Un talento gigante, treinta millones de discos vendidos, asesinado a los 24: Notorious B.I.G., la construcci¨®n de un mito del ¡®hip-hop¡¯

Si se le pregunta al rapero sevillano Tote King por Notorious B.I.G. se lanza a hablar con la emoci¨®n de un adolescente. ¡°Era tan completo el t¨ªo... Para nosotros era religi¨®n. Su disco Ready to die era nuestra Biblia¡±, exclama. Y a?ade en un torrente: ¡°Nos hemos criado con eso. Lo primero que significa Notorious es Nueva York. Es el icono insuperable e irremplazable del rap de la Costa Este. Mucho m¨¢s que Wu Tang Clan, J...

Si se le pregunta al rapero sevillano Tote King por Notorious B.I.G. se lanza a hablar con la emoci¨®n de un adolescente. ¡°Era tan completo el t¨ªo... Para nosotros era religi¨®n. Su disco Ready to die era nuestra Biblia¡±, exclama. Y a?ade en un torrente: ¡°Nos hemos criado con eso. Lo primero que significa Notorious es Nueva York. Es el icono insuperable e irremplazable del rap de la Costa Este. Mucho m¨¢s que Wu Tang Clan, Jay-Z o Nas. Ten¨ªa unas caracter¨ªsticas muy peculiares. En esa ¨¦poca, en la Costa Este el ambiente era muy oscuro. Pero este t¨ªo, dentro de ese estilo, met¨ªa muchas cosas sobre el lujo, coches, mansiones, t¨ªas¡­ con much¨ªsima gracia y tom¨¢ndose muy en serio al mismo tiempo. Desde el principio estaba decidido a triunfar. Ten¨ªa ese aspecto de t¨ªo enorme y esa voz muy potente que lo hac¨ªan ¨²nico. Notorious significa tambi¨¦n ingenio a patadas y flow a patadas. Era el n¨²mero uno en t¨¦cnica y en rapidez. Era la perfecci¨®n. Ten¨ªa una capacidad incre¨ªble para narrar historias de forma preciosa y perfecta. Y adem¨¢s, cuando le quisieron meter en formatos m¨¢s bailongos y de discoteca se sac¨® ¨¦xitos para bailar. Lo ten¨ªa todo¡±.

Asesinado en 1996, con 24 a?os y un solo ¨¢lbum publicado. Christopher George Latore Wallace, alias Notorious B.I.G., ha vendido hasta el momento 30 millones de discos y su figura se ha engrandecido con el tiempo. En 2020 fue admitido en el Rock and Roll Hall of Fame, vetusta instituci¨®n que pretende separar lo temporal de lo eterno. En el v¨ªdeo que acompa?aba a esa entrada, Jay-Z, uno de los grandes del rap de todos los tiempos, aseguraba que cuando escuch¨® la primera versi¨®n de Life after death, que terminar¨ªa siendo su disco p¨®stumo, se asust¨®. ¡°Era incre¨ªble. Pens¨¦: ¡®Esto es muy bueno, tengo un problema como artista¡±. Otros raperos como Nas o Lin-Manuel Miranda, el m¨¢s famoso de los compositores de musicales de Broadway, tambi¨¦n se un¨ªan a los elogios. ¡°La muerte de B.I.G. nos dej¨® uno de los m¨¢s tr¨¢gicos ¡®?qu¨¦ hubiera pasado si...?¡¯ de la historia del hip-hop. Nunca pensamos que el hip-hop se pod¨ªa llevar tan lejos. ?Qu¨¦ hubiera pasado si hubiera seguido vivo?¡±, se preguntaba este ¨²ltimo.

