Cuando echar de menos a tu abuela se convierte en una idea de negocio
El ingeniero Jorge Terreu, de 24 a?os, invent¨® un m¨®vil de uso m¨¢s sencillo para que su abuela pudiera recibir sus llamadas mientras estudiaba en Francia. Ya ha vendido m¨¢s de 1.500 dispositivos en Espa?a, Europa y Sudam¨¦rica
Una preocupaci¨®n fuera de lo com¨²n entre los estudiantes de Erasmus carcom¨ªa a Jorge Terreu mientras estaba de intercambio en Francia en 2019: la imposibilidad de hablar con su abuela. A los d¨ªas en Lyon ¨Csu segunda experiencia viviendo fuera de Zaragoza y la primera sin la tutela de unos adultos¨C les faltaba la calidez de las charlas con Maximiliana. Ella no se manejaba bien con el tel¨¦fono y solo atend¨ªa llamadas si se las pasaba la madre de Terreu en alguna visita a su casa. De ah¨ª que, entre horas de estudio, este ingeniero inform¨¢tico en ciernes se dijera que quiz¨¢ podr¨ªa poner soluci¨®n al asunto adaptando el terminal para que incluso una nonagenaria pudiera aprender a utilizarlo. La yaya le dio el visto bueno, pero con una condici¨®n: ¡°Si tengo que tocar algo, no va a entrar en casa¡±, le advirti¨®. El aviso hizo saltar la chispa de la inspiraci¨®n para crear un invento que no solo restableci¨® la relaci¨®n a distancia entre abuela y nieto, sino que cuatro a?os despu¨¦s ha colocado a este ¨²ltimo en la lista de personas m¨¢s influyentes de menos de 30 a?os de la revista Forbes.
Tras graduarse al regresar de su Erasmus, y visto el ¨¦xito del primer modelo que fabric¨® en su habitaci¨®n ¨Cen realidad, un m¨®vil cualquiera en el que instal¨® un software para simplificar su uso¨C, Terreu se anim¨® con un proyecto empresarial bautizado Maximiliana, como su abuela. Desde octubre de 2020, y pese a saberse ¡°un cr¨ªo¡±, empez¨® a comercializar un servicio por 29,90 euros al mes que incluye acceso a un tel¨¦fono que descuelga autom¨¢ticamente las llamadas y videollamadas, lleva integrado un GPS para monitorizar los movimientos del usuario y que, en caso de emergencia, solo tiene que agitarse dos veces para llamar a la persona elegida como contacto preferente. Un dispositivo f¨¢cil de usar, donde la primera pantalla que aparece son las caras de los familiares o amigos, e incluye llamadas ilimitadas y acceso a internet.
M¨¢s de 1.500 clientes en varios pa¨ªses
En casi tres a?os de andadura, este negocio con siete empleados ha conseguido captar a m¨¢s de 1.500 clientes. Los primeros fueron vecinos de Zaragoza o cercan¨ªas, que se enteraron de la iniciativa por peri¨®dicos y radios locales. Luego, el boca a boca y las apariciones en medios m¨¢s grandes generaron m¨¢s peticiones de otras ciudades espa?olas y, en los ¨²ltimos meses, de pa¨ªses como M¨¦xico, Colombia o Per¨².
Este salto en el volumen de ventas y la internacionalizaci¨®n han requerido tambi¨¦n un salto log¨ªstico. Al principio, el equipo de Maximiliana mandaba los tel¨¦fonos presencialmente, unidad a unidad, desde la oficina de Correos de la calle de Fernando el Cat¨®lico de Zaragoza. Pero, como explica Mar¨ªa Jes¨²s S¨¢enz, la directora de esta oficina, all¨ª se dieron cuenta de que les pod¨ªan poner las cosas m¨¢s f¨¢ciles: ¡°Ahora somos nosotros los que, una o dos veces por semana, vamos a su oficina a recoger los paquetes para mandarlos. Y si algo les corre prisa, lo recogemos el mismo d¨ªa. Adem¨¢s, tambi¨¦n nos encargamos de todo el papeleo de los env¨ªos de Europa y Sudam¨¦rica para que ellos se centren en otras cosas¡±.
