Las ganas de feria se imponen en las dos pasarelas de moda flamenca de Espa?a
Los dise?adores del sector afrontan la temporada con optimismo pero tambi¨¦n con cautela por la inflaci¨®n, despu¨¦s de un 2022 que super¨® sus expectativas tras los dos a?os de par¨®n obligado por el coronavirus
Aunque en Sevilla los armarios empiezan a hacer hueco a las t¨²nicas de nazareno, el roce de organd¨ª de los volantes o el vuelo de seda de los mantoncillos que en las dos ¨²ltimas semanas han acaparado la atenci¨®n en las dos principales pasarelas de moda flamenca de Espa?a, We Love Flamenco y la Semana Internacional de la Moda Flamenca (Simof), son un firme recuerdo de que la Feria de Abril...
Aunque en Sevilla los armarios empiezan a hacer hueco a las t¨²nicas de nazareno, el roce de organd¨ª de los volantes o el vuelo de seda de los mantoncillos que en las dos ¨²ltimas semanas han acaparado la atenci¨®n en las dos principales pasarelas de moda flamenca de Espa?a, We Love Flamenco y la Semana Internacional de la Moda Flamenca (Simof), son un firme recuerdo de que la Feria de Abril est¨¢ a la vuelta de la esquina. Tambi¨¦n de que las ganas de vestirse de gitana siguen intactas 12 meses despu¨¦s de que se desatara el furor de las clientas por la compra de trajes, azuzado por dos a?os sin ferias ni romer¨ªas canceladas por el coronavirus.
¡°La gente est¨¢ incluso m¨¢s animada que el a?o pasado¡±, reconoce Carmen Ca?averal, responsable de Pepa Garrido, el nombre de su madre y fundadora de la marca. Los dise?adores de ropa flamenca abordaron la pasada campa?a en medio de la incertidumbre provocada por desconocer si se iba a celebrar la Feria, y en n¨²meros rojos, despu¨¦s de dos a?os en blanco, capeando la falta de ingresos, las plantillas en ERTE y la p¨¦rdida de toda la inversi¨®n realizada en las colecciones de 2020, que se quedaron colgadas en los talleres. Este 2023 lo afrontan con optimismo, pero con la cautela que impone la coyuntura econ¨®mica por la inflaci¨®n y los problemas log¨ªsticos.
Antes de que estallara la crisis de la covid, el sector facturaba unos 25 millones de euros al a?o, una cifra que solo se puede aventurar. ¡°No hay un ep¨ªgrafe espec¨ªfico en la CNAE [Clasificaci¨®n Nacional de Actividades Econ¨®micas] que aglutine a los dise?adores y empresarios dedicados a la moda flamenca¡±, recalca Pablo Retamero, uno de los responsables de LunarOff, una plataforma que se constituy¨® en octubre de 2020 para mejorar las condiciones empresariales y laborales del sector, y que aglutina a unas 300 empresas vinculadas a la moda flamenca. Ese ep¨ªgrafe permitir¨ªa cuantificar con exactitud el n¨²mero de empresas, los puestos de trabajo que genera, los ingresos, las exportaciones¡ Y tambi¨¦n hubiera permitido canalizar las ayudas que muchos no han podido percibir por no estar adscritos a una CNAE en concreto.
Los dise?adores encaran la nueva temporada con entusiasmo contenido, despu¨¦s del a?o pasado en el que muchos no pudieron cubrir una demanda que se desbord¨® por el n¨²mero de pedidos que realizaron las clientas en el ¨²ltimo momento, cuando se confirm¨® que habr¨ªa Feria de Abril. Este a?o la incertidumbre viene marcada por el alza en el precio de las telas y las complicaciones en el suministro por el retraso de los portes que vienen de China. ¡°Hay un incremento generalizado en el precio de buena parte del tejido, bastante fuerte, sobre todo del poli¨¦ster, el canc¨¢n y el organd¨ª, que es con lo que se hacen los volantes. La materia prima se ha encarecido y tambi¨¦n los costes del transporte, y eso hay que repercutirlo en el tejido¡±, explica Retamero. Una subida que los dise?adores van a absorber.
Ese temor se traslada a las tendencias, pero siguiendo al pie de la letra el refr¨¢n de hacer de la necesidad virtud. ¡°Los problemas en la cadena de suministros se han solventado con el uso de otros tejidos y un trasvase de los vol¨²menes¡±, indica Pedro Gonz¨¢lez, presidente de Qlamenco, una de las dos asociaciones que aglutina a los dise?adores de moda flamenca. El a?o pasado, con las arcas bajo m¨ªnimos, los vol¨²menes se trasladaron a los escotes y las mangas para ahorrar dinero en el metraje de la tela de la parte inferior del traje. Este a?o, esa impronta se mantiene. ¡°Como la seda que viene de China est¨¢ tan cara, hemos sustituido los flecos por cuero y la acogida ha sido fant¨¢stica¡±, indica Retamero.
Reinventarse para no morir
Aunque el a?o pasado se superaron las expectativas, los ingresos no sirvieron para cubrir las p¨¦rdidas acumuladas durante los dos a?os de par¨®n obligado. ¡°Har¨¢ falta una temporada o dos m¨¢s para sobreponernos. Muchos nos hemos dejado los ahorros de d¨¦cadas de trabajo¡±, abunda Retamero. No hay datos oficiales, pero las asociaciones del gremio coinciden en que durante la pandemia han desaparecido o han tenido que reconducir su modelo de negocio el 10% de las empresas, la mayor¨ªa familiares. Las que han sobrevivido lo han hecho agotando los ahorros de temporadas anteriores, endeud¨¢ndose con cr¨¦ditos ICO y reinvent¨¢ndose, ya fuera cosiendo mascarillas, haciendo ropa de cama y hogar o canalizando su creatividad hacia la moda de inspiraci¨®n flamenca, un nicho en el que han constatado que pueden sortear la estacionalidad que marca y condiciona a este sector.
