Si la historia de Arancha te ha hecho pensar y t¨² tambi¨¦n quieres ayudar a esta causa para cambiar el mundo
?Y si los mejores profesionales de nuestra generaci¨®n no trabajaran por el beneficio econ¨®mico de bancos y multinacionales, sino rentabilizando los recursos del tercer sector? ?Qu¨¦ pasar¨ªa si el aut¨¦ntico ¨¦xito fuera invertir en solidaridad, impulsando una innovaci¨®n al servicio de los dem¨¢s? ?C¨®mo convertir las buenas intenciones en acciones eficaces, capaces de cambiar vidas? ?Qu¨¦ necesitan las ONGs para que las donaciones sean realmente ¨²tiles? Como fundadora de la organizaci¨®n ItWillBe, Arancha Mart¨ªnez ha abierto el camino para dar respuesta a estas preguntas y aportar soluciones a uno de los dramas m¨¢s acuciantes de nuestro mundo: los ni?os de la calle que malviven esperando un improbable giro en sus biograf¨ªas.
Seg¨²n datos de Naciones Unidas, cada a?o, m¨¢s de 40.000 menores son secuestrados, drogados, maltratados y forzados por las mafias a pedir limosna en las calles de India. De esos 40.000, 11.000 desaparecen de forma definitiva en manos de las organizaciones criminales de tr¨¢fico de personas. Resulta dif¨ªcil aproximar las cifras exactas de unos de los colectivos m¨¢s vulnerables del planeta, pero se estima que en la actualidad hay entre 10 y 11 millones de ni?os en situaci¨®n de extrema pobreza viviendo en la calles de India. La cifra mundial supera los cien millones de ni?os. Para asimilar la magnitud de la problem¨¢tica es necesario un inciso: estamos hablando de millones. Y estamos hablando de ni?os.
Eficacia para las buenas intenciones
Desde su experiencia en banca y ante las aplastantes cifras, Arancha se plantea una pregunta leg¨ªtima: "?C¨®mo puede ser que no haya que perder ni un solo c¨¦ntimo en una transacci¨®n de una persona que simplemente est¨¢ sacando rentabilidad a su dinero, pero no consigamos siempre la misma eficacia en transacciones con las que estamos intentando acabar con los problemas m¨¢s grandes del mundo?". Las organizaciones no gubernamentales realizan un trabajo encomiable por hacer del mundo un lugar m¨¢s justo, igualitario y humano; el dinero de las donaciones llega a destino y h¨¦roes an¨®nimos consiguen a diario cambiar el rumbo de millones de vidas. Sin embargo, para ser m¨¢s ¨²tiles si cabe, la clave est¨¢ en la eficiencia y, como bien sabe Arancha de primera mano, ¡°si hay algo eficiente, es un banco¡±.
Hasta entonces, la vida de esta joven madrile?a eran trajes de oficina y conversaciones por tel¨¦fono en las que cerraba operaciones millonarias. Trabaj¨® primero en firmas de lujo en Par¨ªs y gestionando luego el dinero de otros en una de las mayores compa?¨ªas de banca de inversiones en Dubl¨ªn, pero sab¨ªa que el mundo es otra cosa. ¡°Eso es una burbuja en la que los que somos afortunados tenemos la suerte de vivir¡±, una ¨ªnfima minor¨ªa. Se propuso entonces poner su granito de arena para remediar las infinitas injusticias fuera de la burbuja. A¨²n no sab¨ªa c¨®mo, pero s¨ª que era posible, y hab¨ªa mucho por hacer. ?Por qu¨¦ no optimizar al m¨¢ximo los recursos de las organizaciones del tercer sector, igual que hac¨ªa en el banco?
De la calderilla a la transformaci¨®n
Nada m¨¢s llegar a India en 2008, Arancha experiment¨® el peso de la realidad que reflejan las cifras. Ni?os de aspecto enfermo y desnutrido rodeaban su coche y tocaban la ventanilla pidiendo limosna. Eran cientos de ojos tristes capaces de partir el m¨¢s duro de los corazones. Sinti¨® el inevitable impulso de darles lo que ten¨ªa en el bolsillo, ¡°para que coman, para que vivan¡±, tal y como le ocurrir¨ªa a cualquier espectador ante semejante escena. Pero tambi¨¦n ten¨ªa la absoluta certeza de que al hacerlo, entrar¨ªa a formar parte de la trama que dilata la pesadilla.
