Cursos para educar a humanos con perros: ¡°Estamos a la cabeza en abandono en Europa¡±
La Fundaci¨®n Salvando Peludos y seis municipios de Madrid ofrecen talleres gratuitos de educaci¨®n canina para reducir el abandono animal
No ha sido un s¨¢bado convencional en el pipic¨¢n del sur de Fuenlabrada (Madrid). Minutos antes del atardecer, el parque canino ha empezado a recibir m¨¢s de humanos que perros. Los animales han venido a educarse; los canes, a olfatear y escarbar en la arena. Una de ellos tiembla con el rabo entre las piernas, mientras una Yorkshire rasca con sa?a las piernas de su humana para forzarla a jugar. Todo normal, si nos situamos en uno de los talleres que la Fundaci¨®n Salvando Peludos ha abierto gratuitamente en seis municipios de Madrid para mej...
No ha sido un s¨¢bado convencional en el pipic¨¢n del sur de Fuenlabrada (Madrid). Minutos antes del atardecer, el parque canino ha empezado a recibir m¨¢s de humanos que perros. Los animales han venido a educarse; los canes, a olfatear y escarbar en la arena. Una de ellos tiembla con el rabo entre las piernas, mientras una Yorkshire rasca con sa?a las piernas de su humana para forzarla a jugar. Todo normal, si nos situamos en uno de los talleres que la Fundaci¨®n Salvando Peludos ha abierto gratuitamente en seis municipios de Madrid para mejorar la convivencia entre peludos y humanos. El proyecto ha surgido ante la necesidad de reducir ¡°el problema del abandono de animales de compa?¨ªa en Espa?a¡±, puntualiza el presidente de la entidad, Fernando S¨¢nchez (Granada, 44 a?os), quien lamentar estar ¡°a la cabeza en abandono en Europa¡±. M¨¢s de 170.000 perros fueron abandonados en el territorio nacional en 2023, el 12% por problemas de conducta, seg¨²n el estudio anual de la Fundaci¨®n Affinity.
La lluvia ha azotado desde la ma?ana. Fuenlabrada, encharcado y gris, conjura un s¨¢bado fantasmal de esos que dan ganas de cancelar planes. Aun as¨ª, han llegado m¨¢s asistentes que los apuntados inicialmente: cerca de 15 personas ¡ªa veces m¨¢s, a veces menos¡ª, que junto a los Instructores han improvisado un c¨ªrculo en la arena.
¡°Hoy vamos a hablar de paseos perronalizados¡±, dice para quebrar el hielo Javier Mota (M¨®stoles, 38 a?os), uno de los educadores caninos que ha impartido el curso. Decidi¨® estudiar la conducta de los perros, a ra¨ªz de una relaci¨®n problem¨¢tica con un Border Collie demasiado en¨¦rgico, que le dio m¨¢s de un dolor de cabeza. Lo acompa?a Pedro Mu?oz (Madrid, 48 a?os), que luce una camiseta azul con la frase en blanco: ¡°Quiz¨¢s no pueda salvar el mundo, pero s¨ª la vida de un animal¡±. Ninguno de ellos vienen por trabajo, sino por servicio: son voluntarios del centro de bienestar animal de Fuenlabrada y de Salvando Peludos.
Avanza la sesi¨®n. Mu?oz gesticula con las manos, hipn¨®tico, ante la mirada atenta de los vecinos, que asienten con la cabeza cuando enumera algunos de los errores conductuales m¨¢s comunes, como tirar la correa o cansar al perro durante el paseo. Uno de los presentes se presenta como David Alfaro (Madrid, 45 a?os). Ha venido con un arsenal de preguntas que le han surgido en dos semanas de convivencia con Oto, un mestizo cruzado con Rodesiano que tiene 14 meses y ¡°30 kilitos¡±, describe el doliente, a quien sus vecinos bromean porque parece que es el perro quien lo pasea a ¨¦l. ¡°Algunas veces he llegado a mi casa llorando despu¨¦s de sacarlo¡±, confiesa en el pre¨¢mbulo de una de las preguntas.
Alfaro lamenta que en solo en dos semanas Oto se est¨¢ convirtiendo en un problema, cuando estaba invitado a ser una compa?¨ªa para sus hijas. ¡±Quiz¨¢s fallo m¨ªo, de no informarme bien de todo lo que conlleva adoptar un perro de esta dimensi¨®n, intensidad y edad¡±, dice como mea culpa este padre, que ha optado por investigar para revertir la situaci¨®n. ¡°Igual que tengo dos hijas e intento cada d¨ªa esforzarme por educarlas bien, pues si hemos decidido tener un perro, creo que hay que tener un conocimiento que ahora mismo no tengo y lo estoy sufriendo¡±.
