Racismo, wassaps y ¡°gentuza¡±: el miedo a los extra?os de un barrio pudiente de Sant Cugat
¡®Alerta Mira-sol¡¯ es el trabajo premiado de Blanca Munt, una fot¨®grafa que se infiltr¨® en el chat de su urbanizaci¨®n. Se expone en el museo KBR de Barcelona y es un reflejo fiel de la paranoia suburbial que explotan los anuncios de alarmas de seguridad
¡ªNo he podido hacer la foto, hay demasiada ¡®bofia¡¯¡ y ya me han re?ido x meter la nariz¡Eran unos tres t¨ªos tipo latinoamericanos.
¡ªTendr¨ªamos que organizarnos y machacar a los que nos intentan robar.
¡ªLa polic¨ªa no lo permite eso.
¡ªEso ya lo sabemos!! Hacer rondas y despu¨¦s llamarlos a ellos y mientras llegan nosotros nos largamos!!! Yo si va la seguridad de mi familia lo tengo claro.
¡ªPues lo mismo digo.
¡ª+1
¡ªMachacar? Esto al otro grupo, no?
Esta conversaci¨®n, que ha sido traducida del catal¨¢n, se produjo en febrero del a?o pasado en un grupo...
¡ªNo he podido hacer la foto, hay demasiada ¡®bofia¡¯¡ y ya me han re?ido x meter la nariz¡Eran unos tres t¨ªos tipo latinoamericanos.
¡ªTendr¨ªamos que organizarnos y machacar a los que nos intentan robar.
¡ªLa polic¨ªa no lo permite eso.
¡ªEso ya lo sabemos!! Hacer rondas y despu¨¦s llamarlos a ellos y mientras llegan nosotros nos largamos!!! Yo si va la seguridad de mi familia lo tengo claro.
¡ªPues lo mismo digo.
¡ª+1
¡ªMachacar? Esto al otro grupo, no?
Esta conversaci¨®n, que ha sido traducida del catal¨¢n, se produjo en febrero del a?o pasado en un grupo de WhatsApp llamado Alerta Mira-sol. Mira-sol es un distrito dentro de Sant Cugat del Vall¨¨s (el tercer municipio en Espa?a con m¨¢s renta per c¨¢pita despu¨¦s de Pozuelo de Alarc¨®n y Boadilla del Monte), compuesto por urbanizaciones de viviendas unifamiliares. La web Mejoresbarrios.es lo define as¨ª: ¡°Un barrio tranquilo, familiar y de clase media-alta. Con muchas zonas verdes. Hay muy pocos comercios, solo un par de bares y restaurantes en todo el barrio, y tampoco hay muchos parques para los ni?os¡±. Lo cierto es que los ni?os de Mira-sol no necesitan parques p¨²blicos, porque todos tienen su propio jard¨ªn vallado y protegido, seguramente, por una alarma de seguridad.
Blanca Munt fue una de esas ni?as sin parque (pero con jard¨ªn) de Mira-sol. Sus padres se mudaron a un chalet en la zona cuando ella era un beb¨¦. Pese a haber crecido en uno de los barrios m¨¢s ricos de la pen¨ªnsula ib¨¦rica, Munt recuerda sentir miedo desde los tres a?os. ¡°Siempre he vivido con esa sensaci¨®n de que iba a entrar alguien a mi casa. Recuerdo que entraron a robar a casa de unos familiares y era una constante. Desde hace seis a?os tenemos dos c¨¢maras, una en el sal¨®n y otra en el piso de arriba, con las que yo convivo¡±.
Munt es fot¨®grafa y cuando estaba a punto de graduarse en IDEP, la Escuela Superior de Imagen y Dise?o de Barcelona, y necesitaba un proyecto de fin de carrera, pens¨® que en su h¨¢bitat natural ten¨ªa un buen tema. Sus padres le hablaron del grupo Alerta Mira-sol, el chat de los vecinos del barrio dedicado a la vigilancia y el patrullaje amateur. La idea es que cualquiera que vea algo sospechoso, avise en el grupo y ponga en guardia al resto de los vecinos, que no se conocen muy bien porque no es un barrio muy dado a la vida comunitaria.
