La reinvenci¨®n de las series espa?olas

Hace unos cinco a?os, se encontraron en una cafeter¨ªa de Madrid Migue Amoedo y ?lex Pina. El primero era un director de fotograf¨ªa de 37 a?os empe?ado en hacer televisi¨®n de otra manera. Quer¨ªa dejar definitivamente atr¨¢s esa est¨¦tica de cart¨®n piedra y de luz de ba?era de los noventa, a pesar de las dificultades: el primer d¨ªa de rodaje de la primera serie en la que trabaj¨® (Los simuladores, en 2006) acab¨® despedido por elegir ¨®pticas fijas (m¨¢s cercanas al mundo del cine, m¨¢s luminosas, pero tambi¨¦n m¨¢s inc¨®modas) en lugar de zoom. El segundo, ?lex Pina, era un curtido creador de series de enorme ¨¦xito ¡ªcomo Los Serrano , Los hombres de Paco y El barco¡ª, en la productora que poco menos que hab¨ªa inventado el negocio de la ficci¨®n seriada en Espa?a, Globomedia.

No se conoc¨ªan, pero Amoedo hab¨ªa propiciado aquella cita porque ten¨ªa una propuesta que hacerle a Pina. Despu¨¦s de m¨¢s de nueve horas y un mont¨®n de cervezas (¡°me sent¨¦ con ¨¦l a las siete de la tarde en una cafeter¨ªa, nos pusimos a hablar y acab¨¦ saliendo de su casa a las 4:30 de la madrugada¡±, recuerda Amoedo), qued¨® sellado un pacto entre ellos: ¡°Le dije que yo iba a trabajar para ¨¦l, que ¨¦l ten¨ªa la conexi¨®n con el p¨²blico, pero yo le iba a dar verdad a sus historias, consistencia t¨¦cnica, que ¨ªbamos a rodar de una forma cinematogr¨¢fica¡±, cuenta el director de foto.

Aquel d¨ªa empez¨® a nacer Vis a vis (el drama carcelario estrenado en 2016 que logr¨® alcanzar el mercado anglosaj¨®n) y, poco despu¨¦s, La casa de papel, la historia de un atraco a la f¨¢brica de moneda que se ha convertido en un formidable ¨¦xito mundial de la mano de Netflix ¡ªha sido la serie de habla no inglesa m¨¢s vista en la plataforma, tiene el r¨¦cord de cap¨ªtulos vistos del tir¨®n por los espectadores¡ª y ha conseguido el primer Emmy para un serie espa?ola.

Siempre tuvimos la ilusi¨®n de hacer una ficci¨®n un poco parecida a la que nosotros mismos admir¨¢bamos

TERESA FERN?NDEZ-VALD?S (PRODUCTORA)

La casa de papel encabeza una explosi¨®n de ficci¨®n televisiva hecha en Espa?a cuya onda expansiva llega a casi cualquier rinc¨®n del planeta a lomos de esas nuevas plataformas por Internet. Una explosi¨®n que se traduce en una desaforada carrera por subirse a una ola que no para de crecer: con unas 40 producciones en marcha a la vez, la industria admite que hoy cuesta encontrar espacios de grabaci¨®n, equipos t¨¦cnicos y cerrar los castings de actores. Amazon y HBO ya est¨¢n haciendo series en Espa?a y Netflix ha fijado sus primeros estudios europeos en la localidad madrile?a de Tres Cantos.

Pero esto no ha ocurrido de un d¨ªa para otro ni ha surgido de la nada, repiten una y otra vez los protagonistas de esta historia, es decir, los profesionales que han hecho el tr¨¢nsito desde aquella televisi¨®n industrial nacida en los noventa, aquella f¨¢brica de contenidos que, con sus evidentes carencias visuales, logr¨® montar un robusto tejido empresarial y conquistar al p¨²blico con t¨ªtulos Farmacia de guardia, M¨¦dico de familia o Periodistas.

As¨ª que ahora, en este tiempo de brutal efervescencia y cambio acelerado, entre la euforia y la prevenci¨®n ¡ªhay quien habla ya de burbuja¡ª, es quiz¨¢ el momento de intentar reconstruir ese recorrido que algunos describen como una evoluci¨®n l¨®gica y bastante natural y otros, como una aut¨¦ntica carrera de obst¨¢culos. ¡°Ha habido una dial¨¦ctica muy fuerte entre gente que quer¨ªa cambiar las cosas y gente que no quer¨ªa que cambiara ni un ¨¢pice¡±, dice Amoedo. ¡°Era una gran monta?a que hemos estado 10 a?os subiendo¡±.

Para empezar este recorrido nos vamos a remontar un poquito m¨¢s atr¨¢s, al verano de 2007, hasta el rodaje de Desaparecida, el drama polic¨ªaco protagonizado por Carlos Hip¨®lito, Miguel ?ngel Sol¨¢ y Luisa Mart¨ªn en el que muchos colocan el germen de casi todo lo que est¨¢ ocurriendo ahora. All¨ª coincidieron el propio Amoedo ¡ªera su segunda serie como director de fotograf¨ªa¡ª y Jorge S¨¢nchez-Cabezudo, director que unos a?os despu¨¦s ser¨ªa pionero de las series de plataforma con Crematorio. Y, en el centro, como impulsores del proyecto, Ram¨®n Campos y Teresa Fern¨¢ndez-Vald¨¦s, dos chicos que ven¨ªan de trabajar en la televisi¨®n gallega y quer¨ªan dar el salto nacional apoyados en el Grupo Ganga, responsables de uno de los mayores ¨¦xitos de la historia de la televisi¨®n espa?ola: Cu¨¦ntame c¨®mo pas¨®.

