Lorenzo Caprile: ¡°Rezar es mi 'mindfulness¡±
El modista y profesor de ¡®Maestros de la costura¡¯ pasa el encierro en el hotel donde vive mientras en su taller decenas de trajes de novia a medio coser esperan poder vivir su d¨ªa de gloria
Quise entrevistarle por Skype para vernos los caretos aunque fuera en 2D estos d¨ªas de encierro. Pero su arsenal tecnol¨®gico ¡ªun Nokia viejo¡ª y mi sobrecargada wifi lo complicaban tanto que al final, oh prodigio, hablamos por tel¨¦fono cada uno en su casa. Lo peculiar es que la suya es una habitaci¨®n de un hotel NH de Madrid, donde quedar¨¢ recluido tras su cierre al p¨²blico gracias a la generosidad de sus propietarios, que le han dejado las llaves. Cerca, en su clausurado taller de costura, decenas de proyectos de trajes de novia esperan, como sus destinatarias, el fin de esta pesadilla para vivir su gran d¨ªa. Caprile suena hura?o de primeras, pero pronto se intuye que su tonito es m¨¢s escudo que ariete. Empiezo aludiendo a nuestra escasa destreza digital y ¨¦l entra noblote al trapo. Seguro que no es tan borde como se pinta.
Vaya par de negados digitales. Se nota que somos de la misma quinta anal¨®gica.
S¨ª, hija. Yo, del 67. Del 2 de agosto, como la Pantoja.
Lo dice como con orgullo.
Pues claro. Ella es un pedazo de se?ora que puede con todo.
?Le ha cosido alg¨²n modelazo?
No, hija, ojal¨¢. Nunca he tenido suerte con las folcl¨®ricas.
?Quiere mandarle un recado desde aqu¨ª?
Bueno, si llega al taller, fenomenal, pero no me muero por vestir a nadie. Soy un modista de se?ora por encargo y no tengo una mujer ideal, entre otras cosas porque nunca sabes lo que te va a entrar al probador.
?Modista o modisto?
Mo-dis-ta. Como pongas modisto te mando a la zona de expulsi¨®n.
Vale. Adem¨¢s, modista para un se?or es lenguaje inclusivo.
Ni inclusivo ni exclusivo. El subfijo ¡®ista¡¯ referido a profesiones no tiene g¨¦nero, co?o. Igual que periodista y no periodisto.
MAESTRO DE LA COSTURA
C¨¦lebre por sus trajes de novia ¡ªel de Cristina de Borb¨®n¡ª y de gala ¡ªel corpi?o rojo con que Letizia Ortiz se present¨® al mundo en la boda de Federico de Dinamarca¡ª Lorenzo Caprile (Madrid, 52 a?os) es el profesor hueso del concurso de TVE. Ahora, ¨¦l mismo lo ve en la tele del hotel donde vive y donde est¨¢ pasando el encierro por el coronavirus. Lo primero que har¨¢ cuando salga es visitar a su anciana madre. "Tiene 87 a?os y ha fumado como una carretera. Estoy deseando verla", dice. Y se emociona.
Hablaba antes del probador. ?Desnudas somos iguales?
S¨ª, y te llevas muchas sorpresas. Muchas mujeres de bandera son superinseguras y otras con un f¨ªsico menos privilegiado tiran para adelante como los de Alicante. El aplomo es fundamental. Por muy bonito que sea mi traje, tienes que llevarlo t¨², no ¨¦l a ti.
?Qu¨¦ va a hacer con los trajes de novia que tiene a medias?
Mis novias tendr¨¢n que esperar. Cuando llegue me enfrentar¨¦ al problema. Angustiarme hoy por lo que pase dentro de dos meses, me parece un automachaque, un ejercicio inmaduro, irresponsable y masoquista. Ahora hay que estar con energ¨ªa para ayudar a los mayores y estar a disposici¨®n de quien te necesite, y no comerse la cabeza con gilipolleces.
Hay quien calma su ansiedad comiendo, y no solo su propia cabeza.
