Tres vinos para redescubrir el Priorat

El Priorat es un peque?o milagro. Una regi¨®n monta?osa en el interior de Tarragona que, durante siglos y hasta la des?amortizaci¨®n de Mendiz¨¢bal, vivi¨® bajo el influjo y el dominio de los monjes cartujos de Escaladei. La escasez de agua, la pobreza de los suelos de pizarra y las pendientes de v¨¦rtigo, con inclinaciones de hasta un 60%, condicionan una viticultura al l¨ªmite.

Herida gravemente por la plaga de la filoxera, durante gran parte del siglo XX fue fuente de graneles destinados a mezclas. Las familias que compraron las propiedades de los monjes realizaron el primer embotellado moderno: 115.000 botellas de Scala Dei Cartoixa 1974 que no fueron nada f¨¢ciles de vender.

El gran renacimiento se produjo a finales de los ochenta con los Clos, el t¨¦rmino borgo?¨®n adoptado para sus creaciones por un grupo de aventureros llegados de fuera que se instalaron en el municipio de Gratallops. Supieron ver la magia de aquella regi¨®n recluida y olvidada, y acabaron convirti¨¦ndose muchos de ellos en productores estrella: Ren¨¦ Barbier, ?lvaro Palacios, Josep Llu¨ªs P¨¦rez, Daphne Glorian¡­ Su estilo: vinos poderosos elaborados con ayuda de variedades internacionales y envejecidos en roble franc¨¦s. Tuvieron mucho m¨¢s impacto que aquel Cartoixa fundacional o el Mas¨ªa Barril que apareci¨® unos a?os m¨¢s tarde y anunciaba en la etiqueta que los vinos del Priorat eran naturalmente maduros y que no necesitaban criarse en barrica (una autoafirmaci¨®n frente al patr¨®n tinto de la ¨¦poca que era Rioja).

Las puntuaciones del influyente cr¨ªtico norteamericano Robert Parker propulsaron la regi¨®n y ayudaron a defender unos precios muy superiores a lo habitual en Espa?a, pero necesarios para soportar el cultivo de vi?edos al l¨ªmite. Hoy, el precio medio de una botella del Priorat es de unos 25 euros.

Otra cosa que hizo la regi¨®n fue poner en el mapa de calidad a sus dos variedades tintas principales. Primero la garnacha, pese a que su papel no fue tan protagonista en los inicios, y, con algo m¨¢s de dificultad, por su fama de uva r¨²stica y productiva, una cari?ena elevada a los cielos por obra y gracia de los suelos de pizarra, las vi?as viejas y vinos como los de Vall Llach en Porrera o Mas Doix en Poboleda.

A finales de la primera d¨¦cada de 2000 se inicia una vuelta a la esencia: recuperaci¨®n de pr¨¢cticas tradicionales m¨¢s cercanas a aquellos primeros Cartoixa, foco en las uvas locales (los vinos de ?lvaro Palacios son mucho m¨¢s sutiles desde que ha prescindido de variedades de fuera), o estilos m¨¢s a¨¦reos como Terroir al L¨ªmit, que ha abandonado totalmente la madera. El relevo generacional tambi¨¦n pesa. Los vinos de Sara P¨¦rez en Mas Martinet, m¨¢s libres y con presencia de tinajas y damajuanas de cristal, poco tienen que ver con los de su padre. Y algo parecido puede decirse de Ren¨¦ Barbier hijo en Clos Mogador.

En 2009, el Priorat fue la primera regi¨®n espa?ola en introducir la figura del vino de municipio (vi de vila en las etiquetas). Una d¨¦cada despu¨¦s remat¨® su clasificaci¨®n con los m¨¢s de 450 parajes que integran Els noms de la terra (los nombres de la tierra).

Tras semejante traves¨ªa, la regi¨®n ha ganado en matices. Hoy se puede transitar de las garnachas de suelos de arcilla de la monta?a de Montsant (una bendita excepci¨®n) a las cari?enas de pizarra y altura, probar un cabernet tan personal como el que firma Pasanau en La Morera del Montsant o disfrutar de la pureza de los vinos biodin¨¢micos de Mas d¡¯en Gil, la heredera de Mas¨ªa Barril en la zona meridional de la regi¨®n. Aunque los tintos son dominantes, hay un movimiento blanco diverso y apasionante. Se est¨¢n recuperando variedades minoritarias y tambi¨¦n esos rancios olvidados en viejas bodegas que Sara P¨¦rez describe acertadamente como vinos de tres generaciones.

Este es un universo de 2.250 hect¨¢reas con muchos peque?os productores y donde a los grandes, como ha pasado con Familia Torres, que se ha mimetizado con el esp¨ªritu de la regi¨®n, les va bien haci¨¦ndose peque?os. Su nuevo abismo particular es el cambio clim¨¢tico, con tres a?os de una angustiosa sequ¨ªa que ahora parece que empieza a remitir.

Pese a todo, los vinos nunca han brillado con tanta fuerza. En 2023, el 45% se fue a los mercados exteriores, con Estados Unidos, Suiza y Alemania a la cabeza, mientras que en Espa?a el 80% de las ventas se concentraron en Catalu?a. Es el momento del Priorat.

Tres etiquetas para redescubrir la regi¨®n

Puerta de entrada

?nima del Priorat
2023. Tinto, DOQ Priorat Casa Gran del Siurana 41% garnacha, 35% cari?ena, 24% syrah 14,5% vol. 18 euros
Esta etiqueta de aparici¨®n reciente que firma la bodega del grupo Perelada en la regi¨®n es una perfecta introducci¨®n al estilo m¨¢s directo, amable y sabroso del Priorat, y tiene todo el sentido que se presente en botella borgo?a. Con dominio de las variedades locales y el aporte de sabrosidad de la garnacha, el vino ofrece, adem¨¢s de frescura, equilibrio y abundante fruta dulce. El precio es muy razonable en comparaci¨®n con otros de la zona. Se han elaborado 13.972 botellas.

Vino de municipio

MarLa Vi de Vila Poboleda
2021. Tinto, DOQ Priorat Sandra Doix. 70% cari?ena, 30% garnacha 14% vol. 39 euros
Elaborado con vi?edos plantados entre 1955 y 1998 en uno de los municipios m¨¢s frescos y septentrionales de la regi¨®n, el vino es tan exquisito como su presentaci¨®n. Tras una larga trayectoria en Celler Mas Doix, Sandra vuela ahora en solitario y ofrece joyitas como este Vi de Vila que expresa toda la energ¨ªa de la cari?ena de Poboleda, con el contrapunto de la textura amable de la garnacha. Fruta crujiente bien definida, con tensi¨®n y persistencia. Para beber y tambi¨¦n guardar, porque tiene recorrido por delante. 3.600 botellas.

Vino de paraje

Mas d¡¯en Ca?ador Carinyena
2021. Tinto, DOQ Priorat Celler de l¡¯Encastell 14% vol. 75 euros
Un ejemplo de lo peque?o que puede ser el Priorat y el valor que la clasificaci¨®n aporta al territorio. Mas d¡¯en Ca?ador es un paraje de Porrera cultivado desde hace generaciones por la familia propietaria. A este vino se destinan las cepas menos productivas plantadas directamente sobre la roca fracturada de pizarra. Es un tinto profundo, concentrado y persistente que sorprende por su frescura en boca, con abundantes notas bals¨¢micas y de hierbas mediterr¨¢neas. Un paisaje que ha llenado 595 botellas.