¡°Siempre tuvimos la ilusi¨®n de llegar a Madrid y hacer una ficci¨®n un poco parecida a la que nosotros mismos admir¨¢bamos¡±, explica Fern¨¢ndez-Vald¨¦s sobre esa insatisfacci¨®n que empezaba a atacar a muchos creadores que disfrutaban desde hac¨ªa m¨¢s de un lustro con t¨ªtulos estadounidenses como Los Soprano o The Wire. Con todo ese entusiasmo, pero con muy poco dinero, Campos se recuerda escribiendo sobre la marcha para adaptar las escenas a las calles del municipio madrile?o de Pinto, en el que estaban rodando. El objetivo era conseguir un cambio basado en los ¡°valores de producci¨®n¡±, cuidar la direcci¨®n art¨ªstica, mejorar la iluminaci¨®n y la imagen, por ejemplo, trabajando por campos de luz y haciendo obligatorias esas lentes fijas que poco antes le hab¨ªan costado el despido a Amoedo. ¡°Cada peseta que nos gast¨¢bamos siempre dec¨ªamos: ¡®En pantalla, que se vea en pantalla¡±, cuenta Fern¨¢ndez-Vald¨¦s.

A pesar de los malos augurios que muchos les lanzaron, las cosas salieron adelante: Desaparecida fue bien de audiencia, la cr¨ªtica la ensalz¨® y gan¨® premios en Espa?a y el extranjero, se convirti¨® en un ¨¦xito en Argentina y tuvo un spin-off llamado UCO. Pero Campos y Fern¨¢ndez-Vald¨¦s pensaron que sus objetivos iban a ser mucho m¨¢s factibles si montaban su propia productora. As¨ª que, ya c¨®mo Bamb¨², llegaron otros t¨ªtulos como Guante blanco (esta vez con buenas cr¨ªticas, pero malos resultados), Gran reserva (con la que se atrevieron a salir de Madrid y rodar en espacios naturales en La Rioja), Hispania (la primera serie de espa?ola de romanos) y, por fin, los grandes ¨¦xitos de Gran Hotel, Las chicas del cable ¡ªla primera ficci¨®n original de Netflix en Espa?a¡ª y Fari?a.

Un largo viaje que comenz¨® en las calles de Pinto con Desaparecida, en cuya factura tuvo tambi¨¦n mucho que ver la otra persona que firm¨® la direcci¨®n de fotograf¨ªa, Jacobo Mart¨ªnez, que despu¨¦s ha dejado su sello en los trabajos de Bamb¨². ¡°Ya ves, de ese mismo tronco salieron dos ramas que, a nivel fotogr¨¢fico, han hecho que apostemos por una mejora de las series¡±, insiste Amoedo. Y a¨²n hubo una persona m¨¢s que, aunque con una aportaci¨®n m¨¢s peque?a, form¨® parte de aquel equipo: Daniel Sosa, que har¨ªa m¨¢s tarde la fotograf¨ªa de Crematorio, el drama sobre un constructor corrupto interpretado por Pepe Sancho estrenado en 2011 en Canal +.

Nos volvimos locos. A m¨ª me quisieron despedir tres veces. Me dec¨ªan que ten¨ªa que rodar de otra forma y yo dec¨ªa que no

MIGUE AMOEDO (DIRECTOR DE FOTOGRAF?A)

Si con Desaparecida muchos creadores se dieron cuenta de que la sacrosanta f¨®rmula del plat¨® y las parrillas de luces en el techo se pod¨ªan romper sin que nadie se arruinase, la adaptaci¨®n en ocho cap¨ªtulos de la novela Crematorio, de Rafael Chirbes, hecha por los hermanos Jorge y Alberto S¨¢nchez-Cabezudo, demostr¨® que tambi¨¦n era posible hacer en Espa?a esa admirada ficci¨®n de cadena de pago, sin restricciones de tiempo, de tem¨¢ticas, de lenguaje¡­ Canal+ hab¨ªa inaugurado un a?o antes su producci¨®n propia con ?Qu¨¦ fue de Jorge Sanz? , creada por David Trueba ¡ªuna comedia de humor inc¨®modo al estilo del Curb Your Enthusiasm de Larry David¡ª, y ahora tocaba atacar el drama con una producci¨®n m¨¢s ambiciosa. "?ramos muy conscientes de la excepcionalidad del encargo. Estaba mucho m¨¢s asociado a esas series de fuera, de la HBO, que llev¨¢bamos tanto tiempo viendo", explica Alberto en una oficina presidida por una gran pizarra llena de personajes, flechas y tramas. A su lado, Jorge completa: "Nos cay¨® un caramelo, hacer la serie que siempre quisimos hacer, as¨ª que m¨¢s que una idea de 'vamos a cambiar el audiovisual espa?ol', lo que pens¨¢bamos era: '?Qu¨¦ suerte!, nos dejan hacer algo de esto".

