La actriz Patricia L¨®pez Arnaiz, ganadora de un Goya: ¡°Lo que me est¨¢ pasando es maravilloso, pero no imprescindible¡±
Hace solo cuatro a?os que puede vivir de su profesi¨®n de actriz y en tres meses se ha alzado adem¨¢s de con el premio de la Academia con el Feroz y el Forqu¨¦. Ahora encara esta nueva etapa con cierto temor a la popularidad
La voz de Patricia L¨®pez Arnaiz (Vitoria, 39 a?os) al otro lado del tel¨¦fono suena cansada pero muy ilusionada. No es para menos ya que hace una semana se hizo con el Goya a mejor actriz por su interpretaci¨®n en Ane, el largometraje debut de David P¨¦rez Sa?udo que en menos de tres meses le ha otorgado otros dos impor...
La voz de Patricia L¨®pez Arnaiz (Vitoria, 39 a?os) al otro lado del tel¨¦fono suena cansada pero muy ilusionada. No es para menos ya que hace una semana se hizo con el Goya a mejor actriz por su interpretaci¨®n en Ane, el largometraje debut de David P¨¦rez Sa?udo que en menos de tres meses le ha otorgado otros dos importantes galardones, el Feroz y el Forqu¨¦. Si se tiene en cuenta, adem¨¢s, que en tan solo cuatro a?os ha pasado de ser una absoluta desconocida a convertirse en una de las actrices m¨¢s solicitadas del cine espa?ol, L¨®pez Arnaiz tiene derecho a estar ¡°agotada¡±.
Tambi¨¦n se encuentra sobrepasada por todo lo que ha supuesto este revuelo de premios para una int¨¦rprete que tard¨® en descubrir su vocaci¨®n pero que, a punto de cumplir los 40 (el pr¨®ximo 15 de abril), ha demostrado que nunca es tarde para llegar a la cima del ¨¦xito. Lo corrobora un discurso pausado y reflexivo de quien no termina de creerse lo que ha sucedido en tan poco tiempo y que, a¨²n con un revuelo de sensaciones en su interior, reclama algo de calma para proyectar todo lo que esto supone. ¡°Llevo dos meses fuera de casa y tengo mucho cansancio acumulado. Han sido muchas emociones juntas, ahora mismo estoy buscando un poco de normalidad para asimilarlo¡±, dice en conversaci¨®n telef¨®nica con EL PA?S desde su agencia de representaci¨®n en Vitoria.
Hasta all¨ª se ha desplazado desde su casa en la monta?a a las afueras de la capital alavesa, rodeada de campo y naturaleza. Rechaza la idea de mudarse a Barcelona o Madrid, centro neur¨¢lgico de muchos int¨¦rpretes, y admite que es su hogar lo que la mantiene anclada a los suyos y con los pies en la tierra. ¡°Despu¨¦s de meses rodando y viviendo en hoteles y en distintas ciudades, mi mayor medicina es volver a mi casa. Lo cotidiano y sencillo como es barrer, poner lavadoras, hacer mi nido, es lo que de verdad me relaja porque vuelvo a la normalidad¡±.
Una cotidianidad que abandon¨® hace casi un lustro, cuando la profesi¨®n de actriz le dio para vivir. Lo suyo con la interpretaci¨®n ha sido una relaci¨®n que ha llegado en una etapa madura para ambas. Tras acabar sus estudios de Publicidad y Relaciones P¨²blicas en la universidad del Pa¨ªs Vasco, L¨®pez Arnaiz compagin¨® trabajos de camarera, viaj¨® de aqu¨ª para all¨¢ y prob¨® suerte con varias ramas art¨ªsticas: la fotograf¨ªa, la guitarra, la pintura¡ Una charla con un amigo le hizo ver que dentro de ella hab¨ªa algo que nunca hab¨ªa cambiado: su pasi¨®n por interpretar, un deseo en el que apenas hab¨ªa reparado. Su b¨²squeda personal coincidi¨® en tiempo y forma con la apertura de la Escuela de Teatro de Vitoria y el destino parec¨ªa llamar a su puerta. ¡°Me encontr¨¦ r¨¢pidamente en un lenguaje y una pr¨¢ctica que me llenaban. Era m¨¢s el placer por lo que estaba haciendo que el fin profesional¡±, rememora L¨®pez Arnaiz sobre sus tard¨ªos comienzos.