Un rapero citado en el Congreso de Estados Unidos

Incluso ha entrado en la pol¨ªtica de EE UU. El congresista de su distrito, Hakeem Jefrries, cit¨® un verso de Biggie ¨Cel apelativo cari?oso con el que se le conoc¨ªa¨C en el primer impeachment contra Donald Trump. ¡°Si no lo sab¨ªa, ahora lo sabe¡±, le dijo al presidente de la comisi¨®n despu¨¦s de dar sus argumentos para condenar al entonces presidente. En realidad no era la primera vez que le mencionaba en la sala. En 2017, coincidiendo con el vig¨¦simo aniversario de su asesinato, Jeffreys le rindi¨® homenaje en el Congreso con un discurso presidido por un retrato de Notorious B.I.G. Sus colegas lo recibieron con frialdad. ¡°Revise el registro de la Casa y mire si ha habido homenajes a Frank Sinatra, a Elvis Presley o a Bruce Springsteen. Los ha habido, s¨ª. As¨ª que si a ellos podemos homenajearlos, deber¨ªamos poder homenajear a Biggie¡±, se explicaba despu¨¦s en la CNN.

Esta reivindicaci¨®n tambi¨¦n llega a Netflix en forma del reci¨¦n estrenado documental Biggie: I got a story to tell. Dirigido por el semidesconocido aunque veterano Emmett Malloy, cuenta la historia de c¨®mo un chaval obeso y con un ojo vago de un barrio de Brooklyn pas¨® de camello a la gran estrella del rap neoyorquino de los noventa. La respuesta parece sencilla y un¨¢nime: ten¨ªa un talento tan descomunal como su tama?o. A pesar de contar con filmaciones caseras nunca vistas del rapero, el documental es uno de esos retratos amables que suelen ser las biograf¨ªas autorizadas. Una semblanza de Biggie producida por la madre del m¨²sico y por Sean Combs, m¨¢s conocido como Puff Daddy, su descubridor, que no tiene ning¨²n reparo en decir que B.I.G. era ¡°el mejor rapero de la historia¡±.

Los que no saben nada del rapero quiz¨¢s hayan o¨ªdo hablar de la historia de su triste final. Uno de esos desenlaces sangrientos que se convierten en leyenda. Sus primeras grabaciones coinciden con el auge del gangsta rap de Los ?ngeles, un hip-hop furioso que sale de miembros de bandas de barrios marginales como Compton. Por primera vez, Nueva York perd¨ªa la hegemon¨ªa en el rap y el epicentro de lo que estaba pasando se traslada a la Costa Oeste. Sobre todo a la discogr¨¢fica Death Row y a su gran estrella, el rapero Tupac Shakur, del que al principio fue amigo. Pero las rivalidades en el rap se toman en serio. Se enfadan y se produce una escalada de hostilidades. En 1994, Tupac es tiroteado mientras graba en Nueva York. Aunque todo apuntaba a un robo, la escena de Los ?ngeles acusa a Notorious B.I.G. de instigar el intento de asesinato. Sobrevive, pero ya no hay vuelta atr¨¢s. Es una guerra abierta. Dos a?os despu¨¦s, Tupac es asesinado de tres tiros saliendo de ver un combate de boxeo de Mike Tyson en Las Vegas. Cuando el 9 de marzo de 1997 Notorious B.I.G. fallece acribillado tambi¨¦n por tres disparos en Los ?ngeles todo el mundo lo vio como una venganza. Casi un cuarto de siglo despu¨¦s ambos cr¨ªmenes siguen sin resolverse.

En 2014, Netflix dedic¨® una serie de 10 cap¨ªtulos a esa rivalidad. La t¨ªtul¨® precisamente as¨ª, Unsolved, sin resolver. Ya en 2009 se hab¨ªa rodado una pel¨ªcula biogr¨¢fica, Notorious. Hay un culto a su alrededor. En 2020 la corona de pl¨¢stico con la que pos¨® en su ¨²ltima sesi¨®n de fotos se subast¨® por 300.000 euros. Del crecimiento del mito da cuenta que adem¨¢s hay ya un pu?ado de libros sobre el rapero, as¨ª que el documental de 98 minutos se centra en contar la parte m¨¢s de cuento de hadas de su historia. O como escribi¨® Daniel Fienberg en The Hollywood Reporter: ¡°No se puede llamar a I got a story to tell una hagiograf¨ªa, pero se construye en torno a un arco demasiado limpio en el que Biggie pas¨® directamente de la delincuencia a la m¨²sica. Un arco que requiere que el documental ignore por completo unas cuantas detenciones, incidentes e incluso encarcelamientos despu¨¦s de que se produjera su transformaci¨®n¡±.

