Ucrania revela el baj¨®n de la influencia europea
La p¨¦rdida de centralidad de la zona, ensimismada en sus problemas, debilita su poder internacional
El 24 de febrero de 2022 quedar¨¢ registrado en los libros de historia como el d¨ªa en el que, tras una pandemia y un mundo amenazado por los efectos del cambio clim¨¢tico, Vlad¨ªmir Putin orden¨® a sus tropas tomar las armas y resolver sus diferencias con Ucrania a golpe de metralla; ya hace m¨¢s de 1.000 d¨ªas de ello. Tambi¨¦n dio inicio a una invasi¨®n militar a una escala sin precedentes, con ataques que han causado miles de muertos y heridos, y que han puesto a Europa en m¨¢xima alerta. El fantasma de la guerra tocaba a las puertas de Europa. Al mismo tiempo, oblig¨® al continente a mirarse al espejo y reconocer que su dependencia del combustible, forjada durante la Guerra Fr¨ªa, hab¨ªa contribuido a una crisis energ¨¦tica que, lejos de ser un fen¨®meno reciente, era el reflejo de un problema profundo que llevaba tiempo gest¨¢ndose, pero que nadie se atrev¨ªa a admitir.
Pero el conflicto tambi¨¦n evidenci¨® la debilidad del Viejo Continente en t¨¦rminos de defensa y seguridad. A pesar de su peso econ¨®mico, la regi¨®n mostr¨® su incapacidad para responder con la rapidez y eficacia necesarias ante la agresi¨®n de una potencia externa. Las divisiones internas y la falta de una pol¨ªtica de defensa com¨²n expusieron la vulnerabilidad de la zona, que ha delegado hist¨®ricamente su seguridad en la OTAN, bajo el liderazgo de Estados Unidos. ¡°La guerra lo ha cambiado todo¡±, afirm¨® Mario Laborie Iglesias, coronel del Ej¨¦rcito de Tierra y subdirector adjunto de Gesti¨®n Docente IUGM-UNED. ¡°Europa ha perdido centralidad, porque lleva muchos a?os ensimismada en sus propias din¨¢micas, sus propios problemas¡±, agreg¨® Ruth Ferrero, profesora de Ciencia Pol¨ªtica y Estudios Europeos e investigadora adscrita al Instituto de Estudios Internacionales UCM. La crisis del euro (que llevaron a las pol¨ªticas de austeridad y posteriormente dieron paso al ascenso de la extrema derecha) marc¨® a la regi¨®n en las ¨²ltimas d¨¦cadas. ¡°La UE ha sido incapaz de gestionar de manera proactiva toda esa policrisis¡±, mencion¨® Ferrero.
D¨¦cadas de renuncia
¡°Hace d¨¦cadas que Europa se desentendi¨® de la defensa, confi¨¢ndola a Estados Unidos, pero ahora nos enfrentamos a un escenario completamente diferente¡±, afirm¨® Laborie Iglesias. La invasi¨®n rusa, sin embargo, ha sido el catalizador de muchas de las decisiones que se han postergado durante a?os. ¡°Ahora estamos acelerando procesos de defensa no por pura seguridad, sino tambi¨¦n por una necesidad de mostrar poder en el escenario internacional¡±, asever¨® Ferrero. Este cambio, sin embargo, ha sido reactivo y no parte de una estrategia claramente definida. Europa no solo busca proteger su territorio con m¨¢s y mejores sistemas de defensa, sino tambi¨¦n recuperar parte de la influencia que ha perdido en el ¨¢mbito industrial, que en otra ¨¦poca hab¨ªa sido una de sus mayores fortalezas. ¡°El entorno estrat¨¦gico es completamente distinto¡ Creo que Europa, desde hace siete a?os, ha perdido cierto poder de influencia en el mundo y la guerra en Ucrania ha sido un motor que ha acelerado ese cambio¡±, se?al¨® el coronel del Ej¨¦rcito de Tierra.
