Los perros de la Casa Blanca, un fen¨®meno apol¨ªtico
La muerte de Bo, la mascota de los Obama, despierta el cari?o del p¨²blico estadounidense. Los Biden han recuperado la tradici¨®n de tener animales de compa?¨ªa durante la presidencia
Una de las primeras promesas de campa?a que materializ¨® Barack Obama al llegar a la Casa Blanca en 2009 fue conseguir un perro para sus hijas. El senador Ted Kennedy les regal¨® un agua portugu¨¦s, una raza id¨®nea para evitar reacciones al¨¦rgicas, como las que padec¨ªa Malia, la mayor del matrimonio presidencial. ...
Una de las primeras promesas de campa?a que materializ¨® Barack Obama al llegar a la Casa Blanca en 2009 fue conseguir un perro para sus hijas. El senador Ted Kennedy les regal¨® un agua portugu¨¦s, una raza id¨®nea para evitar reacciones al¨¦rgicas, como las que padec¨ªa Malia, la mayor del matrimonio presidencial. Las peque?as bautizaron al cachorro de seis meses negro con partes blancas como Bo, igual que el gato de sus primos y porque su difunto abuelo materno se apodaba Didley, como el cantante de rock Bo Didley. El animal conquist¨® los corazones de los estadounidenses con sus visitas a centros m¨¦dicos para ni?os y jugando con los invitados. Este fin de semana los Obama comunicaron en las redes el fallecimiento del perro a causa de un c¨¢ncer y cientos de miles de mensajes inundaron las redes para despedirlo.
¡°Sabemos que no somos los ¨²nicos que quer¨ªamos a Bo y damos las gracias por el amor que todos ustedes le han mostrado durante los a?os. Por favor, abracen un poquito m¨¢s fuerte a los miembros peludos de su familia esta noche y acaricien su barriguita de nuestra parte¡±, public¨® la exprimera dama Michelle Obama en Instagram. Su esposo, el expresidente Barack, colg¨® en Twitter algunas fotos, como la ic¨®nica imagen de ¨¦l corriendo junto a Bo por un pasillo de la residencia presidencial. ¡°Toleraba todo el alboroto que conllevaba estar en la Casa Blanca, ten¨ªa un gran ladrido, pero no mord¨ªa, le encantaba saltar a la piscina en verano, era imperturbable con los ni?os¡±, apunt¨® el dem¨®crata en un mensaje que roza los 800.000 Me gusta, m¨¢s de tres veces que su publicaci¨®n para desearle feliz d¨ªa de la madre a su esposa.
¡°Ten¨ªa un gran ladrido, pero no mord¨ªa¡±. Esa frase no la podr¨ªa decir Joe Biden sobre su perro Major, un pastor alem¨¢n que el mandatario adopt¨® en un refugio de animales de Delaware. El cachorro protagoniz¨® un peque?o incidente en sus primeras semanas en la Casa Blanca. Seg¨²n la portavoz de la Administraci¨®n, le provoc¨® ¡°una lesi¨®n leve¡± a un ¡°desconocido¡± que se encontraba en el recinto presidencial. Despu¨¦s del episodio, Major y su ¡°hermano mayor¡± Champ fueron trasladados a Delaware temporalmente, aunque ya est¨¢n de regreso. La an¨¦cdota record¨® cuando el perro de los Bush clav¨® sus dientes en la mano del periodista Jon Decker, de la agencia Reuters.
Aunque solo han pasado unos meses desde que los peludos inquilinos llegaron a la Casa Blanca, ya cuentan con una s¨®lida base de admiradores. Major tiene m¨¢s de 12.000 seguidores en Twitter y Champ, 15.000. El mayor, de 13 a?os, es una cara conocida para varios, ya que pas¨® ocho a?os en la residencia vicepresidencial en el Observatorio Naval cuando el dem¨®crata fue n¨²mero dos de Obama. Los Biden anunciaron recientemente que adoptar¨¢n una gata. Sobre las posibles tensiones que esto le podr¨ªa producir a Major, la primera dama Jill Biden dijo a la NBC que como parte del entrenamiento del cachorro: ¡°[El Servicio Secreto] lo llev¨® a un refugio con gatos y lo ha llevado bien¡±.
Antes de llegar a la Casa Blanca, Major ya hab¨ªa provocado noticia en noviembre, cuando producto de un juego con su amo, el dem¨®crata acab¨® con una lesi¨®n en el pie que lo oblig¨® a utilizar una bota ortop¨¦dica. A pesar de que el periodo de adaptaci¨®n del cachorro no ha estado exento de pol¨¦mica, el peque?o ya hizo historia por ser el primer perro adoptado en un refugio que vive en la Casa Blanca. Eso s¨ª, no es el primer pastor alem¨¢n llamado Major que vive en la Casa Blanca. El perro de Franklin Delano Roosevelt, de la misma raza, tambi¨¦n se llamaba as¨ª.
La llegada de los dos pastores alemanes de los Biden permitieron retomar la tradici¨®n presidencial instaurada por George Washington de tener mascotas en la residencia presidencial. Donald Trump fue el primero en m¨¢s de 100 a?os en no contar con una mascota en el 1600 de la Avenida Pensilvania en Washington. Solo quince de los 46 presidentes en la historia de Estados Unidos han prescindido de un animal de compa?¨ªa.
Las mascotas presidenciales, adem¨¢s de ser grandes compa?eros para la Primera Familia, se convierten en una especie de fen¨®meno para el pueblo estadounidense. Hillary Clinton, cuando fue primera dama, incluso escribi¨® un libro sobre sus dos perros, llamado Dear Socks, Dear Buddy. El difunto Bo tambi¨¦n protagoniz¨® su cuento infantil: Bo, el comandante con correa de EE UU, haciendo una referencia al rango de comandante en jefe de las Fuerzas Armadas que ejerce el presidente estadounidense. Ahora es el turno de Major o Champ¡ o quiz¨¢ es el momento de que una gata tenga su libro presidencial.