No tener v¨ªnculos en Madrid: el epicentro de la soledad no deseada para los migrantes latinos
La desconexi¨®n social afecta casi el doble a las personas con origen migrante (32,5%) que a los espa?oles (17,8%)
La estadounidense Rebecca Nolan, de 20 a?os, lleg¨® a Madrid para hacer el m¨¢ster en Comunicaci¨®n y Medios Digitales en IE University. En una de sus clases, conoci¨® a Cordelia Drax, una brit¨¢nica de 21 a?os y una obsesa de las redes sociales como ella. Un d¨ªa, hablando sobre los retos de migrar, confesaron que se sent¨ªan solas. La suya era una soledad no escogida, un sentimiento que tiene que ver con carecer de conexiones reales a pesar de estar rodeadas de personas.
Fue entonces cuando pensaron que seguramente m¨¢s migrantes estar¨ªan pasando por lo mismo. De inmediato, decidieron compartir su experiencia en redes sociales. ¡°La acogida fue incre¨ªble¡±, asegura Nolan. M¨¢s de 50 personas les respondieron diciendo que tambi¨¦n se sent¨ªan solas. Tras ver la reacci¨®n, decidieron organizar un encuentro para migrantes que est¨¦n lidiando con la soledad no deseada. El primer evento fue un brunch que se organiz¨® este 28 de enero.
La Comunidad de Madrid es la regi¨®n con m¨¢s soledad no deseada en Espa?a: un 34,5% frente al 29,5% de la media nacional, seg¨²n el Bar¨®metro de la soledad no deseada en la Comunidad de Madrid 2024, promovido por Fundaci¨®n ONCE y Fundaci¨®n AXA. Adem¨¢s, el estudio revela que la soledad no deseada afecta especialmente a mujeres, j¨®venes y extranjeros. Y no solo eso. La presencia de un mill¨®n de latinoamericanos en la regi¨®n, seg¨²n los ¨²ltimos datos del INE, destaca como un factor relevante. La prevalencia de la soledad no deseada entre las personas nacidas en el extranjero o cuyos padres nacieron fuera de Espa?a es casi el doble que entre los nacidos en el pa¨ªs y con padres tambi¨¦n espa?oles (32,5% frente al 17,8%).
Esto lo vive Alexia Galanakis, periodista chilena de 24 a?os, quien lleg¨® a Madrid en marzo de 2024 con el desaf¨ªo de empezar de cero. Para esta chilena, la soledad es despertarse un s¨¢bado muy animada, coger su m¨®vil, escribir en el grupo de sus mejores amigas y darse cuenta de que est¨¢ a m¨¢s de 11.000 kil¨®metros de distancia y de que, con la diferencia horaria, tardar¨¢n en contestarle.
La soledad le duele en el d¨ªa a d¨ªa. ¡°La siento cuando tengo que explicar mis dichos, cuando quiero un sabor particular y no lo encuentro, o cuando tomo Coca-Cola o como una galleta Oreo y me doy cuenta de que el sabor es distinto¡±, dice. Para Galanakis, la soledad tambi¨¦n es caminar y perderse porque sus puntos cardinales ya no se gu¨ªan por la cordillera de los Andes y el mar. ¡°La soledad es lo que te lleva a espacios inc¨®modos, a atreverse a hacer cosas sola, a salir o levantarte durante un mal d¨ªa¡±, dice.
El portavoz del Observatorio de la Soledad No Deseada y consultor en Fresno, Adri¨¢n Tu?¨®n, destaca que la soledad no deseada en los j¨®venes migrantes de la Comunidad de Madrid es particularmente pronunciada. En comparaci¨®n con el resto de Espa?a, Madrid presenta un porcentaje m¨¢s alto de soledad, especialmente entre los migrantes de primera generaci¨®n, quienes experimentan el doble de soledad que los de segunda generaci¨®n. ¡°La falta de redes de apoyo, barreras ling¨¹¨ªsticas y la dificultad de establecer v¨ªnculos en una ciudad tan diversa y con un alto flujo migratorio contribuyen a esta situaci¨®n¡±, explica. Tu?¨®n subraya que la soledad en los j¨®venes se ve intensificada por la carencia de conexiones aut¨¦nticas, especialmente en un contexto en el que las relaciones digitales sustituyen cada vez m¨¢s los v¨ªnculos f¨ªsicos, aumentando el aislamiento social y afectando la salud mental de quienes la experimentan.
