M¨¢s all¨¢ de la capital. El triunfo de la vida rural madrile?a
La poblaci¨®n de la comarca agr¨ªcola Lozoya-Somosierra ha crecido casi un 31% en los ¨²ltimos 15 a?os. Su cercan¨ªa a Madrid, la vertebraci¨®n, la mejora en la oferta de servicios b¨¢sicos a trav¨¦s de entidades como Correos y los planes de inversi¨®n del Gobierno auton¨®mico para atraer ¡®startups¡¯ a la zona son los pilares de esta dinamizaci¨®n
Tras pasar una d¨¦cada viajando por varios pa¨ªses, Carlos Reina abandon¨® en 2014 su trabajo de ingeniero aeron¨¢utico y creador de software para establecerse en Espa?a y dedicar su vida a buscar un vi?edo donde pudiera elaborar un vino de renombre. Ni en las riberas del Duero o el Ebro, ni en las grandes extensiones manchegas, ni en las r¨ªas gallegas: Reina encontr¨® su tesoro en El Molar, un pueblo de la Sierra Norte de Madrid de 9.291 habitantes. En dos a?os, recuper¨® una finca con parras, abandonadas durante d¨¦cadas por falta de relevo generacional en el campo madrile?o, se puso al frente de la cooperativa agr¨ªcola local y abri¨® la bodega Tinta Castiza, donde embotella y vende su vino.
El ¨¦xodo rural de Reina no es una rareza en la comarca agr¨ªcola madrile?a de Lozoya-Somosierra. En los ¨²ltimos 15 a?os, la poblaci¨®n en sus 43 municipios ha crecido un 30,8%, seg¨²n datos del Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE). Las razones son varias. Primero, su cercan¨ªa a Madrid, a una hora aproximadamente de varios de sus principales n¨²cleos urbanos. Tambi¨¦n por la vertebraci¨®n, con v¨ªas tan importantes que la cruzan como la A-1. A ello se a?ade que empresas como Correos cubren muchos servicios b¨¢sicos para poblaci¨®n y negocios ¨Cdesde pagos de recibos a la tramitaci¨®n burocr¨¢tica de j¨®venes empresas con la Administraci¨®n¨C y los planes de inversi¨®n del Gobierno de la Comunidad de Madrid para atraer startups a la zona. Resultado: llegada de poblaci¨®n (muchos, j¨®venes) y dinamizaci¨®n econ¨®mica.
El trabajo de Reina no se limit¨® solo a cultivar las parras, sino a rescatar los trabajos vit¨ªcolas que, tradicionalmente, se utilizaban en El Molar para conseguir sus caldos tan caracter¨ªsticos, como el m¨¦todo que los monjes cartujos llevaron en el siglo XIV de almacenar el l¨ªquido en tinajas de barro: ¡°La vid en esta zona est¨¢ super arraigada y tiene mucha historia, aunque en los ¨²ltimos a?os ha estado muy denostada. Perder todo esto daba mucha pena; por eso, nuestro objetivo era mejorar la calidad¡±, comenta. Tambi¨¦n ha ampliado negocio para ofertar catas de los productos de la tierra y organizar actividades enotur¨ªsticas. Su idea da trabajo, en ¨¦poca de vendimia, a 12 personas.
Negocios como los de Reina son los que intentan atraer e impulsar el grupo de desarrollo rural Galsinma, organizaci¨®n que aglutina entidades p¨²blicas, asociaciones, cooperativas y colectivos de la comarca. Entre sus funciones, destaca la tramitaci¨®n de los fondos europeos Leader. ¡°El a?o pasado, de estas partidas destinamos 846.000 euros para impulsar la creaci¨®n y mejorar las pymes de la zona¡±, explica Eva Gallego, presidenta de Galsinma.
Un im¨¢n para emprendedores
Mar¨ªa Dolores Terr¨®n y Roberto Marina tambi¨¦n hicieron sus maletas en 2019 y abandonaron sus trabajos en Azuqueca de Henares (Guadalajara) para mudarse a Torrelaguna, pueblo donde Marina ten¨ªa una casa heredada junto a la iglesia. Con ellos, viajaron los conocimientos de carpinter¨ªa y log¨ªstica de Marina y los de marketing de Terr¨®n. Buscaban un hogar tranquilo y cerca de la naturaleza, pero tambi¨¦n montar un taller de muebles artesanos: ¡°Nos dimos cuenta de que la gente demandaba muebles de dise?o de calidad no muy caros y quer¨ªamos un espacio amplio y natural para desarrollar nuestra idea. Y nos vinimos aqu¨ª¡±, dice Terr¨®n. En estos dos a?os, los pedidos no han dejado de crecer.
Y es que a los bajos costes que supone vivir all¨ª se le suma el auge del comercio electr¨®nico y la cercan¨ªa con la capital, lo que permite una mayor facilidad para encontrar clientes fuera de la comarca. De hecho, la A-1 atraviesa el territorio y lo conecta con Madrid y Guadalajara a una hora en coche desde Buitrago de Lozoya, una de las localidades principales. Condiciones tan propicias supusieron mayores oportunidades de venta, por lo que la pareja uni¨® a su tienda f¨ªsica y digital su presencia en otras plataformas de venta como Correos Market, destinada a productores locales y desde la que se publicitan, venden y distribuyen a cualquier punto de Espa?a.
