Si la historia de Carmen te ha hecho pensar y t迆 tambi谷n quieres ayudar a esta causa para cambiar el mundo
En una de las escenas de la serie Fari?a aparece una &madre coraje*, encima de la mesa de un colegio, gritando a un entregado p迆blico los nombres y apellidos de los narcos que estaban destruyendo la vida de sus hijos. Al fondo, escondido tras la gente y unas inmensas gafas oscuras, uno de los aludidos le jura venganza con una triste mueca. Aquella mujer era Carmen Avenda?o y el hombre, un reconocido narco rodeado de matones.
La escena es parte de una ficci車n cinematogr芍fica. El verdadero se?alamiento p迆blico de aquellos capos ocurri車 en una rueda de prensa convocada por las Madres Contra la Droga en 1986. Un grupo de mujeres que ve赤a c車mo se comerciaba con la vida de sus hijos hizo p迆blica la lista de los 38 bares de Vigo donde se trapicheaba con hero赤na. Fue el inicio de una revoluci車n matriarcal que trascendi車 de un barrio para llegar a toda la naci車n.
El miedo cambia de bando
Lo que s赤 describe con precisi車n aquella secuencia es un momento clave en la lucha contra el narcotr芍fico gallego: el miedo empezaba a cambiar de bando. El poder y respeto que los narcos hab赤an levantado a golpe de fardos, cochazos, pazos y papelinas se sinti車 por primera vez amenazado por mujeres que les hab赤an perdido el respeto. ※?Por qu谷 vamos a tenerles miedo, si lo peor es que nos maten a nuestros hijos y ya casi est芍n muertos!§, gritaba por entonces Fina, una de las madres afectadas y con tres hijos enganchados. Hoy, Carmen Avenda?o (Vigo, 1954) sigue trabajando por la reinserci車n de personas afectadas por conductas adictivas al frente de la Asociaci車n ?rguete mientras aquel narco descansa su orgullo 〞herido de muerte por aquellas valientes〞 en la c芍rcel.
Unos pocos a?os antes de aquella denuncia social, el panorama en el barrio vigu谷s de Lavadores era bien diferente. El deterioro social que provoc車 el intercambio de g谷nero en las rutas gallegas del contrabando se llev車 a cientos de familias por delante. ※Recuerdo semanas que fuimos tres veces al entierro de chavales que hab赤an muerto por una sobredosis§, cuenta Carmen.
La sociedad gallega empez車 entonces a arrinconar el problema de la hero赤na y a vestirlo de marginalidad y pobreza. Nadie mov赤a un dedo por buscar la verdadera ra赤z del problema porque en una noche de &descarga* muchos j車venes ganaban lo mismo que alicatando paredes durante un trimestre. Hasta que ese grupo de madres entregadas a su instinto empez車 a limpiar de prejuicios la adicci車n de sus hijos sin todav赤a saber casi nada de drogas: ※Fue como una escuela de padres. Empezamos a reunirnos, a descubrir cosas, a perder complejos, habl芍bamos con total sinceridad unos con otros§, nos explica Carmen durante la entrevista.
Eran personas comprometidas, madres valientes, mujeres luchadoras que por la ma?ana iban a la biblioteca para leer en ingl谷s sobre estupefacientes y por la tarde con el meg芍fono a las puertas de los negocios de los narcos para denunciarles y gritarles su consigna favorita: ※Ni locas ni terroristas, somos madres muy realistas§. Realistas con mucha experiencia en el movimiento asociativo, que a?os atr芍s hab赤an hecho pi?a recuperando Lavadores de otras miserias y que intentaban hacer ver a la sociedad que aquellos toxic車manos pod赤an ser los hijos de cualquiera.
Hijos como los de Carmen, la madre que empez車 a aglutinar todas las miradas de la opini車n p迆blica, esa mujer que hoy todav赤a se indigna cuando ve a los j車venes idealizar a los narcos de las series de moda en sus camisetas. Carmen forj車 su poder赤o en el duro barrio de O Calvario cuando le toc車 bregar con la miseria. Lo mismo sacaba adelante a sus 10 hermanos que se enfrentaba cara a cara con el poderoso Oubi?a. Esa mujer impert谷rrita a las amenazas de muerte solo muestra sus flaquezas cuando vio caer al segundo de sus chicos: ※A迆n hoy me cuesta trabajo entenderlo, porque ya vio los problemas que su hermano ten赤a y se meti車 tambi谷n. Tuve un sentimiento de impotencia y rencor hacia 谷l, un rencor profundo§. Su marido, Jaime, explica aquella dura etapa con otra energ赤a: ※A mi todo aquello me apag車, mientras que para Mari fue a la inversa, luch車 m芍s y se levant車§. Jaime ha asumido con clase el impagable papel de la retaguardia, tan importante en todo buen equipo.
