Nadie escapa realmente de la cara sur del Annapurna, ni siquiera aquellos que alcanzaron su cima y regresaron ilesos. Una maldici¨®n parece perseguir, desde 1970, a los escasos alpinistas que fueron capaces de estrenar nuevos itinerarios de ascenso en la enorme, t¨¦cnica y peligrosa vertiente sur de la monta?a, de 8.091 metros. Ci?¨¦ndonos exclusivamente a la vertiente sur, la historia retiene apenas tres rutas de ascenso hasta la cima principal, y dos m¨¢s hasta la vecina cima central, apenas 30 metros de desnivel menor. Despu¨¦s, en el mismo lado de la monta?a, pero algo m¨¢s al este, cabe mencionar tres rutas m¨¢s, dos de ellas hasta la cima este, de 8.013 metros y otra, fant¨¢stica, hasta la cumbre principal (8.091m). En total, existen ocho aperturas, ocho recorridos diferentes protagonizados por un total de 14 alpinistas. No solo les une el ¨¦xito; tambi¨¦n a muchos la posterior muerte prematura, como si la monta?a se cobrase un peaje diferido. De los 14 mencionados, 11 han fallecido, nueve de ellos en otras monta?as. Apenas queda nadie que pueda dar testimonio directo de lo que supuso escalar con ¨¦xito en las entra?as de una monta?a terriblemente exigente.

La vertiente norte acoge la ruta ¡®normal¡¯ o ¡®sencilla¡¯ de la monta?a: por ah¨ª pasaron los franceses Maurice Herzog y Louis Lachenal en 1950 para firmar la primera ascensi¨®n de la historia a una de las 14 monta?as de m¨¢s de 8.000 metros que conoce el planeta. Ir¨®nicamente, el primer ochomil conquistado es tambi¨¦n el que presenta el coeficiente m¨¢s elevado de mortalidad: apenas 191 alpinistas conocen su cima, y en sus laderas han perdido la vida 61 personas. En comparaci¨®n, el Everest parece mucho m¨¢s seguro: el techo del planeta registra 5.656 ascensiones y 223 fallecimientos. Curiosamente, el Annapurna ha conocido m¨¢s accidentes fatales en su ruta cl¨¢sica que durante las mencionadas aperturas de nuevos itinerarios en su vertiente sur, donde solo fallecieron cuatro alpinistas.

Las cumbres de Annapurna

Dhaulagiri

(8.167 m)

Macizo de

los Annapurnas

IV

I

III

II

ZONA

AMPLIADA

Annapurna I, cima principal (8.091 m)

Cima central (8.051 m)

Cima este (8.013 m)

Khangsar Kang/ Roc Noir

(7.485 m)

7.000 m

Arista este

6.000 m

6.000 m

5.000 m

5.000 m

Glaciar sur

Santuario y

campo base

N

1970

2013

Ruta brit¨¢nica

Haston-Whillans

Ueli Steck

en solitario

1981

1981

1984

Ruta japonesa

Aota-Yanagisawa

Ruta polaca

Berbeka-

Boguslaw-Probulski

Ruta catalana

Bohigas-Lucas

2007

1988

1984

Hazjer-

Kukuczka

Tomaz Humar

en solitario

Arista este

Joos-Loretan

En negrita, annapurnistas de la cara sur fallecidos

en las monta?as o en otras circunstancias.

Las cumbres de Annapurna

Dhaulagiri

(8.167 m)

Macizo de

los Annapurnas

IV

I

II

III

ZONA

AMPLIADA

Annapurna I, cima principal (8.091 m)

Cima central (8.051 m)

Cima este (8.013 m)

Khangsar Kang/ Roc Noir

(7.485 m)

7.000 m

Arista este

6.000 m

6.000 m

5.000 m

5.000 m

Glaciar sur

Santuario y

campo base

N

1970

2013

Ruta brit¨¢nica

Haston-Whillans

Ueli Steck

en solitario

1981

1981

1984

Ruta japonesa

Aota-Yanagisawa

Ruta polaca

Berbeka-

Boguslaw-Probulski

Ruta catalana

Bohigas-Lucas

2007

1988

1984

Hazjer-

Kukuczka

Tomaz Humar

en solitario

Arista este

Joos-Loretan

En negrita, annapurnistas de la cara sur fallecidos

en las monta?as o en otras circunstancias.