Laura Silva, colombiana de 35 a?os, lleg¨® a Madrid para cursar un m¨¢ster en Consultor¨ªa Digital, pero su experiencia inicial estuvo marcada por una profunda sensaci¨®n de soledad. La falta de apoyo pr¨¢ctico en cuestiones como los tr¨¢mites bancarios y legales la enfrent¨® a una cultura en la que sinti¨® que la ayuda y la conexi¨®n humana eran escasas. ¡°En Madrid, cada uno se ocupa de sus propios asuntos, y cuando buscas explicaciones o profundizar, chocas con la cultura¡±, reflexiona.
Una experiencia similar vivi¨® Loren Sons, de 20 a?os, quien lleg¨® a Madrid bajo circunstancias dif¨ªciles: amenazas a su familia la obligaron a abandonar Colombia. Adaptarse a la nueva vida no fue f¨¢cil para ella. ¡°El cambio de cultura, de comida, todo fue un choque. A mi familia no le cost¨® tanto como a m¨ª¡±, explica. La soledad no deseada se convirti¨® en una experiencia dif¨ªcil para Sons: ¡°Aun teniendo gente a mi alrededor, me sent¨ªa sola. Es la peor sensaci¨®n¡±. Durante meses, luch¨® contra el aislamiento mientras buscaba trabajo sin ¨¦xito. La presi¨®n de los gastos acumulados y los problemas familiares lo fueron empeorando todo. ¡°Mi autoestima estaba por el suelo. Hablar con gente nueva me daba ansiedad, pero segu¨ªa saliendo a buscar oportunidades¡±, recuerda.
Esta situaci¨®n no es aislada. Seg¨²n el mismo bar¨®metro de la soledad no deseada, un 25,5% de los j¨®venes entre 16 y 29 a?os en Espa?a ha experimentado soledad, una cifra que alcanza el 35% entre los j¨®venes migrantes. Jos¨¦ Manuel Rom¨¢n, delegado de Ayuda en Acci¨®n en Andaluc¨ªa, se?ala que la soledad no deseada en este grupo est¨¢ estrechamente vinculada a la falta de empleo y las dificultades para integrarse debido a la discriminaci¨®n de g¨¦nero y nacionalidad. El aislamiento laboral y la exclusi¨®n social son factores clave que agravan la situaci¨®n de los migrantes, ya que muchos llegan solos y en busca de mejores oportunidades, pero se encuentran con barreras que dificultan su inclusi¨®n. Para Rom¨¢n, es un problema estructural que afecta gravemente la salud mental de los j¨®venes, con riesgos que incluyen el suicidio y la delincuencia.
Micaela Di Catarina, abogada argentina de 32 a?os, afirma que es hacer amigos es de lo m¨¢s complicado. ¡°Hay que aceptar que no vas a encontrar a las mismas personas con las mismas din¨¢micas y los mismos v¨ªnculos. La aceptaci¨®n es, sin duda, lo m¨¢s dif¨ªcil. Nada es igual, tus circunstancias son otras, a veces no sabes ni siquiera desde d¨®nde conectar con las personas, porque est¨¢s atravesando tantos cambios que ya no eres la misma¡±, comenta. Ella, finalmente, ha conseguido conexiones significativas: ¡°Mis amigos de Madrid son mi familia¡±.
