La semana ¡®horribilis¡¯ de Meghan Markle: del ictus de su padre a las cr¨ªticas tras su visita a Uvalde
La imagen de la esposa de Enrique de Inglaterra est¨¢ en la palestra cuando quedan escasos d¨ªas para su retorno al Reino Unido, dos a?os despu¨¦s de su salida de la familia real brit¨¢nica
Meghan Markle est¨¢ viviendo unos d¨ªas, cuando menos, complicados. La esposa de Enrique de Inglaterra podr¨ªa estar en un momento dulce, cuando su hija peque?a est¨¢ a punto de cumplir un a?o y ella va a regresar al Reino Unido para formar parte de los festejos del Jubileo de Platino de Isabel II. Sin embargo, una serie de acontecimientos ocurridos estos d¨ªas han puesto en jaque a la duquesa de Sussex. Una situaci¨®n delicada en la que su imagen p¨²blica, ya de por s¨ª nada f¨¢cil de manejar, puede verse todav¨ªa m¨¢s perjudicada.
El primer golpe le sobrevino hace una semana. Fue el lunes 23 cuando su padre, Thomas Markle, fue hospitalizado a causa de un ictus que le ha dejado temporalmente sin habla. El antiguo director de fotograf¨ªa de 77 a?os vive en Rosarito, M¨¦xico, y tuvo que ser trasladado de urgencia a San Diego (California), a menos de una hora de distancia. Por all¨ª han pasado a verlo dos de sus hijos, Thomas Markle Jr., que vive en Oregon, a 11 horas de distancia, y tambi¨¦n Samantha, pero no Meghan, que vive a tres horas de all¨ª. Su relaci¨®n lleva a?os siendo fr¨ªa, y ¨¦l lleg¨® a pedirle ayuda a la reina de Inglaterra para su reconciliaci¨®n.
Dicen las siempre bien enteradas fuentes de palacio que la duquesa, de 40 a?os, est¨¢ preocupada por su padre, y que le gustar¨ªa arreglar los problemas que les mantienen distanciados desde hace cuatro a?os, cuando se cas¨® y ¨¦l no puedo acudir a la boda tras sufrir un infarto y someterse a una cirug¨ªa card¨ªaca. Pero por el momento ni los paparazis ni las c¨¢maras de Netflix que siguen a los duques durante los ¨²ltimos meses para retratarles para un futuro documental de la plataforma han captado a la duquesa all¨ª. Su hermana Samantha, eternamente cr¨ªtica con ella, no ha dudado en acusarla de ¡°negligente¡±. ¡°Dos ataques al coraz¨®n, una pandemia y ahora un ictus. Y ninguno de nosotros ha sabido nada de Meghan en este tiempo¡±, comentaba en un programa estadounidense, acus¨¢ndola de que no le quedaba ¡°demasiado tiempo¡± para ver a su padre: ¡°Tendr¨¢ que vivir con ello el resto de su vida¡±.
Incluso aunque Markle hubiera querido ser discreta con respecto a esa visita, es muy posible que los fot¨®grafos apostados a la puerta del hospital la hubieran cazado, a la entrada o a la salida. Pero no siempre la duquesa ha querido mantener un perfil bajo, algo que tambi¨¦n le ha pasado factura. As¨ª le ocurri¨® la semana pasada en Uvalde, Texas, la ciudad donde fueron asesinados 19 ni?os y dos profesoras el pasado martes. La esposa de Enrique de Inglaterra acudi¨® hasta el pueblo de Texas, a m¨¢s de 2.400 kil¨®metros de su casa, para mostrar sus condolencias a las familias y donar alimentos y sangre.
Un gesto que muchos han visto como demasiado temprano ¡ªni siquiera hab¨ªa viajado hasta all¨ª el presidente Joe Biden, que lleg¨® el domingo¡ª e incluso con tintes oportunistas. Las im¨¢genes de la duquesa inclinada ante el memorial por las v¨ªctimas del tiroteo ¡ªel 27? de este a?o; ella no hab¨ªa acudido a ninguno otro antes¡ª han llenado los diarios y las redes sociales, pero tambi¨¦n han sido filmadas, como explican algunos expertos, por esas mismas c¨¢maras de Netflix que ahora les acompa?an a todas partes. Como escribe Daniela Elser, periodista especializada en la familia real desde hace m¨¢s de 15 a?os, ¡°no cabe duda de lo aut¨¦nticos o fuertes que son sus sentimientos. Lo que resulta profundamente problem¨¢tico es que ese viaje se parece terriblemente a un intento de apuntarse a una tragedia inimaginable para ganar puntos para sus relaciones p¨²blicas¡±. La experta plantea en el medio australiano News.com qu¨¦ buscaba exactamente Markle con su visita: ¡°Ese no era un momento en el que la presencia de Meghan pudiera ayudar a dar luz a un asunto que se hubiera pasado por alto, o a llamar la atenci¨®n de los medios nacionales acerca de una comunidad olvidada¡±.
Un representante de la duquesa le explic¨® a la BBC que su visita a Uvalde era ¡°como madre, para mostrar su apoyo¡±. Seg¨²n declararon fuentes presentes en la localidad texana al Daily Mail, la duquesa ¡°no quer¨ªa que nadie la reconociera¡±. Pero fue retratada por medios de calibre internacional como Associated Press, France Presse o Getty dejando un ramo de rosas blancas en el memorial. Ese diario brit¨¢nico afirma que Markle iba acompa?ada por su propio fot¨®grafo. Otras fuentes apuntan incluso m¨¢s all¨¢, como es el caso de Tom Bower, periodista de la realeza del tabloide The Sun que prepara una biograf¨ªa sobre Meghan Markle y que deja entrever que la ambici¨®n pol¨ªtica de la duquesa y su futura intenci¨®n de postularse a un cargo en EE UU puede haberla llevado a dar ese paso.
Si bien la percepci¨®n p¨²blica de la esposa de Enrique de Inglaterra es muy variable, y dependiendo de qui¨¦n sea la persona que hable de ella todo suene a loa o a cr¨ªtica, ahora llega un ingrediente m¨¢s a la hora de intentar descifrarla. Porque su primer marido, el productor cinematogr¨¢fico Trevor Engelson, va a dar declaraciones sobre ella en un nuevo libro escrito por el bi¨®grafo brit¨¢nico Tom Bower. Engelson y Markle mantuvieron una relaci¨®n de 10 a?os y estuvieron casados durante dos, y desde que ella empez¨® su relaci¨®n con Enrique de Inglaterra, hace ya un lustro, no se ha pronunciado al respecto.
Todos estos problemas para Markle llegan justo cuando se dispon¨ªa a regresar a Londres para participar en algunos de los actos conmemorativos por esta celebraci¨®n del servicio p¨²blico de la reina. El jueves, el n¨²cleo de la familia real, sin Enrique ni Meghan, saldr¨¢ a saludar al balc¨®n del palacio de Buckingham. Ser¨¢ el viernes cuando, si definitivamente deciden acudir a la capital brit¨¢nica, se ver¨¢ al matrimonio en la misa que se celebrar¨¢ en San Pablo. Esa ser¨¢ su primera vez en p¨²blico en Londres desde marzo de 2020, cuando abandonaron el Reino Unido para comenzar una nueva vida en California que les ha separado, y no solo geogr¨¢ficamente, de la familia real.
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