Adam Sandler: de despreciado por la cr¨ªtica a apuesta de Oscar sin dejar de hacer lo de siempre
El drama deportivo ¡®Garra¡¯ ha colocado al c¨®mico en la terna de favoritos para la pr¨®xima temporada de premios, pero pese al cambio de g¨¦nero su nueva pel¨ªcula no est¨¢ tan alejada de los temas y el universo de la estrella
En una de las escenas de Garra (el drama baloncest¨ªstico que ha sido, desde su estreno el pasado 3 de junio, la pel¨ªcula m¨¢s vista de Netflix en todo el mundo) el personaje interpretado por el jugador madrile?o Juancho Hernang¨®mez ensaya su lanzamiento de triples. Delante de ¨¦l, su ojeador devenido en entrenador, al que da vida ...
En una de las escenas de Garra (el drama baloncest¨ªstico que ha sido, desde su estreno el pasado 3 de junio, la pel¨ªcula m¨¢s vista de Netflix en todo el mundo) el personaje interpretado por el jugador madrile?o Juancho Hernang¨®mez ensaya su lanzamiento de triples. Delante de ¨¦l, su ojeador devenido en entrenador, al que da vida Adam Sandler, trata de desconcentrarle: ¡°?Tu madre es una puta!¡±, ¡°?Tu sudor huele a meado!¡±. El objetivo de la prueba es hacer que el joven se sobreponga a su punto d¨¦bil, la irascibilidad con que reacciona a los insultos de sus adversarios, que en la cancha le hace perder la calma y fracasar. El punto d¨¦bil que ¨¦l tambi¨¦n tuvo a su edad. ¡°Siempre intentar¨¢n tocarte la moral, pero t¨² tienes que ser como un iceberg, flotando lleno de aristas y hundiendo barcos¡±, dice.
Su int¨¦rprete sabe de lo que habla. Pocas estrellas est¨¢n tan acostumbradas a recibir un odio tan furibundo como el que Adam Sandler lleva encajando desde el principio de su carrera por parte del grueso de una cr¨ªtica que, a su vez, impotente, ha visto al c¨®mico encadenar un ¨¦xito comercial tras otro; el ¨²ltimo de ellos, sus acuerdos exclusivos con Netflix, por los que ha ganado 420 millones de d¨®lares desde 2015. Los ataques se suceden, pero no hay duda de que Sandler sigue ah¨ª. Como un iceberg.
Sin embargo, con Garra no est¨¢ sucediendo lo mismo. La pel¨ªcula ha obtenido el favor mayoritario de la cr¨ªtica (el agregador Rotten Tomatoes, que computa las valoraciones de profesionales de todo el mundo, le otorga un ¨ªndice de aprobaci¨®n del 92%, el m¨¢s alto de un t¨ªtulo protagonizado por Sandler), que ha alabado particularmente la actuaci¨®n de su protagonista, a quien algunos ubican ya en la terna de favoritos para la pr¨®xima temporada de premios. Una situaci¨®n parecida a la que el c¨®mico neoyorquino vivi¨® con Diamantes en bruto (2019), cuando gan¨®, entre otros, el premio a Mejor Actor en los Independent Spirit Awards y amenaz¨® ir¨®nicamente con hacer una pel¨ªcula ¡°deliberadamente mala¡± si no le daban el Oscar tambi¨¦n.
A pesar de que no se lo dieron (ni le nominaron), Sandler no ha cumplido su palabra. Periodistas como David Ehrlich, de Indiewire, han hablado de Garra como una pel¨ªcula alejada de lo que el actor suele ofrecer, ¡°m¨¢s parecida a Jerry Maguire o The Way Back que a cualquiera de las otras producciones de Happy Madison [el sello del humorista]¡±. Sin embargo, pese al cambio de registro, el espectador incondicional de Adam Sandler puede apreciar f¨¢cilmente ciertas conexiones entre esta pel¨ªcula y el conjunto de sus comedias.
Que un proceso de gesti¨®n de las emociones est¨¦ en el centro del argumento ya pone Garra en relaci¨®n al arquetipo sobre el que Sandler vertebraba su humor, al menos, en sus inicios: la figura del inmaduro que grita y sufre arrebatos violentos si no obtiene lo que quiere o las cosas le salen mal. Incluso en la relaci¨®n entre su personaje y el de Hernang¨®mez, un muchacho temperamental con un antiguo delito por lesiones persigui¨¦ndole, late una mec¨¢nica similar a la que hab¨ªa en la comedia Happy Gilmore (Terminagolf) (1996), donde un maestro interpretado por Carl Weathers intentaba ense?ar al joven Sandler a relajarse y dejar de perder continuamente los estribos, a fin de ayudarle a conquistar la cima del golf.
¡°La cr¨ªtica se empe?a en separarlas por tratarse de un abordaje m¨¢s grave, adulto, aparentemente m¨¢s profundo. Pero no es as¨ª¡±, opina, consultado por ICON, Roberto Alcover Oti, que en 2015 coordin¨® el libro Adam Sandler. La infancia infinita (Macnulti Editores), donde autores como Noel Ceballos, Tonio L. Alarc¨®n o Diego Salgado analizan rigurosamente las claves de la filmograf¨ªa del c¨®mico y reivindican la presencia de un discurso en su cine. Adem¨¢s de Happy Gilmore, para Alcover Oti, que fue cr¨ªtico en publicaciones como Dirigido por¡, Im¨¢genes de Actualidad o Miradas de Cine, ¡°resulta dif¨ªcil no ver, en la figura del ojeador de Garra, al jugador ya adulto de El clan de los rompehuesos¡±, comedia protagonizada por Sandler en 2005, donde interpretaba a un jugador de f¨²tbol americano en prisi¨®n. ¡°En su ¨²ltima etapa, a ra¨ªz sobre todo de la saga Ni?os grandes [2010-2013], Sandler ha reflexionado, siempre desde el humor, sobre la dura traves¨ªa a la madurez de sus h¨¦roes tardoadolescentes. Y de esto va Garra, en cierta forma¡±.
