Si la historia de Marc te ha hecho pensar y t¨² tambi¨¦n quieres ayudar a esta causa para cambiar el mundo
No ten¨ªa zapatos, apenas unas chanclas y una camiseta para pasar el invierno. La regi¨®n de Humla (Nepal) est¨¢ por encima de los 3.000 metros, pero lejos de las cumbres, donde el Himalaya deja de ser territorio de inter¨¦s para escaladores, turistas o hasta para los monjes tibetanos; un lugar al que solo se puede acceder por caminos. Su pueblo, Takla, no sale en Google ni en las gu¨ªas tur¨ªsticas de Katmand¨². Nadie quiere hacer turismo en una aldea donde no hay luz, ni agua corriente ni saneamiento y donde viven 150 habitantes rodeados de miseria.
Era un ni?o de una comida al d¨ªa ¨Ccuando hab¨ªa suerte¨C y lo normal en su familia era compartir medio kilo de arroz o harina para una semana, una harina que viajaba en burro durante cuatro d¨ªas. Takla no es propicio para el cultivo. Ninguna siembra sobrevive a unas condiciones tan extremas.
Y, sin embargo, era un ni?o muy feliz. A pesar de ser hu¨¦rfano de madre no habla del fr¨ªo de aquellas carencias sino del calor que le aportaba su gente para combatirlas. Una sociedad tribal que se apoya para ser algo m¨¢s que meros supervivientes. Jugar con las piedras del r¨ªo, dormir de caba?a en caba?a, compartirlo todo entre todos o pasar el tiempo pastoreando a los yaks mientras so?aba lo que habr¨ªa detr¨¢s de aquellas cumbres nevadas: ¡°Yo le¨ªa cuentos, pero basados todos en Nepal. No hab¨ªa visto m¨¢s all¨¢ de aquellas monta?as. Imaginaba que hab¨ªa algo m¨¢s, pero no cab¨ªa en mi cabeza¡±, cuenta.
Aquel ni?o que so?aba con el v¨¦rtigo de lo desconocido es Marc Boix Bruguera (Takla, Nepal, 1989), un nepal¨ª con nombre catal¨¢n que cruz¨® esos valles para poner im¨¢genes a los cuentos que imaginaba cuando era ni?o, y que viaj¨® al futuro para luego reencontrarse con su pasado al crear una ONG para ayudar a su pueblo: Health Us Nepal.
Viaje al futuro
Su sonrisa perenne escond¨ªa unas ganas locas por aprender. A Marc le encantaba pasar el tiempo en la escuela mientras el resto de ni?os pon¨ªan las piedras a la cerca de los yaks o recog¨ªan frutos del bosque. All¨ª aprendi¨® ajedrez, a jugar con las matem¨¢ticas o a viajar a trav¨¦s de la lectura. Todo gracias a un profesor que aliment¨® esa semilla en un territorio hostil.
El billete al futuro lleg¨® en forma de promesa electoral. Un pol¨ªtico de la zona buscaba promocionarse por el valle y ofreci¨® educaci¨®n y una vida mejor a aquellos ni?os hu¨¦rfanos o que ya despuntaban. Su padre acept¨® ilusionado el sacrificio de que se lo llevaran a una escuela de Katmand¨². Pero en realidad la escuela prometida era un orfanato y el proyecto de futuro era la posibilidad de ser adoptados por alguna familia occidental. Marc ten¨ªa 6 a?os cuando fue adoptado.
Marc aterriz¨® en el futuro unos meses despu¨¦s. El para¨ªso estaba en Olot (Girona) y los anfitriones del viaje fueron Ramon Boix y Rosa Bruguera, dos catalanes que nada sab¨ªan de la ambici¨®n de aquel pol¨ªtico y de un sistema que escond¨ªa su corrupci¨®n entre tanta pobreza.
Las chanclas para todo el a?o se convirtieron en zapatos nuevos cada mes y los yaks peludos en animales de ojos brillantes y luminosos que te llevaban de un lado a otro en su interior: ¡°Ve¨ªa a una persona en bicicleta como una ¨²nica unidad m¨®vil. ?Y los ascensores? Entrabas en una habitaci¨®n con unas luces y luego aparec¨ªas en una habitaci¨®n distinta¡±, cuenta. ¡°Cuando llegu¨¦ a Girona la habitaci¨®n estaba llena de regalos, juguetes, peluches... era como un sue?o que no te acabas de creer. Al principio vas con miedo a lo desconocido, pero fui descubriendo poquito a poco que mis padres eran muy cari?osos¡±.
Todo aquello que le dejaba con la boca abierta era una oportunidad para acordarse de sus ra¨ªces, para evocar ese esp¨ªritu tribal que le ense?¨® a compartirlo todo. Empez¨® a mandar cartas, colores, relojes o juguetes a sus compa?eros del orfanato de Katmand¨², y cuando aprendi¨® bien el idioma solt¨® la bomba a sus padres de aqu¨ª, como ¨¦l los llama: ¡°Tengo familia all¨ª y s¨¦ que ellos no saben que estoy aqu¨ª. Quiero volver, quiero que sepan de todo esto¡±.
