Don Juan Carlos, cuatro meses sin noticias desde Abu Dabi
El rey em¨¦rito vive protegido del foco medi¨¢tico en los Emiratos ?rabes Unidos y no hay ninguna imagen de ¨¦l. Solo ha trascendido la visita de su hija Elena
Ni una l¨ªnea en los peri¨®dicos, ni una filtraci¨®n, ni tan siquiera un rumor. Nadie en Emiratos ?rabes Unidos (EAU) se ha hecho eco de la presencia del rey Juan Carlos en este rico pa¨ªs ¨¢rabe del golfo P¨¦rsico. Junto al f¨¦rreo control de la prensa, la discreci¨®n es la marca de la casa; el motivo por el que durante a?os ha servido de refugio a numerosos exmandatarios o sus familias, como en su d¨ªa los p...
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Ni una l¨ªnea en los peri¨®dicos, ni una filtraci¨®n, ni tan siquiera un rumor. Nadie en Emiratos ?rabes Unidos (EAU) se ha hecho eco de la presencia del rey Juan Carlos en este rico pa¨ªs ¨¢rabe del golfo P¨¦rsico. Junto al f¨¦rreo control de la prensa, la discreci¨®n es la marca de la casa; el motivo por el que durante a?os ha servido de refugio a numerosos exmandatarios o sus familias, como en su d¨ªa los paquistan¨ªes Pervez Musharraf y Benazir Bhuto, el tailand¨¦s Thaksin Shinawatra o la madre del presidente sirio Bachar el Asad, la recientemente fallecida Anisa Makhluf, entre otros.
La ¨²nica condici¨®n que se les impone a todos es que eviten declaraciones y actividades pol¨ªticas. Eso no plantea ning¨²n problema en el caso del exmonarca espa?ol, ya que tanto por su estatuto como por las circunstancias que le han tra¨ªdo hasta aqu¨ª es el primer interesado en pasar desapercibido. A pesar de los cuatro meses transcurridos desde que se filtr¨® que su destino era Abu Dabi, nadie le ha visto ni en un evento ni en los que eran sus restaurantes favoritos el Zuma y el 99 sushi bar, en la isla de Maryah, una de las que conforman la capital de Emiratos. Solo hay una imagen de ¨¦l bajando del avi¨®n que le llev¨® hasta all¨ª, desde entonces ninguna m¨¢s.
Tampoco ahora que las temperaturas bajan por fin de los 30 ¡ãC es probable que alguien vaya a cruzarse con el rey em¨¦rito en el agradable paseo de la Corniche. Todo apunta a que Juan Carlos est¨¢ alojado en alguno de los palacios de la familia real de Abu Dabi, los Al Nahyan, cuyo peso en la federaci¨®n de principados que hace 49 a?os fund¨® su patriarca, el jeque Zayed al Nahyan, les asegura la presidencia de EAU. Pero las informaciones, si hay alguna fiable, es m¨¢s probable que procedan del entorno de Juan Carlos.
La hospitalidad emirat¨ª asegura sin duda una estancia con todas las comodidades, incluso en este tiempo de mascarillas y distancia f¨ªsica. Otra cosa es el cari?o de los m¨¢s pr¨®ximos o la intimidad del hogar propio. De ah¨ª que la foto de la infanta Elena en el aeropuerto de Dub¨¢i, obtenida casualmente por un viajero y que public¨® La Vanguardia, haya dado pie a elucubrar sobre si se aburre o si va a volver a casa por Navidad. Cabe pensar que la decisi¨®n no est¨¦ tanto en Abu Dabi como en La Zarzuela.
El rey em¨¦rito est¨¢ en contacto con familiares y amigos, seg¨²n han contado algunos de ellos. Pasa mucho de su tiempo al tel¨¦fono. Estas fuentes explican que emplea varias horas al d¨ªa haciendo rehabilitaci¨®n y que sigue al detalle lo que ocurre en Espa?a. Tambi¨¦n cuentan que se le nota aburrido. La visita de la infanta Elena es la ¨²nica que hasta el momento ha trascendido. No hay ning¨²n plan en marcha para que don Juan Carlos regrese, lo que s¨ª hay es alguno para que esta Navidad cuente con la compa?¨ªa de alguna de sus hijas y de alguno de sus nietos.
La marcha de don Juan Carlos vino precedida de unas declaraciones del presidente Pedro S¨¢nchez, calificando de ¡°inquietantes y perturbadoras¡± las noticias sobre los fondos opacos de Juan Carlos I en el extranjero, y la insistencia de varios ministros instando a Felipe VI a distanciarse del rey em¨¦rito. Pero no fueron supuestas presiones del Gobierno las que persuadieron al jefe del Estado de la necesidad de tomar medidas sino encuestas, en poder de la Casa del Rey, que mostraban que el prestigio de la Monarqu¨ªa estaba en ca¨ªda libre y su descr¨¦dito era galopante, especialmente entre los espa?oles menores de 45 a?os.
La negativa de Juan Carlos I a renunciar voluntariamente al t¨ªtulo honor¨ªfico de rey, que le fue concedido con car¨¢cter vitalicio en junio de 2014, pocos d¨ªas antes de su abdicaci¨®n, descartaba la opci¨®n m¨¢s sencilla, pues bastaba con modificar un real decreto. Don Felipe tampoco quiso recortar la familia real, repitiendo la operaci¨®n que llev¨® a cabo tras su coronaci¨®n, cuando excluy¨® a sus hermanas y cu?ados y la redujo a sus padres e hijas, pues ello hubiera requerido castigar injustamente a su madre, la reina Sof¨ªa. La opci¨®n que quedaba era poner distancia f¨ªsica entre la Corona y su anterior titular. De eso se cumplen este viernes cuatro meses.