Sin embargo, aquella v¨ªa de la plataforma de pago se cort¨® con ellos. La crisis que hundi¨® la publicidad y, con ella, la producci¨®n audiovisual, hizo tambalearse toda la evoluci¨®n. Pero el virus ya estaba inoculado y las cadenas generalistas continuaron abriendo caminos a pesar de todo. Y llegaron El pr¨ªncipe, de Aitor Gabilondo; El Ministerio del Tiempo, de Javier Olivares; Velvet; Vis a vis¡­

Los ejecutivos que han venido de otros pa¨ªses han visto que no solo tenemos ilusi¨®n, sino adem¨¢s una profesionalidad muy alta

AITOR GABILONDO (GUIONISTA)

Este drama protagonizado por un grupo de reclusas fue, probablemente, la ¨²ltima gran batalla entre la vieja y la nueva ficci¨®n, seg¨²n lo describe Amoedo. "Globomedia representaba todo lo contrario a lo que busc¨¢bamos, era las c¨¢maras fijas ancladas, los mismos tiros de c¨¢mara... Y entramos el tridente ?lex Pina, Jes¨²s Colmenar y yo y le dimos la vuelta. Nos volvimos locos. A m¨ª me quisieron despedir tres veces. Me dec¨ªan que ten¨ªa que rodar de otra forma y yo dec¨ªa que no". Tras aquella serie, Pina sali¨® de Globomedia despu¨¦s de 20 a?os y fund¨® Vancouver Media, con la que hizo La casa de papel. El verano pasado firm¨® un contrato en exclusiva como creador para Netflix, como el que tienen Ryan Murphy (Glee, American Horror History), Shonda Rhimes (Anatom¨ªa de Grey, C¨®mo defender a un asesino) o los alemanes Jantje Friese y Baran bo Odar (Dark).

La evoluci¨®n de Pina como showrunner ¡ªese concepto estadounidense de guionista, creador y m¨¢ximo responsable ejecutivo¡ª da la dimensi¨®n de la velocidad que ha tomado en los ¨²ltimos tres a?os aquel proceso que empez¨® tanto tiempo atr¨¢s. Movistar+, heredera de Canal+, comenz¨® en 2017 un proyecto estable de producciones propias que incluye t¨ªtulos como La zona, Verg¨¹enza, La peste, El d¨ªa de ma?ana o Arde Madrid¡­ El aterrizaje de las plataformas globales ha colocado las series espa?olas en el mismo escaparate que las estadounidenses, brit¨¢nicas o alemanas, comprando productos ya hechos y tambi¨¦n produciendo: la adolescente ?lite ha estado en diciembre entre las series m¨¢s vistas de Netflix, est¨¢ por llegar la siguiente temporada de La casa de papel, Aitor Gabilondo est¨¢ preparando la adaptaci¨®n de la novela Patria para la m¨ªtica HBO...

Explica Gabilondo que la eclosi¨®n ha sido fruto del cambio tecnol¨®gico, que ha facilitado un consumo voraz de ficci¨®n y, por lo tanto, una necesidad enorme de contenidos, y todo ello ha encontrado en Espa?a una industria engrasada y un talento entrenado, herencia, esta s¨ª positiva, de aquella televisi¨®n de los a?os noventa: "Nos ha pillado con los deberes hechos. Los ejecutivos que han venido de otros pa¨ªses han visto que no solo tenemos ilusi¨®n, sino que tenemos adem¨¢s una profesionalidad muy alta en todos los departamentos".

Dec¨ªa un art¨ªculo de EL PA?S de 1997, que M¨¢s que amigos hab¨ªa sido un doble reto para sus creadores, por haberse estrenado en pleno verano y por estar protagonizada por actores j¨®venes y desconocidos. Eran, entre otros, Alberto San Juan y Paz Vega. Tambi¨¦n era la primera serie como guionista de un joven llamado ?lex Pina. ¡°En aquel rodaje ten¨ªamos una media de 23 a?os. ?ramos muy j¨®venes, pero tuvimos la suerte de que hubo gente ¡ªgente muy inconsciente¡ª que puso en nuestras manos proyectos¡±, cuenta C¨¦sar Rodr¨ªguez, que firm¨® entonces 10 cap¨ªtulos como director.

Con la llegada de las televisiones privadas en los a?os noventa, las nuevas cadenas necesitaban encontrar otra forma de hacer series; no ten¨ªan dinero para seguir con esa tradici¨®n de Televisi¨®n Espa?ola, de ficciones con sello de autor muy pegadas a los usos del cine, que se remontaba a los a?os sesenta con t¨ªtulos como Chicas en la ciudad, Historias para no dormir, Cr¨®nicas de un pueblo, Curro Jim¨¦nez, El Camino, Ca?as y barro, Anillos de oro, Verano azul, Segunda ense?anza, Juncal, Las chicas de hoy en d¨ªa¡­ Y, aunque el m¨ªtico Antonio Mercero abri¨® el camino de las sitcom con Farmacia de Guardia (1991), fue la productora Globomedia, con Emilio Arag¨®n y Daniel ?cija, la que dio con la f¨®rmula.