La fot¨®grafa decidi¨® infiltrarse en el grupo vecinal para hacer un trabajo de investigaci¨®n. Durante meses, sigui¨® todo lo que pasaba en el chat, hizo capturas y tom¨® notas, fotografi¨® a sus vecinos desde su propia casa usando la mirilla del telescopio de su padre (hab¨ªa llegado la pandemia y no pod¨ªa salir para fotografiar) y entrevist¨® a un agente del orden p¨²blico y a un alto cargo de la administraci¨®n local, buscando siempre la ra¨ªz de ese miedo suburbial, del terror de los barrios altos que se podr¨ªa bautizar como el S¨ªndrome Securitas Direct.
Con lo que sali¨® de todo eso, no solo se gradu¨® sino que gan¨® un premio, el Fiebre Photobook, que le permiti¨® editar un libro sobre el proyecto titulado Alerta Mira-sol (Delpine) y ser una de las cuatro seleccionadas por Flama, el programa que lleva a estudiantes de fotograf¨ªa a exponer en el KBR, el museo de fotograf¨ªa que tiene la Fundaci¨®n Mapfre en Barcelona.
Aunque ahora mismo hay all¨ª expuestas fotos y fragmentos bastante incendiarios del chat ¨Cun grupo en el que se desconf¨ªa de los ¡°moretes¡± y los gitanos, en el que ante unas forasteras sospechosas se pregunta: ¡°?Sudamericanas o del Este?¡±¨C Munt cree que sus vecinos no est¨¢n al corriente de su trabajo. ¡°No es un proyecto que intente se?alar a nadie, va m¨¢s all¨¢. Y la verdad es que se podr¨ªa hacer un volumen II¡±. Cuando se present¨® en el grupo, dijo su nombre y su direcci¨®n, porque a la administradora del chat, muy estricta, le gusta saber qu¨¦ calles de la urbanizaci¨®n est¨¢n cubiertas, pero no avis¨® de que entraba all¨ª como investigadora.
¡°Lo cierto es que tengo todo el derecho a estar ah¨ª como vecina, pero ten¨ªa claro que mi papel era de voyeur¡±, dice. Se tom¨® el chat como una ¡°materia viva que pasaba en tiempo real¡±, inspir¨¢ndose en algunos trabajos de Sophie Calle, y nunca comentaba nada que pudiera desviar el curso de la charla. ¡°Es interesante que sea un documento totalmente digital. Las personas que est¨¢n ah¨ª no se conocer¨ªan si se vieran por la calle, es una idea de comunidad falsa. T¨² no sabes si esa persona es sospechosa¡±.
En realidad, los miembros del chat Alerta Mira-sol tienen bastante claro qui¨¦n les supone una amenaza y qui¨¦n no. Dos ¡°moretes¡± que rebuscan en la basura ¡°con un port¨¢til en una bandolera y una mountain bike bastante nueva¡±, ¡°un se?or magreb¨ª llamando de puerta en puerta pidiendo trabajo¡± (al que se le concede que quiz¨¢ ¡°solo busca trabajo, que la cosa est¨¢ muy dura¡± pero de qui¨¦n se decide que no est¨¢ de m¨¢s alertar a los mossos), un ¡°subsahariano¡± que ¡°no parece peligroso¡± pero que ¡°seguro que no est¨¢ haciendo turismo¡±, un hombre ¡°con pelo sucio/rastas de unos 20-30 a?os¡± con un perro negro, y en general ¡°gentuza¡±.
El coronavirus lleg¨® en medio del proceso de observaci¨®n de Blanca Munt y contamin¨® el chat de nuevas l¨ªneas narrativas. Como tantos otros grupos de WhatsApp, Alerta Mira-sol se llen¨® de memes y hashtags del tipo #ensensortirem (saldremos de esta). Muchos vecinos se quejaban, puesto que la idea del chat era avisar de cuerpos extra?os, no hablar de virus ni animarse el confinamiento. La administradora se pon¨ªa dura, les reconduc¨ªa al grupo paralelo De todo una mica Mira-sol (de todo un poco Mira-sol) y amenazaba con expulsar del grupo a los desobedientes.
En el chat, biling¨¹e pero escrito mayoritariamente en catal¨¢n, tambi¨¦n se colaron las tensiones propias del post-proc¨¦s. Un vecino se queja, en castellano, de que en Sant Cugat no hacen suficientes pruebas de detecci¨®n de la covid ¡°porque se han gastado el dinero en lacitos¡± (amarillos, se entiende, de apoyo a los pol¨ªticos entonces todav¨ªa presos por el 1 de octubre). Otro vecino le afea que emita ¡°opiniones con connotaciones pol¨ªticas¡± y este le responde: ¡°Pol¨ªtico!! Me habr¨¢s juzgado por hablar en castellano, no hay ninguna connotaci¨®n m¨¢s. Eso se llama discriminaci¨®n por lenguaje¡±. Despu¨¦s de ese rifirrafe verbalmente violento, hay varios ¡°xxx ha salido del grupo¡±.