?Me lo vas a decir a m¨ª? Hasta hace ocho a?os pesaba 50 kilos m¨¢s, s¨¦ de lo que hablas. Pero quiz¨¢ este tambi¨¦n sea momento de pararse, reflexionar y preguntarse por qu¨¦ te calmas con comida, cuando puedes calmarte con deporte, escribiendo, leyendo. O, aunque sea pol¨ªticamente incorrecto: rezando o meditando.
?Usted reza o medita?
Rezo. Mucho. M¨¢s que nunca
?Le consuela?
S¨ª, al final es como un mantra. Soy cat¨®lico, tengo las tres oraciones que aprend¨ª de ni?o: el Padre nuestro, el Ave Mar¨ªa y el Gloria y cuando tengo bajones, rezo. Tenemos esa cosa tan antigua de la oraci¨®n y ahora resulta que hemos descubierto el mindfulness, ese anglicismo rid¨ªculo.Al final es lo mismo. Conectar contigo, sentirte. Soy creyente y rezar es mi mindfulness.
?Qu¨¦ nos hace falta ahora que no podemos ni salir a la calle?
Muy pocas cosas. Uno de los motivos de vivir en un hotel es ese. Soy muy Di¨®genes y acumulo un mont¨®n de cosas: bocetos, fotos, libros, revistas, recuerdos. Vivir aqu¨ª te obliga a aprender a desprenderte de las cosas. Hoy, despu¨¦s de la oraci¨®n, hablaba con una amiga brujita y dec¨ªamos que el universo, la energ¨ªa, lo que quieras, es m¨¢s sabio que nosotros. Este ritmo, este frenes¨ª hab¨ªa que pararlo, y nos ha parado. Ese bicho incontrolable nos ha parado, nos ha obligado a estar en casa, a convivir, a hablar por tel¨¦fono en vez de tanto WhatsApp, a replantearse que no necesitamos tantas cosas para vivir y ser felices.
Igual tambi¨¦n nos sobraba tonter¨ªa. ?Hay mucha en la moda?
Un poquito. En el fondo somos vende humos. Aqu¨ª el talento lo tiene quien es m¨¢s inteligente haci¨¦ndose el tonto. Dec¨ªa Orson Welles: ¡°el arte es una mentira y los mejores mentirosos son los grandes artistas". Y es verdad.
?El coronavirus es lo peor que nos ha pasado a nuestra quinta?
S¨ª: somos unos consentidos. ?Qu¨¦ problemones hemos tenido nosotros? Y m¨¢s, en Madrid. Todav¨ªa la gente que ha vivido en el Pa¨ªs Vasco, vale: ah¨ª ha habido bastante m¨¢s mambo, pero nosotros, qu¨¦ podemos decir, ?que el 23-F nos perdimos un d¨ªa de cole y vimos un tanque en la calle?
?Resistiremos?
No me cabe duda. Pero habr¨¢ que arremangarse, arrimar el hombro y aprender a ser solidarios y camaradas de verdad, y no de boquilla. Te iba a decir algo, pero no lo digo, porque estoy en EL PA?S.
D¨ªgalo, por favor.
Pues que algunos pod¨ªan compartir su chal¨¦ y cumplir la cuarentena, que se la han pasado por el forro. O no tirarse los trastos en el Congreso, me da igual Vox o Rufi¨¢n, mientras las gente se est¨¢ muriendo. Me estoy desahogando, me importa todo un pimiento.
?Qu¨¦ le pareci¨® el Rey y su discurso, con la que est¨¢ cayendo fuera y dentro de Palacio?
Pobrecito m¨ªo, ?qu¨¦ va a hacer? Pues salvar los muebles. ?ramos pocos y pari¨® la abuela, y hasta ah¨ª puedo leer, y no me preguntes m¨¢s, que sabes por d¨®nde voy.
?Los muebles son la Corona?
Te lo he dicho. Tampoco tiene mucho margen de maniobra. Estos momentos espantosos sacan lo peor y lo mejor del ser humano,. Muchos se van a retratar. Y salva t¨² esto como puedas que no quiero que me manden al exilio.
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