Amparo Larra?aga: ¡°He dejado plantado a un cirujano est¨¦tico en puertas del quir¨®fano¡±

Amparo Larra?aga (Madrid, 58 a?os) viene de ponerse la primera dosis de ¡°la Pfizer¡±. Arrolladoramente simp¨¢tica, quiz¨¢s en parte como ariete y en parte como coraza, habla por los codos y establece ella solita esa complicidad instant¨¢nea que se da a veces entre mujeres casi coet¨¢neas con solo mirarse a los ojos. Antes de la cita, la han maquillado primorosamente para la foto y, cuando nos traen unos botes de la m¨¢quina de refrescos de la productora de la serie, saca de su bolso gigantesco, en el que lleva desde cepillos hasta fruta y analg¨¦sicos, un termo con hielo para la cocacola: ¡°es que me gusta con hielo y, chica, en los caterings nunca tienen¡±. Se le notan todas y cada una de sus d¨¦cadas de oficio delante y detr¨¢s de la escena. Y una alegr¨ªa incontenible por tener, por fin, la tranquilidad que da la vacuna.

?Tanto le teme al virus?

Mucho. He estado un a?o sin salir m¨¢s que al teatro a trabajar, y ah¨ª vamos sin mascarilla, a cara de perro. Tengo miedo sobre todo porque soy cuidadora de abuelas. En casa siempre est¨¢n o mi madre o mi suegra, y la responsabilidad de llevarles algo me pod¨ªa. Cuidar es una cosa que hago bien.

Pregunta sexista: ?Eso es por ser la ¨²nica chica de cuatro hermanos?

Puede, pero no te creas. A mis hermanos los tengo muy bien educados, y mi madre ni te cuento. Vengo de una familia de mujeres independientes. Mi abuela Mar¨ªa Fernanda se fue a Hollywood y se cas¨® tres veces. A mi t¨ªa Amparo Rivelles la ech¨® el r¨¦gimen [franquista] y se fue a M¨¦xico, triunf¨® como una diosa, tuvo una hija de soltera y nunca dijo qui¨¦n era el padre. Y mi madre ha vivido como ha querido. En casa hemos sido feministas por la v¨ªa de los hechos consumados. Mujeres empresarias, due?as de su vida. Y, aunque he vivido rodeada de t¨ªos, no jugaba a las mu?ecas, las destrozaba jugando a carniceros.

?C¨®mo ve a las j¨®venes feministas?

Nos ense?an mucho porque denuncian lo que para nosotras era normal. Yo he dado hostias como panes. Recuerdo a un t¨ªo meterme mano y darle una leche. Lo que no he vivido es el acoso de un productor, porque he sido productora desde los 24 a?os, pero esas actitudes eran normales para todas. Para m¨ª, para mi madre. Y te estoy hablando de mujeres feministas, pero nos parec¨ªa normal, y lidi¨¢bamos con ello.

En ¡®Los hombres de Paco¡¯ hace de una coronel del Ej¨¦rcito. ?Tiene m¨¢s ovarios ella o usted?

S¨ª, soy la coronel Dolores Urbizu, una t¨ªa bregada en Afganist¨¢n que est¨¢ en un momento de su vida que no sabe si retirarse o quedarse. Y, s¨ª, yo tambi¨¦n los tengo, desde cr¨ªa. He tenido tres hermanos t¨ªos y los llevaba como una vara: me llamaban Rommel [militar nazi conocido como zorro del desierto], los cabrones. Yo el car¨¢cter lo he mamado en casa. He triunfado m¨¢s con personajes fuertes que con otros de buena chica. No s¨¦ por qu¨¦, pero gusto con el l¨¢tigo. Y a veces haciendo re¨ªr sin dejar el l¨¢tigo, que no creas que es f¨¢cil.

?Qu¨¦ aprendi¨® de periodismo en ¡®Periodistas¡¯?

Nada, las series no van de profesiones, van de emociones. De amor, de celos, de risas, de venganza, de la vida. Lo ¨²nico que hago es intentar comprender al personaje y situarlo en su ¨¦poca y en su momento personal. La profesi¨®n, para los profesionales.

Nieta, hija, sobrina, hermana de actores. ?Ten¨ªa el futuro escrito?

