Tres albari?os de R¨ªas Baixas que ganan con el tiempo
La capacidad de guarda de los mejores vinos y su adopci¨®n en distintas regiones vin¨ªcolas del mundo cimentan el prestigio de la albari?o, la gran uva blanca ib¨¦rica
El albari?o es el vino del mar, el marisco, la acidez vibrante y la frescura. El nombre se lo da la uva con la que est¨¢ elaborado: una casta de grano peque?o (sin¨®nimo de concentraci¨®n) y tonalidad verdosa que se va moteando ligeramente a medida que madura. Es una variedad de 10, con mucho de todo: aromas, estructura, acidez¡ Y algo en lo que cada vez se incide m¨¢s, la capacidad de envejecimiento, porque es uno de los elementos que dan la medida de un gran vino.
Decir albari?o lleva inmediatamente a Galicia, pero la variedad est¨¢ lejos de ser una exclusiva gallega o espa?ola. Al otro lado del Mi?o, con vi?edos que se miran de orilla a orilla, est¨¢ la alvarinho portuguesa que coba todo el protagonismo en Mon?ao y Melga?o, la subzona m¨¢s septentrional de la regi¨®n de Vinho Verde. De hecho, el origen de la variedad se ha situado habitualmente en Portugal por la mayor diversidad gen¨¦tica hallada en su vi?edo.
El resurgir de la albari?o gallega es relativamente reciente. El primer intento de protecci¨®n en la regi¨®n se produce en los a?os 80 con la aprobaci¨®n del reglamento de una DO Albari?o que cont¨® con el apoyo del pol¨ªtico Manuel Fraga Iribarne, ac¨¦rrimo defensor de la variedad al que se le atribuye la frase ¡°O albari?o ¨¦ o mellor blanco do mundo, e punto¡±. Luego, la entrada en Europa oblig¨® a la utilizaci¨®n de una alusi¨®n geogr¨¢fica que dio lugar a la actual DO R¨ªas Baixas. Por aquel entonces la superficie cultivada no alcanzaba las 300 hect¨¢reas.
Hoy, seg¨²n datos del Ministerio de Agricultura, se superan las 6.500. Con algunos peque?os focos en Catalu?a, Valencia y Castilla-La Mancha, la mayor parte est¨¢ en Galicia y solo R¨ªas Baixas tiene unas 4.500. Portugal, seg¨²n cifraba en 2022 el Instituto da Vinha e do Vinho, cultiva 4.240 hect¨¢reas.
La gran novedad de un tiempo a esta parte es que la albari?o se est¨¢ revelado como la variedad m¨¢s exportable de la Pen¨ªnsula Ib¨¦rica. Y eso que no empez¨® su periplo internacional con muy buen pie. A finales de la d¨¦cada de los 2000 los australianos se llevaron un disgusto may¨²sculo cuando descubrieron que casi todo lo que ten¨ªan plantado como albari?o era en realidad savagnin, una de las uvas de la regi¨®n francesas del Jura con tent¨¢culos en Espa?a (es el padre de la verdejo y de la prieto picudo).
Hoy es m¨¢s dif¨ªcil que esto suceda porque la identificaci¨®n de variedades se apoya en el an¨¢lisis del ADN. Lo que prima es producir vinos que respondan a tendencias de consumo (los blancos est¨¢n en alza) y trabajar con castas que se adapten bien a las condiciones clim¨¢ticas de cada regi¨®n. De ah¨ª que vi?edos con clima oce¨¢nico y caracter¨ªsticas similares a las del cuadrante noroccidental de la Pen¨ªnsula Ib¨¦rica se hayan lanzado a cultivar a cultivar la variedad y a producir sus primeros blancos con ella.
