Ucrania o Urdangarin
Lo importante es ver el divorcio como una salida, una soluci¨®n, incluso una nueva residencia fiscal. Adem¨¢s, lo ha dicho Pablo, todos vamos a seguir queri¨¦ndonos igual
?En la vida siempre has de decidir! Carne o pescado. Blanco o tinto. I?aki Urdangarin o Ucrania. Para m¨ª no es dif¨ªcil escoger. Urdangarin y todos esos escenarios, desde Bidart a Ginebra, pasando o no por La Zarzuela, palacios y prisiones, cada noticia que se desprende de esta gran interrupci¨®n, encandila. Atrapa. Incluso, he llegado a pensar que la han hecho coincidir con el conflicto ucraniano para que, bajo este manto de romances, traiciones y rumores, estemos protegidos y unidos, como reino, ante la eventualidad de que Ucrania se vuelva una verdadera interrupci¨®n.
Yo prefiero los finales felices. Y por eso, lo que me mueve, lo que me interesa es que a Pablo Urdangarin, hijo del interrumpido matrimonio Urdangarin-Borb¨®n, lo adelanten en la l¨ªnea de sucesi¨®n. Ese joven es lo que necesita cualquier familia para no interrumpir nada. ?Qu¨¦ aplomo! Es lo mejor que han hecho sus padres y se nota que el haber nacido en Barcelona tiene mucho que ver. Durante mi visita a La Resistencia esta semana me atrev¨ª a sugerir que deber¨ªan incorporarse sus c¨¦lebres declaraciones, ¡°son cosas que pasan¡±, como texto en el escudo de Espa?a. Fueron, como dir¨ªa Serrat: paraules d?amor, tan sencillas, tan dignas, elocuentes que hasta su padre tuvo que rob¨¢rselas. Mejor dicho, apropi¨¢rselas para utilizarlas al d¨ªa siguiente.
?Hola!, que ha visto c¨®mo Lecturas le birlaba protagonismo con esta sensacional exclusiva, titula, un tanto melodram¨¢tica, con un ¡°Tr¨¢gico Final¡± eso que insisten en presentar como interrupci¨®n. ?No hay nada tr¨¢gico! Lo que s¨ª se confirma es que divorciarse es cosa de pobres e interrumpir tu matrimonio, de ricos. Lo importante es ver el divorcio como una salida, una soluci¨®n, incluso una nueva residencia fiscal. Adem¨¢s, lo ha dicho Pablo, todos vamos a seguir queri¨¦ndonos igual.
Muchos se?alan a Olga Moreno, Roc¨ªo Flores y Antonio David y otras sagas de la prensa rosa como los verdaderos damnificados de esta situaci¨®n, un aut¨¦ntico drama porque pierden espacio y repercusi¨®n. Defiendo lo contrario. Aunque es una suerte que no tengamos que prestarles atenci¨®n, se trata solo de una interrupci¨®n temporal. Ahora se nos presenta a la infanta como v¨ªctima cuando lo que necesita urgente es un estilista como Josie que difumine el aspecto de ¡°estar por encima de todo¡± que ostenta la todav¨ªa se?ora de Urdangarin, la reina del no lo s¨¦. De paso, que le d¨¦ unas pistas a Ainhoa Armentia, la que irrumpe m¨¢s que interrumpe, porque de momento resulta m¨¢s ucraniana, en el sentido de convidada de piedra, que emp¨¢tica.
Ahora mismo el futuro de los Borb¨®n podr¨ªa estar m¨¢s en Pablo Urdangarin que en Froil¨¢n Marichalar. Eso si, ?manteni¨¦ndole m¨¢s cerca de Barcelona que de La Zarzuela! Esa ciudad ayuda a forjar un buen talante. Lo confirm¨¦ acompa?ando a los hijos de Ricardo Bofill, Pablo y Ricardo, en el tributo que rindieron a su padre. Por el taller del arquitecto, abierto al p¨²blico, desfilaron cientos de ciudadanos agradecidos a sus obras y personalidad. Una convocatoria que mezcl¨®, sin interrupciones, la admiraci¨®n de los ciudadanos con el amor de los amigos, su equipo, sus hijos y las tres maravillosas se?oras que fueron sus esposas. Los cantos de unos m¨²sicos de Mal¨ª endulzaban el brutalismo del edificio y la tristeza de la despedida.
Mientras el p¨²blico recorr¨ªa la propiedad, los m¨¢s allegados se reun¨ªan en las dependencias familiares, m¨¢s ¨ªntimas, de ese reino de naturaleza y hormig¨®n que el arquitecto hizo tanto casa como empresa. Algo similar a un castillo, a un reino. Muchos se maravillaban de ver a las tres se?oras Bofill reunidas. ¡°Qu¨¦ civilizado¡±, s¨ª. Ese era el principal sentido del homenaje. Celebrar que fue todo lo que quiso ser. Cre¨® edificios, aeropuertos, ciudades. Rompi¨® esquemas. Los desafi¨®, los trajo y llev¨® a su terreno. Un hombre coronado con talento, rodeado de bamb¨² y hormig¨®n. Sin interrupci¨®n.
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