La llegada de vecinos como Terr¨®n y Marina, de 37 y 36 a?os respectivamente, ha provocado una mayor demanda de servicios, entre ellos, de vivienda. Por ello, la Comunidad de Madrid sac¨® a concurso en febrero de 2020 la licitaci¨®n para la construcci¨®n de una veintena de casas en varios municipios de la Sierra Norte, con una inversi¨®n de 2,7 millones de euros y con unas rentas entre un 40% y un 50% m¨¢s baratas que las del mercado habitual.
De hecho, las peticiones de empadronamiento de estos emprendedores en los pueblos de Lozoya-Somosierra es una oportunidad tambi¨¦n para revitalizarlos: ¡°Cada ayuntamiento ha sacado proyectos individuales con sus propios recursos, pero necesitamos una planificaci¨®n interna que act¨²e a nivel comarcal por todo el territorio; es nuestra tarea pendiente¡±, explica Eva Gallego desde Galsinma. A las viviendas se le suman m¨¢s proyectos: polideportivos, campos de f¨²tbol, centros de salud... Para que sean realidad a medio plazo, la Comunidad de Madrid ha destinado unos cinco millones este a?o en los programas de inversi¨®n regional, seg¨²n Galsinma,
Un impulso para asentar poblaci¨®n
Pese a la construcci¨®n de nuevas infraestructuras y la mejora de la vertebraci¨®n, resolver la despoblaci¨®n de servicios b¨¢sicos, como los financieros, es esencial. Para ello, desde el a?o pasado los carteros rurales de toda la comarca acercan a los domicilios de los vecinos los servicios que, a causa de este ¨¦xodo, est¨¢n desapareciendo de algunos de estos n¨²cleos: pago de recibos bancarios, venta de sobres, sellos, embalajes para paquetes, entrega del distintivo de la DGT, billetes de tren e, incluso, entrega de dinero en met¨¢lico de las cuentas de ahorro de los clientes. Una iniciativa que, para muchos emprendedores, facilita su vida diaria y mejora la funcionalidad de su aventura empresarial.
Uno de estos trabajadores es la cartera rural Charo Santiuste, que cada ma?ana sube a su coche para repartir la correspondencia en seis n¨²cleos: Manjir¨®n, Cinco Villas, Paredes de Buitrago, Serrada de la Fuente, Pr¨¢dena del Rinc¨®n y una urbanizaci¨®n de Buitrago del Lozoya. Para ella, estos nuevos servicios que ofrece Correos son una ayuda para un gran n¨²mero de habitantes que no dispone de veh¨ªculo propio y necesita desplazarse a n¨²cleos urbanos que cuenten con una sucursal bancaria y oficinas de la Administraci¨®n p¨²blica: ¡°Son pueblos que tienen muy poquitos servicios y autobuses. Les est¨¢ viniendo muy bien¡±, explica. Pese a que ofrece estas prestaciones desde hace poco menos de un a?o, cuenta que hay clientes que se siguen sorprendiendo: ¡°Hoy, por ejemplo, he entregado un distintivo de la DGT. Y, oye, el vecino es que se ha quedado alucinado. No se esperaba que eso tambi¨¦n se lo pudi¨¦ramos llevar los carteros a casa¡±.
Otra de las iniciativas de Correos para frenar la despoblaci¨®n financiera es el plan de instalar 1.500 cajeros autom¨¢ticos por todo toda espa?a, especialmente en poblaciones de entre 500 y 3.000 habitantes como las de esta comarca. Personas como Santiuste son un term¨®metro de la situaci¨®n de estos pueblos gracias al contacto con sus habitantes. En los dos ¨²ltimos a?os, esta trabajadora de Correos ha notado un aumento considerable de env¨ªos de paqueter¨ªa: ¡°Los pueblos han crecido, sobre todo desde la pandemia. Hay mucha gente teletrabajando desde casa y, claro, la escasez de servicios, de tiendas, hace que la gente tenga que comprar mucho por Internet¡±, explica.
El ¡®coworking¡¯ rural, una alternativa con futuro
Trabajar en estos pueblos se ha convertido en una interesante herramienta para atraer poblaci¨®n y nuevos negocios. La mejora de las conexiones inal¨¢mbricas, los alquileres a un precio asequible y el atractivo del entorno impulsan el modelo de teletrabajo rural frente al de la de la jungla de asfalto. Un ejemplo de su ¨¦xito en la comarca es el coworking rural de Puebla de la Sierra, uno de los primeros de este tipo en la Comunidad de Madrid. Ubicado cerca de la Sierra del Rinc¨®n, este centro, bautizado por sus fundadores como El Refugio, ofrece la posibilidad de desarrollar un negocio con una inversi¨®n menor que en la capital (la tarifa para acceder al centro de trabajo oscila entre los 19 euros diarios o 130 mensuales, tambi¨¦n dependiendo de otros servicios como alojamiento, desayuno, etc¨¦tera).
A la par que estos emprendedores aumentan sus posibilidades de ¨¦xito empresarial y rentabilidad, los pueblos de la zona crecen y reducen su brecha rural: ¡°Esta iniciativa est¨¢ sirviendo de ejemplo para que otros pueblos se sumen a ello¡±, afirma la presidenta de Galsinma. Tanto que el Ayuntamiento de Venturada ya ha acondicionado un edificio expresamente para atraer a n¨®madas digitales y freelancers y que trabajen juntos en un espacio multidisciplinar.