¡°No usamos secadora pero tenemos sanidad p¨²blica¡±: la guerra cultural entre EE UU y Europa por tender la ropa al sol
Este electrodom¨¦stico tiene mayor implantaci¨®n en Estados Unidos por motivos geogr¨¢ficos y culturales, y en Twitter se ha erigido como un gran hecho diferencial, a la altura de la sanidad p¨²blica y la tenencia de armas
¡°Oh, qu¨¦ cosa tan adorable Europa, todos esos pa¨ªses peque?itos en plan ¡®oh, m¨ªrame, tengo un PIB per c¨¢pita bastante alto¡¯ pero luego nadie tiene una m¨¢quina que seque la ropa. Es tan mono¡±. El autor de este tuit es Josh Barro, un podcaster estadounidense de l¨ªnea provocadora y contraria a Joe Biden, que contest¨® as¨ª a los gr¨¢ficos que se?alaban c¨®mo la esperanza de vida en Estados Unidos est¨¢ reduci¨¦ndose y ensanchando su diferencia con Europa.
Su hilo, que sigui¨® por esa l¨ªnea (¡°oh, es solo un momento, enseguida se seca la ropa al sol¡±, se burlaba) no tard¨® en llenarse de respuestas de europeos (muchos espa?oles) contest¨¢ndole que puede quedarse con su secadora a cambio de la sanidad p¨²blica y el control de armas. Otros le enviaban fotos de sus tendederos y le comentaban que, a cambio de tender as¨ª la ropa, recibieron tratamiento gratuito para el c¨¢ncer o la diabetes.
El tuit y sus respuestas (m¨¢s de 3.500) ser¨ªan una an¨¦cdota, un ejemplo entre tantos de esa clase de antagonismo nacionalista que se practica en redes todos los d¨ªas, si no fuese porque lo de las secadoras se est¨¢ convirtiendo en un asunto recurrente. Hay muchos otros tuits del estilo ¡°cosas que Am¨¦rica hace mejor que Europa: las secadoras¡±; ¡°los americanos tienen casas grandes, secadoras y mayor probabilidad de muerte temprana, quiz¨¢ por disparos, los franceses tienen inmunidad para los problemas cardiacos a trav¨¦s del alcoholismo¡±.
En Reddit, hace cinco a?os alguien pregunt¨®: ¡°No americanos: ?qu¨¦ es lo que todos los americanos deben saber?¡± y una de las respuestas, que dice ¡°las secadoras no son ni la mitad de habituales como en Estados Unidos¡±, ha generado en todo este tiempo un hilo con m¨¢s de 7.000 comentarios que no para de actualizarse. Desde el canadiense que confiesa que jam¨¢s ha conocido a nadie que tuviera lavadora pero no secadora, hasta un estadunidense que se muestra sorprendido (¡°no entiendo c¨®mo no puedes tener una secadora, ?qu¨¦ pasa si quieres hacer la colada y est¨¢ lloviendo? ?Qu¨¦ pasa si quieres hacer la colada r¨¢pido? Vivir en otros pa¨ªses debe de ser un infierno¡±).
Tambi¨¦n, como internet es internet, hay varias peleas y enzarzamientos en este hilo de Reddit. Europeos que echan en cara el gasto energ¨¦tico y el cambio clim¨¢tico a los estadounidenses y estos que contestan con argumentos del tipo ¡°en nuestro pa¨ªs se tend¨ªa la ropa fuera en los a?os cincuenta, cuando el racismo estaba en auge¡±. Se calcula que en Estados Unidos, un 80% de los hogares cuenta con secadora. Es dif¨ªcil cuantificar cu¨¢ntas secadoras hay en Espa?a. Seg¨²n el Informe del Sector del Electrodom¨¦stico de L¨ªnea Blanca, se venden unas 200.000 al a?o, much¨ªsimas menos unidades que de lavadoras, de las que se vend¨ªan, antes de la pandemia, 1.700.000. Queda claro tambi¨¦n en el informe que es un aparato mucho menos demandado que el frigor¨ªfico o el lavavajillas. Es muy com¨²n que casas de todos los tipos, ya sean familiares, unipersonales, con ni?os o solo de adultos y de niveles de renta muy variados (aunque obviamente, a m¨¢s renta, m¨¢s probabilidad de equipamiento completo de electrodom¨¦sticos) no tengan secadora.