El escenario se enreda a¨²n m¨¢s ante la vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca. El magnate ha mencionado que en un solo d¨ªa podr¨ªa poner paz en el conflicto. La Administraci¨®n estadounidense tiene la capacidad y la voluntad de presionar a ambas partes para sentarse a la mesa de negociaciones. Sin embargo, este poder de presi¨®n se ha visto entre los expertos en este debate como una espada de doble filo: si se opta por una paz que favorezca a Rusia, podr¨ªa significar una derrota para Europa y Ucrania, dej¨¢ndolos fuera de las decisiones clave sobre el futuro de la regi¨®n. ¡°Esto generar¨ªa una p¨¦rdida de influencia para la Uni¨®n Europea, lo que algunos ven como una derrota estrat¨¦gica¡±, dijo la profesora de Ciencia Pol¨ªtica y Estudios Europeos. Adem¨¢s, el proceso de negociaci¨®n sin una participaci¨®n activa de Europa socavar¨ªa las iniciativas diplom¨¢ticas y las inversiones pol¨ªticas que Europa ha hecho en favor de la estabilidad regional.
Esto no solo afectar¨ªa la posici¨®n de Ucrania, sino que tambi¨¦n podr¨ªa abrir un espacio para el fortalecimiento de autocracias en la regi¨®n, lo cual alimentar¨ªa las tensiones geopol¨ªticas. ¡°La gran cuesti¨®n es la Europa que surgir¨¢ tras un posible armisticio o acuerdo de paz¡±, abund¨® Laborie Iglesias. El papel de la UE es fundamental en esta negociaci¨®n, porque ser¨¢ a la Europa posguerra la que tendr¨¢ que hacer frente a un nuevo escenario econ¨®mico y pol¨ªtico, que requerir¨¢ una mayor solidaridad entre los Estados miembros, ya que los costos de la reconstrucci¨®n y la estabilidad regional recaer¨¢n principalmente sobre ellos. ¡°La reconstrucci¨®n de Ucrania ser¨¢, sin duda, una de las grandes responsabilidades de Europa tras el conflicto. No solo se tratar¨¢ de reparar infraestructuras, sino de abordar c¨®mo trabajar estrechamente con los ucranios para reconstruir un futuro compartido¡±, mencion¨® Ferrero.
Pero antes de pensar en el futuro, pensemos en el presente. ¡°La gran inc¨®gnita ahora mismo es hasta qu¨¦ punto podr¨¢ sostenerse Ucrania en el campo de batalla¡±, dijo Laborie Iglesias. Las noticias recientes indican que Rusia ¡ªcon tropas norcoreanas apoyando de su lado¡ª ha logrado avances significativos en las ¨²ltimas semanas y meses, lo que ha complicado la situaci¨®n para las fuerzas ucranias, que en los ¨²ltimos d¨ªas han vuelto a usar misiles de largo alcance estadounidenses. ¡°La pregunta no es si las fuerzas ucranias van a colapsar, algo que ser¨ªa dif¨ªcil de prever, sino cu¨¢nto m¨¢s podr¨¢n resistir ante la presi¨®n de un conflicto que se intensifica¡±, a?adi¨® el coronel del Ej¨¦rcito de Tierra.
La UE, garante de la estabilidad del Mediterr¨¢neo
La región mediterránea es un crisol de culturas, economías y guerras que, a lo largo de la historia, ha sido escenario de tensiones geopolíticas que trascienden sus fronteras. Para Nasser Kamel, secretario general de la Unión por el Mediterráneo, la estabilidad y la prosperidad de esta zona es aún un sueño por lograr. “El conflicto palestino-israelí sigue siendo el epicentro de las tensiones para toda la región”, explicó Kamel en su intervención.
La violencia de Gaza, sumada a la creciente polarización internacional, ha desbordado las fronteras de la zona, avivando la ira y generando una catástrofe humanitaria. Este conflicto ha desencadenado una serie de visiones opuestas, cada vez más enquistadas. “Hay un alto riesgo de alimentar la radicalización y el extremismo, no solo en el mundo árabe, sino aquí, en Europa, donde hay una gran diáspora de árabes-musulmanes”, dijo.
