Genialidad, locura o iron¨ªa: Nicolas Cage, el actor m¨¢s desconcertante de su generaci¨®n (y de cualquiera)
Hablamos con los autores de ¡®Las 100 primeras pel¨ªculas de Nicolas Cage¡¯, un repaso ilustrado a la filmograf¨ªa completa de un actor que ha sido int¨¦rprete de culto, ganador de un Oscar, h¨¦roe taquillero y meme andante, todo en menos de cuatro d¨¦cadas
Varias mansiones encantadas. Cabezas reducidas de pigmeos. Una tumba con forma de pir¨¢mide. Un tibur¨®n. Un cr¨¢neo de dinosaurio (devuelto a petici¨®n del gobierno de Mongolia). Son solo algunas de las posesiones que el actor Nicolas Cage (California, 1964) acumul¨® en los a?os de bonanza, pese a las advertencias de su contable sobre el delicado estado de sus finanzas. Hasta que, de pronto, en 2009, la Hacienda estadounidense reclama al ganador del ?scar por Leaving Las Vegas el pago de una deuda millonaria, el contable es despedido y Cage comienza una cruzada para reunir el dinero, lo que, en esencia, se traduce en forzar la m¨¢quina, incrementar un ritmo de producci¨®n de pel¨ªculas ya por entonces bastante alto y empezar a aceptar casi cualquier proyecto que le ofrezcan, de manera supuestamente temporal.
Su cach¨¦ se hunde, pero la leyenda crece. Los vaivenes de la filmograf¨ªa de Nicolas Cage se van volviendo m¨¢s y m¨¢s salvajes, a la vez que surge un renovado inter¨¦s en su figura, sus estilismos capilares y su exc¨¦ntrica vida personal. Los antiguos memes de Chuck Norris van vi¨¦ndose desplazados por v¨ªdeos recopilatorios de las actuaciones m¨¢s viscerales del int¨¦rprete, gifs de sus gesticulaciones y merchandising con su cara en s¨¢banas, cojines, sudaderas o ropa interior. En medio de este fen¨®meno, un estudiante de Comunicaci¨®n Audiovisual, Tor?o Garc¨ªa (Elche, 33 a?os), en pleno visionado intensivo de las pel¨ªculas de Cage con su compa?ero de piso, lanza su particular contribuci¨®n: la NicCagepedia, primero una p¨¢gina de Facebook con noticias y curiosidades de la estrella, luego una cuenta de Twitter, despu¨¦s un blog y, finalmente, un fanzine de seis n¨²meros ¡ªel ¨²ltimo, publicado en marzo¡ª donde se acaban dando cita decenas de escritores e ilustradores con la admiraci¨®n por el actor como denominador com¨²n. Porque nada de esto es una broma. ¡°Yo nunca he sido fan ir¨®nico¡±, deja claro Garc¨ªa a ICON.
El dibujante Paco Alc¨¢zar (C¨¢diz, 50 a?os), tampoco. Colaborador de Cineman¨ªa, de El Jueves hasta 2014 y de la ya extinta revista sat¨ªrica Orgullo y Satisfacci¨®n, Alc¨¢zar decidi¨® ver, por gusto, todos los trabajos de Nicolas Cage y se obsesion¨® hasta el punto de empezar a someter a amigos a peroratas de varias horas sobre sus interpretaciones. Entre esos amigos estaba Manuel Bartual, editor de Astiberri, a quien acaba planteando la idea de publicar un libro a modo de gu¨ªa exhaustiva de la carrera completa de Cage, con fichas de cada pel¨ªcula y un retrato del actor en cada una de ellas. Seguidor de la NicCagepedia, Alc¨¢zar contacta a Tor?o Garc¨ªa para realizarlo juntos. El libro, titulado Las 100 primeras pel¨ªculas de Nicolas Cage, es ahora una realidad y se publica el 15 de abril bajo el sello ?Caramba!, de Astiberri.