No considera un h¨¢ndicap haberse iniciado en este mundillo pasada la treintena, sino m¨¢s bien una gran ventaja. ¡°Afortunadamente antes de esto me he construido una vida completamente distinta. Todo lo que me est¨¢ pasando es maravilloso, pero no imprescindible, es un a?adido a mi vida ya asentada. Si me hubiese pasado m¨¢s joven lo mismo hubiese sido m¨¢s dif¨ªcil¡±, reflexiona la que hasta hace unos a?os era pluriempleada y divid¨ªa su tiempo entre ser monitora y cuentacuentos de ni?os en el comedor de un colegio con llevar la producci¨®n de la sala Hell Dorado de su ciudad natal. Asegura que no le supondr¨ªa ning¨²n problema volver a sus or¨ªgenes, aunque ahora saborea con gusto cada proyecto que cae en sus manos.
Su rostro comenz¨® a ser conocido en los hogares espa?oles gracias a su papel protagonista de profesora en el internado femenino en la serie La otra mirada (TVE), por la que se alz¨® con el premio Ondas. De ah¨ª pas¨® a ser la arist¨®crata y pintora misteriosa de La peste (Movistar+) mientras al mismo tiempo interven¨ªa en la adaptaci¨®n al cine de la Trilog¨ªa de Bazt¨¢n, de Dolores Redondo. Tambi¨¦n particip¨® en El ¨¢rbol de la sangre (2018), de Medem, e interpret¨® a una de las hijas de Unamuno en Mientras dure la Guerra (2019), de Amen¨¢bar. Pero su lanzadera definitiva al estrellato ha sido Ane, donde interpreta a Lide, una madre separada, de car¨¢cter ¨¢spero y descarado, que busca con desesperaci¨®n a su hija desaparecida, a la que intenta entender en esos a?os de adolescencia efervescente y enrolada en los ¨²ltimos coletazos de la lucha callejera vasca. Cuenta que para su personaje le bast¨® con empaparse el guion, pues era muy descriptivo, pero s¨ª revela que vio cierta similitud entre el papel de su hija en la pel¨ªcula con su propia juventud. ¡°Recuerdo muy bien mi adolescencia y me sent¨ª reflejada en Ane. Esa rebeld¨ªa hacia tus padres, que no quieres que se metan en tu mundo ni que lo sepan todo de ti¡¡±, recuerda con una sonrisa. Sus padres, afincados en una peque?a localidad de La Rioja, solo miran con buenos ojos a aquella chiquilla de mirada intensa y pelo alborotado que hoy se ha convertido en una famosa y reputada actriz.
Esa fama es lo que L¨®pez Arnaiz m¨¢s teme de la profesi¨®n. A¨²n apenas siente que la reconocen por la calle pero le preocupa que a partir de ahora su vida se vea expuesta y pierda el control. Por eso se cuida mucho. Se resiste a las redes sociales ¡ªlas cuentas que hay sobre la actriz en Twitter o Instagram son meramente informativas¡ª y observa con cautela este mundo nuevo para no pisar en terreno pantanoso. ¡°He visto que con la popularidad se puede abrir una caja de pandora que me da un poco de respeto. Hay un foco de inter¨¦s que puede mover muchas cosas, ahora estoy un poco temerosa y quiero tener mucho cuidado¡±, dice pensando en s¨ª misma y en los que la rodean.
Cuando le ofrecieron Ane, L¨®pez Arnaiz se lo pens¨® mucho porque ya ten¨ªa otros dos proyectos sobre la mesa. Haber trabajado con ¡°un equipo maravilloso¡± y el exitoso resultado han hecho que no se arrepienta. En su corta pero intensa experiencia destacan papeles de mujeres fuertes. Considera que la industria se encuentra en un momento f¨¦rtil en cuanto al feminismo y la presencia de mujeres en cada vez m¨¢s sectores, pero lamenta que todav¨ªa quede mucho por hacer en la sociedad en general. ¡°Ver a gente joven con comportamientos tan machistas asusta. Yo llevo poquito tiempo en esta profesi¨®n y seguramente haya vivido muchas situaciones de desigualdad de manera inconsciente, aunque s¨ª ha habido casos en los que he pedido tener las mismas condiciones que mis compa?eros, por si acaso¡±.
Mientras, pide a la vida que le sigan llegando proyectos tan interesantes como hasta ahora y encara su futuro m¨¢s pr¨®ximo repleta de trabajo. Se dejar¨¢ ver de alpinista en La cima, junto a Javier Rey; de polic¨ªa en la serie Feria de Netflix; de mujer deseosa de ser madre, en La hija, junto a Javier Guti¨¦rrez, y estrenar¨¢ Mediterr¨¢neo, la pel¨ªcula sobre los cooperantes de Open Arms. Pronto empezar¨¢ a trabajar en el nuevo film de Marta Nieto como directora que ¡°pinta muy bonito¡± y tiene otras propuestas por cerrar de las que todav¨ªa no puede desvelar m¨¢s. No hay duda de que Patricia L¨®pez Arnaiz ha llegado para quedarse.