Cuando las masas estropearon Internet para siempre (y fue d¨¦cadas antes de Twitter)
Un mes de septiembre, pero en 1993, un invento disfrutado ¨²nicamente por minor¨ªas experiment¨® la llegada masiva de miles de nuevos usuarios. Se llamaba Internet y desde entonces, dicen, vivimos atrapados en ese momento.
Septiembre se suele coger con ganas pero nunca con el i?mpetu de 1993. Existe una teori?a que determina que, culturalmente hablando, aquel mes nunca ha terminado: esta revista ha llegado a los quioscos el 10.231 de septiembre de 1993. Es fa?cil de comprobar porque, como hoy existen webs para todo, hay una (september1993.com) dedicada a contabilizar la fecha segu?n la Teori?a del Septiembre Eterno.
Durante los u?ltimos an?os ochenta no habi?a webs para todo sino solo para las cosas que molaban. La Red era un espacio secreto, exclusivo y lleno de posibilidades. Y sus habitantes, frikis y pijos que solo teni?an en comu?n su rechazo hacia la gente nueva. Cada septiembre, con la llegada de miles de estudiantes universitarios que se conectaban por primera vez desde el campus, los usuarios veteranos les educaban en la netiqueta: no publicar demasiados mensajes, no cambiar de tema sin venir a cuento, no escribir en mayu?sculas. Y sobre todo pasar las primeras semanas leyendo sin participar, para asi? ir familiariza?ndose con las dina?micas. En un par de meses todos los nuevos usuarios o bien se integraban o bien se senti?an tan excluidos que se aburri?an y dejaban de conectarse.
Aquel septiembre, la empresa AOL lanzo? una campan?a de captacio?n a nivel nacional para que cualquiera pudiera conectarse desde casa. Esta llegada masiva de nuevos usuarios, claro, fue imposible de gestionar para los veteranos de internet. La apacible cultura de debate de los foros quedo? arrasada por millones de nuevos perfiles, que ni conoci?an ni teni?an intere?s alguno en conocer sus co?digos. Internet dejo? de ser una promesa llena de posibilidades. Ya no era una subcultura, ni una herramienta, ni una escapada de la realidad. Ahora era una versio?n de la realidad. Masiva. Impertinente. Democra?tica. Un informa?tico, Dave Fischer, decreto? en la red social ma?s popular de la e?poca, alt.folklore.computer: ¡°Es oficial. Septiembre de 1993 pasara? a la historia como el septiembre que nunca termino?¡±. Ahi? se vio la naturaleza de la bestia: Internet es una sociedad construida sobre el elitismo, la superioridad moral y las ganas de decir ¡°esta?s usa?ndolo mal¡±. Y cada nueva batalla cultural demuestra que, en el fondo, hay gente que nunca dej¨® de considerar que internet es m¨¢s suya que de los dem¨¢s.
En otro septiembre, el de 2005, hubo una r¨¦plica de menor escala cuando Facebook dej¨® de ser exclusivo para universitarios y acept¨® a estudiantes de instituto. Muchos acusaron a la red social de arruinar lo que la hac¨ªa especial.Fischer recomienda no dramatizar: ¡°Es mejor incluir a todos, aunque muchos sean idiotas¡±.
Puedes seguir ICON en Facebook, Twitter, Instagram,o suscribirte aqu¨ª a la Newsletter.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.