Kerry Taylor, la experta en subastas de moda que se neg¨® a vender la ropa interior de la reina Isabel II
Tras convertirse en la rematadora m¨¢s joven de la historia de Sotheby¡¯s, cuando la casa cerr¨® su divisi¨®n de moda, en 2003, decidi¨® crear su propio negocio. Su capacidad para descubrir tesoros y los r¨¦cords de sus ventas han contribuido al bum de la ropa antigua: ¡°Tenemos como clientas a algunas de las mujeres m¨¢s famosas y ricas del mundo¡±
Cada d¨ªa a las siete de la ma?ana, Kerry Taylor (Gales del Norte, 62 a?os) abre su correo para leer los emails que le llegan de todos los rincones del mundo ofreci¨¦ndole ropa antigua. ¡°La mayor¨ªa de veces no tiene demasiado valor¡±, explica la propietaria de la casa de subastas hom¨®nima. ¡°Pero en ocasiones me encuentro con algo muy especial y salto de la cama para responder enseguida¡±. A lo largo de sus 45 a?os como experta en subastas de moda, ha vendido piezas propiedad de Lady Di ¡ªcomo el vestido negro con el que bail¨® con John Travolta en la Casa Blanca en 1985¡ª, Ava Gardner, Kate Middleton o Audrey Hepburn, adem¨¢s de prendas que fueron clave en la imagen de artistas como Madonna, Bj?rk o Amy Winehouse. Medio historiadora, medio detective, tiene el don de descubrir tesoros en los lugares m¨¢s insospechados. Como muestra, un vestido de Christian Dior que llev¨® Elizabeth Taylor para recoger su Oscar como mejor actriz en 1961, que apareci¨® en una vieja maleta en Londres y termin¨® vendi¨¦ndose por unos 300.000 euros; o unos dise?os de Madeleine Vionnet sin etiqueta que encontr¨® enrollados en pl¨¢stico.
En alguna ocasi¨®n le ha llegado alguna que otra sorpresa que tuvo que rechazar: ¡°La ¨²nica vez que lo hice por razones ¨¦ticas fue cuando me presentaron un par de bragas con iniciales bordadas pertenecientes a la reina Isabel II de Inglaterra de los a?os cincuenta, que hab¨ªan conseguido de un avi¨®n. Alguien de la tripulaci¨®n se las dio a quien me las ofreci¨®. Me pareci¨® de mal¨ªsimo gusto, una falta de respeto. De la reina Victoria hubiera aceptado, pero ni en sue?os vender¨ªa la ropa interior de la reina Isabel¡±, reconoce en conversaci¨®n con EL PA?S.
Taylor creci¨® en la granja de su padre y su primer contacto con la moda vino gracias a las pel¨ªculas de Hollywood en blanco y negro. Empez¨® a trabajar en Sotheby¡¯s, y con apenas 21 a?os se convirti¨® en la directora y rematadora m¨¢s joven de la historia de la organizaci¨®n. Cuando en 2003 esta casa de subastas cerr¨® su divisi¨®n de moda, se vio sin trabajo siendo madre soltera de dos hijos y con una hipoteca. ¡°Primero entr¨¦ en p¨¢nico, luego le pregunt¨¦ a mis exjefes si me pod¨ªa quedar con el negocio que ellos no quer¨ªan. Accedieron y desde entonces no he mirado atr¨¢s.¡± Hoy Kerry Taylor Auctions, con sede en el sur de Londres, organiza unas seis ventas al a?o (aunque durante 2024 han montado 11 en Londres y 4 en Par¨ªs), gestionadas por un equipo de cuatro personas, entre las que se encuentra su hijo Alex.