Las cumbres de Annapurna

Dhaulagiri

(8.167 m)

Macizo de

los Annapurnas

IV

I

II

III

Annapurna I

Cima principal

(8.091 m)

ZONA

AMPLIADA

Cima central (8.051 m)

Cima este (8.013 m)

Khangsar Kang/ Roc Noir (7.485 m)

7.000 m

Arista este

6.000 m

6.000 m

5.000 m

5.000 m

Glaciar sur

Santuario y

campo base

N

1970

1981

2013

1981

Ruta brit¨¢nica

Haston-Whillans

Ueli Steck

en solitario

Ruta japonesa

Aota-Yanagisawa

Ruta polaca

Berbeka-

Boguslaw-Probulski

1984

2007

1988

1984

Ruta catalana

Bohigas-Lucas

Hazjer-

Kukuczka

Tomaz Humar

en solitario

Arista este

Joos-Loretan

En negrita, annapurnistas de la cara sur fallecidos en las monta?as o en otras circunstancias.

Las cumbres de Annapurna

Dhaulagiri

(8.167 m)

Macizo de los Annapurnas

I

IV

III

II

Annapurna I

Cima principal

(8.091 m)

Cima central (8.051 m)

Cima este (8.013 m)

Khangsar Kang/

Roc Noir (7.485 m)

7.000 m

Arista este

ZONA

AMPLIADA

6.000 m

6.000 m

5.000 m

5.000 m

Glaciar sur

Santuario y

campo base

N

1970

2013

1981

1981

Ruta brit¨¢nica

Haston-Whillans

Ueli Steck

en solitario

Ruta japonesa

Aota-Yanagisawa

Ruta polaca

Berbeka-

Boguslaw-Probulski

1984

2007

1988

1984

Ruta catalana

Bohigas-Lucas

Hazjer-

Kukuczka

Tomaz Humar

en solitario

Arista este

Joos-Loretan

En negrita, annapurnistas de la cara sur fallecidos en las monta?as o en otras circunstancias.

La conquista de la cara sur del Annapurna lleg¨® en 1970, y su ide¨®logo fue el ingl¨¦s Chris Bonington, un mago a la hora de lograr la financiaci¨®n adecuada para juntar a la ¨¦lite del alpinismo brit¨¢nico y, una vez a los pies de la monta?a, convencerse entre todos de que pese a los aludes constantes, las dificultades t¨¦cnicas de escalada en roca y hielo, ten¨ªan la oportunidad de hacer historia.

Los 11 alpinistas occidentales del equipo y los seis sherpas de Nepal trabajaron durante semanas colocando cuerdas fijas, superando con maestr¨ªa cada secci¨®n complicada de la monta?a, progresando por un pilar de roca, nieve y hielo en el flanco izquierdo de la monta?a, un lugar (por lo general) protegido de los aludes. Cuanto m¨¢s avanzaban, m¨¢s dudas surg¨ªan, a sabiendas de que el monz¨®n y el mal tiempo se acercaban. Cuando Don Whilans y Dougal Haston alcanzaron el final de las cuerdas fijas, a 7.300 metros, el mal tiempo invitaba a una renuncia. Entonces, la pareja hizo algo inesperado: super¨® en un solo ataque los casi 800 metros de desnivel que les separaban de la cima. Arrancaron con viento, escasa visibilidad y la idea de montar un nuevo campo, pero se vieron tan cerca de la cumbre que abandonaron las precauciones y se lanzaron hacia la cima, que alcanzaron a las 2.30 de la madrugada. Hab¨ªa ca¨ªdo uno de los grandes problemas del himalayismo. Pero cuando todos los alpinistas desalojaban la monta?a, desmontando los campos de altura, un alud barri¨® la zona baja de la pared sepultando a Ian Clough, la primera v¨ªctima de la sur del Annapurna.

