Carmen Jedet: ¡°A las mujeres trans se nos exige estar buenas para hac¨¦rnoslo perdonar¡±
La actriz y cantante, premio Ondas por su papel en ¡®Veneno¡¯ admite haber sido ¡°esclava¡± de su imagen por encajar en una ¡°feminidad t¨®xica¡± y complacer los deseos de otros. Ahora, con nuevo disco y nuevos proyectos, quiere dar un volantazo a su carrera
Llega, imponente, con su metro ochenta y su traje de raya diplom¨¢tica, y se dispone a la entrevista recostada en una de las dos camas de la mejor suite del hotel donde quedamos, en cuya concurrid¨ªsima terraza serv¨ªa c¨®cteles hasta hace no tanto. Es ella misma quien habla del ¡°puntazo¡± que le supone la coincidencia. Viene con Marc, peluquero y estilista, un amigo que, despu¨¦s de asistir arrobado a la charla, le matiza los brillos y le atusa la melena para el v¨ªdeo. Ella, le mira de vez en vez, como buscando aprobaci¨®n frente a la desconocida. Da ternura.
Hola, ?Carmen? ?Jedet? ?C¨®mo la llaman sus amigos?
Jedet, que fue el nombre que eleg¨ª a los 12 a?os. El m¨ªo bautismal era muy largo, cog¨ª alguna de sus letras y form¨¦ ese. Carmen lo eleg¨ª para el papeleo del cambio de sexo, como homenaje a las mujeres de mi familia. Mi yaya es Carmen, mi madre, tambi¨¦n, y yo quer¨ªa ser Carmen, pero solo me llaman Carmencita o Carmela las personas de mucha confianza.
?Qu¨¦ le pas¨® a los 12 a?os? ?Hubo un clic en su cerebro?
Que ten¨ªa necesidad de encontrarme. Pensaba que era un rollo ser yo tal y como se supon¨ªa que ten¨ªa que ser. Algo nunca encaj¨® en m¨ª. Me parec¨ªa un castigo. Empec¨¦ desde muy ni?a a investigar, pintaba mucho, quer¨ªa evadirme de la realidad. Ve¨ªa a mi prima y pensaba: ¡®Qu¨¦ suerte ha tenido ella, ?por qu¨¦ yo no?¡¯. Pensaba que los Reyes le hab¨ªan tra¨ªdo lo que yo quer¨ªa, y rezaba para amanecer ni?a, como ella.
?Fue dif¨ªcil contarlo en casa?
Siempre me mostr¨¦ como soy. En mi pueblo ¨¦ramos 100 personas, y siempre me han querido. Pero era otra ¨¦poca, no hab¨ªa el conocimiento de hoy. Mi madre sigue sinti¨¦ndose culpable por no haberse dado cuenta y no haberme permitido vivir una adolescencia conforme a lo que yo era. Pero nadie lo sab¨ªa, ni yo misma. Yo quer¨ªa ser actriz. Marilyn, Ver¨®nica Forqu¨¦, Carmen Maura...
?Bibiana Fern¨¢ndez?
Bibiana me parec¨ªa una diosa. Pero no sab¨ªa que era una mujer trans. No sab¨ªa lo que era eso. Cuando me fui a estudiar a Granada, y luego en Madrid, ya s¨ª. Nunca he sido de esconder nada. Soy lo que soy, si te gusta, bien, pero no voy a vivir una vida que no quiero por tu comodidad. Me han etiquetado como activista, pero nunca lo he sido. Simplemente vivo la vida como quiero. Si hubiera nacido mujer, har¨ªa lo mismo. Si mi presencia en los medios ayuda, bienvenida sea; pero decir que soy activista trans desmerece a los verdaderos activistas.
?Por qu¨¦?
Porque yo no he nacido para ser una persona impoluta en sus actos y palabras ni ser ejemplo de nada. No quiero educar a nadie. Solo ser feliz y estar tranquila.
?No lo ha estado hasta ahora?
Siempre he tenido trastornos alimenticios, bulimia, desde los 14 a?os; he tenido adicciones, he estado enganchada a personas t¨®xicas. Estoy intentando dejar de ser esclava de mi propia imagen.
?Qu¨¦ o qui¨¦n la encadenaba?
Se me ha ido de las manos hasta el punto de que depend¨ªa de cosas para poder enfrentarme a un evento, o a un rodaje, que no son normales: dietas, ir dos veces a la semana a la peluquer¨ªa, medicamentos para no comer, fajas... cuando mi sue?o es tener 60 a?os y estar tranquila, no depender de todo eso para ser feliz.
?Qu¨¦ list¨®n se pon¨ªa?