Un poco, s¨ª. Yo quer¨ªa ser m¨¦dico, pero se empe?aron en que fuera actriz. Bueno, eso y que hab¨ªa que estudiar tela. Mi abuelo Ismael me meti¨® el veneno de la interpretaci¨®n y luego me gust¨®, pero me gust¨® de mayor, de jovencita esto era un juego.

Su familia debe de ser un festival de egos ?C¨®mo sobrevive?

No te puedes imaginar. A ver, egos hay en todos los oficios, he visto cajeros de s¨²per superegoc¨¦ntricos. Lo de mi familia ha sido muy divertido y muy intenso. Tendr¨ªa que escribir los Episodios Nacionales, no vale con un tomo. Ha habido muchas generaciones y mucha mandanga que contar.

Su hermano Luis me dijo en una entrevista que dej¨® de ser joven cuando muri¨® su padre. ?Le pas¨® lo mismo?

Yo estuve un a?o sonada. A veces lo que hacen los m¨¦dicos para alargar la vida a las personas es tan fuerte que te acaba matando. Creo que mi padre siempre supo que se iba a morir, quienes quer¨ªamos que se quedara ¨¦ramos nosotros. Estuve 70 d¨ªas metida en una UCI con ¨¦l. Mi padre era m¨¢s que mi padre, era el hombre de mi vida. Y despu¨¦s me tir¨¦ un a?o en un sof¨¢ mirando hacia arriba. No daba pie con bola.

?Qu¨¦ tiene que tener una actriz para llevar casi 40 a?os en escena?

Tienes que gustar, provocar sentimientos, los que sean: re¨ªr, llorar, caer bien, caer fatal, pero tiene que pasar algo. No puedes pasar desapercibida. Si supi¨¦ramos lo que funciona, lo har¨ªa el Banco Santander. Es un misterio.

Llevaba 13 a?os sin hacer televisi¨®n. ?Retiro voluntario o forzoso?

No me llamaban. Cero. Me refugi¨¦ en el teatro, donde soy mi propia jefa. El teatro es m¨¢s agradecido con las mujeres maduras. Pero cada vez cuesta m¨¢s encontrar funciones para una t¨ªa de cincuenta y muchos. Tengo 58, puedo dar 55, pero no quiero hacer de m¨¢s joven, no me gusta.

?Se siente presionada por parecerlo?

No, hasta que he vuelto a hacer imagen otra vez. Yo me he visto estupenda siempre, pero, claro, te llaman para hacer de la novia de Paco, el de los hombres de Paco, y para que se enamore de una t¨ªa que, aparte de lista, tiene que estar ca?¨®n. Y no te lo dicen, pero t¨² te ves tus arrugas con un focazo enfrente. No s¨¦. Es una presi¨®n rara que tienes que librar t¨² sola.

?Y c¨®mo va el pulso?

Pues mira, he ido muchas veces a preguntar y luego he dicho que ya ir¨ªa, si eso. Y dej¨¦ plantado a un cirujano casi en el quir¨®fano. Me arrepent¨ª, soy bastante miedosa. Aqu¨ª la ¨²nica que resiste es Frances McDormand, que sale la t¨ªa sin maquillar y sin peinar, que hay que tener unos huevos... A m¨ª me sigue importando, sigo deshojando la margarita, tengo dudas.

?Y por qu¨¦ Paco, el de los hombres de Paco, no las tiene?

Pues porque en nuestra generaci¨®n, ya sabes, el hombre y el oso... El propio Paco Tous lo dice: a m¨ª no me exigen lo mismo que a ti. No tienes m¨¢s que ver los anuncios de la tele. Las mujeres parecemos sacos de basura: hemorroides, dentaduras, incontinencia. ?Por qu¨¦ no sacan a calvos y barrigones? Ahora, eso se ha acabado. Las chicas j¨®venes quieren t¨ªos buenos, y los chicos j¨®venes tambi¨¦n van a sentir esa presi¨®n.

?Cu¨¢ndo se dio cuenta de que, sin ser mayor, ya no es joven?

Cuando me mir¨® un t¨ªo bueno en un sem¨¢foro y yo, en vez de sacar culo, sujet¨¦ el bolso porque cre¨ª que iba a rob¨¢rmelo. Dije: ¡°Co?o, me he hecho mayor¡±. Se lo cont¨¦ a mi hermano y le hizo tanta gracia que dice que lo va a escribir en una obra. Pero ?a que t¨² me entiendes? Eso es definitivo.