Ana de Inglaterra, la hija m¨¢s discreta de Isabel II, rompe su silencio
La princesa habla sobre sus pocas ganas de retirarse a los 70, que cumplir¨¢ en agosto, y echa un rapapolvo a los j¨®venes de la familia real brit¨¢nica: ¡°Se creen que pueden cuadrar el c¨ªrculo¡±
No ha visto The Crown ni tiene inter¨¦s en hacerlo. Pero la llegada de su personaje a la serie, su mayor visibilidad en la familia real ¨Ctras las salidas de Enrique y Meghan y los traspi¨¦s de su hermano Andr¨¦s¨C y su 70? cumplea?os le han dado a la princesa Ana una visibilidad in¨¦dita en estos d¨ªas de caos real. Por ello, la edici¨®n estadounidense de la revista Vanity Fair le dedica su portada y un amplio reportaje en el que, de forma excepcional, la sigue durante un par de d¨ªas y la entrevista.
La charla, adem¨¢s de en varios actos oficiales, tiene lugar en la residencia de Ana. Vive en el londinense palacio de Saint James, en un apartamento junto a la Capilla Real, al lado de su hermano Carlos, heredero al trono, y a pocos metros del palacio de Buckingham, donde residen sus nonagerios padres, Isabel II y Felipe de Edimburgo.
C¨¢lida, cari?osa y divertida, la define Katie Nicholls, la periodista que la sigue durante horas. Ana es relajada con el protocolo, se acerca, saluda, da la mano y suelta un ¡°encantada de conocerle¡±. Salpica los saludos y las charlas de an¨¦cdotas personales y familiares, de viajes, curiosidades. ¡°Es una joya. Es la m¨¢s agradable y trabajadora de todos¡±, afirma un alto ejecutivo que est¨¢ en contacto frecuente desde hace a?os con la familia real brit¨¢nica. ¡°Hace muchas cosas que est¨¢n fuera de lo que la gente ve¡±, afirman otros. Si est¨¢ interesada en algo, le dedica su tiempo y energ¨ªas y no duda en alargar sus compromisos por ello. Cumple con su agenda de un tir¨®n y no para, m¨¢s que a tomar una taza de t¨¦. Es ¨¢gil y poco dada a cuestiones superfluas: se arregla ella misma, escoge su ropa, se maquilla y, si la ocasi¨®n lo manda, se coloca su tiara.
Su vida es muy distinta de la de los j¨®venes de la familia real que ahora est¨¢n en el foco. De ah¨ª que le preocupe que no terminen de entender bien el concepto y el funcionamiento de los Windsor. Se describe como ¡°la vieja aburrida pesada que est¨¢ detr¨¢s diciendo: 'No olvid¨¦is lo b¨¢sico¡±. Y, en la entrevista, no duda en soltar una peque?a pullita a sus sobrinos, ahora al frente de la casa. ¡°No creo que esta generaci¨®n m¨¢s joven entienda lo que yo hac¨ªa en el pasado, la verdad. No sueles mirar a la generaci¨®n anterior y decir: ¡®?Vaya! ?Eso hiciste? ?Estuviste ah¨ª?¡¯. Ahora es mucho m¨¢s como: ¡®Busquemos un modo nuevo de hacerlo¡¯. Pero yo estoy en otra etapa: 'Por favor, no intentemos cuadrar el c¨ªrculo. Ya hemos estado ah¨ª, ya hemos hecho eso. Algunas cosas no funcionan. Ten¨¦is que volver a los b¨¢sicos".
La entrevista tuvo lugar el mismo d¨ªa que se anunci¨® el divorcio de su hijo mayor, Peter Phillips, de la que es su esposa desde hace 12 a?os, Autumn Kelly. Lejos de crear incomodidad en el ambiente, la princesa obvia el tema y sigue con su d¨ªa y sus compromisos. Sabe lo que es sufrir el escrutinio en lo personal, como le ocurre a buena parte de su familia. Sus cartas ¨ªntimas con Timothy Laurence, que despu¨¦s se convertir¨ªa en su segundo marido, fueron aireadas por la prensa.
?l, junto a los viajes y el mar, son una de sus pasiones. Y los caballos. Siempre, siempre, los caballos. ¡°Pens¨¦ que si iba a hacer algo fuera de la familia real, los caballos eran probablemente la mejor opci¨®n", explica sobre su etapa como amazona, que la llev¨® a ganar medallas en tres campeonatos europeos y a participar en los Juegos Ol¨ªmpicos de Montreal. Aunque, de haber tenido realmente otra vida, le habr¨ªa gustado ser ingeniera; de hecho, es patrona de la asociaci¨®n de Mujeres Ingenieras y en Ciencia. ¡°He disfrutado mucho animando a ver la ingenier¨ªa como una carrera realista para las chicas¡±, afirma.