¡°He vivido en cuatro pisos distintos en Barcelona y solo tuve secadora en uno. Era pr¨¢ctico pero no la echo de menos. Prefiero tender la ropa, que dura m¨¢s tiempo y gasto menos energ¨ªa y dinero¡±, dice Lauren Hopkins, una estadounidense que vive desde hace a?os en la capital catalana. En casa de sus padres, en Chicago, s¨ª que tienen. ¡°Le he preguntado a mi abuela, que vive en Illinois y dice que su madre colgaba la ropa en el s¨®tano durante el invierno g¨¦lido de all¨ª. En cuanto consiguieron una tarjeta de cr¨¦dito, la secadora fue de lo primero que compraron¡±, explica.
Ted Stresen-Reuter vive en Las Palmas de Gran Canaria pero tambi¨¦n creci¨® entre Chicago (con secadora) y Arizona, al sur del pa¨ªs, donde s¨ª recuerda haber visto a su madre tender la ropa en el jard¨ªn trasero. ¡°Aqu¨ª no tengo secadora. Tendemos la ropa en la terraza y se seca enseguida. En Chicago a nadie se le ocurrir¨ªa tender fuera. Antes de las secadoras, secaban la ropa en la habitaci¨®n de la caldera, en el s¨®tano. Yo ahora no me comprar¨ªa una, por la sensibilizaci¨®n con el medio ambiente y tambi¨¦n porque me gusta la sensaci¨®n de la ropa secada al sol. Las s¨¢banas quedan como crujientes¡±.
Saber que hay compatriotas suyos considerando la secadora poco m¨¢s que un hecho diferencial y un motivo de orgullo patri¨®tico no le sorprende, pero s¨ª le entristece un poco. ¡°Cuando yo llegu¨¦ aqu¨ª hace 30 a?os no la ech¨¦ de menos. Al contrario, me gust¨® que todo estuviese hecho a escala de persona, del ser humano, poder caminar por la ciudad¡±. En pocas semanas volver¨¢ a Chicago para ver a la familia, con su pareja y sus dos hijos. Como otros a?os, han intercambiado la casa con otra familia y, puesto que se alojar¨¢n en el centro, no pensaba usar coche. ¡°Mi padre me llam¨® el otro d¨ªa y me dijo que me dejaba uno. Le dije que no hac¨ªa falta y ¨¦l no entend¨ªa c¨®mo pens¨¢bamos pasar un mes sin coche. Me dec¨ªa: ?pero c¨®mo os vais a mover?¡±.
El tama?o de los coches, como el asunto de las secadoras, tambi¨¦n suele surgir cuando se producen esas discusiones en tuits y art¨ªculos, que en realidad est¨¢n exponiendo dos modelos de vida: el de la casa grande por cada unidad familiar, los sueldos comparativamente m¨¢s altos, la dispersi¨®n geogr¨¢fica y los servicios privatizados frente a los impuestos altos en pos de un estilo de vida algo m¨¢s comunitario.
En muchas ciudades estadounidenses existen leyes locales que multan a quien tienda la ropa en su jard¨ªn, por motivos est¨¦ticos, de la misma manera que en muchos municipios espa?oles existe normativa para no tender en los balcones. Desde hace una d¨¦cada ha ido tomando fuerza el llamado movimiento right-to-dry (derecho a secar), que se propone revocar esas leyes para que colgar la ropa al sol sea legal. ¡°California es esencialmente una secadora gigante¡±, clamaba la periodista y opinadora Meghan Daum en una columna en Los Angeles Times. ¡°?Qu¨¦ podr¨ªa ser m¨¢s emblem¨¢tico de California que un c¨¦sped artificial complementado por una cuerda para tender colgada entre dos palmeras? ?Cu¨¢nto se apuestan a que la ropa se les seca m¨¢s r¨¢pido al sol en una ola de calor que en su secadora el¨¦ctrica¡±. En el mismo art¨ªculo, Daum apunta a que los tendederos al aire siempre han sido un significante de clase. ¡°A finales de los sesenta, las secadoras empezaron a extenderse por las casas de clase media. En 1980 las ten¨ªan menos de la mitad de la familias. Para 2009, ya era el 80%. Desde entonces, tender al sol ha connotado pobreza o falta de sofisticaci¨®n¡±.