[La de los noventa era] una ficci¨®n blanca que no quer¨ªa molestar a nadie, nada ambiciosa desde el punto de vista intelectual y creativo

?LEX PINA (CREADOR)

?lex Pina coloca un hito ineludible en esta historia de series espa?olas en el momento que se fusionan la consultora Geca y Globomedia. Los responsables de esta ¨²ltima fueron ¡°a Estados Unidos a estudiar los m¨¦todos norteamericanos y se trajeron de all¨ª formatos basados en la figura del productor ejecutivo¡±, es decir, la persona que supervisa de cerca todo el proceso de creaci¨®n, desde la escritura hasta el rodaje. La fusi¨®n se produjo en 1997, pero a?os antes ya hab¨ªan empezado a colaborar las dos empresas en la creaci¨®n de M¨¦dico de familia (1995), ¨¦xito brutal al que seguir¨ªan M¨¢s que amigos, Periodistas, Compa?eros (1998) y otros tantos t¨ªtulos con los que la ficci¨®n espa?ola logr¨® desbancar a cualquier serie extranjera que osara disputarles el prime time televisivo.

Geca era una consultora especializada en estudios sobre consumo de televisi¨®n, h¨¢bitos, gustos de los espectadores, que dio a los creadores de Globomedia las herramientas para construir historias y moldearlas sobre la marcha en funci¨®n de las necesidades. El resultado fue una f¨®rmula durante muchos a?os imbatible: formatos sencillos y r¨¢pidos (multic¨¢mara, iluminaci¨®n plana y general, puesta en escena sencilla), estructura en tres actos con dos cortes para la publicidad, grabaci¨®n de episodios al mismo tiempo que se emit¨ªan para ganar capacidad de adaptaci¨®n del guion si los picos de audiencia invitaban al cambio¡­

¡°Produjimos una burrada de televisi¨®n, con esas temporadas de 26 cap¨ªtulos al a?o, de 70 minutos cada uno¡­ Era una bestialidad. A veces ibas con la lengua fuera, se grababan cuatro cap¨ªtulos, y ya se empezaba a emitir, teniendo que producir casi un cap¨ªtulo a la semana. Era un concepto muy industrial de la ficci¨®n, en todos los sentidos, tanto en la parte de producci¨®n como en la parte creativa¡±, explica Rodr¨ªguez que hoy es uno de los responsables de la productora Se?or Mono. Y a?ade: ¡°Hab¨ªa mucho de f¨®rmula. Y tambi¨¦n ten¨ªamos un p¨²blico m¨¢s ingenuo, menos informado, y se com¨ªa de todo: cosas buenas, cosas menos buenas y cosas muy malas, que todas funcionaban muy bien, cosas que supongo que la generaci¨®n anterior de cineastas que hac¨ªan series se tirar¨ªa de los pelos¡±.

Pina aporta en el mismo sentido: ¡°Aquello dio lugar a una ficci¨®n industrial, una ficci¨®n blanca que no quer¨ªa molestar a nadie, nada ambiciosa desde el punto de vista intelectual y creativo¡±.

As¨ª fue naciendo y creciendo durante la primera mitad de la d¨¦cada de los a?os 2000 esa insatisfacci¨®n de los creadores de la que habl¨¢bamos antes, y de una parte del p¨²blico, que tambi¨¦n ve¨ªa cada vez m¨¢s series extranjeras con facturas visuales m¨¢s parecidas al cine, con temas m¨¢s arriesgados¡­ Pero la industria no estaba todav¨ªa preparada, y las televisiones generalistas no ten¨ªan necesidad de cambiar unos esquemas que les estaban funcionando maravillosamente. Y, a pesar de todo, hubo intentos, adem¨¢s de los de Bamb¨². Fracasos que sirvieron, como poco, para ir acerc¨¢ndose a otra forma de hacer las cosas.

Aitor Gabilondo recuerda, por ejemplo, Vientos de agua (2006) ¡ª¡°fue un fiasco tremendo, pero en t¨¦rminos creativos la industria la respetaba¡±¡ª, o Karabudjan (2010). ¡°Yo mismo hice una, Cazadores de hombres (2008), que fue una hostia como un piano de cola¡±, admite. ¡°Nos dec¨ªamos que no estaba madura, para consolarnos, y en realidad no es que no estuviera madura si no que no ten¨ªamos todav¨ªa el sitio para hacerlo¡±.

Sonia Mart¨ªnez, directora de Ficci¨®n de Atresmedia, suma a la lista de intentos fallidos La chica de ayer (2009), una adaptaci¨®n de la brit¨¢nica Life on Mars. ¡°Es uno de los que m¨¢s me duelen; creo que estaba francamente bien¡±, dice. Mart¨ªnez (que ha visto toda la evoluci¨®n de las series, de Los Serrano a La casa de papel) defiende el trabajo de unas televisiones que han sabido siempre adaptarse, asegura, a las demandas del p¨²blico. Y a las circunstancias.

Todos est¨¢bamos all¨ª en los noventa. Ah¨ª aprendimos el oficio, a trabajar r¨¢pido, a ser eficaces...