Y la verja cay車
La fraternidad entre Carmen y el resto de madres, tejida por un objetivo com迆n, pas車 por momentos realmente duros. Las p谷rdidas de los chavales minaban la esperanza colectiva y los divorcios romp赤an demasiadas familias: ※El hombre normalmente culpabilizaba a la mujer porque era la que estaba en casa. Cuando empezamos a dar charlas, a traer grupos y dem芍s, ese concepto cambi車§, explica orgullosa Carmen. El grupo extend赤a ra赤ces y ahogaba tambi谷n sus penas en los eternos viajes en autob迆s desde la capital rumiando las sentencias de los macrojuicios, con A Rianxeira como banda sonora o con su c芍ntico m芍s conocido como bandera: ※El Pazo de Bai車n te vamos a quitar, para que nuestros hijos se puedan curar§.
La fuerza de ese matriarcado no se qued車 solo en c芍nticos o miradas desafiantes. Aquellas madres gladiadoras consiguieron reunirse con dos presidentes del Gobierno, que se cambiase la ley, que se procesara a los intocables narcos y que embargaran sus bienes para revertir su valor en centros de tratamiento a drogodependientes. Consiguieron el sue?o de tirar la verja del Pazo Bai車n para devolverlo al pueblo y que desde La Guardia a Ribadeo se entendiera, por fin, que sus hijos eran las verdaderas v赤ctimas. Crearon la Asociaci車n ?rguete con esos cimientos para que hoy se levante con 2.500 beneficiarios al a?o, con 450 personas en cursos de formaci車n y con un 70% de inserci車n laboral.
M芍s all芍 del impacto medi芍tico, de series, juicios y pel赤culas, las Madres Contra la Droga cambiaron su barrio, su ciudad y la conciencia colectiva desde la uni車n y el coraje. Desde esa fuerza que sale de las tripas y que, con honestidad, puede cambiar el mundo. No importa tu dinero, tu poder, ni de d車nde vengas. No importa el tama?o de tu desaf赤o: lo que importa es la fuerza de voluntad que tengas para querer conseguirlo.
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Contenido adaptado del v赤deo de Carmen
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En los a?os 80 un grupo de madres se organizaron para denunciar las consecuencias del narcotr芍fico en Galicia. Carmen Avenda?o fund車 ?rguete, una asociaci車n que naci車 para dar apoyo a sus hijos y que hoy es un referente en la prevenci車n e intervenci車n en conductas adictivas.
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Lo que que recuerdo de mi infancia, jugu谷 poco, pero fue una ni?ez que a迆n habiendo carencias y dem芍s, una ni?ez feliz. Una vez que me cas谷 me fui a vivir a una zona, a un barrio, donde no hab赤a agua, no hab赤a alcantarillado... y empec谷 a reunir a los vecinos, a decir ※esto es inconcebible, esto no se puede permitir§ y siempre estuve involucrada y siempre me sent赤 muy compa?era de todos mis vecinos.
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Yo ya era presidenta de la asociaci車n de vecinos, entonces hab赤a grupos de chavales j車venes, adolescentes#. Bueno, lo de fumar un pitillito y tal lo ve赤ais, pero lo curioso, a m赤 lo que me llamaba la atenci車n, es que cuando ve赤an a una persona adulta se escond赤an. Y ah赤 fue cuando descubr赤 las drogas y la verdad es que tuve que leer mucho para enterarme porque nadie sab赤a nada de las drogas.
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Mi hijo, el segundo, cay車 junto con aquellos y despu谷s el cuarto se meti車 tambi谷n. Los amigos de mis hijos tambi谷n estaban enganchados, entonces fue cuando montamos la asociaci車n y ah赤 empezamos a decir las cosas con much赤sima claridad y dijimos los bares donde se estaba vendiendo libremente.
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Y nos dec赤an los abogados ※tened cuidado, que os van a poner demanda etc, etc§. Pues no hubo ni uno siquiera que nos denunciara. Entonces eso fue digamos como un pulso, que nos estimul車 a seguir estando en la brecha y a decir lo que estaba ocurriendo. Y exigimos modificaci車n de ley y le hicimos la vida mucho m芍s dif赤cil a los narcotraficantes.
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El se?or Oubi?a utilizaba t谷rminos dur赤simos contra nosotros, entonces para visualizar el tema el Pazo de Baion fue el m芍s apropiado. Entonces, de alguna manera, fue el principio del fin de 谷l.
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Las drogas siguen existiendo, lo que pasa es que hay un cambio. Hoy las familias saben mucho m芍s, por lo tanto detectan antes el problema, y hoy los chavales reaccionan cuando ven que empiezan a perder el control sobre s赤 mismos. Recurren antes a los profesionales o a las asociaciones y eso es un punto muy importante.
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La asociaci車n trata el tema y, una vez controlado por profesionales y por los propios equipos nuestros, van a la fundaci車n y ah赤 se le da lo que es formaci車n laboral y de reinserci車n. Y la reinserci車n que tenemos es de un 70%.
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Fue una batalla dura pero yo creo que necesaria y muy bonita.
Este contenido ha sido elaborado por Yoigo.