Por qu¨¦ encontrar pareja parece hoy misi¨®n imposible
El s¨ªndrome de ¡°puedo optar a algo mejor¡± es hijo de internet y de la inmediatez de la era digital, donde a los espacios reales se suman las aplicaciones para ligar, ampliando hasta el infinito los territorios para buscar compa?ero
Encontrar pareja era, hasta hace no mucho, una actividad que discurr¨ªa en paralelo a la existencia, sin demasiados aspavientos, a no ser que uno fuera muy raro o especial. Pero pareciera que la vida hubiese externalizado este servicio y, como ocurre en estos casos, la calidad del mismo empeorara, las listas de espera aumentaran y la gente se viera obligada a recurrir a las aplicaciones de citas o a las modernas agenc...
Encontrar pareja era, hasta hace no mucho, una actividad que discurr¨ªa en paralelo a la existencia, sin demasiados aspavientos, a no ser que uno fuera muy raro o especial. Pero pareciera que la vida hubiese externalizado este servicio y, como ocurre en estos casos, la calidad del mismo empeorara, las listas de espera aumentaran y la gente se viera obligada a recurrir a las aplicaciones de citas o a las modernas agencias matrimoniales, con sus servicios de matchmaking, coach de pareja o diagn¨®stico emocional.
No solo las personas ya maduras, con un historial de reproches y un elevado nivel de exigencia inversamente proporcional al de tolerancia y aceptaci¨®n, ven c¨®mo sus expectativas de encontrar a su media naranja se dibujan como espejismos en el horizonte. Muchos j¨®venes a?oran la ¨¦poca de sus padres: un universo anal¨®gico donde la gente hablaba cara a cara y en el que las discotecas serv¨ªan para m¨¢s cosas que bailar, beber o tomar pastillas.
Monta?a V¨¢zquez es la fundadora y directora de Tu pareja perfecta, una agencia de matchmaking, con base en Madrid, adem¨¢s de la autora de Match. C¨®mo encontrar pareja en la postmodernidad (Alienta Editorial). Seg¨²n cuenta en su libro, ¡°somos n¨®madas del amor con poca capacidad de emprendimiento emocional, hemos convertido al sentimiento universal en una commodity¡±. Los que acuden a la agencia son, como explica su directora, ¡°gente que ya lo ha intentado por otros medios y no lo ha conseguido, desertores de las apps de citas, por agotamiento o malas experiencias, y personas que valoran su privacidad y no quieren estar expuestas en las redes sociales¡±. ¡°O que no tienen tiempo¡±, matiza, ¡°porque buscar pareja en serio puede requerir tanto esfuerzo como buscar trabajo. Aunque aqu¨ª yo sustituir¨ªa la palabra buscar por atraer, que me parece m¨¢s adecuada, ya que buscar desde la necesidad o la urgencia nunca trae nada bueno¡±.
Uno de los escollos importantes en la dif¨ªcil empresa de atraer al amor es el del miedo a mostrarse vulnerable o necesitado. ¡°Nadie quiere mostrar su vulnerabilidad por miedo a sufrir o a que le rechacen y, claro, sin eso no se pueden crear relaciones aut¨¦nticas¡±, se?ala V¨¢zquez. Coincide el sex¨®logo Santiago Frago. ¡°En la era del amor l¨ªquido de Bauman¡±, subraya el tambi¨¦n codirector de Amaltea, Instituto de Sexolog¨ªa y Psicoterapia, en Zaragoza, ¡°muy pocos quieren apuntarse al compromiso. Las relaciones son fr¨¢giles porque, entre otras cosas, pocos est¨¢n dispuestos a desnudarse emocionalmente y a la dedicaci¨®n y constancia que esta tarea requiere¡±.
Para relacionarse en modo er¨®tico hay una premisa imprescindible. Seg¨²n cuenta Francisca Molero, ginec¨®loga, sex¨®loga, directora del Instituto Iberoamericano de Sexolog¨ªa y presidenta de la Federaci¨®n Espa?ola de Sociedades de Sexolog¨ªa, el ingrediente es mostrar inter¨¦s, porque es el que dar¨¢ pie al otro/a para que se acerque. ¡°Saberse objeto de atracci¨®n es muy erotizante. Si quieres algo o te gusta algo, mu¨¦stralo y pide lo que quieres con respeto. Es el primer paso de la seducci¨®n, mostrarse interesado, pero esto implica el riesgo a no ser correspondido, a sentirse herido o rechazado, por eso lo evitamos¡±, explica.