Una vida dedicada a ayudar a los dem¨¢s
Mar¨ªa Jes¨²s S¨¢enz tiene 58 a?os y lleva media vida trabajando en Correos. Antes de ser directora de la oficina zaragozana de la calle de Fernando el Cat¨®lico, donde trabajan otros nueve empleados que atienden diariamente a unas 500 personas, cuenta que hizo de todo: turnos de noche, repartos puerta a puerta, atenci¨®n al cliente en ventanilla... Una suma de experiencias en la que reconoce una constante que es la que le ha movido a seguir en la empresa p¨²blica y a seguir levant¨¢ndose con ilusi¨®n por las ma?anas: la posibilidad de ayudar a los dem¨¢s. En ese sentido, recuerda con emoci¨®n el tiempo en el que trabaj¨® en una oficina de Correos pensada especialmente para los emigrantes que viven en Espa?a y que contaba, por ejemplo, con puntos de acceso a internet y locutorio: ¡°Aprend¨ª mucho. Ellos siempre necesitaban ayuda, ya fuera con tr¨¢mites o para llamar a sus familias¡±, cuenta.
S¨¢enz asegura que tiene un trato ¡°muy cercano¡± con su clientela y que la relaci¨®n con Terreu ha sido siempre ¡°un poco especial¡± por el impacto de Maximiliana y al tratarse de alguien tan joven. Una impresi¨®n con la que el empresario no podr¨ªa estar m¨¢s de acuerdo. Como ¨¦l mismo afirma: ¡°Aparte de la eficacia operativa valoramos much¨ªsimo el trato personal y humano que nos ofrecen¡±.
Aprender de las personas mayores
La media de edad de los clientes de Maximiliana supera los 80 a?os, y varios superan los 100. Por norma, son los hijos o nietos quienes se interesan por los servicios de la empresa para poder mejorar la comunicaci¨®n con los mayores de la familia. Sin embargo, Terreu recuerda un caso que le emocion¨® particularmente porque los papeles se invirtieron: ¡°Una tarde se present¨® en nuestra oficina una mujer de 86 a?os con un recorte de peri¨®dico en las manos. Nos dijo que ley¨® nuestra iniciativa y que si la pod¨ªamos ayudar. Estaba sola y ten¨ªa un ¨²nico familiar, una sobrina que viv¨ªa en Irlanda, y no quer¨ªa perder el contacto con ella¡±, relata.
Una ¡®comunity manager¡¯ de 81 a?os
Conchita Polo tiene 81 a?os, es la abuela de Pedro Malo, mano derecha de Jorge Terreu y director de Tecnolog¨ªa de Maximiliana, y desde hace un tiempo es la responsable de redes sociales de la empresa. En Instagram, por ejemplo, es habitual verla preparando recetas de cocina, de unas migas a una tortilla de patatas, hablando con j¨®venes por la calle, recordando episodios de su vida..., y, por supuesto, explicando el funcionamiento de Maximiliana.
En esa misma mujer, quien suele acudir a la oficina para resolver sus dudas o incluso para saludar y traer patatas y gominolas a los empleados, Terreu reconoce a su abuela Maximiliana. Reconoce su humildad, sus buenos modales, su sabidur¨ªa y una vida llena de experiencias que merece la pena escuchar y que le anim¨® a crear la empresa: ¡°De lo que es el buen vivir, de llevar un ritmo de vida m¨¢s pausado, de superar las dificultades, los j¨®venes tenemos mucho que aprender de los mayores¡±, explica este ingeniero que, a pesar de los reconocimientos y del trabajo que conlleva sacar un proyecto adelante, a¨²n conserva a la familia como su primera prioridad: ¡°Las tardes charlando con mi abuela o jugando al gui?ote no las cambio por nada¡±.