Par¨ªs se aferra a la cultura de la juventud para remontar la pandemia

Hay preguntas que la industria de la moda lleva al menos un a?o y medio intentando contestar con m¨¢s fe que acierto. ?C¨®mo conectar con los consumidores despu¨¦s de la ca¨ªda de las ventas provocada por el confinamiento y posteriores restricciones sociales? ?C¨®mo redefinirse en un mundo donde el concepto del lujo ha cambiado? ?C¨®mo seguir siendo relevantes para las nuevas generaciones?, y ?c¨®mo transformar las reglas y formatos en los que lleva c¨®modamente instalada desde hace d¨¦cadas para conseguirlo? Las respuestas ofrecidas en la semana de la moda de Par¨ªs que termin¨® ayer han sido tan diversas como reveladoras.

En Chanel, Virginie Viard opt¨® por recuperar el esp¨ªritu y la energ¨ªa de los ochenta. La dise?adora dispuso su pasarela como se hac¨ªa en aquellos a?os, con los fot¨®grafos apostados a lo largo, d¨¢ndoles un lugar prioritario, para regresar a esa idea de que la moda es una mujer, un vestido y una imagen. Sobre este espect¨¢culo sin ¨ªnfulas, en las ant¨ªpodas de las megaproducciones de su antecesor Karl Lagerfeld, la dise?adora despleg¨® una propuesta eminentemente francesa, funcional y desacomplejada. El cl¨¢sico traje de tweed de Chanel se declina mirando al futuro ¡ªen chaquetones sobredimensionados¡ª y al pasado ¡ªbordado con piedras multicolores¡ª. El largo de las faldas sube, los ombligos se descubren y las siluetas se aligeran. Hay sencillos ba?adores en blanco y negro, y bodies dorados. Las modelos desfilan felices y sonrientes al ritmo de Freedom. El resultado es el evento m¨¢s emocionante que la marca ha ofrecido en a?os. Evocar el esp¨ªritu de la ¨¦poca m¨¢s ingenua y divertida de la moda le sienta bien a la multimillonaria Chanel.

Como en el caso de esta ¨²ltima maison francesa, Dior o Valentino, Miu Miu rejuvenece su discurso hasta llevarlo a las puertas del acn¨¦. La firma del grupo Prada soluciona el dilema de la moda actual cortando por lo sano. Literalmente. Las bermudas y faldas plisadas color khaki terminan con un tajo al bies. Tambi¨¦n los vestidos de gasa bordados primorosamente en pedrer¨ªa est¨¢n deshilachados. Hay algo crudo y desafiante que cuestiona los conceptos de belleza y perfecci¨®n convencionales, pero sin que las prendas dejen de ser comerciales. Miuccia Prada corta los jerseys y las camisas colegiales por debajo del pecho y baja las cinturas de las minifaldas dejando al descubierto, no solo el ombligo como hacen Chanel o Giambattista Valli, sino todo el abdomen en su esplendor, incluida la cinturilla de los slips. El complemento de la pr¨®xima primavera-verano no ser¨¢ el bolso joya sino las tablas de abdominales y los burpees.

Para Matthew M. Williams el futuro pasa por la fusi¨®n de la cultura urbana y la artesan¨ªa. El pr¨®ximo enero, el director creativo de Givenchy se convertir¨¢ en el ¨²ltimo miembro del cada vez m¨¢s nutrido grupo de dise?adores ¡ªDemna Gvasalia, Kim Jones¡ª que provenientes del streetwear capitanean ahora la alta costura de maisons legendarias. Que ya est¨¢ trabajando ¡ªo al menos pensando¡ª en ese proyecto se percibe claramente en la colecci¨®n de pr¨ºt-¨¤-porter que mostr¨® el pasado domingo en Par¨ªs, la tercera bajo su mando desde que fuera nombrado responsable de la marca a principios de la pandemia, y la primera presentada a trav¨¦s de un desfile presencial. Entre sus poderosas propuestas destacan las chaquetas bolero rematadas en escult¨®ricos volantes, las bombers elaboradas como un hojaldre y las faldas de gasa con pedrer¨ªa, que recordaban poderosamente a las que cre¨® Alexander McQueen cuando ocupaba el mismo cargo y en las que Ricardo Tisci se inspirar¨ªa tambi¨¦n a?os despu¨¦s. Las prendas se combinaban con botas hasta la ingle y deportivas futuristas de una sola pieza. Todo augura que algo potente est¨¢ por venir.

Nicolas Ghesquiere, director creativo de Louis Vuitton se retrotrae al siglo XVIII para facturar una fantas¨ªa g¨®tica donde los guardainfantes de terciopelo dan paso a vestidos de encaje, esm¨®quines deconstru¨ªdos y faldas con estructuras de polis¨®n mezcladas con vaqueros, camisetas y pantalones cargo. Un viaje en el tiempo interrumpido por la actualidad. Dos miembros del grupo ecologista Extinction Rebellion se colaron en la pasarela con carteles en los que se le¨ªa: ¡°Sobreconsumo=extinci¨®n¡±. Por si alguien se hab¨ªa olvidado que la sostenibilidad es otra de las asignaturas pendientes de la industria de la moda.

Hace ya tiempo que Daniel Roseberry decidi¨® que para mostrar su colecci¨®n de pr¨ºt-¨¤-porter no necesitaba un desfile sino unas fotos impactantes bajo su propia direcci¨®n de arte. Mientras en la alta costura de Schiaparelli se puede permitir jugar con conceptos que le interesan tanto como el mal gusto y la vulgaridad, en pr¨ºt-¨¤-porter declina la inquietante iconograf¨ªa que desarrollado para la casa en botones, broches y peque?as fornituras haci¨¦ndola m¨¢s accesible.

Femenina y grandilocuente, la colecci¨®n de Giambattista Valli recurre, como siempre, a plumas, volantes, bordados florales y cadenas para componer prendas atrevidas con escotes bardot, de nuevo ombligos al aire y expl¨ªcitos cortes laterales. La paleta de color ¡ªazul cielo, verde aguamarina, rosa coral¡ª recuerda una apetitosa caja de macarons. Otro icono franc¨¦s, esta vez no gastron¨®mico, sino deportivo, Lacoste, sit¨²a su colecci¨®n m¨¢s cerca de un half pipe para hacer skate en Mil¨¢n que de las pistas de Roland Garros.