El ¡®nannygate¡¯: la batalla de Carrie y Boris Johnson contra su exni?era
Theresa Dawes acusa a la esposa del ex primer ministro brit¨¢nico de despedirla despu¨¦s de descubrir que se hab¨ªa tomado una copa de vino a solas con ¨¦l. La pareja lo niega y asegura que la exempleada busca una indemnizaci¨®n elevada
Boris Johnson podr¨ªa decir aquello de Michael Corleone en la tercera parte de la saga de El Padrino: ¡°Justo cuando pensaba que estaba fuera, me vuelven a meter¡±, se quejaba el mafioso de sus enemigos. Aunque en el caso del ex primer ministro brit¨¢nico suele ser ¨¦l quien salta de nuevo al charco, normalmente por esc¨¢ndalos tan poco edificantes como la batalla que mantiene actualmente junto a su mujer Carrie contra la exni?era de la pareja.
Johnson, siempre deseoso de regresar a la primera l¨ªnea pol¨ªtica ¡ªy vengarse de paso de Rishi Sunak, a quien sigue considerando el principal causante de su ca¨ªda¡ª, hab¨ªa tomado posici¨®n en las ¨²ltimas semanas en contra de los dos principales asuntos pol¨ªticos en el debate p¨²blico del Reino Unido: la marcha atr¨¢s del actual primer ministro en sus promesas contra el cambio clim¨¢tico y los recortes previstos en los planes de trenes de alta velocidad en el norte del pa¨ªs, la gran promesa de Johnson. De lo que hablan todos los diarios tabloides, sin embargo, es del nannygate, la batalla de Theresa Dawes (59 a?os) contra el matrimonio Johnson por el modo tan arbitrario e injusto, seg¨²n ella, en que fue despedida. Ocurri¨® apenas dos semanas despu¨¦s de que la contrataran para atender al peque?o Frank Alfred Odysseus, el tercer v¨¢stago de la pareja, nacido el pasado 5 de julio.
Cuenta Dawes que, cuando apenas llevaba tres d¨ªas en el puesto, Carrie Johnson regres¨® a casa del hospital, llam¨® a un Uber, y le dijo que ten¨ªa 15 minutos para hacer la maleta y largarse del domicilio. La exni?era cont¨® la historia al The Sunday Mirror, as¨ª como la raz¨®n por la que, seg¨²n ella, hab¨ªa sido despedida con cajas destempladas. El d¨ªa en que naci¨® el peque?o, Johnson regres¨® euf¨®rico a la vivienda e invit¨® a la ni?era a ¡°remojar la cabeza¡± del reci¨¦n nacido. ¡°Era un d¨ªa precioso y caluroso. Boris lleg¨® a casa, sali¨® a la terraza y abri¨® una botella de vino¡ªun rosado bien fr¨ªo¡ª¡±, ha contado Dawes al tabloide. ¡°Me pidi¨® que me uniera a ¨¦l, para brindar por el peque?o Frank y contarme c¨®mo estaban Carrie y el beb¨¦ y cu¨¢ndo iban a venir a casa. Ese tipo de cosas¡±, explic¨® la exempleada de los Johnson.
Alguien vio a ambos disfrutar de ese vino: la madre de Carrie, quien supuestamente se lo comunic¨® a su hija. Al d¨ªa siguiente, cuando la exasesora de comunicaci¨®n del Partido Conservador regres¨® a su domicilio, con un aire claramente irritado, pas¨® de largo sin apenas saludar a Dawes y pregunt¨® d¨®nde estaba su madre, antes de dirigirse a la habitaci¨®n de los ni?os.
¡°Me qued¨¦ estupefacta¡±, cuenta la exni?era, cuando la esposa de Johnson le dijo que se fuera. La raz¨®n esgrimida por Carrie ten¨ªa algo de retorcida. Seg¨²n Dawes, segu¨ªa molesta porque la misma ni?era le hab¨ªa contado, dos semanas antes durante la entrevista de trabajo, que el matrimonio al que hab¨ªa prestado servicios con anterioridad celebr¨® la dimisi¨®n de Johnson por el esc¨¢ndalo del partygate, las fiestas prohibidas en Downing Street durante el confinamiento. ¡°Fui a la cocina para hablar con Boris y le dije: ¡®Lo siento si le he ofendido¡¯. Pero no sab¨ªa qu¨¦ responderme. Me dijo: ¡®No s¨¦ qu¨¦ decir, est¨¢ muy afectada por las hormonas, acaba de tener un ni?o. No puedo controlarla¡±, balbuce¨® el ex primer ministro. Dawes asegura que la raz¨®n alegada por Carrie era simplemente una excusa, y que lo que realmente le irrit¨® fue la idea de que su marido estuviera ya tomando una copa a solas con la nueva empleada del hogar.
El matrimonio ¡ªse casaron por sorpresa en mayo de 2021¡ª ha negado todas las acusaciones a trav¨¦s de un portavoz, y acusa a la ni?era de intentar sacar m¨¢s dinero del despido. El contrato era por tres meses, dice Dawes, y les ha amenazado con emprender acciones legales para reclamar el pago ¨ªntegro de ese periodo m¨¢s una indemnizaci¨®n por da?os. ¡°Es decepcionante ver c¨®mo alguien abusa de una posici¨®n de confianza y se inventa una historia falsa para obtener un beneficio econ¨®mico¡±, han dicho los Johnson.
Dawes es consciente, como el resto de los brit¨¢nicos, de los cientos de miles de libras que Johnson ha ganado, simplemente por sus discursos, desde que abandon¨® Downing Street. Y resulta llamativo que el nuevo esc¨¢ndalo salte a la prensa en el momento en que el ex primer ministro vuelve a salir a la luz para arremeter contra el Gobierno de Sunak. Pero sus andanzas y aventuras acumuladas durante d¨¦cadas tienen como resultado que, al margen de las posibles maniobras pol¨ªticas que se escondan detr¨¢s del nuevo episodio, nadie duda de que los comentarios del ex primer ministro a su exni?era en la cocina suenan cien por cien puro Johnson.
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