Debido al evidente gasto energ¨¦tico (la OCU clasifica las secadoras entre los electrodom¨¦sticos que m¨¢s gastan), pero tambi¨¦n a la romantizaci¨®n del estilo de vida preindustrial, en los ¨²ltimos a?os tender la ropa al sol se ha convertido en un significante de conciencia burguesa y un gesto de ambientalismo fotog¨¦nico. La tendencia cottagecore, que arras¨® hace un par de a?os, tuvo tambi¨¦n su raci¨®n de tiktoks en los que mujeres j¨®venes ¨Dcasi siempre blancas¨D tend¨ªan su colada ante las c¨¢maras, recreando una especie de fantas¨ªa de los a?os cuarenta, y no algo que hacen millones de personas a diario para poder tener ropa interior limpia al d¨ªa siguiente. A¨²n es posible entrar en esa red social y encontrar v¨ªdeos muy recientes grabados sin trazos de iron¨ªa que consisten en dos chicas altas y delgadas con vestidos largos tendiendo s¨¢banas en un jard¨ªn. El texto dice: ¡°Inspira Toscana con la parte Norte del Estado de Nueva York¡± y entre los 15 hashtags se cuentan #cottagecoreaesthetic, #hangingclothes, #clothesline, #summervibes, #swedishsummer, y, por alg¨²n motivo, #callmebyyourname. En realidad, la pel¨ªcula de Luca Guadagnino no contiene ninguna escena en la que Elio y Oliver tiendan la ropa. Pero la adaptaci¨®n de Normal People de Sally Rooney s¨ª tiene su escena aspiracional en la que Connell y Marianne se reencuentran mientras ella pone s¨¢banas al sol, tambi¨¦n en la Toscana. Escena que probablemente ha ayudado a fijar la idea de hacer la colada como preliminar er¨®tico.
¡°La idea de tender la ropa en el exterior en las ciudades carga con esa imagen nost¨¢lgica que en Estados Unidos se asocia con las fotos antiguas de barrio de inmigrantes. Por eso se considera algo fotog¨¦nico en las ciudades mediterr¨¢neas para los turistas estadounidenses¡±, cree Brian Rosa, investigador y ge¨®grafo estadounidense que vive en Barcelona (en una casa que s¨ª tiene una secadora, pero que no se usa mucho). Antes, pas¨® tambi¨¦n un tiempo en Manchester y all¨ª, debido al clima, s¨ª le sorprendi¨® que la casa que alquilaba no tuviera el electrodom¨¦stico. ¡°Todo el d¨ªa llov¨ªa. La gente seca su ropa en los radiadores el¨¦ctricos y les va dando la vuelta como si fuera un filete. Se tardaba d¨ªas en secar algo¡±. Rosa cree que en la reticencia estadounidense a mostrar su ropa a la vista de los vecinos se cruzan dos aspectos, la verg¨¹enza de transmitir pobreza (la familia no puede permitirse una secadora) y cierto rescoldo puritano. ¡°Solo hay que ver esas escenas de pel¨ªculas antiguas en las que una mujer sexy tiende su lencer¨ªa en p¨²blico. Eran el equivalente a los hombres persiguiendo a las suecas en las pel¨ªculas del tardofranquismo¡±. Las quejas de algunos de sus compatriotas por la ausencia de secadoras en Europa le parecen ¡°mezquinas y aburridas¡±. Eso s¨ª, les da la raz¨®n en algo: ¡°Esas lavadoras-secadoras que se venden por aqu¨ª son una basura¡±.
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