Amelia Bono y Manuel Martos, los reyes del buen rollo en Instagram

El confinamiento est¨¢ dando mucho de s¨ª tambi¨¦n para los rostros famosos que se asoman a las redes sociales desde sus casas para animar el d¨ªa a la gente o anim¨¢rselo a ellos mismos. Se han descubierto sus mascotas favoritas, c¨®mo ejercen de estilistas y peluqueros caseros para evitar los efectos del encierro en su imagen, han mostrado rincones de sus viviendas que les han acercado a sus admiradores, nos han ense?ado algunos de sus platos favoritos o c¨®mo entrenan en sus terrazas ¨Calgunos en sus gimnasios y jardines, que tambi¨¦n los tienen¨C les hemos visto sin maquillar y vestidos de andar por casa, informales pero arreglados, como clamar¨ªa el dicho popular. Y otros no han dejado pasar la ocasi¨®n para seguir ejerciendo su trabajo de prescriptores, que para eso se han convertido en influencers con una corte de seguidores en redes sociales que se fijan en todo lo que llevan puesto o promocionan, para mayor alegr¨ªa de las marcas que les han elegido como embajadores de sus productos. Nada muy distinto de lo que hace mucha otra gente en sus propias casas en estos d¨ªas de encierro obligado aunque con menos repercusi¨®n.

Pero hay una pareja que se ha descubierto como la reina del buen rollo familiar durante estos d¨ªas de pandemia gracias a sus v¨ªdeos de Instagram: se trata de Amelia Bono y Manuel Martos. Famosos desde su nacimiento por ser hijos del exministro socialista Jos¨¦ Bono y del cantante Raphael, respectivamente, la pareja est¨¢ dando muestras de su complicidad, sentido del humor y sinton¨ªa familiar despu¨¦s de haber conseguido ser conocidos por ellos mismos gracias a sus propias profesiones.

El hijo de Raphael y la arist¨®crata Natalia Figueroa pas¨® de estar en segundo plano a probar suerte en la m¨²sica con un grupo de rock, Mota, junto a su amigo ?lvaro de Azc¨¢rate. Pero pronto decidi¨® situarse en la parte de atr¨¢s del negocio musical y ha terminado por convertirse en uno de los directores art¨ªsticos de la discogr¨¢fica Universal Music, un puesto que result¨® ser su lanzadera medi¨¢tica cuando se asom¨® t¨ªmidamente a los hogares espa?oles como jurado del triunfal regreso de Operaci¨®n Triunfo en 2017. Amelia Bono parece que trae la espontaneidad de serie y, aunque estudi¨® Magisterio infantil, ha encauzado su car¨¢cter sociable en el mundo de la moda. Gestiona junto a su madre, Ana Rodr¨ªguez, varias tiendas de la franquicia de joyer¨ªa Tous en Madrid y Castilla-La Mancha, y tambi¨¦n se atrevi¨® a lanzarse a la pista como concursante del programa de TV1 Bailando con las Estrellas en 2018.

La pareja tiene cuatro hijos, Jorge, Manuel, Gonzalo y Jaime, de edades comprendidas entre los 10 y los tres a?os. Es Amelia en concreto quien tiene una clara afici¨®n a comunicarse a trav¨¦s de las redes sociales, especialmente Instagram y, recientemente, TikTok. Mientras Manuel Martos comparte principalmente im¨¢genes que tienen que ver con la m¨²sica, con algunos de los cantantes a los que lleva directamente ¨CBisbal, Pablo L¨®pez, Manuel Carrasco...¨C, y alguna que otra espor¨¢dica declaraci¨®n de amor a su familia; Amelia Bono demuestra en las redes sociales que, como desvel¨® una vez su madre, ¡°no para nunca, es pura energ¨ªa¡±. Cada d¨ªa cuelga una nueva publicaci¨®n. Antes del confinamiento su 182.000 seguidores disfrutaban de posados en los que mostraba su estilo y su relaci¨®n con el mundo de la moda e im¨¢genes familiares que hablaban del amor hacia sus hijos, sus padres, sus hermanos y, por supuesto, su marido.

Pero desde que la pandemia nos ha aislado a todos en casa, Manuel Martos se ha dejado llevar, ha aparcado su timidez frente a las c¨¢maras y se ha lanzado a seguir a su esposa para descubrir la vena m¨¢s humor¨ªstica y c¨®mplice de esta pareja. Semanalmente, casi coincidiendo con cada fin de semana desde que ha comenzado el confinamiento, publican v¨ªdeos en los que mezclan su amor por la m¨²sica con la diversi¨®n. Ellos haciendo m¨²sica con los muebles de la cocina; Amelia posando como una rockera tocando un supuesto tendedero de la ropa musical, mientras Manuel pasa a su lado sobre una tabla de skate; la pareja emulando la c¨¦lebre escena de La dama y el vagabundo en el que comiendo un espagueti terminan bes¨¢ndose; los dos bailando en una hilarante danza de la seducci¨®n o contestando al un¨ªsono y con los ojos cerrados preguntas sobre su personalidad como pareja. As¨ª se ha podido descubrir que Amelia es m¨¢s celosa que Manuel, que ¨¦l fue el que se lanz¨® a darle el primer beso, que es m¨¢s paciente y que tambi¨¦n es el primero en pedir perd¨®n tras una pelea. Pero es ella la m¨¢s graciosa y sociable, la que mejor cocina y la que m¨¢s se enfada. Eso s¨ª, no se ponen de acuerdo sobre qui¨¦n gana m¨¢s dinero de los dos y deciden por gestos quedarse en tablas.

V¨ªdeos que, unidos a divertidas im¨¢genes de c¨®mo pasan el tiempo con sus cuatro hijos, les est¨¢n convirtiendo en una pareja cercana, a la que a muchos no les importar¨ªa tener en su casa como invitados a una cena entre amigos.