Una experiencia similar vive la ingeniera civil Valentina Garc¨ªa, de 29 a?os. Aunque hab¨ªa vivido sola durante a?os, se dio cuenta de lo dif¨ªcil que es estar lejos de su c¨ªrculo cercano al mudarse por trabajo. La soledad se intensifica, sobre todo, en sus ratos libres. Para mitigar ese vac¨ªo, decidi¨® unirse a la iniciativa del Ayuntamiento de la capital Voluntarios por Madrid con la esperanza de hacer nuevas conexiones.
El investigador del Observatorio de la Juventud en Iberoam¨¦rica, Juan Gonz¨¢lez Anleo, apunta un factor m¨¢s, lo que ¨¦l define como ¡°happicracia¡±, es decir, la tendencia en redes sociales, especialmente en los m¨¢s j¨®venes, de mostrarse siempre alegres y felices. La impresi¨®n, aunque sea falsa, de que todos disfrutan menos que los dem¨¢s puede hundir todav¨ªa m¨¢s a los migrantes en el agujero de la soledad.
La comunidad latina lucha contra la soledad
Mar¨ªa Jos¨¦ Fl¨®rez, colombiana de 26 a?os, ha experimentado esa soledad desde su llegada a Madrid. Aunque lo hizo acompa?ada de su madre y su abuela, cuando se fueron le result¨® dif¨ªcil remontar el vuelo. ¡°Con ellas, me sent¨ªa en casa, aunque fuera un lugar nuevo¡±, dice esta dise?adora gr¨¢fica. Para combatir la tristeza, se ha refugiado en el ejercicio y en la b¨²squeda de comunidades como Colombianos en Madrid. Con ellos, explica, vuelve a sentirse m¨¢s cerca de casa.
Conectar y ser parte de una comunidad, como la creada por Nolan y Drax, es clave para combatir esta soledad. Espacios como Las Cosmos, Espacio Amazonas, Alanna, La Parcer¨ªa o Sudakasa est¨¢n dise?ados para crear redes de apoyo entre migrantes latinos en Madrid, ofreciendo un entorno seguro donde compartir experiencias y ayudarse mutuamente. La comunidad Cosmos, por ejemplo, se ha convertido en un espacio esencial para quienes buscan adaptarse, compartir vivencias y recibir apoyo emocional. ¡°El sentimiento de soledad es natural. Viene con el proceso de migrar y todo lo bonito de conocerse. Todo se vuelve m¨¢s radical cuando migras a un pa¨ªs donde no tienes redes de apoyo. Nadie nos dice que esto forma parte del proceso, ni sabes cu¨¢nto va a durar. Estar lejos de tu tierra siempre te hace sentir dividido en dos¡±, explica Goldy Levy, productora en Las Cosmos.
¡°En Madrid, para la comunidad latina no es dif¨ªcil encontrar tu mundo. Siempre hay un lugar que conmemora las festividades, tradiciones o d¨ªas de independencia de los latinos. Es muy especial, porque m¨¢s que hacer grupos patriotas de pa¨ªses, uno hace grupos patriotas de latinos. Aqu¨ª somos todos hermanos¡±, explica Galanakis. Andr¨¦s Losada, psic¨®logo y coordinador de Hablemos de soledad no deseada, se?ala que la migraci¨®n en una fase cr¨ªtica del desarrollo, como la adolescencia, agrava la soledad. La transici¨®n a una nueva vida en un contexto desconocido, los cambios culturales y el duelo por la ruptura con la vida anterior generan altos niveles de soledad.
La falta de espacios para los j¨®venes y la escasa conciliaci¨®n familiar agravan esta situaci¨®n. ¡°La soledad es algo que se arrastra desde la infancia, y su impacto persiste a lo largo del tiempo. Migrar buscando un mejor futuro y encontrarse con una ciudad hostil empeora a¨²n m¨¢s esa soledad¡±, explica Losada. As¨ª lo vivi¨® Galanakis, quien al migrar idealiz¨® la experiencia. ¡°Pensamos en un mundo rosa pastel, pero el miedo siempre est¨¢. Ese miedo es, en parte, por la soledad que se avecina. Aunque no siempre lo digamos, todos sabemos que, al pasar la aduana, ya estamos solos¡±.
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