No todos piensan as¨ª: m¨¢s de 20.000 perros est¨¢n desamparados anualmente en Espa?a por problemas de conducta, la tercera causa de abandono, solo superada por la p¨¦rdida del inter¨¦s por el animal (13%) o las camadas no deseadas (15%). Por debajo quedan motivos como el fin de la temporada de caza (11%), el nacimiento de un hijo (4%) o el divorcio (3%), seg¨²n la radiograf¨ªa de abandono animal en Espa?a que hace anualmente la Fundaci¨®n Affinity.
La ¨²ltima entrega con fecha de 2024 estima que 286.000 animales fueron abandonados en Espa?a el ¨²ltimo a?o, lo que equivale a 785 mascotas al d¨ªa. 33 cada hora. Por especie, los perros son los m¨¢s afectados, con 170.712 ejemplares desprotegidos, seguidos por los gatos con 115.970. En Madrid, 9.235 perros y gatos fueron desatendidos o desamparados por sus due?os entre 2022 y 2023, seg¨²n datos del Colegio de Veterinarios.
S¨¢nchez alerta de un alto subregistro de animales abandonados: ¡°Nunca sabremos de aquellos perros que mueren en las cunetas de carreteras despu¨¦s de ser abandonados o de los que matan en las haciendas¡±. El experimentado activista recuerda que la ley de bienestar animal, en vigor desde 2023, ¡°responsabiliza a los ayuntamientos de proponer planes en materia de concienciaci¨®n, tenencia responsable y prevenci¨®n del abandono¡±.
Pasear para fortalecer el v¨ªnculo¡ o agrietarlo
Minutos antes del inicio del taller, Mu?oz se pide un caf¨¦ con leche para volver del letargo al que lo induce la comida. Habla de pasear al perro, el tema del taller que est¨¢ a punto de impartir. ?l define el paseo como ¡°el momento en el que el v¨ªnculo entre persona y perro se refuerza m¨¢s¡± y sostiene que ¡°el mensaje que le tiene que llegar a la gente es que hay una forma de pasear por los perros que tiene que ser distinta a la que predomina¡±.
Uno de los errores m¨¢s comunes, explica el instructor, es ¡°inducir al perro al ejercicio explosivo¡±, o su representaci¨®n m¨¢s habitual: lanzarle la pelota. Para zanjar la cuesti¨®n, Mu?oz comenta que ¡°un perro tranquilo no es un perro cansado¡± y que ¡°correr detr¨¢s de una pelota 48 veces le va a generar estr¨¦s y ansiedad¡¡±. ¡°Se vuelve una obsesi¨®n¡±, interrumpe Mota, quien no duda en aclarar que es un juego ¡°antinatural¡±, porque deforma el instinto natural de caza del perro, al despojarlo del acecho y el olfateo.
En este curso improvisado bajo una carpa pl¨¢stica municipal, tambi¨¦n se ha hablado de los 90 minutos que, como m¨ªnimo, deben sumar las tres salidas diarias con el can. El recorrido no ha de ser lineal. ¡°Tiene que ser un paseo de borracho¡±, apunta Mota, mientras mueve las manos en zigzag. La br¨²jula del paseo debe ser la nariz del perro, dado que ¡°15 minutos de olfateo equivale a 45 de carrera¡±, recuerda Mu?oz.
Los vecinos de Fuenlabrada atienden con la mirada a los instructores como asistiendo a un partido tenis. Una se?ora con chubasquero toma notas en una libreta con la concentraci¨®n de quien prepara unas oposiciones. Alfaro escribi¨® ¡°mil cosas¡± en el m¨®vil, como que debe enfocarse m¨¢s en fortalecer su relaci¨®n con Oto, antes de centrarse en la relaci¨®n del perro con otros canes.
E incluso Virginia Brice?o Delgado (Madrid, 45 a?os), animalista, feminista y due?a de Moa ¡ªuna Yorkshire de 8 a?os¡ª y Dora ¡ªuna Salchicha de 12¡ª ahora sabe que tendr¨¢ que hacer paseos diferentes para cada tipo de perro. Esta vecina de Fuenlabrada, que trabaja como ¡°terapeuta hol¨ªstica de humanos¡±, se ha inducido, adem¨¢s, a una reflexi¨®n de vida: ¡°Creo que aparte de educar a los animales, somos los humanos los que necesitamos mucha terapia¡±. Pero eso ya es otra historia.