Once a?os despu¨¦s, en 1981, un potente equipo japon¨¦s logr¨® colocar en la cima principal a dos de sus hombres: Hiroshi Aota y Yukihiro Yanagisawa. La expedici¨®n, tambi¨¦n de estilo pesado, se fij¨® en el obvio pilar central, a la derecha de la ruta de 1970, buscando evitar a toda costa los proyectiles de roca y los aludes. Con todo, nada pudo evitar la muerte de Yasuji Kato: sufri¨® una ca¨ªda camino de la cima cuando estaba a punto de repetir el ¨¦xito de sus compatriotas. Yanagisawa, por su parte, confirm¨® su clase apenas un a?o despu¨¦s, al escalar sin ox¨ªgeno artificial el K2¡­ aunque no sobrevivi¨® al descenso, v¨ªctima de una ca¨ªda. No fue el primer actor de la sur del Annapurna en desaparecer: en 1977, una avalancha hab¨ªa sepultado a Dougal Haston mientras esquiaba en Suiza.

Los 14 ochomiles

K2

190 km

Nanga

Parbat

CHINA

PAKIST?N

1.060 km

Annapurna

Kanchenjunga

INDIA

Monte

Everest

NEPAL

312 km

Letalidad por n¨²mero de ascensos

Monta?eros fallecidos sobre el total

de intentos de llegar a la cima

0%

5

10

15

20

25

30

35

Gasherbrum I

8,7

Nanga Parbat

20,3

Annapurna

31,9

Everest

3,9

Dhaulagiri

15,4

K2

26,5

223

69

68

81

61

29

muertos

No es el pico m¨¢s alto, pero s¨ª el m¨¢s letal. De las 191 personas que han tratado de alcanzar su cima, 61 han muerto.

Los 14 ochomiles

K2

190 km

Nanga

Parbat

CHINA

PAKIST?N

1.060 km

Annapurna

Kanchenjunga

INDIA

Monte

Everest

NEPAL

312 km

Letalidad por n¨²mero de ascensos

Monta?eros fallecidos sobre el total

de intentos de llegar a la cima

0%

5

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15

20

25

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Gasherbrum I

8,7

Nanga Parbat

20,3

Annapurna

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Everest

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Dhaulagiri

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K2

26,5

223

69

68

81

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29

muertos

No es el pico m¨¢s alto, pero s¨ª el m¨¢s letal. De las 191 personas que han tratado de alcanzar su cima, 61 han muerto.

Los 14 ochomiles

K2

Broad Peak

Gasherbrum II

190 km

Gasherbrum I

CHINA

Nanga

Parbat

PAKIST?N

1.060 km

Annapurna

Cho Oyu

Manaslu

Dhaulagiri

INDIA

Monte Everest

Lhotse

Shisha

Pangma

Makalu

NEPAL

Kanchenjunga

312 km

Letalidad por n¨²mero de ascensos

No es el pico m¨¢s alto, pero s¨ª el m¨¢s letal. De las 191 personas que han tratado de alcanzar su cima, 61 han muerto.

Monta?eros fallecidos sobre el total

de intentos de llegar a la cima

0%

5

10

15

20

25

30

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Broad Peak

5,2

Gasherbrum I

8,7

Nanga Parbat

20,3

Annapurna

31,9

Everest

3,9

Kanchenjunga

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Dhaulagiri

15,4

Cho

Oyu

1,4

Manaslu

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K2

26,5

223

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81

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44

21

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muertos

Los 14 ochomiles

K2

Broad Peak

Gasherbrum II

190 km

Gasherbrum I

CHINA

Nanga

Parbat

PAKIST?N

1.060 km

Annapurna

Cho Oyu

Manaslu

Dhaulagiri

INDIA

Monte Everest

Lhotse

Shisha

Pangma

Makalu

NEPAL

Kanchenjunga

312 km

Letalidad por n¨²mero de ascensos

Monta?eros fallecidos sobre el total de llegadas a la cima

0%

5

10

15

20

25

30

35

No es el pico m¨¢s alto, pero s¨ª el m¨¢s letal. De las 191 personas que han tratado de alcanzar su cima, 61 han muerto.