AITOR GABILONDO (GUIONISTA)

Para la profesora de la Universidad Carlos III y experta en series Conchi Cascajosa, fue la crisis de publicidad al final de la d¨¦cada la que oblig¨® a la industria a aceptar que no hab¨ªa otro remedio que cambiar el chip. ?lex Pina lo explica de la siguiente manera: ¡°La crisis nos oblig¨® a rodar con la m¨¢xima eficacia posible, porque realmente los m¨¢rgenes de beneficio se redujeron un 30%, 35%. Empezamos a trabajar con planificaciones muy concretas, que eran casi como un montaje previo, a grabar solo lo que se iba a utilizar. Te obligaba tambi¨¦n a vender fuera, con lo cual la factura visual ten¨ªa que ser mucho m¨¢s potente. Adem¨¢s aterriz¨® mucha gente del cine. Y conseguimos algo comparable a cualquier producto norteamericano, solo que con mucho menos dinero y eso nos colocaba en una situaci¨®n extraordinaria para poder vender y tambi¨¦n para poder asumir m¨¢s riesgos¡±.

Hubo un momento concreto, en mitad de lo m¨¢s crudo de aquella crisis, en el que Ram¨®n Campos se dio cuenta de que hab¨ªan conseguido dar el salto internacional que buscaban con Gran Hotel, una historia de amor imposible entre Amaia Salamanca y Yon Gonz¨¢lez, con tintes de novela de misterio, estrenada en octubre de 2011 en Antena 3. ¡°Fue en el momento en el que llegamos al mercado internacional de televisi¨®n de Cannes, el a?o despu¨¦s del estreno, como ocho meses despu¨¦s, y de repente todo el mundo nos empieza a hablar de la serie, y salen art¨ªculos que hablan del Downton Abbey espa?ol, y todo el mundo empieza a estar muy pendiente de qu¨¦ est¨¢ pasando en Espa?a¡±, explica Campos. Gran Hotel lleg¨® a verse en 70 pa¨ªses, sin contar las adaptaciones; m¨¢s tarde, Velvet llegar¨ªa incluso m¨¢s lejos.

Javier M¨¦ndez, jefe de producci¨®n de Mediapro (grupo al que pertenece Globomedia), recuerda que ya antes de esos ejemplos, las series espa?olas se hab¨ªan vendido fuera ¡ª"Los Serrano y Un paso adelante fueron un bombazo en Francia¡±¡ª, pero siempre hab¨ªa sido un trabajo muy costoso, de ir llamando puerta por puerta, pa¨ªs por pa¨ªs¡­ Hasta que aterrizaron las plataformas a hacer lo mismo, llegando mucho m¨¢s lejos, en un instante, de un solo golpe: Netflix est¨¢ en m¨¢s 190 pa¨ªses; Amazon Prime en m¨¢s de 200; HBO en unos 150; y tambi¨¦n Movistar + llega a 11 pa¨ªses latinoamericanos.

Eso lo ha cambiado todo, porque, adem¨¢s, esas plataformas que van produciendo por todo el mundo se han fijado especialmente en Espa?a. Francisco Ramos, vicepresidente internacional de Series Originales de Netflix, explica por correo electr¨®nico por qu¨¦ ha elegido Tres Cantos para establecer su primer centro europeo de producci¨®n: ¡°Espa?a cuenta con un talento incre¨ªble y un rico patrimonio de creaci¨®n de contenidos innovadores. Tambi¨¦n cuenta con equipos t¨¦cnicos de alt¨ªsima calidad, directores y guionistas extraordinarios, actores con mucho talento, ciudades con localizaciones muy potentes, con mucho potencial, y, ahora, instalaciones de ¨²ltima generaci¨®n, como la Ciudad de la Tele¡±. Algunos medios han asegurado que Amazon Prime tambi¨¦n busca en Espa?a un centro de producci¨®n en Europa.

En el sector audiovisual espa?ol todo el mundo es muy consciente de que el idioma aporta inter¨¦s ¨Csobre todo ahora que, como recuerda Campos, el latinoamericano por fin se ha acostumbrado al acento de Espa?a, que durante tanto tiempo hab¨ªa rechazado¡ª, pero que el atractivo indiscutible es esa capacidad que se?alaba Pina para hacer series con una factura visual comparable a las mejores del mundo, pero por seis, ocho veces menos dinero. Y eso, a su vez, se pudo hacer, asegura Sonia Mart¨ªnez, porque la industria estaba preparada gracias a todo el trabajo anterior: ¡°Alcanzamos un grado de madurez en el momento adecuado".

Aitor Gabilondo, creador del ¨²ltimo gran pelotazo de audiencia de la televisi¨®n en abierto ¨C El pr¨ªncipe, estrenada en Telecinco en 2014¡ª, que tiene en emisi¨®n la comedia All¨ª abajo y Vivir sin permiso, y est¨¢ preparando Patria para HBO, insiste: ¡°Todos est¨¢bamos all¨ª en los noventa. Ah¨ª aprendimos el oficio todos los directores, los productores, los guionistas, los maquilladores; aprendimos a trabajar r¨¢pido, a ser eficaces...". Unos pocos ejemplos: Pina pas¨® por Periodistas, d¨®nde coincidi¨® con Gabilondo; Jorge S¨¢nchez-Cabezudo empez¨® en Al salir de clase; Javier Olivares escribi¨® cap¨ªtulos de Los hombres de Paco y Los Serrano...