Si les diera unas monedas, estar¨ªa contribuyendo a fortalecer la cadena de explotaci¨®n de aquellos ni?os por parte de las mafias que, con toda probabilidad, les hab¨ªan empujado a pedir frente a su coche. La limosna no era la soluci¨®n, sino parte intr¨ªnseca del problema. Evit¨® el ant¨ªdoto f¨¢cil que alivia la conciencia de aquellos con m¨¢s suerte y, en lugar de caer en el acto ego¨ªsta de dar para sentirse mejor, decidi¨® que cada vez que notara la necesidad de dar unas monedas, se las guardar¨ªa en otro bolsillo para canalizarlas a trav¨¦s de una organizaci¨®n que s¨ª ayudara de forma efectiva a quien la miraba con ojos tristes. Pero, ?cu¨¢l?.
Desde su perspectiva, era importante que su aportaci¨®n llegara a buen fin, pero tambi¨¦n que contribuyera a generar un cambio real y profundo. Ten¨ªa claro que si donaba 10 euros prefer¨ªa que dos fueran destinados a establecer una gesti¨®n eficiente. De esta manera, los ocho euros restantes aumentar¨ªan su impacto y multiplicar¨ªan su valor. Pocas personas han interiorizado esta l¨®gica aplastante y, al donar, prefieren ver su dinero materializado de inmediato en un objeto, una comida o un juguete en manos de un ni?o. Sin embargo, el mismo importe tiene un valor infinitamente mayor al ser invertido en innovaci¨®n, en esfuerzos intangibles y proyectos a largo plazo que, a priori, son invisibles.
Innovaci¨®n para construir futuro
Consciente de los ingentes retos a los que se enfrenta el tercer sector, Arancha quer¨ªa ayudar, pero sab¨ªa que para hacerlo, m¨¢s all¨¢ del dinero, eran imprescindibles la eficacia y la innovaci¨®n. Fue ese el motivo que la llev¨® a fundar ItWillBe, una organizaci¨®n cuyo objetivo es ayudar a los que ayudan, impulsando proyectos que construyan futuro desde los cimientos. ?Y qu¨¦ es lo primero? Saber qui¨¦nes son los ni?os sin futuro que, sin carnet de identidad ni cartilla de vacunaci¨®n, deambulan por las calles hasta que un d¨ªa, con suerte, son asistidos por voluntarios de organizaciones humanitarias.
Fue as¨ª como naci¨® Child PPa (People?s Protection App), una aplicaci¨®n para proteger y rehabilitar a los ¡°ni?os de la calle¡± mediante el acto m¨¢s b¨¢sico e imprescindible: su identificaci¨®n. Atemorizados por las mafias y en constante huida, muchos de los menores cambian su nombre y ubicaci¨®n, dificultando as¨ª la labor de quienes quieren ayudarles. La app desarrollada por ItWillBe soluciona la problem¨¢tica mediante un sistema de reconocimiento con tres biometr¨ªas: la huella digital, el reconocimiento facial y, por ¨²ltimo, la biometr¨ªa palmar, que lee por infrarrojos el patr¨®n de las venas de la mano.
Los ni?os pueden hacerse peque?as heridas en las yemas de los dedos y su cara cambia con el tiempo, pero el patr¨®n de las venas no cambia con la edad, por lo que la biometr¨ªa palmar es la m¨¢s fiable para identificarles. Ahora, si un ni?o aparece en una nueva ciudad, los trabajadores sociales pueden utilizar esta aplicaci¨®n para conocer, por ejemplo, si el menor ha recibido un diagn¨®stico de sida y as¨ª poder seguir proporcion¨¢ndole tratamiento; o si ya ha recibido vacunas, evitar los riesgos que tendr¨ªa para su salud administrarle una nueva dosis. El seguimiento del trabajo psicosocial que recibe cada uno de los ni?os es imprescindible para optimizar recursos, evitar riesgos y, por encima de todo, seguir construyendo su futuro.
