Patrick Schwarzenegger, el ¡®nepobaby¡¯ trabajador que ha encontrado su sitio en la Tailandia de ¡®The White Lotus¡¯

No todos los hijos de famosos empiezan su carrera en la cima. No hay m¨¢s que repasar la ficha de m¨¦ritos de Patrick Schwarzenegger (Santa M¨®nica, 31 a?os) para darse cuenta. Su primera aparici¨®n en pantalla es de hace casi 20 a?os y en un papel estelar: ¡°Ni?o deportista n¨²mero 3¡å. Mucho hab¨ªa que rebuscar en los t¨ªtulos de cr¨¦dito de aquella pel¨ªcula de humor, Los calientabanquillos, para saber que ese chaval era hijo del mism¨ªsimo Arnold Schwarzenegger, culturista, actor, gobernador de California y estrella mundial. Sin embargo, ¨¦l tampoco lo ocultaba. Y sigue sin hacerlo. No tiene verg¨¹enza de ser quien es; ni su apellido es com¨²n ni pretende rehuirlo. Simplemente, quiere trabajar hasta demostrar que es m¨¢s Patrick que simplemente Schwarzenegger.

El californiano est¨¢ en su mejor momento para lograrlo, en ese punto en el que el p¨²blico empieza a identificar su rostro y, quiz¨¢, aprenda a deletrear ese imposible apellido de ascendencia austr¨ªaca. Hace a?os que el tercero de los cuatro hijos de Arnold Schwarzenegger y Maria Shriver busca una carrera en el cine. Es, con diferencia, el que m¨¢s lo ha intentado de la saga y al que mejor le va. Primero, gracias a sus m¨¢s de 185 cent¨ªmetros y a una privilegiada gen¨¦tica entre las pesas y los Kennedy [familia a la que pertenece su madre], prob¨® suerte como modelo mientras hac¨ªa peque?os papeles y apariciones en videoclips. Reconoce que odiaba el mundo del modelaje: ¡±Bueno, quiz¨¢ no deber¨ªa decir eso, m¨¢s bien no es mi pasi¨®n¡±, afirmaba hace unos a?os en Variety. Pero m¨¢s que la moda, el empe?o ¡ªtoma clases, se presenta a castings, se prepara los papeles tanto o m¨¢s que cualquier otro aspirante¡ª le ha colocado en la posici¨®n que lleva a?os esperando: es protagonista de la tercera temporada de la serie coral sobre ricos generalmente insoportables The White Lotus (Max), una de las m¨¢s esperadas del momento y que tiene el don de lanzar al estrellato a sus int¨¦rpretes.

Schwarzenegger se confiesa feliz. En la premiere mundial de la serie, celebrada en Los ?ngeles a mediados de febrero, se le ve¨ªa radiante. No paraba de sonre¨ªr, agarrando de la cintura y besando a su prometida, la modelo Abby Champion, y pendiente de sus muchos amigos invitados. Su padre pos¨® en el photocall con ¨¦l. Tampoco se perdieron el estreno ni la posterior fiesta su hermana Katherine y el marido de esta, el actor Chris Pratt. Ella cargaba lo que parec¨ªa una peque?a nevera; ha contado en alguna ocasi¨®n que se saca leche para amamantar al m¨¢s peque?o de sus tres hijos, nacido en noviembre. Aun as¨ª, no faltaron. Tampoco su madre, Maria Shriver, que andaba con un elegante traje blanco y zapatillas de deporte llev¨¢ndoles platos de comida tailandesa a sus hijos.

El casting para The White Lotus es duro. Tiene miles de aspirantes, algunos muy famosos. Cuenta Schwarzenegger que el primer d¨ªa que le ofrecieron hacerlo se grab¨® inmediatamente para enviar el v¨ªdeo de prueba sin tardar. No quiso dec¨ªrselo a nadie, m¨¢s que a su prometida. No pod¨ªa contar nada, comentaba en People, explicando que ni siquiera ten¨ªa un guion para prepararse, solo algunas escenas describiendo el personaje, el insufrible Saxon, un gymbro ni?o de pap¨¢ de sonrisa perfecta. Tras nerviosos meses de espera, cuando supo que el papel era suyo se ech¨® a llorar (¡±Fue el mejor d¨ªa en la historia para m¨ª¡±, recuerda). Despu¨¦s, se lo dijo a su familia, e incluso les grab¨® para dejar constancia de sus emocionadas reacciones.

Dos importantes s¨ªes le vinieron casi a la vez. El primero, en diciembre de 2023, el de Champion, para casarse. Llevan juntos desde 2015, cuando ¨¦l rompi¨® con Miley Cyrus. Desde la pedida han pasado 15 meses, mucho tiempo en Estados Unidos, pero reconoce que no tienen prisa. ¡°Tras 10 a?os juntos, ya estamos b¨¢sicamente casados¡±, re¨ªa en una entrevista para la revista InStyle. ¡°Somos mejores personas juntos que separados, sacamos lo mejor del otro¡±. Pocos d¨ªas despu¨¦s, lleg¨® el s¨ª de Mike White, el creador de la serie. Con un rodaje de siete meses en Tailandia, la boda tuvo que esperar. La grabaci¨®n fue dura. Tuvo hasta una preparadora para ayudarle con un ligero acento sure?o. ¡°Intent¨¦ que Saxon fuera lo m¨¢s rid¨ªculo y extravagante posible¡±, reconoce sobre el personaje, tan despreocupado y guas¨®n que no deb¨ªa casi parecer real, seg¨²n White. Se integr¨® tan bien en lo que le ped¨ªan, como toda su peculiar familia televisiva, que reconoce que pasaban juntos todo el tiempo libre que ten¨ªan.