Kamel destacó que el Mediterráneo, como un puente entre continentes, conecta a Europa, Oriente Próximo y el norte de África, convirtiéndolo en un eje estratégico. “Más del 20% del comercio marítimo mundial pasa por el Mediterráneo”, señaló. Ello convierte la estabilidad de la región en un factor crucial para la seguridad global. No obstante, los conflictos recurrentes han oscurecido su potencial. Pero no solo los conflictos bélicos afectan a la región mediterránea, también los desafíos del cambio climático acechan a la región. “[Lo ocurrido en] Valencia es un ejemplo de primer nivel que muestra lo que el cambio climático puede llegar a destruir”, advirtió.
La Unión Europea desempeña un papel crucial en la estabilidad del Mediterráneo, ya que su seguridad está directamente vinculada a la de la región. “Europa no puede quedarse de lado”. Además, la creciente influencia de China y Rusia ha revelado un vacío de liderazgo europeo. “La competencia ha aumentado”, afirmó Kamel, destacando que la región mira hacia Europa cada vez menos como el único socio clave, lo que pone en riesgo la estabilidad y prosperidad de los países mediterráneos.
El vac¨ªo en el Sahel que aprovechan rusos, chinos e iran¨ªes
La diplomacia tiene su tiempo propio. Segundos, horas, días, años. En la cumbre de la OTAN celebrada en Madrid en 2022 se consiguió incorporar el llamado flanco sur como nuevo concepto estratégico que estará presente en la política de la Alianza Atlántica durante la próxima década. En el texto se recogía que las regiones de Oriente Medio, Norte de África y el Sahel viven una serie de problemas que, agravados por el cambio climático, repercuten en la seguridad de los socios. Y no se olvidaba —en alusión a Rusia— de la “injerencia desestabilizadora” de otras potencias.
Detectado el problema faltaba la persona y el cargo. Javier Colomina (Madrid, 1974) fue nombrado representante Especial de la OTAN para la Vecindad Sur. El puesto, nuevo, recuerda aquella frase de Truman Capote: “A quien Dios le da un don también le da un látigo”.
El Sahel y el África Subsahariana acumulan una estratigrafía de problemas. Terrorismo, tráficos ilícitos o flujos migratorios que desestabilizan la zona. Y la ausencia. “Rusia, China e Irán han aumentado la presencia en la región porque la Unión Europea ha dejado un vacío”, explica el diplomático en un vídeo grabado. La OTAN quiere reforzar el flanco, incorporar una política de 360º e incrementar el número de países amigos. “Porque la zona sur también es un territorio de oportunidades”, zanja el especialista.
La Alianza Atl¨¢ntica goza de vitalidad
La OTAN cumplió 75 años en julio pasado en un territorio que jamás imaginó tan cenagoso. La cumbre de Washington reunió a sus 32 miembros; Finlandia y Suecia ingresaron en 2023 y 2024, respectivamente, tras la invasión rusa de Ucrania. Sobre la mesa, el refuerzo del compromiso con el país; el incremento del 2% del PIB en gastos militares; cómo enfrentar la amenaza rusa —que llega hasta el Sahel— y el relevo entre el secretario general saliente, Jens Stoltenberg, y el exprimer ministro neerlandés, Mark Rutte. También sirvió para finalizar “las profecías [surgidas hasta 2020] de muerte cerebral de la Alianza”, recuerda Ana Santos Pinto, expresidenta del Grupo de expertos del Sur de la OTAN.
Además se reivindicó el artículo 5º. Establece que “un ataque a un miembro de la Alianza representa un ataque a todas las naciones de la organización”. Es su piedra angular, y “debilitarlo supondría ponerla en peligro”, subraya Pinto, quien remarca que la “autonomía estratégica de la UE no resulta incompatible con la OTAN”. El tratado se blinda.