El s¨ªndrome de ¡°puedo optar a algo mejor¡± es hijo de internet y de la inmediatez de la era digital; pero es est¨¦ril e incapaz de germinar, ni siquiera en las tierras m¨¢s f¨¦rtiles. Antiguamente, se buscaba pareja en el baile de los domingos, del pueblo o en la discoteca que pon¨ªa la m¨²sica que nos gustaba. Ahora el territorio se ha ampliado hasta el infinito. ?Qui¨¦n nos dice que nuestra media naranja no vive en Australia, criando avestruces en una granja? Cuando la oferta es tan desmesuradamente grande (Tinder, Meetic, Badoo, Grindr, OkCupid¡) se produce el efecto contrario. No podemos elegir porque creemos que nos estamos perdiendo algo mejor.
Los espacios destinados a los encuentros o la seducci¨®n no siempre pueden competir con el mundo digital, donde parece que todo es posible. Ana, con 49 a?os y originaria de la ciudad mallorquina de Palma, busca pareja sobre todo en las apps de citas porque, confiesa: ¡°No me gustan las discotecas y la posibilidad de ligar en un restaurante o un bar, cuando vas con amigos, es muy reducida¡±. Negarse a utilizar las nuevas tecnolog¨ªas en este campo es, para Ana, como rehusar el ordenador y seguir con la m¨¢quina de escribir. ¡°No todo el mundo que est¨¢ en Tinder est¨¢ loco o frustrado. Hay mucha gente normal que merece la pena y yo he hecho incluso amigos, con los que nunca he tenido una relaci¨®n ¨ªntima. Pero eso s¨ª, ligar es un trabajo que requiere tiempo y no perder la esperanza. Para m¨ª, que me muevo mucho y he vivido en distintos pa¨ªses, lo m¨¢s f¨¢cil siempre ha sido, por este orden: encontrar trabajo, luego casa y, despu¨¦s, pareja. Pero ah¨ª sigo, esperando a que alguien est¨¦ en la posici¨®n y dispuesto para invertir en m¨ª¡±.
Nos hemos vuelto cada vez m¨¢s individualistas y los espacios comunes se han ido reduciendo¡±Francisca Molero, ginec¨®loga y sex¨®loga
¡°Nos hemos vuelto cada vez m¨¢s individualistas y los espacios comunes se han ido reduciendo¡±, apunta Molero. ¡°Mucha gente ya solo dispone de tiempo para la familia directa y los amigos muy ¨ªntimos. Tengo la impresi¨®n de que antes los espacios se compart¨ªan m¨¢s. Se hac¨ªan fiestas y se invitaban a amigos, que tra¨ªan acompa?antes y siempre acababas conociendo a alguien nuevo. Creo que en este sentido nos hemos cerrado bastante, impidiendo as¨ª que se produzcan nuevas conexiones¡±. Monta?a V¨¢zquez, sin embargo, no cree que el ciberespacio sea incompatible con la realidad en tres dimensiones: ¡°Es como cuando lleg¨® la tele y la gente pensaba que la radio morir¨ªa. La gran mayor¨ªa combina el mundo digital con el real. Y sobre todo, tras la pandemia, hay un ansia de volver a lo presencial¡±.
Para la creadora de Tu pareja perfecta los hombres est¨¢n muy perdidos y muchos no saben c¨®mo acercarse a una mujer. ¡°No saben si se est¨¢n sobrepasando o si no llegan. Pareciera que es ella la que debe dar siempre el permiso para comenzar, pero eso implica poner toda la responsabilidad en las mujeres. Estamos perdiendo aspectos y matices muy interesantes en las relaciones humanas. Me refiero a eso de ¡®te miro y me miras y si pasa algo, bueno¡±. ¡°Hay un miedo a que el otro se sienta invadido, molestado. Y, en el caso de los hombres, a cometer alg¨²n micromachismo, porque hay cosas que antes se toleraban y ahora no. Esto se potencia en las redes sociales, que dan lugar a muchos malentendidos¡±, opina Santiago Frago.
Seg¨²n Francisca Molero, ¡°se confunde seducci¨®n con manipulaci¨®n y hay muchas susceptibilidades a flor de piel, lo que hace que se pierda la espontaneidad¡±. Y afirma: ¡°Hay dos armas de seducci¨®n muy potentes que son la seguridad sentida (no fingida) y el optimismo; y me temo que los tiempos que corren no las favorecen¡±.