El primer retrato trans de la historia cobra voz 400 a?os despu¨¦s de su creaci¨®n para defenderse
Paul B. Preciado comisar¨ªa la exposici¨®n ¡®Una voz para Erauso. Ep¨ªlogo para un tiempo trans¡¯, del colectivo art¨ªstico Cabello/Carceller, cuya obra central es un v¨ªdeo donde tres personajes contempor¨¢neos interpelan a un retrato de Erauso, planteando sus preguntas sobre raza, g¨¦nero, clase o religi¨®n
El camino que media entre el asesino colonialista y el icono transg¨¦nero resulta resbaladizo. Como lo fue Catalina de Erauso, el personaje al que la historia llam¨® la monja alf¨¦rez. Todo en ¨¦l es dilema. Se sabe que naci¨® en San Sebasti¨¢n, pero no existe acuerdo sobre el a?o: pudo ser en 1588 o 1592. Tuvo varios nombres a lo largo de su vida ¨Ccomo Pedro de Orive, Francisco de Loyola, Alonso D¨ªaz o Antonio de Erauso, con ...
El camino que media entre el asesino colonialista y el icono transg¨¦nero resulta resbaladizo. Como lo fue Catalina de Erauso, el personaje al que la historia llam¨® la monja alf¨¦rez. Todo en ¨¦l es dilema. Se sabe que naci¨® en San Sebasti¨¢n, pero no existe acuerdo sobre el a?o: pudo ser en 1588 o 1592. Tuvo varios nombres a lo largo de su vida ¨Ccomo Pedro de Orive, Francisco de Loyola, Alonso D¨ªaz o Antonio de Erauso, con el que se habr¨ªa asentado definitivamente en M¨¦xico-, y se construy¨® otras tantas identidades desde que, portando ropas masculinas, abandonara el convento en el que su familia la hab¨ªa ingresado para ser novicia. A veces se present¨® como mujer y casi siempre como hombre, ya que lleg¨® a tener permiso del Papa, adem¨¢s de una pensi¨®n concedida por el rey Felipe IV por su desempe?o militar en las colonias ultramarinas. Y el principal texto que recoge su vida es una autobiograf¨ªa que muchos investigadores consideran ap¨®crifa o cuando menos plagada de a?adidos posteriores.
Pero si Erauso se nos escurre entre los dedos es ante todo por su resistencia a ser abrazado como un referente. Por ejemplo, liquid¨® a varias personas, no solo debido a su facilidad para incurrir en duelos y trifulcas, sino tambi¨¦n por su participaci¨®n activa en el exterminio de los ind¨ªgenas americanos al servicio de la corona espa?ola. ¡°Cuando eres gay, lesbiana o trans, es un personaje que te resuena especialmente, porque era un drag king casi en pleno Renacimiento¡±, define el fil¨®sofo trans Paul B. Preciado. ¡°Pero no nos sirve como antecedente luminoso porque est¨¢ lleno de claroscuros. Es como un ancestro fascistoide y colonizador, lo que no impide ver en ¨¦l aspectos de disidencia de g¨¦nero¡±.
Preciado comisar¨ªa la exposici¨®n Una voz para Erauso. Ep¨ªlogo para un tiempo trans, del colectivo art¨ªstico Cabello/Carceller, que hasta el 25 de septiembre puede verse en el Azkuna Zentroa de Bilbao. La pieza central es una obra de v¨ªdeo en la que tres personajes contempor¨¢neos interpelan a Erauso, planteando sus preguntas sobre raza, g¨¦nero, clase o religi¨®n a un retrato que hacia 1625 pint¨® de ¨¦l Juan van der Hamen (aunque durante mucho tiempo estuvo atribuido a otro pintor barroco, Francisco Pacheco), que hoy forma parte de la colecci¨®n de la Kutxa y que tambi¨¦n figura en la muestra, junto a una copia realizada en 1900. Comisario y artistas consideran que se trata posiblemente del primer retrato de una persona trans. ¡°Siempre se hab¨ªa difundido que el m¨¢s antiguo era el Chevalier d¡¯Eon [obra del franc¨¦s Jean-Laurent Mosnier de 1791 y despu¨¦s copiado por Thomas Stewart] pero, aunque no podemos afirmar fehacientemente que es este, tampoco hemos encontrado otro anterior¡±, explican Helena Cabello y Ana Carceller. ¡°Su destino no era sumarse a una galer¨ªa de monstruos, como muchas veces se ha dicho, sino que se trataba del retrato de un hombre ilustre, con nombre y apellidos, y que adopta una pose masculina. Tambi¨¦n se ha hablado de su supuesta fealdad, pero eso es precisamente porque Van der Hamen decidi¨® enfatizar no a Catalina, sino al soldado que quer¨ªa ser, con sus cicatrices y su aspecto guerrero¡±.
¡°Este no es un cuerpo exotizado, como ocurre en las fotos contempor¨¢neas de moda, sino un cuerpo disidente, y los cuerpos disidentes siempre se han considerado feos, incluso monstruosos¡±, completa Paul B. Preciado, cuya obra ha tratado, entre otras cuestiones, sobre el potencial del retrato como t¨¦cnica de control y clasificaci¨®n de los cuerpos. Ni ¨¦l ni Cabello/Carceller pretenden explicar la figura hist¨®rica desde el marco conceptual del presente. El ejercicio que plantea la exposici¨®n es m¨¢s sofisticado: ¡°Erauso proviene del siglo XVI, cuando las nociones de transexualidad o transg¨¦nero no exist¨ªan¡±, aclara Preciado. ¡°S¨ª exist¨ªa el travestismo, que estaba considerado contra natura y un crimen hereje. Eso nos hace pensar c¨®mo hist¨®ricamente ha cambiado la concepci¨®n sexual o de g¨¦nero, que de ser una categor¨ªa eclesial pas¨® a m¨¦dico-jur¨ªdica, y ahora luchamos para que pase a ser una forma de vida, y punto. Cada cual puede imaginar c¨®mo pudo ser caracterizado en tiempos de Erauso: yo mismo, por ejemplo, habr¨ªa sido cocinado en la parrilla por la Inquisici¨®n¡±.
