Francisco Rivera habla sobre las adicciones de su madre: ¡°No se dej¨® ayudar¡±

Francisco Rivera, retirado de los ruedos se ha reconvertido en un personaje televisivo, tambi¨¦n en empresario. Ahora no es ¨¦l el protagonista de las noticias ¨Cque tambi¨¦n ocurre¨C sino colaborador y entrevistador en un espacio dentro del programa Espejo p¨²blico de Antena 3. Dentro de esta moda de que famosos entrevisten a otros famosos y que se cuenten cosas que a otros no contar¨ªan porque se sienten como en casa, Rivera ha ca¨ªdo en su propia trampa. En su conversaci¨®n con el bailaor Antonio Canales, el diestro ha respondido a la sinceridad del artista sobre la adicci¨®n a las drogas que consigui¨® superar, con la misma franqueza en referencia a su propia madre, Carmina Ordo?ez.

Cuando Canales le cont¨® que su adicci¨®n provoc¨® la ruptura de su matrimonio y que tuvo que ingresar en un centro de rehabilitaci¨®n para conseguir salir de ese ¡°infierno¡±, Francisco Rivera habl¨® sin cortapisas de lo que supuso para su propia familia la relaci¨®n de su madre con las drogas. ¡°Estuvo ingresada muchas veces¡±, le explic¨® a Canales y a los espectadores del programa. ¡°Entraba en el hospital y cuando se recuperaba sal¨ªa, pero recuperarse es un proceso muy largo. Seis meses, un a?o, dos a?os¡±. El torero termin¨® por reconocer que en el fondo cree que Carmina Ord¨®?ez "no quer¨ªa recuperarse. Una suposici¨®n que remat¨® con una certeza tan cruda como dolorosa para ¨¦l: ¡°Mi madre no se dej¨® ayudar¡±, afirm¨®.

Seg¨²n relat¨® en su encuentro con el bailaor, lo m¨¢s doloroso para ¨¦l fue que ve¨ªa como su madre era capaz de salir del centro del problema pero no estaba preparada para continuar con el resto del proceso. ¡°Eso es demoledor¡±, asegur¨® Francisco Rivera recordando el sufrimiento de la familia y de su propia madre, quien finalmente falleci¨® el 23 de julio de 2004 a los 49 a?os. Carmen Ord¨®?ez, hija de torero ¨CAntonio Ord¨®?ez¨C, esposa de torero ¨Csu primer marido fue Francisco Rivera Paquirri¨C y madre de toreros ¨Cel mismo Fran y tambi¨¦n su hermano Cayetano Rivera¨C, en sus ¨²ltimos a?os de vida hab¨ªa convertido su vida en un espect¨¢culo que aparec¨ªa en las portadas de las revistas del coraz¨®n y en los programas de televisi¨®n del gremio. Las exclusivas, contar las idas y venidas de sus amores y aparecer en las fiestas de Marbella y Marruecos, pa¨ªs en el que vivi¨® durante una temporada, formaron parte de su forma de vivir y tambi¨¦n de ganarse la vida.

El d¨ªa que muri¨® se encontraba sola en su domicilio madrile?o. Su asistenta la encontr¨® sin vida en la ba?era de su casa y su muerte impact¨® no solo a su familia sino tambi¨¦n a muchos de los amigos famosos que estaban ya preocupados por la deriva que hab¨ªa tomado en los ¨²ltimos tiempos. Carmen Ord¨®?ez pertenec¨ªa a una de las familias cl¨¢sicas del toreo en Espa?a y siendo muy joven se cas¨®, en 1973, con Paquirri, otra figura en alza en el ruedo, lo que convirti¨® su boda en un acontecimiento nacional. Con ¨¦l tuvo dos hijos, Francisco y Cayetano Rivera Ord¨®?ez, pero la pareja se separ¨® en 1979, cuando sus hijos ten¨ªan cinco y dos a?os de edad. Su matrimonio fue declarado nulo y la vida de Carmen Ord¨®?ez sigui¨® por los derroteros que ella eligi¨® tras esos a?os de matrimonio en los que confes¨® sentirse recluida y aburrida. M¨¢s tarde contrajo matrimonio con Juli¨¢n Contreras, un eterno aspirante a cantante, con quien tuvo a su tercer hijo, que se llama como su padre y que como sus hermanos tambi¨¦n ha sido objeto del inter¨¦s de los medios. Con ¨¦l estuvo casada tres a?os y m¨¢s tarde volvi¨® a contraer matrimonio con el bailaor Ernesto Neyra.

Este matrimonio que dur¨® solo dos a?os fue el m¨¢s pol¨¦mico de la vida de Carmina: en abril de 1999 la pareja sali¨® en la portada de una revista contando que ella hab¨ªa sufrido un accidente dom¨¦stico y ella aparec¨ªa con la cara hinchada y un ojo totalmente morado. No mucho despu¨¦s esas mismas fotograf¨ªas las utiliz¨® para acusar al que todav¨ªa era su marido de malos tratos. Una vida recorrida a m¨¢xima velocidad, en la que desfilaron amores, fiestas y excesos que sus hijos, como ahora ha contado Francisco Rivera, no pudieron reconducir porque ella no dej¨® que lo hicieran.