Pues el de una feminidad t¨®xica que al final sirve para complacer los deseos de los hombres, y de la industria donde trabajo, porque al final es mi imagen la que me ha hecho trabajar m¨¢s y m¨¢s, y yo tengo que pagar facturas.
?Eso no lo sufrimos todas?
S¨ª, pero a las mujeres trans se nos exige m¨¢s, tienes que estar buena para hacernos perdonar, para perdonarnos por ocupar un espacio que a lo mejor consideramos que no nos pertenece. Y para hacernos sentir m¨¢s c¨®modas a nosotras, tambi¨¦n. Tienes que tener los labios m¨¢s gruesos, cintura de avispa, tetas estupendas, culo resping¨®n. Tienes que ser perfecta, calladita y forzar tu voz para que sea femenina. No puedo ser lo que se considera masculino. No puedo no depilarme. No puedo no tener una cintura de 60 cent¨ªmetros.
?Qu¨¦ le ha hecho decir basta?
He sido mi primera esclava, me creaba una c¨¢rcel y tiraba la llave. He cortado mis relaciones t¨®xicas. Piensa que, con la vida que he tenido, lo f¨¢cil es elegir mal. Si t¨² te crees err¨®nea, si creces sintiendo que nadie te va a querer y te van a abandonar porque hay algo mal en ti y sientes que no eres suficiente y no entiendes qu¨¦ haces en el mundo, es m¨¢s f¨¢cil caer con una persona con malas intenciones y que te creas que es amor. He decidido respetarme a m¨ª misma y no hacer nada por complacer a nadie m¨¢s.
Pero habr¨ªa alg¨²n ¡®clic¡¯.
Quiz¨¢ el ser consciente de que hab¨ªa ni?as que me segu¨ªan en redes, no solo personas adultas, que pueden decidir lo que les d¨¦ la gana. Ya digo que no estoy para educar a nadie, pero me hac¨ªa sentir culpable que esas ni?as tuvieran en m¨ª un ejemplo a seguir. Cada vez me sent¨ªa menos c¨®moda con estar tan sexualizada. Me acab¨¦ odiando a m¨ª misma, porque esa no era yo, era un personaje. Lo cual no quiere decir que si un d¨ªa me apetece ponerme un escotazo, me lo ponga. Pero porque quiera y solo por eso.
?Cu¨¢n gruesa es su coraza?
Buf: mido uno ochenta. Pues mi coraza medir¨¢ dos metros.
?A qui¨¦n le deja atravesarla?
Pues mira, ahora un poquito a ti, aunque sigo alerta a ver por d¨®nde me sales, pero hay gente que conozco hace a?os y no tiene ni idea de c¨®mo soy.
Pues callada no es precisamente en redes. Menuda boca gasta.
Es que, cuando estallo, no sabes lo que llevo pasado. Lo que he bullido antes de explotar.
?Hasta d¨®nde est¨¢ del apellido ¡°trans¡± despu¨¦s de ¡°mujer¡±?
La etiqueta la pon¨¦is los medios. Yo no me levanto y pienso que soy una mujer trans, yo me levanto y hago mi vida y tengo un entorno y una familia que me quiere y me aceptan como lo que soy: una mujer. Fin. Pero entiendo que la prensa nos etiquete. No s¨¦ si ser¨¢ por morbo, por conseguir clics o por intentar educar. Espero que sea por eso ¨²ltimo.
?Qu¨¦ siente al pasar de detr¨¢s de la barra a la gran ¡®suite¡¯?
Me siento como en casa, pero tambi¨¦n en paz y tranquila. Porque s¨¦ que si un d¨ªa no me va bien podr¨ªa volver a poner copas, o recoger aceituna en mi pueblo, que lo hac¨ªa de peque?a, aunque me escaqueaba. No se me caen los anillos. Otra cosa no, pero tiro ca?as como nadie.
RENACER
Carmen Jedet Izquierdo Sánchez (Polícar, Granada, 29 años) eligió personalmente sus dos nombres propios. El primero, Carmen, en honor a las mujeres de su familia. El segundo, Jedet, lo formó con letras de su nombre de pila a los 12 años, cuando inició el proceso de búsqueda de su identidad tras haber sentido, desde muy niña, que no encajaba en ningún molde. Había leído en alguna parte que significaba renacer, y le pareció adecuado para ponerle nombre a lo que sentía. Fue después, a los 24, cuando, tras estudiar interpretación y debutar como cantante y escritora, emprendió el camino de su reasignación de sexo, coincidiendo, casi, con el rodaje de Veneno, la serie de los Javis que le ha reportado el premio Ondas a ella y a las compañeras de reparto que encarnaron a la mítica mujer trans Cristina Ortiz en distintos momentos de su vida. El título de su nuevo disco, Veneno dulce, alude a sus sensaciones en sus primeras experiencias sexuales con genitales femeninos.
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