Gasherbrum II

2,3

Broad Peak

5,2

Gasherbrum I

8,7

Nanga Parbat

20,3

Annapurna

31,9

Makalu

8,6

Everest

3,9

Kanchenjunga

14,1

Dhaulagiri

15,4

Cho

Oyu

1,4

Lhotse

2,8

Shisha Pangma

8,3

Manaslu

9,8

K2

26,5

223

31

65

40

69

68

81

61

44

21

13

21

25

29

muertos

El a?o m¨¢gico

1984 fue un a?o m¨¢gico para el himalayismo, un a?o que anunci¨® un futuro audaz y minimalista para la causa cuyos efectos, sin embargo, no calaron hasta la llegada del nuevo siglo. Dos de sus protagonistas, Nil Bohigas y Enric Lucas, catalanes, realizaron una de las ascensiones m¨¢s alucinantes de la historia, adelant¨¢ndose tanto a su ¨¦poca que su gesta todav¨ªa parece un sue?o. El 3 de octubre, la pareja culmin¨® el corredor este de la cara sur hasta la cima central (8.051 m) en estilo alpino, recogiendo el testigo abandonado en 1982 por Ren¨¦ Ghilini y Alex MacIntyre: un bloque de roca seg¨® la vida del gran alpinista brit¨¢nico cuando exploraba la ruta. Bohigas y Lucas escalaron como si no tuviesen nada que perder: all¨ª donde ingleses y japoneses hab¨ªan usado una t¨¦cnica de asedio, con cuerdas fijas, campos de altura y toneladas de material, los catalanes decidieron escalar como si estuviesen en el Pirineo. Una mochila de 25 kilogramos por cabeza para sobrevivir, un d¨ªa para alcanzar la pared desde el campo base, siete jornadas para ascender y uno para regresar a la vida. Fue genial, impensable. El estilo alpino tiene desde entonces una de sus grandes referencias en esta ascensi¨®n. Bohigas se quit¨® la vida en 2016.

Tambi¨¦n en 1984, dos suizos protagonizaron una de las cabalgadas ¨¦picas que retiene la memoria del Himalaya. Erhard Loretan y Norbert Joos recorrieron la interminable arista este hasta la cima del Annapurna, un marat¨®n por encima de los 7.000 metros. Una vez en la cima, se miraron y reconocieron que nunca saldr¨ªan con vida si deshac¨ªan el camino. Portaban una foto de la cara norte, y sin conocerla se lanzaron monta?a abajo, camino de la vida. ¡°Nunca me vi m¨¢s lejos de la vida y m¨¢s cerca de la muerte¡±, jurar¨ªa Loretan. El suizo firmar¨ªa en 1986, junto a Jean Troillet, otro de los grandes momentos de la historia del himalayismo: escalando de noche para no congelarse y sesteando al sol, la pareja escal¨® la cara norte del Everest enlazando el corredor de los japoneses y el corredor Horbein en 31 horas¡­ para descender por la ruta normal en apenas tres horas y media. Pero la existencia de Loretan vivi¨® un cap¨ªtulo atroz en el a?o 2002: irritado por el llanto de su primog¨¦nito, de siete meses, lo zarande¨® para cortar sus l¨¢grimas. El peque?o Ewan morir¨ªa horas despu¨¦s en un hospital de Berna. Hab¨ªa sufrido graves da?os cerebrales a causa del denominado s¨ªndrome del beb¨¦ agitado. Toda su culpa, su verg¨¹enza, su insoportable dolor saldr¨ªan a la luz p¨²blica meses despu¨¦s de su muerte, en 2011, cuando su pareja revel¨® los detalles de una existencia rota de la que apenas empezaba a recobrarse. Norbert Joos, por su parte, gu¨ªa de monta?a como Loretan, falleci¨® con dos de sus clientes en julio de 2016 en el Piz Bernina (4.049 m).

