Vaqueros, Cannes, persecuciones y m¨¢scaras
La persecuci¨®n real transport¨® a Enrique y Meghan a la primera plana, despeinados pero contentos de poder insistir en el asunto de su precaria seguridad. Durante el vertiginoso trayecto la madre de Meghan debi¨® pensar, como cualquier madre californiana, no solo en la tarifa del taxi sino tambi¨¦n en si este matrimonio de su hija sale a cuenta
Almod¨®var regresa a Cannes con un batall¨®n de guapos y una bomber finamente ribeteada con brillos, que le pedir¨¦ prestada, para presentar su mediometraje sobre vaqueros enamorados que se reencuentran en su madurez, un giro de tuerca para el w¨¦stern y tambi¨¦n para su propia cinematograf¨ªa.
Poco antes, en otro territorio cultural y mundano, Manhattan, los duques de Sussex, Enrique y Meghan, estrenaron su propia versi¨®n de Fast and Furious....
Almod¨®var regresa a Cannes con un batall¨®n de guapos y una bomber finamente ribeteada con brillos, que le pedir¨¦ prestada, para presentar su mediometraje sobre vaqueros enamorados que se reencuentran en su madurez, un giro de tuerca para el w¨¦stern y tambi¨¦n para su propia cinematograf¨ªa.
Poco antes, en otro territorio cultural y mundano, Manhattan, los duques de Sussex, Enrique y Meghan, estrenaron su propia versi¨®n de Fast and Furious. Denunciaban una persecuci¨®n dram¨¢tica de papparazis por las calles, entre rascacielos. Enrique y Meghan no hab¨ªan pisado una alfombra roja desde el anuncio de su documental, donde declaran sin prisas y sin pausas su alergia a los paparazis y el dilema de no poder contar con seguridad suficiente para frenarlos. A esta aparici¨®n p¨²blica hay que sumar el reciente superventas biogr¨¢fico del pr¨ªncipe Enrique y la visita a Londres para asistir a la coronaci¨®n de su padre, sin Meghan, donde lo aparcaron en tercera fila, la misma que su controvertido t¨ªo Andr¨¦s, mientras en segunda fila estaban ubicados los hijos de Camila. En algunas publicaciones se describi¨® esta situaci¨®n como ¡°atropello¡±. Vi¨¦ndolo por televisi¨®n notamos al duque un poco perdido, con ese aire de desorientaci¨®n miope caracter¨ªstico de los pr¨ªncipes en mallas que vemos en el ballet cl¨¢sico.
La persecuci¨®n real transport¨® a los duques a la primera plana, despeinados pero contentos de poder insistir en el asunto de su precaria seguridad. Durante el vertiginoso trayecto, la madre de Meghan debi¨® pensar, como cualquier madre californiana, no solo en la tarifa del taxi, sino tambi¨¦n en si este matrimonio de su hija sale a cuenta. En cifras econ¨®micas s¨ª, sobrepasa cualquier expectativa, teniendo en cuenta que Meghan es actriz y la serie en la que trabajaba ha terminado. La persecuci¨®n, dando tumbos y acelerones con los paparazis detr¨¢s del t¨ªpico taxi amarillo de Manhattan, donde viajaban duques y suegra, seg¨²n la denuncia de ellos, violando los controles de velocidad, pone los pelos de punta y abre un interrogante: ?por qu¨¦ no se retransmiti¨® por televisi¨®n? Quiz¨¢s por el escaso inter¨¦s que tiene la monarqu¨ªa inglesa en los Estados Unidos, pese a que las revistas del coraz¨®n se ocupen, a partes iguales, de Camila, Kate y el fantasma de Lady Di.
No siendo noble ni ganador de MasterChef, a veces tambi¨¦n he sido objeto de persecucioncillas por parte de esa prensa que usa las c¨¢maras amenazadoras y los micr¨®fonos como misiles. Despu¨¦s de cada funci¨®n de Trato de Favor, la zarzuela que he escrito para el Teatro de La Zarzuela, nos esperan, tanto a Ainhoa Arteta, la soprano protagonista, como a m¨ª que, no sin descaro me interpreto a m¨ª mismo, reporteros de una agencia de noticias. A Ainhoa le preguntan sobre un desdichado libro escrito por una supuesta amiga de su anterior relaci¨®n sentimental. Y a m¨ª sobre lo que ese d¨ªa vendan como noticia. Preferir¨ªamos hablar sobre la zarzuela, de su buena acogida o comentar chismes de la funci¨®n. Pero eso no les importa, igual que tampoco interesa el debate de la seguridad de los duques de Sussex y el riesgo para su salud mental.
Sabemos que la competencia entre las productoras y canales privados es feroz. Por eso, hablar ante unas c¨¢maras que alimentan a Telecinco de Mask Singer, el programa estrella de los mi¨¦rcoles y l¨ªder de audiencia, en Antena 3, me pareci¨® una buena respuesta, una forma improvisada de salir del atolladero. Y no es mala idea ver a Ana Obreg¨®n otra vez en televisi¨®n, un pel¨ªn despojada de s¨ª misma, como la recordamos de ?Qu¨¦ apostamos?, pero igual de desenvuelta y divertida. La compa?¨ªa de M¨®nica Naranjo, una figura televisiva en alza, lo hace todo m¨¢s estimulante. Y junto a ellas, el conductor Arturo Valls y Los Javis, ¨¢giles y veteranos, persiguen y consiguen entretener con esa f¨®rmula televisiva coreana y un poco zarzuelera.