Los inicios

Porque, durante a?os, Biggie fue el malo de la historia. El culpable de la escalada de la guerra. Y eso es algo que, ahora que se acerca el que hubiera sido su 50 cumplea?os, una fecha que se aprovechar¨¢ para relanzar su discograf¨ªa anterior y posterior a su muerte, toca limpiar. Tambi¨¦n es cuesti¨®n de justicia. Hasta ahora no se ha podido probar que estuviera detr¨¢s de la muerte de Tupac Shakur. Y s¨ª, era un tipo de pasado turbio y amistades peligrosas, pero sus rivales californianos no se quedaban atr¨¢s.

Notorious B.I.G. con 17 a?os en una batalla callejera de raperos en Nueva York

El Notorious B.I.G. que se nos presenta en el documental es el hijo ¨²nico de una emigrante jamaicana que lleg¨® a Nueva York de adolescente y se convirti¨® en profesora. Su padre, que estaba casado, algo que no mencion¨® a la madre de Biggie hasta que se qued¨® embarazada, simplemente se esfum¨®. El metraje tiene la estructura de una biograf¨ªa oral, es decir, est¨¢ basado en declaraciones de gente que le conoci¨®, sin presentador ni voz en off, lo que le da ritmo y lo hace f¨¢cil de ver. No rehuye su etapa como peque?o capo de las drogas adolescente en su barrio de Brooklyn. Protegido por el t¨ªo de uno de sus mejores amigos, uno de los personajes m¨¢s fieros de uno de los barrios m¨¢s terribles del distrito, Biggie se hace un nombre como camello del temible crack que arras¨® los barrios negros de EE UU.

Pero enseguida llega la redenci¨®n. Descubierto por Puff Daddy, B.I.G. se toma en serio su carrera, asegura el documental, despu¨¦s del asesinato de uno de sus amigos m¨¢s cercanos, camello como ¨¦l, en un tiroteo que dej¨® dos muertos y cuatro heridos. Su primer disco se titul¨®, premonitoriamente, Ready to die, preparado para morir. ¡°Desde el primer d¨ªa rape¨® como si no tuviera nada que perder¡±, dice de ¨¦l Puff Daddy.

Tuvo momentos de debilidad. Con el nacimiento de su primera hija, Biggie deja el rap y se muda a Carolina del Norte para estar m¨¢s cerca de ella, pero eso s¨ª: vendiendo crack. Tiene que intermediar Puff Daddy para convencerle de dejar ese negocio y dedicar todo su tiempo a la m¨²sica. A partir de ah¨ª su progresi¨®n es mete¨®rica. Solo truncada por su muerte.

Sobre el escabroso asunto del asesinato de Tupac, sus amigos afirman en el documental que no solo no estuvo detr¨¢s sino que qued¨® profundamente afectado por la noticia de su muerte. Si creemos a su madre, el viaje a Los ?ngeles en el que muri¨® era un intento de hacer las paces con sus enemigos mortales. Esa misma madre que dice enterarse por el documental de que aquel plato de copos de pur¨¦ de patata que encontr¨® en el dormitorio de su hijo y tir¨® a la basura, era en realidad crack sec¨¢ndose. ¡°No sab¨ªa que se pod¨ªa estar tan enfadada con un muerto¡±, responde cuando se lo cuentan. Solo por momentos como ese, Biggie: I got a story to tell merece un visionado.

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