Contra los ¡°capullos c¨ªnicos¡±
En el juicio del cl¨ªmax de Un pap¨¢ genial (1999), el ni?o del que el personaje de Sandler se hace cargo para encubrir a un amigo testifica y repasa lo aprendido con ¨¦l: ¡°Me ha ense?ado que Styx es la mejor banda del mundo y que solo tienen mala reputaci¨®n porque la mayor¨ªa de los cr¨ªticos son unos capullos c¨ªnicos¡±. A continuaci¨®n, en el interrogatorio clave para evitar la c¨¢rcel, Sandler decide demostrar su madurez ofreci¨¦ndose a ser interrogado por su mayor cr¨ªtico: su propio padre. Durante el intercambio, la comprensi¨®n y catarsis entre ambos logra que todos los presentes en la sala, entre l¨¢grimas, decidan llamar a sus progenitores para tambi¨¦n saldar cuentas pendientes y reconciliarse; una escena, definitivamente, poco apta para ¡°capullos c¨ªnicos¡±.
La pel¨ªcula encapsula un elemento esencial en los trabajos de su protagonista:, la victoria frente a la sociedad de orden por parte de gente que no sigue la disciplina del sistema. Al personaje principal, un vago redomado, le ayuda en el juicio una cuadrilla de excluidos formada por un borracho, un mendigo, un inmigrante y unos amigos homosexuales. Y otro tema evidentemente presente es el de la familia, tambi¨¦n clave en Garra; una constante en Sandler, que act¨²a como veh¨ªculo de madurez de sus personajes. En La infancia infinita, Alcover Oti destaca c¨®mo Click (2006) lleva a comprender que ¡°una elecci¨®n narcisista de la existencia solo puede derivar en el olvido y la soledad¡±, mientras que Ni?os grandes dibuja el ¡°para¨ªso perdido¡± de la infancia como algo que ¡°puede ser disfrutado nuevamente a trav¨¦s de los hijos¡±.
Oti defiende en el libro, adem¨¢s, que los personajes que Sandler ha interpretado en sus celebradas incursiones dram¨¢ticas, como Punch-Drunk Love (Embriagado de amor) (2002) o Hazme re¨ªr (2009), pueden ser ¡°descifrados como versiones oscuras, apesadumbradas, realistas, de sus figuras habituales¡±. En la primera de ellas, dirigida por Paul Thomas Anderson (que obtuvo el premio a la Mejor Direcci¨®n en el Festival de Cannes de ese a?o), Sandler interpreta a otro personaje con un problema de desarrollo en la infancia y en estado perpetuo de nerviosismo, que vive una historia de amor mientras trata de abrirse paso por un mundo hostil a gritos y golpes. La puesta en escena, adem¨¢s, permite observar algo parecido a gags a destiempo o desentonados en el metraje, como chistes cuya planificaci¨®n se ve arrollada por la realidad. Aunque hay quienes han llegado a interpretarla como una versi¨®n indie de Superman, Anderson, autor tambi¨¦n de t¨ªtulos como Magnolia o Licorice Pizza, ha defendido siempre que lo quer¨ªa hacer era, esencialmente, ¡°una pel¨ªcula de Adam Sandler de arte y ensayo¡±.
¡°No hay dos Sandlers, sino uno: el que sublima sus deseos de ¨¦xito y el que no puede dejar de expresar el lado humano de ello¡±, dice a ICON Roberto Alcover Oti sobre la disparidad con que se afronta al arquetipo desde diferentes pel¨ªculas. En el libro, precisamente, se pregunta sobre si la mayor o menor aceptaci¨®n de cr¨ªtica y p¨²blico al cine del actor puede ir en virtud a si se le presenta de ¡°manera destructiva¡± y no como un ganador que logra el ¨¦xito sin despeinarse, ¡°quiz¨¢s porque nos sentimos m¨¢s cercanos a esos arquetipos perdedores y fr¨¢giles, o quiz¨¢s porque nos resulta frustrante proyectarnos en alguien que hace de sus defectos virtudes para triunfar, ya que nosotros no siempre lo conseguimos¡±, reflexiona.
En su discurso de aceptaci¨®n del premio Independent Spirit, en 2020, por Diamantes en bruto, Adam Sandler, adem¨¢s de agradecer a los cr¨ªticos el esfuerzo por ¡°fingir¡± no odiarle ¡°durante cinco minutos¡±, reivindic¨® aparentemente con sorna el cine independiente como ¡°una parte importante¡± de su filmograf¨ªa, ¡°desde mi intr¨¦pida mirada al sistema educativo estadounidense a trav¨¦s de los ojos de un soci¨®pata privilegiado llamado Billy Madison [1995] hasta mi mordaz exploraci¨®n del f¨²tbol universitario y su manipulaci¨®n de atletas con problemas sociales como Bobby Boucher [personaje protagonista de El aguador, de 1999]¡±. Dentro de medio a?o, cuando comience la temporada de premios, se sabr¨¢ si Garra da al c¨®mico la oportunidad de profundizar en esta idea mientras recoge nuevas estatuillas. De momento, con el ¨¦xito de su pel¨ªcula en Netflix, son malos tiempos para aquellos que no soportan ver triunfar a Sandler.
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