Todos ellos han aprendido, han evolucionado y, en muchos casos, han hecho algo que tambi¨¦n ha sido clave: tomar las riendas de los proyectos y las productoras, al modo de los showrunners estadounidenses: Ram¨®n Campos en Bamb¨²; ?lex Pina en Vancouver; Gabilondo con Alea Media... ¡°Sobre todo ha cambiado la figura de los guionistas, que han pasado al centro del escenario, aqu¨ª en Espa?a se les est¨¢ dando el papel que quiz¨¢ deber¨ªamos haberles dado hace mucho tiempo¡±, explica Javier M¨¦ndez.

¡°Esa combinaci¨®n de negocios y creatividad es la clave. En los noventa nos criamos en el business puro y duro y ahora todos velamos por los relatos que queremos contar, pero tambi¨¦n por el negocio, porque si no, esto no se sostiene¡±, dice Gabilondo. Y resume: ¡°Mi trabajo realmente es tener los pies en el suelo y la cabeza en las nubes¡±. Es decir, que se ha conseguido un sistema muy eficaz, pero recuperando esa voz autoral que ten¨ªan las series de los a?os setenta y ochenta. Una voz probablemente m¨¢s necesaria que nunca para sobresalir en un contexto de sobreproducci¨®n en el que muchos ya hablan de burbuja.

En los estudios de la productora Vancouver en Colmenar Viejo (Madrid), los mismos en los que estuvo hace alg¨²n tiempo el museo de la f¨¢brica de la moneda en el que tanto tiempo pasaron los protagonistas de La casa de papel, el equipo de rodaje rodeaba hace algo m¨¢s de un mes a Marta Milans y Antonio Garrido, que se mov¨ªan en un bar dando vida a sus personajes de El embarcadero. Esta serie, hecha por Vancouver y producida por Atresmedia para Movistar + (se estrena el 18 de enero), es un claro ejemplo de una promiscuidad empresarial en el sector inimaginable hace solo unos a?os. Javier M¨¦ndez, de Mediapro, habla de un proyecto que est¨¢n preparando con ¡°una televisi¨®n francesa, un socio japon¨¦s, un operador escandinavo¡± y para el que est¨¢ cerrando acuerdos ¡°con una televisi¨®n italiana, una alemana y, seguramente, un socio americano¡±.

El panorama se ha abierto tanto que se multiplican los acuerdos, las coproducciones y las alianzas entre productoras, cadenas, plataformas y distribuidoras, nacionales e internacionales, con preventas para los destinos m¨¢s insospechados que permiten multiplicar los proyectos y afrontarlos de una forma m¨¢s desahogada, aunque eso no signifique tener mucho m¨¢s presupuesto para hacer las series. ¡°No hay ning¨²n af¨¢n de romper el mercado porque funciona muy bien¡­ Lo que pasa es que si la historia lo justifica, hoy tenemos la oportunidad de buscar m¨¢s dinero, cosa que antes no exist¨ªa¡±, explica Teresa Fern¨¢ndez-Vald¨¦s, que a?ade que las producciones espa?olas suelen costar entre 450.000 y 650.000 euros por cap¨ªtulo; unas cifras aproximadas que confirma Fernando L¨®pez Puig, director del ?rea de Ficci¨®n de RTVE, y que est¨¢n muy por debajo de las de otros pa¨ªses.

Creo que jam¨¢s ha habido mayor demanda de contenidos en la historia de la humanidad

JAVIER M?NDEZ (PRODUCTOR DE MEDIAPRO)

En ese contexto, todo el mundo est¨¢ de acuerdo en que las coproducciones van a ser ¡ªy ya est¨¢n siendo¡ª fundamentales en el agitado escenario del audiovisual espa?ol. Atresmedia lo ha visto muy claro y ha reaccionado r¨¢pido; abri¨® su productora (Atresmedia Studios) para hacer contenidos para terceros hace poco m¨¢s de un a?o, y ya trabajan con Movistar + y Amazon¡­ ¡°Y tenemos muchos m¨¢s proyectos que todav¨ªa no podemos decir¡±, se?ala Sonia Mart¨ªnez, directora de Ficci¨®n de la cadena. Y a?ade: ¡°?Qu¨¦ ha cambiado en los ¨²ltimos a?os? Pensar que las series no son hechos puntuales, sino que tienen una vida m¨¢s all¨¢ de tu antena¡±.

Sobre todo, teniendo en cuenta que las cadenas de toda la vida cada vez tienen menos audiencia lineal, es decir, la del espectador que enciende la televisi¨®n en un momento dado y consume lo que echan a esa hora: este ¨²ltimo diciembre eran 15 minutos menos, de media, que en 2012, cuando se marc¨® el r¨¦cord de 246 minutos al d¨ªa, seg¨²n el ¨²ltimo an¨¢lisis de Barlovento Comunicaci¨®n. ¡°Vamos a tener que hacer productos compatibles con varias ventanas: el canal en abierto y una plataforma. Y habr¨¢ que medir el ¨¦xito de otra manera¡±, explica L¨®pez Puig. Pone el ejemplo de Estoy vivo, la serie de ciencia ficci¨®n con la que Daniel ?cija se ha adaptado a los nuevos usos: ¡°Nos estamos planteando una tercera temporada, y en otra ¨¦poca, con un 11% de share y en torno a dos millones de espectadores, probablemente no lo har¨ªamos. Pero sabemos que est¨¢ siendo muy demandada: est¨¢ en Amazon, hemos vendido el formato a la CBS estadounidense¡­¡±.