Cara sur del Annapurna. Foto: GETTY/ V¨ªdeo: EL PA?S

Lafaille escapa con vida, I?aki no

Jean Christophe Lafaille, uno de los alpinistas m¨¢s fuertes y polivalentes de la historia, qued¨® ¡°prisionero del Annapurna¡±, incapaz de olvidar y aceptar su suerte en la cara sur de la monta?a. En 1992, acompa?ado por el tambi¨¦n franc¨¦s Pierre B¨¦ghin, una tormenta frustr¨® su ascensi¨®n en estilo alpino por un terreno t¨¦cnico a la derecha de la l¨ªnea brit¨¢nica. En su huida, tratando de ahorrar material para poder administrarlo en los numerosos r¨¢peles (descolgarse con sus cuerdas desde un punto abandonado en la roca o el hielo), B¨¦ghin pidi¨® a Lafaille que retirase una pieza, confiando en la seguridad de la que colgaba. Cuando esta cedi¨® con un chasquido seco, la mirada incr¨¦dula, aterrorizada y finalmente resignada de B¨¦ghin mientras se precipitaba al vac¨ªo qued¨® fijada para siempre en la retina de Lafaille. Sin cuerdas, solo su enorme destreza t¨¦cnica le permiti¨® destrepar lo escalado, sabiendo que el m¨ªnimo fallo lo matar¨ªa. ¡°Estuve tentando de reunirme r¨¢pidamente con Pierre¡±, narrar¨ªa el franc¨¦s, sobre todo despu¨¦s de que una roca quebrase uno de sus brazos. Alcanz¨® el pie de la pared como un moribundo y no escap¨® realmente del Annapurna hasta que en 2002 pis¨® su cima en compa?¨ªa de Alberto I?urrategi, firmando la primera repetici¨®n de la ruta Loretan-Joos y regresando por id¨¦ntico itinerario. Nadie sabe en qu¨¦ circunstancias pereci¨® Jean Christophe Lafaille. Fue en el invierno de 2006, en el Makalu, en absoluta soledad.

I?aki Ochoa de Olza, en cambio, jam¨¢s escapar¨ªa del Annapurna. Tratando de imitar el gesto de Lafaille e I?urrategi, el navarro sufri¨® un edema pulmonar y para salvarlo se organiz¨® un operativo de rescate a la altura de su genial personalidad. Ueli Steck fue el ¨²nico que pudo alcanzar la arista este, por encima de los 7.000 metros: salv¨® la vida del rumano Horia Colibasanu (se negaba a abandonar a su compa?ero de escalada I?aki mientras no llegase ayuda) y consigui¨® que I?aki no muriese sin compa?¨ªa. Sin conocer el destino del navarro, el tercer miembro de la cordada original, Alexei Bolotov, alcanz¨® la cima en solitario, regres¨® y a¨²n tuvo fuerzas para ayudar en el rescate. Pero la buena estrella del ruso se apagar¨ªa en el Everest, en 2013.

Ueli Steck es de otra galaxia

Le apodaban la m¨¢quina suiza. Ueli Steck concentr¨® en su persona todas las virtudes que se le suponen al alpinismo de vanguardia: capacidad t¨¦cnica, resistencia, velocidad, imaginaci¨®n, valor¡­ Steck se hizo un nombre cuando destroz¨® todos los r¨¦cords de velocidad en las monta?as alpinas, desde la norte del Eiger hasta la norte de las Grandes Jorasses. Pero lo que logr¨® en el Anapurna sigue siendo una salvajada: siguiendo el intento de apertura de Lafaille y Bh¨¦gin, en octubre de 2013 el suizo alcanz¨® la cima y regres¨® en 28 horas de esfuerzo. Asegur¨® entonces que encontr¨® las condiciones perfectas para escalar y progresar de forma veloz¡­ y a?adi¨® que jam¨¢s ser¨ªa ¡°capaz de escalar algo tan comprometido¡±. ¡°He alcanzado mi techo¡±, afirm¨®.