En el momento de la conversaci¨®n con este peri¨®dico, la subastadora est¨¢ preparando los ¨²ltimos detalles de la venta que cerrar¨¢ el calendario de este a?o, la denominada Passion for Fashion, prevista para el 10 de diciembre. Se trata de una cita recurrente que abarca dise?o contempor¨¢neo y vintage, accesorios de lujo, alta costura y antig¨¹edades. ¡°En esta edici¨®n contamos con mucho Chanel y Vivienne Westwood, un vestido negro de Valentino alta costura que llev¨® Audrey Hepburn y otro bastante horrible firmado por Ian Thomas que perteneci¨® a Margaret Thatcher. Unas 80 piezas de Galliano, entre ellas el vestido que sali¨® en Sexo en Nueva York con estampado de peri¨®dico, muy ponible¡±, explica. ¡°Es muy interesante ver que la reina Letizia de Espa?a eligiese Balenciaga vintage para su retrato de Annie Leibovitz. Tenemos un maravilloso vestido de gala rosa de Balenciaga Alta Costura de 1955, perfecto para quienes busquen algo digno de realeza¡±.
Su buen ojo y la repercusi¨®n medi¨¢tica de sus subastas han contribuido a la actual popularidad de la moda vintage. ¡°Las casas que cerraron sus departamentos de moda los han vuelto a abrir, ?para competir conmigo!¡±, se queja. Pero la empresaria cuenta con las bazas de un conocimiento enciclop¨¦dico y la informaci¨®n adicional que siempre facilita: ¡°Es absolutamente necesario ofrecer seguridad. Ahora hay falsificaciones muy bien conseguidas, as¨ª que no bajamos la guardia y rara vez nos equivocamos. Los precios de este tipo de prendas suben constantemente, hay gente a la que le interesa fabricar falsificaciones o cambiar etiquetas para lograr esas cantidades¡±.
Los museos y las colecciones privadas se f¨ªan de sus garant¨ªas. ¡°Tenemos como clientas a algunas de las mujeres m¨¢s famosas y ricas del mundo. No voy a dar nombres, pero estoy segura de que durante esta ceremonia o fiesta de los Oscar se ver¨¢n piezas procedentes de Kerry Taylor¡±, aventura. A esta guerra de pujas tambi¨¦n se une un creciente inter¨¦s de las firmas de moda, que vuelven a adquirir sus propios productos para proteger su patrimonio: ¡°Es una buena inversi¨®n porque adem¨¢s los dise?adores actuales, faltos de ideas, recurren a los archivos para inspirarse, ?que no digo copiar!¡±, dice entre risas.
Taylor admite que la inestable situaci¨®n econ¨®mica mundial no afecta a sus ganancias, que siguen batiendo r¨¦cords. ¡°?Puedo decir una cosa? Los ricos siempre son ricos, no importa el estado de la econom¨ªa¡±, sentencia. ¡°A pesar de todo, seguimos representando una buena calidad - precio. Una chaqueta de Chanel aburrida comprada en tienda cuesta 10.000 euros, y yo vendo un traje de Chanel alta costura por mil. Si pujas contra minoristas puede que te termines llevando algo a un buen precio porque los due?os de los establecimientos tienen que pagar alquileres y empleados. El pr¨ºt-¨¤-porter es hoy muy aburrido y sus precios son una locura. ?Hacen que mis ventas se vean baratas!¡±.
Su esp¨ªritu comercial no le impide dar pistas para aquellos que empiezan y no cuentan con presupuestos abultados: ¡°Recomiendo invertir en Pierre Balmain, era muy buen dise?ador y a¨²n es bastante asequible. Su patrimonio no es muy activo y no se han publicado grandes libros sobre su trabajo. Tambi¨¦n sugiero Givenchy, y las piezas menos barrocas de Saint Laurent¡±. ?No le tienta construir su propia colecci¨®n de moda? ¡°Nunca pujo en contra de mis clientes, eso es tab¨². Adem¨¢s, no hago m¨¢s que trabajar y nunca voy a ning¨²n sitio. Alguna vez me hago con alg¨²n vestido de la d¨¦cada de los cincuenta de una tienda vintage para llevarlo en el trabajo, pero en general me paso el d¨ªa en vaqueros y botas de agua en mi jard¨ªn¡±.