Pero antes de llegar al actor inclasificable del presente, recordemos un poco de la gloria del pasado. Nicolas Cage tiene un Oscar por Leaving Las Vegas (1995), pero tambi¨¦n algo mejor: una serie de pel¨ªculas conocidas por varias generaciones, ya sea por su enorme popularidad en taquilla o por su estatus de culto entre fans y cr¨ªtica en los ochenta y noventa. Peggy Sue se cas¨®, Arizona Baby, Hechizo de Luna, Coraz¨®n salvaje, Luna de miel en Las Vegas, La Roca, Cara a cara, Con Air... Hay pocos actores con una filmograf¨ªa tan variada y recordada. ¡°La acumulaci¨®n de pel¨ªculas de Nicolas Cage te hace darte cuenta de que es un autor, no un actor cualquiera, de que hay algo con m¨¢s enjundia detr¨¢s de todo lo que hace¡±, explica Alc¨¢zar a ICON por videoconferencia. ¡°Verlo solamente desde el ¨¢ngulo de la iron¨ªa se queda muy corto. Merece una atenci¨®n como fen¨®meno extra?o dentro del mundo de la interpretaci¨®n¡±.
En el libro, los autores sostienen que la filmograf¨ªa de 100 pel¨ªculas que repasan ¨ªntegramente (hasta Jiu Jitsu, estrenada en 2020 y t¨ªtulo n? 100 del actor, del que se prev¨¦ que lleguen otras cuatro nuevas pel¨ªculas a lo largo de este a?o) convierte a Cage en ¡°un g¨¦nero que ¨¦l ofrece a sus seguidores, con una continuidad que otros actores no tienen¡±. Algo que le relaciona con el cine cl¨¢sico, cuando el motivo principal para ir a ver una pel¨ªcula no era el argumento, sino la estrella. Y no para de ofrecer nuevas entregas, pese a que, en teor¨ªa, ya tiene atajados sus problemas con el fisco. ¡°Tengo la sensaci¨®n de que se le ha olvidado c¨®mo vivir la vida normal, entonces solo puede estar rodando todo el rato¡±, se?ala Garc¨ªa.
Paco Alc¨¢zar ha llegado a dibujar, estima, ¡°miles de veces¡± la cara del actor durante el proceso de elaboraci¨®n del volumen. ¡°Los 100 retratos en las pel¨ªculas eran mi reto, mi gran objetivo como dibujante. Yo soy muy mal caricaturista as¨ª que ten¨ªa un inter¨¦s un tanto masoquista, porque deb¨ªa luchar contra mis propias y enormes carencias. Me he visto casi en la misma tesitura que Nicolas Cage como actor¡±, bromea. ¡°?l tampoco es un actor natural, ¨¦l tiene que mentalizarse y hacer todo ese rollo cham¨¢nico [en referencia al Nouveau Shamanic, m¨¦todo creado por Cage a trav¨¦s del que invoca, siente y experimenta a sus personajes, en lugar de interpretarlos], porque tiene unas limitaciones grandes, necesita esforzarse. Los resultados, como los suyos, a veces est¨¢n bien y a veces hacen que te preguntes si va en serio¡±.
¡°Es un tipo que disfruta totalmente actuando, siempre se comporta como si estuviera haciendo la pel¨ªcula que le dar¨¢ otro ?scar¡±, opina Alc¨¢zar. ¡°Y se lo toma con una seriedad de la que muchas veces el p¨²blico no es consciente. Rompe con una concepci¨®n de la interpretaci¨®n cinematogr¨¢fica norteamericana, que es el naturalismo. A partir de Marlon Brando, los actores intentan ser realistas y viene toda esa generaci¨®n de Pacino o De Niro, que quieren resultar cre¨ªbles y parecer humanos. Nicolas Cage no quiere parecer un ser humano normal, ¨¦l pretende hacer interpretaciones basadas en lo extremo, teatrales. Te dice: ¡®Soy un actor y estoy actuando¡¯. Esto, en el cine comercial, nadie antes ni despu¨¦s lo ha hecho¡±.