De ese modo, tambi¨¦n se est¨¢n rompiendo cada vez m¨¢s las fronteras que han separado tradicionalmente las series para canales en abierto ¡ªcon af¨¢n de llegar a todo tipo de espectadores¡ª y las de cadena de pago, que realmente pod¨ªan arriesgar, dirigirse a nichos, romper los formatos que exig¨ªan el prime time y las pausas publicitarias.

¡°Nosotros intentamos hacer series que por un lado sean originales, diferentes y arriesgadas, pero a la vez intentamos llegar al gran p¨²blico; creemos que no est¨¢ re?ido¡±, explica Domingo Corral, director de ficci¨®n original de Movistar+. Pone el ejemplo de Arde Madrid, de Paco Le¨®n y Anna R. Costa, una de las ¨²ltimas series producidas por la cadena de pago que cuenta, en blanco y negro, las andanzas de Ava Gardner en el Madrid de los a?os sesenta.

El proyecto de series originales de Movistar + empez¨® con tres t¨ªtulo en 2017: La zona, de los hermanos S¨¢nchez-Cabezudo, Verg¨¹enza, de Juan Cavestany y ?lvaro Fern¨¢ndez Armero; y Velvet Colecci¨®n, spin-off de la serie creada por Bamb¨²; en 2018 fueron 11 y este a?o ser¨¢n 14 o 15, aunque Corral dice que se van a quedar en esas cifras. Adem¨¢s, explica por qu¨¦ est¨¢n contentos con los resultados: porque sus series les dan imagen de marca y visibilidad internacional ¡ªLa peste, de Alberto Rodr¨ªguez y Rafael Cobos, se ha emitido en la BBC; La zona, en Francia, Alemania y Estados Unidos¡ª; porque el nivel de satisfacci¨®n de sus abonados con esos productos es muy alto, y los que los consumen les son m¨¢s fieles (se dan menos de baja). Y, adem¨¢s, porque se ven mucho; sin dar cifras porque su pol¨ªtica es no hacerlas p¨²blicas, Corral pone el ejemplo de Arde Madrid, que tuvo un ¡°estreno espectacular, casi a la altura de La peste¡±, que a su vez ha registrado cifras similares a las de la emisi¨®n de un partido Madrid-Bar?a. ¡°Si no tuvi¨¦ramos consumo esto no continuar¨ªa¡±, dice.

Efectivamente, el consumo, en todo tipo de soportes gracias a la tecnolog¨ªa ¡ªla tele, el ordenador, la tableta y hasta el m¨®vil¡ª es lo que ha disparado todo. ¡°Creo que jam¨¢s ha habido mayor demanda de contenidos en la historia de la humanidad¡±, aventura Javier M¨¦ndez, y a?ade que solo Mediapro, entre producciones espa?olas y coproducciones internacionales, lanzar¨¢ este a?o entre 15 y 20 series. ¡°Cualquier persona, cuando vas en el metro o viajando en cualquier medio transporte, anda consumiendo contenidos; vas a cualquier cena o cualquier evento y todo el mundo sabe y comenta la ¨²ltima serie que ha visto el fin de semana¡­ Forma parte ya de cultura popular y est¨¢ suponiendo un cambio, incluso, en las costumbres sociales, las relaciones de pareja¡­¡±, a?ade.

Mucho se ha hablado de la edad dorada de la ficci¨®n televisiva, las nuevas novelas del siglo XXI con capacidad de contar historias por encima incluso del cine. Aunque muchos rechazan esa idea e insisten en separar bien uno y otro medio, es innegable que la televisi¨®n ha ganado prestigio y ha dejado de ser considerada, como dice ?lex Pina, la hermana peque?a del cine. La mayor¨ªa de profesionales del audiovisual trabajan hoy indistintamente en uno u otro, porque muchos usos del lenguaje m¨¢s cinematogr¨¢fico est¨¢n perfectamente incorporados a las series (la direcci¨®n de arte, la iluminaci¨®n, la forma de rodar por localizaciones y no por cap¨ªtulos¡­) y porque, adem¨¢s, hay mucho m¨¢s trabajo en la ficci¨®n televisiva.

En la televisi¨®n todo va un poquito m¨¢s r¨¢pido; en el cine te da tiempo a pensar un poco m¨¢s las cosas, a meditarlas m¨¢s, que ganen m¨¢s poso

ALBERTO RODR?GUEZ (DIRECTOR)

Aquella ¨¦poca en la que "estaba como mal visto, si se hac¨ªa cine, hacer televisi¨®n" est¨¢ pasada de moda, dec¨ªa hace unas semanas Malena Alterio en la presentaci¨®n de la segunda temporada de Verg¨¹enza: "Sobre todo despu¨¦s de la crisis que seguimos arrastrando, pues cuando tienes que pagar la luz, el agua y gas, cuando la escasez aumenta los prejuicios se van al garete. Aparte de que realmente la calidad de las series hoy est¨¢ equiparada a la del cine".

