El tut¨² de Sarah Jessica Parker en ¡®Sexo en Nueva York¡¯, que cost¨® cinco d¨®lares, se vende en subasta por 40.000

El jueves por la ma?ana, a las 10 en punto de Los ?ngeles, la casa de subastas Julien¡¯s arrancaba una de sus siempre esperadas ventas, llamada Unstoppable: signature styles of iconic women in fashion (Imparables: el estilo de mujeres ic¨®nicas en la moda). Especializados en ropa y objetos de Hollywood y en prendas que han llevado distintas celebridades en ocasiones especiales, como cumplea?os o entregas de premios, esta vez la estrella de la casa, con permiso de los dise?os de Dior o los vestidos de alta costura de Balenciaga, era el lote 31. Se trataba del tut¨² blanco que Sarah Jessica Parker luci¨® para los t¨ªtulos de cr¨¦dito de Sexo en Nueva York durante las seis temporadas de la serie (de 1998 a 2004), y que tambi¨¦n llev¨® en una escena de la pel¨ªcula hom¨®nima de 2008. Sal¨ªa a la venta por 2.000 d¨®lares y la casa de subastas estimaba que pod¨ªa alcanzar los 8.000, incluso los 12.000 d¨®lares. No hab¨ªa empezado la subasta y las pujas por internet empezaron a subir r¨¢pidamente: 5.000, 10.000, 12.500... La quinta se elevaba hasta 30.000, y ya en plena subasta, en un ¨²ltimo empuj¨®n, llegaba a los 40.000 d¨®lares como precio final. La prenda le hab¨ªa costado a la estilista de la serie, Patricia Field, apenas cinco d¨®lares hace 25 a?os. Aunque ajustado a la inflaci¨®n ser¨ªan algo menos de 10 d¨®lares, aun as¨ª la inversi¨®n ha merecido la pena.

Hasta los responsables de la subasta se declaraban ¡°emocionados¡± por la venta de la que denominaban ¡°una pieza clave¡±. ¡°Sexo en Nueva York define el empoderamiento femenino, la moda, el estilo... Adem¨¢s, todos recordamos ese momento en el que le salpica el agua. Es una pieza hist¨®rica. Defini¨® la serie y defini¨® una era¡±, aseguraba el responsable de la subasta desde su atril, mazo en mano.

El dise?o estaba formado, como explicaba la ficha t¨¦cnica, por una falda de tres capas de tul blanco con una banda de sat¨¦n como cinturilla en el mismo tono. Las medidas son 58 cent¨ªmetros de cintura, 81 de cadera y 40 de largo. El cuerpo en color rosa, aclaran desde Julien¡¯s, no es el usado en la serie. La falda no tiene etiqueta, tampoco talla. Fue la c¨¦lebre dise?adora de vestuario Patricia Field ¡ªla propia Sarah Jessica Parker pidi¨® que fuera ella la encargada de la vestimenta de la ficci¨®n, despu¨¦s de trabajar juntas en la pel¨ªcula Miami en 1995¡ª quien dio con ella en el llamado Garment District de Nueva York (una zona de muchas tiendas de ropa entre las avenidas 6? y 9?, a la altura de la calle 35 y junto al Madison Square Garden) en un contenedor de prendas que se vend¨ªan a cinco d¨®lares. La idea original de la creadora de los ic¨®nicos estilismos de la columnista Carrie Bradshaw, el personaje al que interpretaba Parker, era que en los cr¨¦ditos llevara un vestido de Marc Jacobs, de la colecci¨®n de primavera de 1998 del dise?ador que llev¨® Kate Moss en la pasarela, pero se dio cuenta de que no quer¨ªa algo tan anclado en el tiempo, que la identificara con una ¨¦poca, y prefer¨ªa algo m¨¢s atemporal. Vio en el tut¨² su perfecta pieza. Adem¨¢s, a la propia actriz le encant¨® la idea.

En realidad, hay un total de cinco de estos tut¨²s; este ser¨ªa el quinto. Al no tener talla, etiqueta ni elementos que lo identifiquen, para la subasta Field ha adjuntado un certificado de autenticidad que confirma que es uno de los de la serie. La propia Parker contaba en un v¨ªdeo para la revista Vogue que se necesitaron varios precisamente porque en la escena un autob¨²s la salpica y mancha, y era fundamental tener varios. ¡°Mucha gente afirma tener el tut¨². S¨¦ que Patricia Field tiene uno, [el guionista y director] Michael Patrick tiene otro... Solo usamos uno, pero imagino que como esa secuencia tiene el momento de la salpicadura, probablemente hab¨ªa cuatro, cinco o seis¡±, relataba. El conjunto se acompa?¨® de esa camiseta rosa y de unas sandalias de tac¨®n de Jimmy Choo. Ensayaron varias veces y no tuvieron que hacer demasiadas tomas, recordaba la actriz. ¡°Pat y yo hablamos de un mont¨®n de opciones y, al final, nos decidimos por esta: camiseta de tirantes, tut¨² y tacones. Como hab¨ªa varios de estos [tut¨²s], mucha gente dice tenerlos. Yo no creo que tenga... ?tengo un tut¨²? S¨ª, tengo uno. ?D¨®nde est¨¢, qui¨¦n lo tiene?¡±, se preguntaba.

