Vuelta al espect¨¢culo: Nueva York reafirma el poder del desfile presencial
El esp¨ªritu festivo marca la mayor¨ªa de las propuestas en la semana de la moda. De Custo a Carolina Herrera, pasando por Michael Kors o Eckhaus Latta
El estallido de la pandemia, que aceler¨® la digitalizaci¨®n y renovaci¨®n de las semanas de la moda, fue entendido por muchos como el espaldarazo definitivo para acabar con los desfiles tradicionales, cuestionados desde hace tiempo por su alto coste y rigidez. Los cientos de personas que hicieron cola bajo la contundente nieve neoyorquina para asistir el domingo pasado al desfile de Custo Barcelona, el primero f¨ªsico tras dos temporadas apostando por el fashion film ¨Dformato audiovisual¨D, corroboran lo equivocado de aquellas predicciones.
Custo Dalmau, que en 25 a?os nunca ha fallado a su cita con Manhattan, reconoce que fue un ¡°subid¨®n¡± volver a organizar un espect¨¢culo para un aforo de mil personas. ¡°Quiz¨¢ en otras capitales de la moda el ambiente a¨²n es m¨¢s cauto, pero en Nueva York se percib¨ªa que la gente tiene muchas ganas de moda¡±, cuenta el dise?ador espa?ol al otro lado del tel¨¦fono. Bajo el t¨ªtulo de Light Up (Iluminar), su colecci¨®n para el pr¨®ximo invierno devolvi¨® al Ziegfeld Ballroom ¨Dic¨®nico centro de espect¨¢culos y festivales¨D las ganas de vestirse para festejar. Brillantes vestidos en base de jacquard, lentejuelas multicolores o satenes vibrantes materializaron un esp¨ªritu de celebraci¨®n com¨²n de gran parte de las propuestas de una edici¨®n que, a pesar de ser h¨ªbrida, demostr¨® en la semana de la moda de Nueva York que la magia de la presencialidad est¨¢ a¨²n lejos de desvanecerse.
En la colecci¨®n de Carolina Herrera ese optimismo festivo fue llevado hasta sus m¨¢ximas consecuencias por Wes Gordon, director creativo de la firma. Los gui?os al archivo de la marca al comienzo del desfile ¨Creconocibles en la ic¨®nica combinaci¨®n de camisa blanca y falda¨C, o los juegos gr¨¢ficos en blanco y negro¨C, dieron paso a pronunciados escotes que resaltaban la forma del pecho, flores fauvistas y grandilocuentes vestidos de tul. Pero tambi¨¦n hubo minifaldas sesenteras, corpi?os ajustados y brillantes monos que probablemente podr¨ªan vestir a las representantes del nuevo Hollywood, de Ariana DeBose a Alexandra Daddario pasando por Alisha Boe o Sabrina Carpenter; todas ellas sentadas en la primera fila. Al final del espect¨¢culo, Gordon quiso rendir tributo a los patronistas de la casa, Miro Hermes y Francois Bouchet, que salieron a saludar junto a ¨¦l ante su inminente jubilaci¨®n.
Como paradigma del dise?ador estadounidense, Michael Kors combin¨® prendas pragm¨¢ticas pensadas para el d¨ªa a d¨ªa de la mujer contempor¨¢nea ¨Clooks monocrom¨¢ticos de los pies a la cabeza en tonos neutros¨C con abrigos inspirados en Marilyn Monroe y vestidos para salir a bailar que pretenden ser la ¡°ant¨ªtesis de la triste vida en zapatillas de estar por casa¡±. Las aberturas estrat¨¦gicas en los hombros, el abdomen o la cadera de la mayor¨ªa de sus vestidos vienen a reforzar el ¡°deseo global por mostrar piel¡±. Una aspiraci¨®n que ya adelant¨® en su colecci¨®n para esta primavera y que comparten muchos de los dise?adores que estos d¨ªas han presentado sus propuestas en Nueva York. Sirvan como ejemplo Sergio Hudson, que subi¨® a la pasarela a la pionera modelo negra Beverly Johnson, o Khaite, la firma que ha cambiado sus delicados conjuntos de cashmere por vestidos de cuero, microtops y hombros al descubierto.
A pesar de la notable ausencia de estandartes de la moda estadounidense como Marc Jacobs, Oscar de la Renta o Tom Ford, as¨ª como de nombres que en los ¨²ltimos a?os han devuelto el brillo medi¨¢tico a la cita ¨CChristopher John Rogers o Pyer Moss, por citar un par de ejemplos¨C, el calendario cont¨® con t¨®tems que desde la pasada temporada han querido volver a desfilar en la pasarela que los vio nacer. Es el caso de Altuzarra o Proenza Schouler. L¨¢zaro Hern¨¢ndez y Jack McCollough, al frente de la segunda, llevaron a la Fundaci¨®n Brant su interpretaci¨®n pospand¨¦mica de la comodidad. Con gran predominancia de la sastrer¨ªa, el d¨²o incluy¨® estampados animales, vestidos fluidos y abrigos reforzados en la zona del abdomen con tejidos que parec¨ªan simular un c¨¢lido abrazo.
Tambi¨¦n en el East Village neoyorquino, los fans de la provocadora Eckhaus Latta se reunieron para celebrar el d¨¦cimo aniversario de la firma creada por Mike Eckhaus y Zoe Latta. El antiguo Essex Market acogi¨® la diversidad de un casting, en t¨¦rminos de edad, talla, raza o g¨¦nero, por la que han apostado mucho antes de que se convirtiera en una estrategia de marketing casi obligatoria para la supervivencia y actualizaci¨®n de las firmas de moda.
El marcado car¨¢cter comercial de la mayor¨ªa de las firmas que desfilan en Nueva York es refrendado por los datos. A pesar de la crisis sanitaria, muchas firmas independientes anunciaron un aumento de los ingresos del 30, 40 e incluso del 50% respecto a 2019, seg¨²n la firma de investigaci¨®n de mercados The NPD Group. Adem¨¢s, la pasada edici¨®n de la fashion week neoyorquina, celebrada en septiembre y con el calendario solo parcialmente recuperado, logr¨® un impacto medi¨¢tico por valor de casi 244 millones de d¨®lares (unos 213 millones de euros), tal y como publicaba la plataforma de t¨¦cnicas de mercado Launchmetrics. Unas cifras muy superiores si se comparan con las ediciones digitales anteriores y que corroboran, si la cola kilom¨¦trica de Custo Barcelona no era evidencia suficiente, que el desfile presencial a¨²n conmueve y funciona.
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