fantasioso infortunio. ¡°Lamentamos informarles de que esta ma?ana temprano nuestro presidente ha sufrido un percance de salud¡±, escribi¨® el transcriptor. Un directivo de Siemens extendi¨® sus ¡°m¨¢s sinceros deseos de una pronta recuperaci¨®n¡±. Y a?adi¨®: ¡°Apoyamos por completo la necesidad de priorizar la salud de su presidente¡±.
El empleado de Murcia tambi¨¦n dijo a M¨¢rquez que lamentaba el infarto, y este le pas¨® el tel¨¦fono a una persona que habl¨® algo menos de 30 segundos: ¡°Me han dado reposo y no puedo hablar mucho. Gracias por tu llamada¡±. A estas alturas el transcriptor estaba casi seguro de que le tomaba el pelo.
Otro d¨ªa, como era habitual, hablaba por videoconferencia con M¨¢rquez cuando son¨® el timbre en el domicilio de este.
¡ªTe llamo luego¡ª, dijo M¨¢rquez que, por accidente, dej¨® que continuara la llamada.
¡ªPolic¨ªa Nacional¡ª, se escuch¨® de fondo.
¨DPues que me citen. Yo no me oculto. Ustedes me tienen que dar la carta para que yo me presente.
El transcriptor alucinaba. Cuando los agentes se fueron, colg¨® para que el farsante pensara que no lo hab¨ªa o¨ªdo.
¡°Te vende la moto¡±
Las empresas en la mira de M¨¢rquez reaccionaron de forma muy diversa. Fernando Marcos, director comercial del fabricante alem¨¢n de motores MAN Energy, asegura que no se trag¨® nada cuando M¨¢rquez lo llam¨®. ¡°Me tuvo media hora d¨¢ndome una turra¡±, rememora. ¡°Y yo pensaba, ?pero qu¨¦ hace un tipo en Espa?a pidiendo comprar motores para mandarlos a Asia? Lo normal es que M¨¦xico trate con M¨¦xico, Espa?a con Espa?a y Asia con Asia¡±.
Sin embargo, al menos una compa?¨ªa pic¨® el anzuelo. Se trata de una inmobiliaria que pag¨® 12.000 euros como fianza para competir en un concurso por el cual Pemex buscaba una empresa que canalizara inversiones de los ejecutivos petroleros en villas de lujo. ¡°Es un artista de la estafa que te vende la moto¡±, dice este empresario, que pide anonimato. La v¨ªctima no ha denunciado. ¡°Es mucho dinero, pero tampoco me voy a morir por ello¡±.
El transcriptor finalmente confirm¨® sus sospechas cuando recibi¨® un correo de Pemex, antes de Navidades. Semanas atr¨¢s, les hab¨ªa escrito para averiguar si M¨¢rquez era un caradura. El departamento jur¨ªdico lo confirm¨®: ¡°Este hecho constituye una tentativa de delito y usurpaci¨®n de identidad relacionada con operaciones ficticias¡±.
En Google, el transcriptor encontr¨® m¨¢s informaci¨®n. Descubri¨® su largo historial de problemas con la ley. En 1998, M¨¢rquez intent¨® timar a Astilleros Espa?oles; en 2009, estaf¨® 247.000 euros a la empresa de infraestructura petrolera T¨¦cnicas Reunidas y fue condenado tres a?os despu¨¦s. En 2014, arranc¨® 4,5 millones de euros del mayor banco portugu¨¦s, Esp¨ªrito Santo. En 2015, enga?¨® supuestamente a Gustavo Eustache, que hoy es un diputado del grupo popular de la presidenta madrile?a, Isabel D¨ªaz Ayuso. Y en 2017, tambi¨¦n fue acusado por una estafa a las empresas del exvicepresidente del Real Madrid, Fernando Fern¨¢ndez-Tapias.
Fuentes judiciales y de la Fiscal¨ªa no han podido aclarar su situaci¨®n procesal, pero se sabe que hace a?os pas¨® una temporada en la c¨¢rcel madrile?a de Estremera. Durante parte de la ¨²ltima d¨¦cada, se present¨® al mundo como Domingo Gal¨¢n, el nombre de un humilde mostole?o al que le rob¨® sus documentos.
Despu¨¦s de Navidad, la relaci¨®n entre M¨¢rquez y el transcriptor se tens¨®. Este ya solo quer¨ªa cobrar. No hab¨ªa visto ni un euro a pesar de pasar d¨ªas enteros al ordenador. El 27 de diciembre, le hizo un anuncio importante por WhatsApp.
¡ªJos¨¦, no te hab¨ªa podido llamar porque andaba viendo un trabajo (por unos cuantos d¨ªas) para poder tener algo de dinero y comprar comida. Me voy a dormir porque ma?ana me tengo que levantar a las 5 am. Voy a trabajar con un se?or en el campo, le llamo ma?ana por la tarde, seg¨²n dice terminamos tipo 7 de la tarde.
¨DIgualmente; ten cuidado con eso. Dios te cuide, hasta ma?ana.
¨DGracias... Ya ver¨¦ qu¨¦ tal me va, nunca he trabajado en el campo, pero dicen que la necesidad tiene cara de... Buenas noches, Jos¨¦.
¨DEso es muy complicado¡ª, respondi¨® el se?or de traje y corbata.
A mediados de enero, lo denunci¨® a la Polic¨ªa. El caso est¨¢ siendo investigado por la Unidad de Delitos Econ¨®micos y Financieros. El timador no ha respondido a los intentos de comunicaci¨®n de este peri¨®dico.
Y M¨¢rquez tampoco contesta al transcriptor. Este cree que sigue activo: ¡°Debe estar buscando a alguien que le ayude para seguir haciendo de las suyas¡±. Considerando sus casi 30 a?os de impostura, probablemente tiene raz¨®n.
?Tiene algo que contar? Escriba al autor a fpeinado@elpais.es