Apenas una semana despu¨¦s de su tremenda exhibici¨®n, dos de los mejores alpinistas franceses de las ¨²ltimas d¨¦cadas siguieron m¨¢s o menos la l¨ªnea escalada por Steck. En su segundo d¨ªa de ascenso, St¨¦phane Benoist y Yannick Graziani alcanzaron un lugar, a 6.650 metros, donde plantar su tienda. El mal tiempo los retuvo ah¨ª tres d¨ªas, pero cuando dej¨® de nevar, decidieron seguir, esta vez abri¨¦ndose paso por nieve profunda. Pese a las dificultades t¨¦cnicas, la pareja logr¨® la cima, el d¨ªa en que Graziani cumpl¨ªa 40 a?os: ¡°Fue un d¨ªa inolvidable: en la cima del Annapurna con un amigo al que conoc¨ª escalando cerca de casa cuando ten¨ªamos 15 a?os¡±. Pero Benoist, que hab¨ªa liderado todos los tramos dif¨ªciles, resolvi¨¦ndolos con maestr¨ªa, se hundi¨® tras la cima: sufr¨ªa una neumon¨ªa y severas congelaciones que, m¨¢s tarde, derivaron en amputaciones. Perdi¨® los dedos de los pies y varias falanges de la mano derecha. Graziani no sabe a¨²n de d¨®nde sac¨® la energ¨ªa para organizar el descenso. En total, invirtieron 10 d¨ªas para subir y bajar de una monta?a que Steck sobrevol¨® en 28 horas. El 30 de abril de 2017, mientras se aclimataba para el Everest, Ueli Steck perdi¨® la vida en el Nuptse. Nadie sabe las causas. Su p¨¦rdida conmocion¨® a toda la comunidad de alpinistas que lo cre¨ªan inmortal.

Las p¨¦rdidas polacas

Dos de las tres grandes aperturas en la vertiente sur tienen protagonistas polacos. En 1981, Maciej Berbeka y Boguslaw Probulski ascendieron el pilar este de la cara sur hasta la cima central (8.051 m), firmando uno de los grandes momentos de la historia del himalayismo. Berbeka, aut¨¦ntica leyenda y uno de los grandes nombres de la conquista de los ochomiles en invierno, contaba con las primera invernales al Manaslu, en 1984, y al Cho Oyu, apenas un a?o despu¨¦s. Pero su reto pendiente era el Broad Peak en invierno, as¨ª que cuando el alpinismo polaco decidi¨® reclutar a sus mejores j¨®venes para escalar los ochomiles del Karakorum, Berbeka se sum¨® al reto, pese a que contaba 58 a?os. El 5 de marzo de 2013 cuatro escaladores polacos conquistaron el Broad Peak en invierno. Berbeka estaba entre ellos, pero no logr¨® descender.

En 1988, los tambi¨¦n polacos Artur Hazjer y Jerzy Kukuzcka escogieron un espol¨®n de roca que desde la cara sur asciende hasta la arista este y desde ah¨ª hasta la cima este (8.013 m). Si Kukuzcka ya formaba parte del olimpo himal¨¢yico, Hazjer no le iba a la zaga. El primero fallecer¨ªa un a?o despu¨¦s en la sur del Lhotse y el destino encontrar¨ªa a Hazjer mucho despu¨¦s, en 2013, cuando resbal¨® en el Gasherbrum I. La ¨²ltima apertura tiene nombre y apellido esloveno: Tomaz Humar. Siguiendo una l¨ªnea paralela a la de los polacos de 1988, ese mismo a?o Humar alcanz¨® en solitario la cima este¡­ se?alando quiz¨¢ el camino a seguir por Ueli Steck. Dos a?os despu¨¦s, el genial y desenfadado esloveno morir¨ªa en el Langtang Lirung. Apenas ten¨ªa 40 a?os.

Los 11 alpinistas desaparecidos hab¨ªan firmado buena parte de las mejores p¨¢ginas del himalayismo con una caracter¨ªstica com¨²n: su empuje y visi¨®n siempre permitieron dar saltos de gigante a una disciplina donde el ¨²nico freno es la muerte. Todos cayeron en la monta?a, salvo Bohigas y el inclasificable Don Whillans, que falleci¨® en su cama devorado por la cirrosis. Justificaba su querencia por la botella explicando que ten¨ªa p¨¢nico a la deshidrataci¨®n.