El desaf¨ªo de la apnea

Tengo un problema y no tiene que ver con el espionaje. Esta semana me toca hacer la prueba de apnea en El desaf¨ªo. Es la prueba estrella del programa y Juan Diego, nuestro atractivo entrenador, invita a todos los que la practicamos a elaborar una lista mental de temas con los cuales poder evadirnos y ganar segundos bajo el agua sin respirar. ?l sugiere canciones, recetas, momentos felices. Pero yo prefiero pensar en Charlene y el supuesto acuerdo de separa...

Tengo un problema y no tiene que ver con el espionaje. Esta semana me toca hacer la prueba de apnea en El desaf¨ªo. Es la prueba estrella del programa y Juan Diego, nuestro atractivo entrenador, invita a todos los que la practicamos a elaborar una lista mental de temas con los cuales poder evadirnos y ganar segundos bajo el agua sin respirar. ?l sugiere canciones, recetas, momentos felices. Pero yo prefiero pensar en Charlene y el supuesto acuerdo de separaci¨®n que acaba de conseguir de su marido, Alberto de M¨®naco. Bajo el agua o en la tierra nada evade m¨¢s que pensar en M¨®naco. Charlene recibir¨ªa 12 millones de euros anuales para ¡°gastos personales¡± y una residencia en Suiza, seg¨²n el acuerdo que la casa real monegasca no ha desmentido. No est¨¢ claro si puede enamorarse otra vez pero sabemos que su hermano ha conseguido por fin la residencia monegasca y estar¨¢ cerca. Si con todo eso en mi cabeza no supero tres minutos bajo el agua, es que no valgo para ning¨²n desaf¨ªo.

Charlene, la nadadora, quiso huir de ese matrimonio principesco, que fue una especie de apnea, por el que cada a?o de aguante cosechaba un mill¨®n de disgustos. En los t¨¦rminos medievales en los que pareciera sustentarse ese matrimonio podemos concluir que Charlene hizo bien su apnea. Dio dos hijos, dos soles, herederos absolutos de Alberto (que tiene otros dos hijos de dos diferentes relaciones) y ahora, paralelamente a esa separaci¨®n millonaria, se despeja el camino a Carolina, hermana mayor de Alberto, para ser la aut¨¦ntica reina del diminuto principado. Ser¨¢ estupendo ver a Carolina en acci¨®n otra vez y a Charlene sonre¨ªr con su independencia. Sin embargo, cuando ampl¨ªas el primer plano oficial que M¨®naco ofrece de ella, puedes comprobar que en sus arrugas hay esfuerzo, dolor... Charlene ha peleado por sus millones y su libertad. No ha sido f¨¢cil. Una apnea se lucha segundo a segundo, por eso si supero mi l¨ªmite bajo el agua, se la dedicar¨¦ a Charlene.

Parte del entrenamiento de Juan Diego, Juan Di para sus entrenados, consiste en proponer narraciones que garanticen una evasi¨®n consciente. Por si Charlene no fuera suficiente en mi lista para la evasi¨®n tambi¨¦n figura la pol¨¦mica sorda acerca de la cantante Chanel y Eurovisi¨®n. Unos dicen desear su victoria y otros que no supere el quinto puesto en la final. Pero todos prefieren silenciar lo que piensan del vestido que le ha dise?ado Palomo Spain. ¡°Que la representante espa?ola vaya de torero, no puedes decir que sea lo m¨¢s original del mundo¡±, afirm¨® durante una cena promocional una ejecutiva de la industria del perfume. ¡°Y llenarlo de swarovskis, un poco m¨¢s de lo mismo¡± recalc¨®, sorprendente, el anfitri¨®n. Pensando en la apnea, asumo que con este tema puedo alargarla diez segundos important¨ªsimos.

En una apnea, el esfuerzo y el escapismo se juntan como burbujas de aire, de ilusi¨®n, de ¨¦xito. Sin pensarlo vuelvo a Marilyn, porque su retrato hecho por Warhol ha superado esta semana el r¨¦cord pagado por una pintura del siglo XX. As¨ª, Marilyn vuelve a ocupar espacio en las noticias y las conversaciones. La semana pasada, renaci¨® para una nueva generaci¨®n cuando Kim Kardashian visti¨® su m¨ªtico traje de lentejuelas durante la gala del MET. En la misma cena de los perfumes, se afe¨® esa decisi¨®n de la Kardashian, esta vez ya se?alando al traje mismo como un desprop¨®sito. Yo no puedo dejar de verlo como una met¨¢fora de valent¨ªa, o de atrevimiento, de la actriz. En cambio otros lo ven como una muestra de su inestabilidad y explotaci¨®n. Ahora me acompa?a en mi apnea pensar en Marilyn como esa sirena que regresa del fondo del mar cubierta de leves escamas... burbujas y lentejuelas.