¡°La moda aflamencada lleg¨® como recurso, pero ya se ha instalado. Los dise?adores est¨¢n apostando no solo por trajes de flamenca, sino por prendas de doble uso, que puedas utilizar en una romer¨ªa, con vaqueros o para una boda¡±, afirma Javier Villa, director de la pasarela We Love Flamenco. Ca?averal tambi¨¦n se vio abocada a diversificar su oferta durante la pandemia: ¡°Era cerrar o salir para adelante¡±. Cuando se cancel¨® la Feria de Abril por segundo a?o consecutivo se qued¨® bloqueada. De esa par¨¢lisis la sac¨® primero el dise?o de chubasqueros con mangas de volantes y, despu¨¦s, bolsos de playa. ¡°Me salvaron el verano¡±, subraya.
Muchos dise?adores confirman que a escasos dos meses para que empiece la Feria los pedidos de trajes est¨¢n un 20% por encima del a?o pasado. ¡°Los encargos han empezado justo despu¨¦s de Navidad, cuando antes sol¨ªan esperarse a los primeros desfiles. Este a?o nadie quiere correr y arriesgarse a quedarse sin tela¡±, corrobora el gerente de Flamentex. ¡°Yo tengo ya 30 encargados y 20 comprados¡±, reconoce Ca?averal. Antes de la pandemia, en una buena temporada, la dise?adora pod¨ªa llegar a vender alrededor de 200 trajes. La media de ventas de 2022, seg¨²n los c¨¢lculos de la asociaci¨®n Qlamenco, fue de unos 40 trajes por marca con precios que oscilan entre los 700 y los 1.500 euros, aunque se pueden encontrar desde 100. ¡°Un traje de flamenca es un producto muy caro, lleva tanta tela, tanto trabajo artesanal¡, pero no se puede multiplicar ese coste por dos para el cliente, no se le puede sacar todo el rendimiento que tiene, por eso hay una conciencia generalizada de que solo con ese producto es muy dif¨ªcil subsistir¡±, abunda Gonz¨¢lez.
La internacionalizaci¨®n es la evoluci¨®n natural del sector, tal y como han dejado claro las dos principales pasarelas de moda flamenca celebradas en Sevilla. ¡°La Semana Internacional de la Moda Flamenca (Simof) ha crecido este a?o por encima del 25%, de la mano de Extenda, que ha fomentado la compra por parte de EE UU, Jap¨®n y M¨¦xico, y del Ayuntamiento de Sevilla, que se ha comprometido a llevar Simof a circuitos extranjeros¡±, indica a EL PA?S su principal impulsora, Raquel Revuelta, que recalca c¨®mo la presencia de la influencer Olivia Palermo ha consolidado esa proyecci¨®n internacional. Por su parte, We Love Flamenco tambi¨¦n ha incrementado su impacto: de los 1,8 millones a los 5 millones de euros, seg¨²n los datos que facilita Villa.
La afluencia de p¨²blico en ambas pasarelas evidencia que hay ganas de Feria, un entusiasmo que no solo se centra en los trajes, sino tambi¨¦n en los complementos. ¡°En estas fechas, con la presencia de We Love y Simof en la prensa, las clientas se est¨¢n empezando a interesar¡±, explica Laura Garrido, responsable de Blanco Azahar, especializada en flores. ¡°Prevemos que va a ser un a?o fuerte, valoramos de un 25% por encima de 2019 siendo cautos (valores antes de la pandemia), por lo que la previsi¨®n de compra debe ser un 30% superior al a?o 2019¡å, a?ade.
Cunde el optimismo, y los buenos datos de las dos pasarelas de moda flamenca han servido para apuntalar las buenas vibraciones de los dise?adores, muy necesitados de un bal¨®n de ox¨ªgeno que d¨¦ fuelle a un sector todav¨ªa precario, sin CNAE que les garantice ayudas, que busca diversificarse para huir del lastre de la estacionalidad, pero cuyo car¨¢cter eminentemente artesanal le hace excesivamente dependiente de gremios como el de las modistas y las costureras, donde no hay relevo generacional y s¨ª mucha econom¨ªa sumergida. Pero, como se?ala Gonz¨¢lez, tiene una baza con la que no cuentan otros dise?os: ¡°Es una moda peculiar, que hace sentirse guapa a cualquier mujer, y en los tiempos de los que venimos y en los que vivimos, con mucho miedo y mucha baja autoestima, la gente quiere verse bien, que, al fin y al cabo, es lo que importa¡±.
Colores fl¨²or y mucho lunar de todos los tama?os
“Vuelve el lunar y en todos sus tamaños”, resume Raquel Revuelta, fundadora de la agencia Doble Erre y responsable de la Semana Internacional de la Moda Flamenca (Simof), la tendencia que ha marcado la pasarela que se celebró en Sevilla la semana pasada. Como en la anterior temporada, los volúmenes de los trajes se han trasladado a la parte superior, sobre todo a las mangas. “Son en general muy voluminosas, con patrones que provienen de la alta costura”, remarca la también exmodelo. Además de los clásicos lunares, han sido tendencia los estampados exclusivos que permiten a los diseñadores poner su punto referencial. Los vestidos son tobilleros y más cortos y los colores flúor, magenta y pasteles se imponen a los oscuros.