En 2023, la revisa inglesa Decanter organiz¨® una cata de albari?os ¡°no ib¨¦ricos¡± con vinos de Uruguay, Sud¨¢frica, Nueva Zelanda, Estados Unidos (desde California, Washington y Oreg¨®n a Virginia y Nueva York), Inglaterra y hasta el Languedoc-Rousillon franc¨¦s. Dos a?os antes Burdeos hab¨ªa autorizado el cultivo de la variedad como parte de un paquete de medidas para combatir el cambio clim¨¢tico.
La DO R¨ªas Baixas fue muy reticente cuando Coto de Gomariz lanz¨® el primer blanco de albari?o en Ribeiro, pero no se puede poner puertas al vi?edo y hoy las variedades viajan a una velocidad acorde con su ¨¦xito y su prestigio. Su expansi¨®n, por otro lado, est¨¢ permitiendo conformar una categor¨ªa internacional cada vez m¨¢s consistente para la variedad.
Este marco m¨¢s amplio deber¨ªa ayudar a sacar partido al aprendizaje de d¨¦cadas sobre suelos, ubicaciones, rendimientos, recipientes de vinificaci¨®n y crianza, y todos los detalles que aportan precisi¨®n y ayudan a definir los estilos. Esto es ya muy evidente en el reforzamiento y desarrollo de las gamas altas en R¨ªas Baixas, que inciden sobre todo en or¨ªgenes espec¨ªficos (vi?edos concretos o zonas con suelos y condiciones muy caracter¨ªsticas), en la selecci¨®n de uvas de calidad y, sobre todo, en la capacidad desarrollo en botella de los albari?os de calidad.
Hay muchos ya, de distintos precios y estilos, que pasan la prueba con nota. No hay que extra?arse de que en un restaurante recomienden ejemplos con dos, tres, cuatro o m¨¢s a?os de botella.
Calidad-precio
Blanco, R¨ªas Baixas. Albamar. 100% Albari?o. 15,5 euros.
La capacidad de desarrollo en botella del albari?o b¨¢sico que elabora Xurxo Alba en su peque?a bodega de Cambados, en el valle del Saln¨¦s, es la mejor prueba de la nobleza de la variedad. El estilo salino y depurado de la casa va ganado relieve con los a?os hasta llegar a la amplitud y jugosidad de una a?ada de buena madurez como 2016. Quiz¨¢s no todo los a?os tengan una trayectoria tan larga, pero esta buena evoluci¨®n convierte el vino en una excelente compra. La ¨²nica condici¨®n es que hay que tener sitio para guardar.
Apuesta segura
Blanco, DO R¨ªas Baixas. C¨ªa. de Vinos Tric¨®. 100% Albari?o. 24 euros.
Un blanco de interior, de la subzona de O Condado, la m¨¢s oriental de la denominaci¨®n y pr¨®xima a Ribeiro. Desde la creaci¨®n de la bodega por parte de Jos¨¦ Antonio L¨®pez en 2007 la idea era hacer un albari?o de guarda, con un a?o de crianza con l¨ªas y otro en botella. El consumidor debe darle al menos dos o tres a?os m¨¢s. Un 2017 recientemente catado estaba espl¨¦ndido, con futa madura, hierbas, sensaciones de piedra seca, br¨ªo y toques salinos. La original etiqueta reproduce los dibujos del cuaderno del colegio de la madre de L¨®pez.
Ic¨®nico
Blanco, Do R¨ªas Baixas. Pazo de Se?or¨¢ns. 100% Albari?o. 54 euros.
La marca pionera de los largos envejecimientos sobre l¨ªas en R¨ªas Baixas (unos 30 meses en este vino) y de los albari?os de guarda es uno de esos blancos que hay que probar al menos una vez en la vida. La capacidad de desarrollo se ha demostrado con creces en numerosas catas verticales, la ¨²ltima que recuerdo con vinos de 2005 a 2010. Suele desarrollar notas de hidrocarburo, alm¨ªbar, fruta de hueso y un interesante car¨¢cter de hierbas finas; todo ello sin perder la salinidad atl¨¢ntica de los vinos del Saln¨¦s. La a?ada en curso es la 2014.