Alberto Rodr¨ªguez es un claro ejemplo de director curtido en el cine (con ¨¦xitos como Grupo 7 o La isla m¨ªnima) que est¨¢ haciendo televisi¨®n: firm¨® la primera temporada de La peste y acaba de rodar varios cap¨ªtulos de la segunda para Movistar +. Hace unas semanas, durante uno de los rodajes en Carmona (Sevilla), explicaba que ¨¦l ha abrazado con entusiasmo la experiencia, el reto de ¡°llevar al espectador durante los 40 minutos que dura cada cap¨ªtulo a la Sevilla de hace cinco siglos¡±, pero asegura que est¨¢ deseando ahora volver al cine: ¡°En la televisi¨®n todo va un poquito m¨¢s r¨¢pido; en el cine te da tiempo a pensar un poco m¨¢s las cosas, a meditarlas m¨¢s, que ganen m¨¢s poso".

En esta segunda temporada de La peste, el peso de la creaci¨®n se lo ha quedado Rafael Cobos, que cuenta, de hecho, c¨®mo ha querido adaptarse esta vez a unos gustos m¨¢s televisivos, dejando atr¨¢s el tono melanc¨®lico y pausado de la anterior entrega, para abrazar una narraci¨®n ¡°m¨¢s entretenida, m¨¢s veloz y, sobre todo, menos grave¡±, que gira en torno a La Gardu?a, la mafia de la Sevilla de la ¨¦poca. En todo caso, Cobos advierte contra la tentaci¨®n de dejarse llevar por las modas en estos tiempos de cambio acelerado ¡ªcada semana se dice que las temporadas deber¨ªan tener un n¨²mero distinto de cap¨ªtulos, los cap¨ªtulos un n¨²mero distinto de minutos¡­¡ª y de ¡°sobreabundancia¡±.

Algunas veces lo veo negro y pienso que esta burbuja va a estallar, que no va a haber quien aguante este bombardeo de estrenos cada semana

JUAN CAVESTANY (CREADOR)

La producci¨®n est¨¢, efectivamente, disparada, lo que acrecienta el miedo a una burbuja insostenible. The New York Times publicaba a finales de octubre un art¨ªculo sobre las dudas que genera entre algunos expertos ¡ªcomo el profesor de Econom¨ªa de la Universidad de Nueva York Aswath Damodaran¡ª el modelo de negocio de Netflix, que no deja de producir y de promocionar, pero a base de endeudarse, pues de momento las suscripciones, por m¨¢s que sean multimillonarias y crecientes, todav¨ªa no dan para cubrirlo todo.

Rafael Cobos ve una situaci¨®n de ¡°preburbuja¡± y Rodr¨ªguez ¡°una burbuja, que va a cada vez a m¨¢s y que en alg¨²n momento es posible que estalle¡±. ?lex Pina, tambi¨¦n cree que, a pesar de que a¨²n tardar¨¢ porque va a seguir creciendo, llegar¨¢ ese momento de la explosi¨®n: ¡°Y entonces vendr¨¢ la ley de Darwin y se quedar¨¢ con los mejores creativos y con los mejores productos; siempre ha sido as¨ª¡±. Para Juan Cavestany, creador de Verg¨¹enza y que acaba de escribir Vota Juan para Mediapro, depende de con qu¨¦ pie se levante: ¡°Algunas veces lo veo negro y pienso que esta burbuja va a estallar, que no va a haber quien aguante este bombardeo de estrenos cada semana. Pero, por otra parte, ves que hay demanda, que la gente lo consume y que se habla de ello...¡±.

Sobre ese consumo se apoyan para negar la mayor Sonia Mart¨ªnez ¡ª¡°Siempre ha habido agoreros¡±¡ª, Teresa Fern¨¢ndez-Vald¨¦s ¡ª¡°No creo que estemos creando una burbuja donde no hay demanda; la hay, es enorme y hay que satisfacerla¡±¡ª y Fernando L¨®pez Puig: ¡°La demanda ha crecido de una manera, tal vez, exagerada desde que existen las plataformas. Pero no creo que vaya a haber pinchazo, simplemente crecer¨¢ o decrecer¨¢ en funci¨®n de esa demanda¡±.

Sea como sea, todos est¨¢n de acuerdo en que el momento dulce todav¨ªa va a durar y que hay que saber aprovecharlo. Para aprender y mejorar ¡ª¡°Esto servir¨¢ como poco para formar a much¨ªsima gente¡± ¡ª, dice Alberto Rodr¨ªguez¡±; para profundizar en lenguajes propios, aporta Migue Amoedo; o simplemente para que pueda comer y vivir dignamente de su trabajo una masa de profesionales que tambi¨¦n podr¨¢n nutrir el cine y el teatro. ¡°El embudo se ha abierto y empieza a haber hueco para una amplia mayor¨ªa. Y el actor no mejora yendo a escuelas, sino haciendo con oficio¡±, se?ala Enrique Arce, cuya fama se ha disparado en todo el mundo gracias a su interpretaci¨®n del director de la f¨¢brica de la moneda en La casa de papel.

Otra cosa es que cuando que cuando se produce tanto es casi imposible que todo sea bueno, como en los a?os noventa y primeros 2000. Cavestany tiene claro que, en tiempos de sobreabundancia, lo dif¨ªcil es no convertirse en relleno, hacer productos de usar y olvidar inmediatamente. ¡°El peligro, o lo que me asusta a m¨ª, es la irrelevancia¡±. Empieza pues, la feroz pelea por la atenci¨®n y, para el que aspire a algo m¨¢s, por la relevancia.