Ante el goteo de gente que abandona el grupo, un miembro lamenta: ¡°Es importante no perder a compatriotas de este grupo, ya que todos cubrimos un ¨¢rea dentro de nuestro barrio¡±. En su fotolibro, que est¨¢ dise?ado siguiendo la est¨¦tica de los folletos de promoci¨®n inmobiliaria, Munt reflexiona sobre esta frase: ¡°?Tambi¨¦n tengo que cubrir un ¨¢rea del bario por el simple hecho de ser participante?, ?si somos 164 en el grupo, quiere decir que el bario est¨¢ dividido por 164 ¨¢reas vigiladas a tiempo real por los vecinos? Parece mucho m¨¢s efectivo que cualquier cuerpo policial que pasa, como mucho, una vez al d¨ªa, por algunas calles de Mira-sol¡±.
En el libro de Munt, las impresiones de los vecinos contrastan con algunos titulares del diario local Tot Sant Cugat, que tambi¨¦n recoge: ¡°Valoran la bajada de robos en Sant Cugat¡±, ¡°Sant Cugat es una ciudad segura¡±, ¡°tres de cada cuatro ciudadanos se sienten seguros en su casa¡±. De hecho, los delitos se han reducido en la ciudad un 23% en los ¨²ltimos dos a?os. Pero eso no tranquiliza a los vecinos, cuyas conversaciones parecen a veces escritas por los mismos que redactan los guiones de los anuncios de Securitas Direct, y que dicen cosas como: ¡°Oye, cari?o, tenemos que poner una alarma ya. Me acaba de contar un vecino que anoche le entraron a robar. Y como es tan f¨¢cil colarse por el jard¨ªn, prefiero ponerla ya y as¨ª dormimos tranquilos¡±.
Durante el tiempo que dur¨® la investigaci¨®n para el proyecto art¨ªstico Alerta Mira-sol, la empresa de seguridad privada difundi¨® por el barrio carteles con las se?ales que, dicen, hacen los ladrones para avisarse. Un cl¨¢sico del patrullaje urbano que ya circulaba en los ochenta en el centro de las ciudades. Munt tambi¨¦n ha incluido el cartel en el libro y le pregunt¨® por ellas a un polic¨ªa an¨®nimo a quien entrevist¨®, que le dijo lo siguiente: ¡°Este tipo de comunicaciones son una especie de reclamo para ense?ar lo que los ladrones hacen para que cojas miedo y contrates sus servicios¡±. El polic¨ªa, que explica que a veces en Sant Cugat reciben llamadas de una mujer que ha visto un sospechoso y resulta ser su marido, que ha salido de casa sin avisar, opina que los grupos de WhatsApp como Alerta Mira-sol ¡°fomentan el miedo y la paranoia¡±, pero no duda en hacer perfiles raciales, quiz¨¢ sabiendo que la entrevista se iba a publicar sin su nombre: ¡°Si piensas mal de un gitano o de un rumano tendr¨¢s m¨¢s posibilidades de acertar que si sospechas de una persona que va con americana o que es de aqu¨ª. Aunque no guste, las apariencias dicen mucho, los gestos o la manera de moverse. Del mismo modo que cuando un carnicero ve una pieza de carne sabe si es buena, nosotros, cuando estamos en una estaci¨®n y vemos a gente pasar, por instinto, experiencia, por los gestos que hacen o por como te miran, vemos alg¨²n sospechoso, lo paramos y muchas veces acertamos¡±. Respecto a los grandes hurtos en la zona, los atribuye a exmilitares del Este, contratados ex profeso, y a ¡°chilenos que pertenecen a bandas que se dedican al robo de viviendas¡±.
Munt, que se reconoce parte de ese grupo, decidi¨® no editar demasiado los chats ni eliminar las partes m¨¢s racistas y clasistas. ¡°Es importante no tapar estas problem¨¢ticas y mostrar el chat tal y como sucedi¨®. Solo borr¨¦ los nombres y los n¨²meros. Mi idea no es acusar, es mostrar esta masa que genera un di¨¢logo colectivo y que es extrapolable a otros barrios¡±. Sigue viviendo en Mira-sol.