Carlos de Inglaterra y Diana Spencer, 40 a?os del compromiso que marc¨® la historia del Reino Unido

La primera vez que Carlos de Inglaterra y Diana Spencer se vieron el pr¨ªncipe ten¨ªa 29 a?os y Lady Di solo 16. Fue un encuentro casual, pero el destino quiso que tres a?os despu¨¦s, en 1981, la pareja se comprometiera. El mundo quedaba fascinado con la que parec¨ªa una bonita historia de amor con final feliz, pero desconoc¨ªa que detr¨¢s de esa imagen de unos novios que anunciaban su boda hab¨ªa tensi¨®n, dudas y obligaciones. Carlos lleg¨® a ese momento forzado por su familia para cumplir con el deber que ten¨ªa como heredero al trono de dar continuidad a la estirpe. Diana lo hizo ensimismada por el papel al que acced¨ªa e ilusionada pensando que iba a ser capaz de que su prometido olvidara a Camilla Parker, por entonces amante del heredero al trono brit¨¢nico.

En The Diana Chronicles, la periodista Tina Brown escribi¨® que Diana le dijo a sus amigos a?os antes de comprometerse que alg¨²n d¨ªa se casar¨ªa con el pr¨ªncipe, pues ¨¦l ser¨ªa ¡°al ¨²nico hombre en el planeta al que no se le permitir¨ªa divorciarse de m¨ª¡±. Ella misma le confes¨® m¨¢s tarde al bi¨®grafo Andrew Morton, autor de Diana: Her True Story, que sus primeros pensamientos sobre Carlos fueron poco efusivos. Recordaba haber pensado: ¡°Dios, qu¨¦ hombre tan triste¡±. Diana tambi¨¦n revel¨® lo dif¨ªcil que fueron esos primeros d¨ªas, lo dif¨ªcil de salir con un pr¨ªncipe: ¡°No era consistente con su cortejo. Me llamaba todos los d¨ªas durante una semana, y luego no me hablaba durante tres. Muy raro, pens¨¦: ¡®Bien. Bueno, ¨¦l sabe d¨®nde estoy si me quiere¡¯. La emoci¨®n cuando sol¨ªa llamar era inmensa e intensa; las otras tres chicas de mi piso se volv¨ªan como locas¡±. Se equivoc¨® en lo del divorcio, pero acert¨® en todo lo dem¨¢s.

Fue un breve noviazgo, de solo seis meses, en el que se vieron muy poco. Eran casi unos desconocidos cuando el palacio de Buckingham anunci¨®, hace ahora 40 a?os, su compromiso. ¡°Con placer la reina y el duque de Edimburgo anuncian el compromiso de su amado hijo, el pr¨ªncipe de Gales, con Lady Diana Spencer, hija del conde Spencer y la honorable se?ora Shand Kydd¡±, dec¨ªa el comunicado oficial del 24 de febrero de 1981.

Diana y Carlos de Inglaterra posaron en los jardines de palacio. Ella vestida con un traje azul que hac¨ªa juego con el anillo de brillantes y zafiros que luc¨ªa en su mano como se?al de compromiso, ese mismo que convertido ya en una leyenda lleva ahora Kate Middleton. Luego, la pareja concedi¨® una entrevista a la BBC. En ella, Carlos desvel¨® que hab¨ªa hecho la pregunta solo tres semanas atr¨¢s: ¡°Ella hab¨ªa planeado ir con su madre a Australia durante bastante tiempo, entonces pens¨¦: ¡®Bueno, le preguntar¨¦ para que tenga la oportunidad de pensarlo cuando est¨¦ fuera y decidir si puede soportar toda la idea, o no, seg¨²n fuera el caso¡±. Sin embargo, Diana dijo que s¨ª ¡°de inmediato¡±. Cuando se le pregunt¨® a Diana c¨®mo har¨ªa frente a su papel, respondi¨®: ¡°Bueno, naturalmente, es bastante abrumador, pero espero que no sea demasiado dif¨ªcil, y con el pr¨ªncipe Carlos a mi lado no puedo equivocarme¡±.

El pr¨ªncipe Carlos y Diana Spencer se casaron en la catedral de San Pablo el 29 de julio de 1981, en Londres, cinco meses despu¨¦s del anuncio oficial de su compromiso. La boda fue seguida por 750 millones de personas en todo el mundo a trav¨¦s de la televisi¨®n. Comenzaba as¨ª una historia que ha marcado para siempre a la familia real brit¨¢nica y que ha servido de guion para decenas de libros y series de televisi¨®n. Un matrimonio que se rompi¨® definitivamente cuando Diana concedi¨® esa entrevista en la que desvel¨® que en su matrimonio eran tres. Camilla nunca desapareci¨® de la vida de Carlos como ahora Diana no se ha borrado de sus vidas. Desde su muerte, ocurrida en Par¨ªs hace casi 24 a?os, el heredero al trono lucha contra su memoria instalada entre los ciudadanos que siguen viendo en ella a la Princesa del pueblo. Carlos de Inglaterra vive feliz con Camilla Parker Bowles, pero en su historia de amor tambi¨¦n siguen siendo, pese a todo, tres a los ojos del gran p¨²blico.