El v¨ªdeo se convierte en un musical cuando Erauso toma la palabra (se ha contado con la colaboraci¨®n de la compositora Maite Arroitajauregi, Mursego, que gan¨® el Goya de 2020 a la mejor m¨²sica original por la pel¨ªcula Akelarre) para responder a quienes desde el presente le exigen explicaciones. Y su defensa se articula a partir de las circunstancias del momento ya que, como tambi¨¦n subrayan Cabello/Carceller, no tiene sentido proyectar las identidades del siglo XXI al XVII. ¡°Erauso es abiertamente mon¨¢rquico y partidario del imperio, orgulloso de haber matado, pero tambi¨¦n es un superviviente¡±, apuntan. ¡°As¨ª que les contesta en la onda de ¡®s¨ª, he matado, ?y qu¨¦? Ya me hubiera gustado verte a ti en mi ¨¦poca¡¯. Es una persona muy cat¨®lica, porque la religi¨®n le permite ocupar un determinado estatus, pero su religi¨®n dice ¡®no matar¨¢s¡¯, y ¨¦l ignora ese mandamiento¡±.
La exposici¨®n construye su contexto hist¨®rico mediante documentos de la ¨¦poca que el d¨²o art¨ªstico consult¨® en su investigaci¨®n, pero el marco conceptual se remarca gracias a obras anteriores de Cabello/Carceller, entre ellas Autorretrato como fuente (2001), la galer¨ªa de retratos Archivo: Drag Modelos (2007-en proceso) o los v¨ªdeos Movimientos para una manifestaci¨®n en solitario (2021) y Lost in Transition_un poema performativo (2016). Su pr¨¢ctica art¨ªstica lleva indagando en cuestiones de g¨¦nero bajo una perspectiva queer desde sus primeros trabajos de los a?os noventa hasta Despu¨¦s de Chantal Akerman, que inauguraron en febrero en Elba Ben¨ªtez, su galer¨ªa madrile?a. Para Paul B. Preciado, constituyen un referente imprescindible: ¡°Siempre me pareci¨® que la suya era una obra absolutamente necesaria. En los noventa ya trabajaban con unas variables que estaban en di¨¢logo con Zoe Leonard u otras artistas del contexto americano. ?Y aqu¨ª se tra¨ªa a Zoe Leonard pero no se expon¨ªa a Cabello/Carceller! Pues no todo es Leonard o las fotos de John Waters. Aparte de Almod¨®var, aqu¨ª tambi¨¦n ha habido una proliferaci¨®n de im¨¢genes disidentes¡±.
Tambi¨¦n destaca el dise?o expositivo, en el que ha participado Studio Animal, plataforma fundada por el arquitecto Javier Jim¨¦nez Iniesta, que ha concebido un espacio oscuro y laber¨ªntico que, seg¨²n Preciado, remite a la penumbra en que est¨¢ sumido el pasado: ¡°Solemos decir que del futuro nada se sabe, pero tampoco se sabe nada del pasado, porque las historias menores y disidentes se han borrado. As¨ª que la exposici¨®n es un laberinto opaco en el que entras para ir descubriendo sus distintos elementos¡±. Al final de ese recorrido aguarda una sorpresa: la carta dirigida al ayuntamiento de San Sebasti¨¢n en la que Cabello/Carceller y Preciado solicitan que se modifique el nombre de la v¨ªa dedicada al personaje central de la exposici¨®n, de manera que pase de llamarse calle Catalina de Erauso a Catalina/Antonio de Erauso. Se atender¨ªa as¨ª a la frase final que Erauso canta en el v¨ªdeo, en euskera: ¡°Antonio naiz!¡± (¡°?Soy Antonio!¡±).
Por otra parte, Fernando P¨¦rez, director del Azkuza Zentroa, destaca la importancia que en su programaci¨®n tienen los proyectos sobre g¨¦nero, cuerpo o identidad: ¡°Tambi¨¦n desde el punto de vista del arte, explorando las posibilidades de las nuevas pr¨¢cticas art¨ªsticas a la hora de reimaginar el mundo en el que vivimos¡±.
Escrib¨ªa Virginie Despentes en el pr¨®logo de Un apartamento en Urano (2019), la reciente recopilaci¨®n de textos de Paul B. Preciado, que su autor escrib¨ªa para un tiempo que a¨²n no ha sucedido y para los ni?os que a¨²n no han nacido. Algo de eso ocurre en esta exposici¨®n donde el presente dialoga con el pasado y se entrecruzan los discursos propios de cada momento hist¨®rico. As¨ª lo cree tambi¨¦n Preciado: ¡°Pensar que la identidad sexual es algo ¨ªntimo y personal es una tendencia muy moderna. En realidad, el g¨¦nero es lo m¨¢s p¨²blico y pol¨ªtico que hay. Est¨¢ atravesado de un conjunto de categor¨ªas hist¨®ricas que se piensan inamovibles, pero te das cuenta de que en todo momento hist¨®rico hay grietas, y si no las ves es porque tu propia posici¨®n normativa te lo impide. Solo necesitas un cambio en tu mirada. Con cuatro a?os me preguntaban qu¨¦ quer¨ªa ser de mayor, y yo respond¨ªa que un chico, y mi abuela me dec¨ªa que eso no se puede. ?Pues s¨ª se puede! Fue posible, solo que no supimos verlo¡±.