La equina es una pasi¨®n heredada de su madre, gran aficionada a los caballos, y que ella ha pasado a sus dos hijos, Peter y, sobre todo, Zara, que tambi¨¦n fue a los Juegos Ol¨ªmpicos, pero de 2012. La princesa tiene sus propias cuadras en su casa de Gatcombe, en la campi?a brit¨¢nica, a los que le gusta cuidar y alimentar. Sus cuatro nietos, dos de cada uno de sus hijos, tambi¨¦n montan a caballo, algo que le encanta.
Son precisamente sus nietos con quienes, seg¨²n cuenta su entrevistadora, ¡°se le iluminan los ojos¡± al hablar de ellos y con quienes le encanta pasar tiempo al aire libre. ¡°Me resulta muy dif¨ªcil de entender por qu¨¦ alguien est¨¢ pegado a pantallas y dispositivos. La vida es demasiado corta, la verdad. Hay m¨¢s cosas entretenidas que hacer¡±, reflexiona, para a?adir con humor: ¡°Supongo que eso me sit¨²a en el rango de edad de un dinosaurio¡±.
La entrevista se realiz¨® a mediados de febrero, un mes despu¨¦s de que su sobrino Enrique y la esposa de este, Meghan Markle, decidieran dar el paso de abandonar la familia real brit¨¢nica y dejar atr¨¢s sus t¨ªtulos de Altezas Reales. Pero ella ya tom¨® esa decisi¨®n a finales de los a?os setenta, cuando nacieron sus propios hijos. ¡°Pens¨¦ que probablemente ser¨ªa lo mejor para ellos, y creo que mucha gente podr¨¢ debatir sobre que el hecho de tener t¨ªtulos tiene sus inconvenientes. As¨ª que creo que fue lo correcto¡±, explica.
En lo que s¨ª sigui¨® la tradici¨®n fue en mandar a sus hijos a internados, como al que ella acudi¨® (igual que lo hizo el pr¨ªncipe Carlos que no vivi¨® all¨ª una buena experiencia) y al que tiene mucho que agradecer. ¡°Mi caso fue ligeramente diferente del de mi hermano mayor. Yo estaba lista para ir al colegio, ten¨ªa una institutriz y un par de amigas y eso no iba a ser suficiente, as¨ª que estaba encantada de ir. Creo que los internados han sido demonizados en ocasiones, cuando son instrumentos para que muchos ni?os prosperen". As¨ª, relata que es patrona de una asociaci¨®n de infancia e internados que ¡°cuida a ni?os de casas en situaci¨®n de caos y los manda a internados¡±: ¡°Solo hay que escucharles para ver c¨®mo transforman por completo sus vidas¡±.
Una de las cuestiones que m¨¢s se ha comentado sobre la princesa a lo largo de las d¨¦cadas es su capacidad de reciclar su ropa. Mientras que el director de Vogue en Reino Unido, Edward Enninful, la califica de ¡°icono de estilo¡± y de ser capaz de llevarlo todo, ella es m¨¢s cr¨ªtica y asegura que recicla ropa porque es ¡°bastante mala¡± en el asunto del vestir. ¡°Lo intento, compro material y me lo hacen porque es m¨¢s divertido. Adem¨¢s, ayuda a las manufacturas del pa¨ªs. No debemos olvidar a quienes tienen esas habilidades y hacen un trabajo fant¨¢stico", afirma, haciendo constar su papel de presidenta de la Asociaci¨®n brit¨¢nica de moda y textil.
Un patronato de los que, como tantos otros, no pretende retirarse. Esas tareas para ella no son ¡°marcar una casilla y ya¡±, como dice, sino implicarse a fondo. ¡°Me llev¨® unos 10 a?os sentirme con la suficiente confianza para participar en debates p¨²blicos de Save the Children¡±, pone como ejemplo. En agosto cumplir¨¢ 70 a?os. ¡°Jubilarse no es igual para m¨ª¡±, r¨ªe ir¨®nica, reconociendo que algunos lo pueden reconocer como una suerte y otros como un castigo, pero que ella ha decidido seguir el ejemplo de sus padres y dedicar tiempo a hacer cosas que le gustan y donde es necesaria, y delegar en otras. ¡°Tengo que admitir que ellos han seguido ah¨ª durante mucho m¨¢s tiempo de lo que yo ten¨ªa en mente, pero ya veremos¡±.
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