La cabecera de la serie se convirti¨® en todo un ¨¦xito, y el look y el estilo en general de Sarah Jessica Parker fueron ampliamente imitados. Ella misma volvi¨® a llevar la prenda en la primera pel¨ªcula sobre Sexo en Nueva York, en 2008, en un momento en el que lo encuentra mientras hace limpieza de su armario. Sus amigas Samantha, Miranda y Charlotte, presentes mientras se va probando la ropa, le otorgan un ¡°?Qued¨¢telo!¡± un¨¢nime al verlo.

La otra gran estrella de la subasta ha sido un vestido de c¨®ctel de Diana de Gales. Realizado en terciopelo negro con una franja en blanco y negro en sat¨¦n tanto sobre los hombros, descubiertos, como en el bajo, a media pierna y de manga larga, fue dise?ado por Catherine Walker, una de las creadoras de moda favoritas de la princesa; se calcula que a lo largo de su vida Diana llev¨® m¨¢s de 1.000 dise?os suyos. Este en concreto fue para un evento privado de 1993. Las pujas empezaron con 25.000 d¨®lares, pero el final fue imparable: pasaron de 100.000 a 150.000, para saltar a 200.000 y con una ¨²ltima que lo elev¨® a nada menos que 250.000 d¨®lares. Sin embargo, no ha logrado romper el r¨¦cord establecido el pasado a?o, precisamente tambi¨¦n por Julien¡¯s, por un vestido de la exesposa de Carlos III de Inglaterra: en diciembre vendieron un traje azul y negro de Jacques Azagury por algo m¨¢s de 1,1 millones de d¨®lares. En septiembre se vendi¨® un jersey por 600.000.

Tambi¨¦n ha destacado un vestido verde corto de alta costura de Givenchy, con chaqueta a juego, que luci¨® la princesa Gracia de M¨®naco junto a Raniero para visitar a los Kennedy en 1961. Se ha colocado en nada menos que 250.000 d¨®lares, saliendo por 15.000.

La subasta ha constado de un total de 122 lotes. El primero era el vestido que Paris Hilton us¨® en para la portada de su disco hom¨®nimo en 2006. Con una parte superior de tirantes y la inferior con una falda de tul de volantes, era un dise?o de Louis Verdad. El precio de salida era de 2.000 d¨®lares, pero antes de empezar la subasta ya se hab¨ªa colocado en 4.500 (aunque se estimaba que iba a llegar a los 8.000-10.000 d¨®lares). Adem¨¢s del de Hilton, hab¨ªa ropa de celebridades como las hermanas Kim y Khlo¨¦ Kardashian, y vestidos de Balenciaga, Yves Saint Laurent y Fendi, Nina Ricci, Vivienne Westwood, Ungaro, Versace, un mono de esquiar de Chanel (se vendi¨® por 6.000 d¨®lares), un vestido de 2008 de Alexander McQueen estampado con el rostro de Isabel II (llamado La chica que vivi¨® en el ¨¢rbol) por apenas 900 d¨®lares o alg¨²n Dior de John Galliano. De este dise?ador se subastaba un vestido de primavera de 2000, con su c¨¦lebre estampado de peri¨®dico; empezando por 2.000 d¨®lares, lleg¨® a los 9.000. Los vestidos de Rei Kawakubo para Comme des Gar?ons tambi¨¦n han sido un ¨¦xito, pasando de 200 a m¨¢s de 2.200 d¨®lares. El vestido que Audrey Hepburn llev¨® en el bautizo de su hijo Luca en 1970, dise?ado por Yves Saint Laurent, se ha vendido por 10.000 d¨®lares, y otro de Karl Lagerfeld para una pel¨ªcula de Elizabeth Taylor de 1968 por 4.500. Un vestido Delphos de Mariano Fortuny se ha venido por apenas 350 d¨®lares.

Tambi¨¦n han salido a la venta una gabardina dorada de Burberry que us¨® Whitney Houston sobre el escenario en una actuaci¨®n en Marruecos en 2008. Part¨ªa en los 700 d¨®lares y antes de empezar la subasta ya iba por 3.500, que fue finalmente el precio alcanzado. Tambi¨¦n se vendi¨® otra gabardina blanca de piel de Lady Gaga dise?ada por Tamuna Ingorovka (sal¨ªa por 700 y las pujas se quedaron en 3.000 d¨®lares), as¨ª como unos pantalones y zapatos de Dolce & Gabbana que llev¨® Cher a una fiesta posterior a los Oscar en 2000 (sali¨® por 700 y se vendi¨® en 4.500). Parte de las piezas eran de la propia casa de subastas, pero algunos particulares tambi¨¦n subastaban sus objetos: Joan Collins ha vendido parte de su armario, como vestidos y chaquetas de Chanel, y parte de su bisuter¨ªa, y antiguos empleados de Elizabeth Taylor se han deshecho de vestidos suyos. Tambi¨¦n se han podido comprar trajes de la serie Dallas y anillos y pendientes de la serie Dinast¨ªa, que pertenec¨ªan a la jefa de departamento de vestuario.