La tecnolog¨ªa implantada por ItWillBe y utilizada por las organizaciones de la red ChildMiss demuestran que, al donar, lo importante no es solo cu¨¢nto dinero llega, sino el impacto que genera. Gracias a Child PPa, 100.000 menores de las calles de India ya han sido registrados por trabajadores y voluntarios. De esos 100.000 ni?os registrados mediante la aplicaci¨®n, 4.000 ya est¨¢n recibiendo apoyo psicosocial en Bangalore y en Delhi. Pero de la misma manera que lo importante no es cu¨¢nto dinero llega, sino en qu¨¦ se invierte, el valor tampoco se encuentra en el ¨¦xito que reflejan las cifras de ni?os identificados. El aut¨¦ntico ¨¦xito radica en la multiplicaci¨®n de este incansable impulso para que la actual realidad de los ¡°ni?os de la calle¡± desaparezca.
Primero identificar para luego asistir. Aplicar innovaci¨®n para conseguir eficacia. Poner en marcha cabeza y coraz¨®n, alineados en objetivos indispensables. Para transformar el futuro es necesario pensar en presente, y con ItWillBe, el cambio ya est¨¢ en marcha.
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Contenido adaptado del v¨ªdeo de Arancha
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Cerca de 80.000 ni?os indocumentados se pierden en India cada a?o. A los 24 a?os Arancha fund¨® ItWillBe, una ONG que facilita la labor de los trabajadores sociales censando a esos ni?os mediante una aplicaci¨®n de reconocimiento biom¨¦trico.
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Mi inquietud por el mundo social y por ayudar a los dem¨¢s me viene por la familia, por mis padres. La verdad es que siempre nos han inculcado valores de solidaridad.
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Yo trabajaba en Dubl¨ªn, en banca de inversi¨®n, en Merrill Lynch. Entonces cuando ves mundo es cuando dices ¡°esto no me gusta y esto lo quiero cambiar¡±. Y pens¨¦, por qu¨¦ no aprovecho ahora para hacer algo que siempre he querido hacer, que es un voluntariado en cooperaci¨®n. Y me dije: "Me voy a India unos meses, busco algo donde me acojan y cuando llegue all¨ª algo encontrar¨¦".
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La calle en India, en Delhi, en las ciudades, es terrible. Cada vez que paras en un sem¨¢foro hay ni?os que vienen a la ventana a pedirte dinero. Realmente dar dinero a uno y a otro porque te parte el alma no vale mucho. Verles as¨ª tampoco tiene mucho sentido porque empiezas a intuir adem¨¢s que no est¨¢n solos, que hay mafias detr¨¢s.
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Yo lo que quiero es hacerlo de manera diferente. Quiero que realmente podamos ser eficientes y optimizar al m¨¢ximo nuestros recursos igual que hac¨ªa en el banco.
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Y decidimos poner en marcha lo que hoy es ItWillBe. Una ONG de cooperaci¨®n para colaborar con proyectos de ONG locales. Lo que hacemos no solo es financiar, sino que sobre todo insistimos mucho en que sean proyectos eficientes.
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En India se estima que hay entre 10 y 11 millones de ni?os viviendo en la calle. No tienen ning¨²n tipo de documento que diga que ese ni?o es ese ni?o y encima mienten, con lo cual t¨² pones Rayid y es que te pueden aparecer 50 posibilidades. Entonces ah¨ª surgi¨® la idea de introducir tecnolog¨ªa en el proyecto. Y enseguida pensamos en la biometr¨ªa.
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La huella digital, del dedo, la palmar y la facial. Eso es PPa, People?s Protection APP, porque el objetivo es proteger a personas, en este caso a ni?os. Si un ni?o aparece en otra ciudad y se ha hecho algo ya previamente con ¨¦l, que se sepa y que se le d¨¦ continuidad.
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Si se sabe ya que ese ni?o tiene sida y tiene que seguir un tratamiento que se pueda seguir con la medicaci¨®n. O si se le ha vacunado ya de dos o tres cosas, pues que cuando llegue a la otra ciudad no se le vuelve a vacunar.
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Con ONG locales hay pr¨¢cticamente 100.000 registrados y por ejemplo solamente en 2018 se ha podido identificar y rehabilitar en esas ciudades a m¨¢s de 4.000 ni?os.
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Porque al final no es tanto el que nosotros ayudemos a los ni?os y ni?as, sino es el generar el cambio para que no existan los ni?os en India en esas situaciones.
Este contenido ha sido elaborado por Yoigo.