El equilibrio
Me desilusiona que en Madrid el 12 de octubre se celebre con un desfile militar. Yo lo har¨ªa con uno supervariopinto, una marejada de etnias y g¨¦neros, europeos y africanos, diablos bolivianos, misses venezolanas y batucada brasile?a
El 12 de octubre tiene muchas formas de celebrarse. Incluso existe la posibilidad de no celebrarlo o transformarlo en otra cosa. Cuando era ni?o, en Caracas, lo llam¨¢bamos D¨ªa de la Raza, hasta en los colegios progresistas como el m¨ªo, donde le¨ªamos las revistas China Reconstruye y la sovi¨¦tica Sputnik. En uno de esos desfiles del 12 de octubre, los profes anunciaron que pod¨ªamos ir vestidos de la etnia que m¨¢s nos gustara. La palabra etnia me choc¨®, ya entonces, pero me ocup¨¦ much¨ªsimo en qu¨¦ ponerme. Mi mejor amigo decidi¨® ir de indio cherokee. Yo quer¨ªa de Superman. Per...
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El 12 de octubre tiene muchas formas de celebrarse. Incluso existe la posibilidad de no celebrarlo o transformarlo en otra cosa. Cuando era ni?o, en Caracas, lo llam¨¢bamos D¨ªa de la Raza, hasta en los colegios progresistas como el m¨ªo, donde le¨ªamos las revistas China Reconstruye y la sovi¨¦tica Sputnik. En uno de esos desfiles del 12 de octubre, los profes anunciaron que pod¨ªamos ir vestidos de la etnia que m¨¢s nos gustara. La palabra etnia me choc¨®, ya entonces, pero me ocup¨¦ much¨ªsimo en qu¨¦ ponerme. Mi mejor amigo decidi¨® ir de indio cherokee. Yo quer¨ªa de Superman. Pero los profes, otra vez, reorientaron nuestras apetencias a conquistador para mi amigo y para m¨ª, un guayuco, el taparrabos caribe?o y plumas. Y cosech¨¦ tanto ¨¦xito como pol¨¦mica.
Este martes d¨ªa 12, Pedro S¨¢nchez cosech¨® los tradicionales abucheos, vestido con su traje azul marino. Alfonso Guerra quiso poner las cosas en su sitio afirmando que ¡±unos abuchean un presidente igual que aplauden a una cabra¡±. Me desilusiona que en Madrid se celebre con un desfile militar. Yo lo har¨ªa con uno supervariopinto, una marejada de etnias y g¨¦neros, europeos y africanos, diablos bolivianos, misses venezolanas y batucada brasile?a. Personajes del ?Hola! mezclados con los de las telenovelas. Que los Reyes aprovecharan la ocasi¨®n para invitar a otras testas coronadas y emplumadas, de Europa, ?frica y Filipinas, para celebrar todos el Nuevo Mundo.
Por eso este a?o cuando de la flota a¨¦rea salieron gases de colores, me alegr¨¦, creyendo que era un gui?o LGTBI. Pero no, result¨® ser otra pol¨¦mica porque se col¨® un gas de color morado entre los colores institucionales. Se ha interpretado l¨®gicamente como un gui?o a la Rep¨²blica.
En Madrid puedes estar viendo el cielo te?ido de colores diversos y al bajar la mirada encontrarte con Ernesto de Hannover. Est¨¢ delgad¨ªsimo, saliendo ahora con la hija mayor de Pitita Ridruejo, Claudia Stilianopoulos, y m¨¢s divertido que nunca. ¡°Solo bebo champagne, porque no es alcohol. Y le pongo hielo, porque el fr¨ªo elimina el ¨¢cido de la bebida, que es lo que puede hacerte da?o¡±, explica, sereno, con unos vaqueros que parecen hechos a medida y calcetines de cashmere azul. Es un pr¨ªncipe de una etnia centroeuropea, puedes entender que Carolina de M¨®naco, un poco Malinche, le echara el lazo y se lo arrebatara a una de sus mejores amigas. Sus ojos azules devuelven una mirada suave. ¡°En Madrid me siento tan a gusto como libre. Los espa?oles y yo tenemos las mismas ganas de vida. Y sentido del presente. El pasado es muy pesado¡±, sintetiza. Aprovecho para presentarle a mi amiga venezolana Carolina. ¡°Mi esposa tambi¨¦n se llama Carolina¡±, dice, sosteniendo su mano y su sonrisa.
Tras este encuentro de culturas en Madrid, recuerdo momentos de mi viaje junto a Omar Montes a un festival de m¨²sica urbana en Granada. Hablamos sobre la violencia, el barrio, la televisi¨®n. Omar sugiri¨® que me hiciera patriarca, una figura muy venerada por los gitanos. ¡°Ya existe el patriarca gitano, pero quiz¨¢s t¨² puedas pensar en ser patriarca payo¡±. No tengo idea de los requisitos. ¡°Ser diplom¨¢tico, que ya eres. Y buscar el equilibrio. Parece dif¨ªcil, pero yo siento el equilibrio. Lo veo aqu¨ª. Es una presencia. Lo importante es saberte acompa?ar de esa presencia¡±, me informa, segundos antes de declararse mareado y pedir una parada para reponer fuerzas en un restaurante de carretera. Omar y su equipo piden cochinillo ¡°porque a¨²n estamos en Toledo¡±. Y ensalada, ¡°que es el equilibrio¡±. Se ofrece a ali?arla. ¡°Ali?o muy bien, todo el mundo me lo dice¡±. Lo observo mover sus dedos encima de la lechuga y girar las cebollas, vuela el aceite, salpicadura de vinagre, salpimentar. Lleva raz¨®n, ali?a genial. Voil¨¢, el equilibrio: darte cuenta de que el ali?o es el punto de encuentro de todas las culturas.