Reencontrarse con su pasado
Llegar a Takla desde Katmand¨² es una odisea cara y peligrosa: avionetas, helic¨®pteros, cinco horas caminando¡ Ramon y Rosa acordaron con Marc esperar hasta los 18 a?os y hacerlo bien. Le dieron una oportunidad al sue?o de su ni?ez: ¡°Ten¨ªa muy claro lo de ser m¨¦dico. De peque?o vinieron al pueblo a vacunarnos y pregunt¨¦ a mi abuela qui¨¦nes eran esos: ¡®Son doctores y ellos evitan que la gente muera¡¯. Y yo dije: ¡®?Ostras, hay gente con m¨¢s poder!, yo de mayor quiero ser como ellos¡¯¡±.
Marc cumpli¨® su deseo y volvi¨® a su pueblo acompa?ado de su padre adoptivo en 2007, en un viaje lleno de dificultades que estuvo a punto de fracasar varias veces. Se reencontr¨® con su padre biol¨®gico y con todos esos recuerdos que el tiempo hab¨ªa difuminado. ¡°Ese primer contacto con mis or¨ªgenes me hizo pensar en hacer algo por esa comunidad, por aquellos que no han tenido la misma suerte de ser adoptados¡±. As¨ª que volvi¨® a Espa?a, acab¨® la carrera de Medicina y con sus primeros ahorros fund¨® Health Us Nepal. La ONG ha abierto ya una farmacia y un consultorio m¨¦dico en Simikot, el mayor n¨²cleo poblacional de la zona de Humla. All¨ª atienden a unos 30 pacientes diarios, aportan educaci¨®n sanitaria y hacen expediciones a aldeas remotas para cuidar de aquellos que no pueden desplazarse.
Alimenta tus ra¨ªces
Hoy Marc vive all¨ª con lo m¨ªnimo, conocedor del nivel de vida que deja atr¨¢s, incomunicado en los meses de invierno, con el mismo fr¨ªo que le atenazaba de ni?o y comiendo el mismo arroz, pero feliz de alimentar sus ra¨ªces, de luchar por los valores que ha aprendido. Aquella semilla cultivada por sus maestros, por su pueblo, por Olot y por sus padres adoptivos ha dado los mejores frutos: mirar por la comunidad y el bien com¨²n antes que por uno mismo. Su padre adoptivo, Ramon, y su t¨ªo Joaqu¨ªn son parte de este proyecto de vida, ocupados de la log¨ªstica y captaci¨®n de fondos para la ONG. Marc no tiene dos familias, son una gran familia separada por miles de kil¨®metros, pero unida por un precioso objetivo com¨²n.
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Contenido adaptado del v¨ªdeo de Marc
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Marc es nepal¨ª y fue adoptado por una familia de Girona. Prometi¨® estudiar Medicina y volver a sus ra¨ªces para ayudar a su gente. Con 30 a?os ha regresado a su pueblo y vive all¨ª con su ONG Health Us Nepal.
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Soy de Girona pero de origen nepal¨ª. Viv¨ª hasta los 6 a?os en el pueblo en el que nac¨ª, Takla, una poblaci¨®n de la zona de Humla, en medio de la cordillera de Himalaya. La misma gente nepal¨ª no sabe que all¨ª a¨²n no llega el coche, no sabe que all¨ª a¨²n no hay electricidad ni agua corriente y eso hace que la gente de Humla quede aislada.
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Yo por lo que llegu¨¦ a Katmand¨² fue porque el pol¨ªtico m¨¢s importante de esa zona cont¨® a nuestros padres respectivos: ¡°Vamos a trasladar a esos ni?os a Katmand¨² para que puedan estudiar¡±, y claro, con esa explicaci¨®n nuestros padres dijeron ¡°vale s¨ª, ok¡±. Y el orfanato daba a los ni?os en adopci¨®n.
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Y luego me vinieron mis padres de aqu¨ª y cuando llegu¨¦ a Girona fui descubriendo poquito a poco que los padres eran muy cari?osos, te abrazaban¡ Cuando aprend¨ª el idioma, a comunicarme, yo les dije a mis padres: ¡°Yo tengo familia all¨ª y s¨¦ que ellos no saben que yo estoy aqu¨ª¡±. Claro, mis padres de aqu¨ª no lo sab¨ªan. Recuerdo que mi padre me dijo: ¡°Espera a que tengas los 18 a?os y volvemos¡±.
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A los 18 a?os hice la preinscripci¨®n a Medicina y nos fuimos a Humla y cuando voy all¨ª es un gran shock. Pienso en formarme hasta que sea ¨²til y volver a dar un poco de lo que he recibido aqu¨ª, y fue el inicio del proyecto de mi vida.
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La primera vez que vi a mi padre biol¨®gico, a mis hermanas... ese reencuentro fue algo que no se puede explicar con palabras. Me hizo dejar de ser el Marc que era antes a ser el Marc que soy hoy en d¨ªa y, a ra¨ªz de eso, naci¨® el proyecto Health Us Nepal y su objetivo b¨¢sicamente es llevar salud a Humla.
02:21
Vamos creciendo en cuanto a los recursos en medicina, en material m¨¦dico, en equipo humano¡ Atendemos a una media de 30 personas diarias y hasta ahora ya llevamos m¨¢s de 15.000 pacientes en a?o y medio. Queremos ampliar el centro con una m¨¢quina de rayos X, una m¨¢quina de an¨¢lisis de sangre¡ porque todo eso mejora la asistencia b¨¢sica que estamos dando.
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Tenemos muchas ganas, muchas energ¨ªas para tirar adelante siempre y,sobre todo, estamos sobre el terreno para persistir en eso. No delegamos trabajo, hacemos el trabajo.
Este contenido ha sido elaborado por Yoigo.