Este puede ser el gran papel para Schwarzenegger, el que le cambie la vida despu¨¦s de papeles secundarios, aunque ya lleva m¨¢s de un lustro en ¨®rbita. La pel¨ªcula que le puso en el foco fue el thriller indie Daniel no es real, en 2019, donde impresion¨® con sus pantalones pitillo y sus ojos pintados de negro. La miniserie de misterio y jur¨ªdica The Staircase (Max), con Toni Collette y Colin Firth, le dio impulso; all¨ª coincidi¨®, adem¨¢s, con Parker Posey, su madre ahora en The White Lotus. Tambi¨¦n ser parte del universo de The Boys con la secuela Generaci¨®n V le abri¨® puertas. Pero ninguna como la dorada del resort de lujo tailand¨¦s.

El cine es algo intr¨ªnseco para Schwarzenegger. Al fin y al cabo, se ha criado en los plat¨®s. ¡°Era muy peque?o, pero tengo unos peque?os recuerdos de mi padre entrando y convirti¨¦ndose en Mr. Freeze¡±, contaba en una charla con Variety sobre el papel de Arnold en Batman y Robin, en 1997, cuando ¨¦l apenas ten¨ªa tres o cuatro a?os. ¡°?l entraba como pap¨¢ y sal¨ªa como este tipo grande, azul y calvo. Tengo fotos m¨ªas con ¨¦l y con mi madre, en las que le miro fijamente, como si tuviera miedo y no supiera qui¨¦n es. Creo que le ten¨ªa miedo¡±.

La relaci¨®n entre los Schwarzenegger-Shriver es cercana e ¨ªntima, m¨¢s de lo que se puede llegar a pensar de una familia famosa y rica, pero adem¨¢s de casta: Shriver es una Kennedy, hija de Eunice Kennedy Shriver, hermana del difunto presidente John F. Kennedy. Casados desde 1986, la pareja se separ¨® en verano de 2011 ¡ªun par de meses despu¨¦s de que Arnold reconociera tener un hijo de 13 a?os, Joseph, con una antigua empleada¡ª y finaliz¨® su divorcio en 2021. Aun as¨ª, de vez en cuando se les ve juntos en p¨²blico, sobre todo apoyando a sus hijos. ¡°Ambos aportan un conjunto ¨²nico de valores, perspectivas y experiencias vitales que me han marcado, y de un modo muy especial¡±, contaba Schwarzenegger sobre sus padres en la revista InStyle. Ellos le han dado alas y le han dejado convertirse en actor, siguiendo la tradici¨®n familiar, pero no exactamente sus pasos.

De hecho, el int¨¦rprete ha contado que, durante la pandemia, trat¨® de enfocarse menos en lo que la gente pod¨ªa pensar o esperar de ¨¦l y decidi¨® pensar en proyectos m¨¢s grandes y a largo plazo, de m¨¢s calidad. ¡°Me da igual que sean para protagonista o no, solo quiero seguir construyendo mi carrera. Quiero que la gente de la industria sepa que soy un actor serio¡±, reconoc¨ªa. Sabe que su apellido le va a traer la palabra nepotismo en bandeja y ha llegado a la conclusi¨®n de que las opiniones van a estar ah¨ª, y no va a poder cambiarlas: ¡°Es un pozo sin fondo intentar llenar ese vac¨ªo. Pero solo tenemos una vida y es una p¨¦rdida de tiempo intentar convencer o impresionar a la gente¡±. Le preocupa m¨¢s la salud mental, por ejemplo, que las redes sociales, y reconoce que le han intentado convencer de que publique tal contenido a tal hora, pero no le interesa. ¡°Las redes sociales son una trampa. No quiero caer en ella¡±, contaba en Variety. ¡°Dejas que las voces de otras personas te influyan en c¨®mo vivir y qui¨¦n ser. Es una espiral terrible en la que caer¡±.

La vida de Schwarzenegger va m¨¢s all¨¢ de unas redes sociales, pese a que podr¨ªan ser oro para ¨¦l. Est¨¢ centrado en su trabajo, en su vida familiar. Ve a su madre ¡°cuatro o cinco d¨ªas¡± a la semana, e incluso han cofundado una firma de suplementos nutricionales, Mosh (con las iniciales de la periodista, Mar¨ªa Owings Shriver). Reconoce que no tiene intenci¨®n de convertirse en culturista, pero quiz¨¢ s¨ª de seguir otros pasos de su padre. ¡°Siempre me ha dicho: ¡®Puedes ir a la escuela de cine y a la de negocios, no hay raz¨®n por la que no puedas hacer ambas¡¯. Y yo soy parecido a ¨¦l, necesito estimulaci¨®n constante para trabajar. Enloquecer¨ªa si solo actuara y esperara lo pr¨®ximo¡±. Por eso, por ejemplo, no descarta entrar en pol¨ªtica, algo que afirma adorar: ¡°Nunca dir¨ªa que no a nada¡±.