¡°Experimentar¡± y ¡°evolucionar hacia el futuro de la actuaci¨®n¡± fueron, precisamente, dos ideas lanzadas por Cage hace justo 25 a?os en su discurso de agradecimiento por el ?scar, frente a un patio de butacas dividido entre los que decidieron levantarse a aplaudirle y los que no. Mientras el cineasta David Lynch, que dirigi¨® al int¨¦rprete en Coraz¨®n salvaje, se ha referido a ¨¦l como ¡°el m¨²sico de jazz de la interpretaci¨®n estadounidense¡±, su compa?ero de gremio Sean Penn le critic¨® al considerar que no se trataba de un actor, sino de ¡°alguien que hace performances¡±. ¡°Siempre ha sido extravagante con su filosof¨ªa de actuaci¨®n y le miran con cierta condescendencia por eso, pero ha demostrado que puede hacer personajes con un arco muy amplio. Todo este rollo de Internet al final le ha venido bien, porque se ha convertido en un icono moderno. Los chavales conocen a Nicolas Cage, pero no saben qui¨¦n es Sean Penn. Esto le ha dado una fuerza curiosa a su carrera, porque es capaz de conectar con un p¨²blico al que nunca se ha dirigido¡±, cree Paco Alc¨¢zar.
Los dos autores coinciden en que la obra que han publicado probablemente no existir¨ªa sin el fen¨®meno del actor en Internet y, de hecho, antes de entrar a fondo en las 100 pel¨ªculas, dedican varios apartados a los aspectos m¨¢s populares de la mitolog¨ªa que le rodea. Entre ellos, como no pod¨ªa ser de otro modo, sus controvertidos peinados en pel¨ªculas como Con Air (Convictos en el aire), Next o Bangkok Dangerous, a cuyos principales responsables el fundador de NicCagepedia se ha encargado de buscar con nombres y apellidos para hacerlos constar en el libro. ¡°Hay un momento, hacia la ¨²ltima parte de su carrera, que el equipo de maquillaje y peluquer¨ªa est¨¢ m¨¢s definido y es siempre el mismo¡±. No es la ¨²nica sorpresa que se han encontrado revisando cr¨¦ditos. ¡°Para ¨¦l parece ser importante el buen rollo, por eso hay gente con la que repite mucho¡±, apunta Alc¨¢zar. ¡°Ha hecho mogoll¨®n de pel¨ªculas infames con directores que no eran directores, sino jefes de especialistas en alguna pel¨ªcula de acci¨®n. Entonces ¨¦l debe de pensar: ¡®?Con ese t¨ªo? ?Claro que s¨ª, que me dirija, que me cae muy guay!¡¯ y se va con un hombre que no ha dirigido nada en su vida, cosa que se nota en el resultado¡±.
Y Nicolas Cage, ?c¨®mo lleva esto de los memes? ¡°Le cost¨® entender la gracia, porque ¨¦l se toma muy en serio a s¨ª mismo. Pretende ser el mejor actor del mundo y, bueno, tiene el ?scar. No se ve como un buf¨®n. Sent¨ªa que esos memes eran una caricatura de lo que ¨¦l hac¨ªa, que se le estaba deformando. Pero el fen¨®meno le ha ayudado en un momento muy dif¨ªcil de su carrera y creo que ahora piensa distinto¡±, reflexiona Paco Alc¨¢zar. Garc¨ªa considera que ¡°la prueba definitiva¡± de que a Cage le ha acabado gustando la parodia es que haya aceptado interpretarse a s¨ª mismo en The unbearable weight of massive talent (en espa?ol, El insoportable peso del talento descomunal), pel¨ªcula rodada durante el pasado a?o que sigue su intento de rescatar a su esposa y a su hija de las garras de un narcotraficante que adora sus pel¨ªculas en la que participa, en su primer papel en ingl¨¦s, Paco Le¨®n. Para Alc¨¢zar, ¡°hacia Nicolas Cage siempre hay una especie de admiraci¨®n, que a veces puede ser ir¨®nica, pero nunca insultante. Hay una honestidad muy grande en lo que hace y eso hasta la gente a la que no le gusta lo nota. ?l, en los encuentros con fans, se ha dado cuenta de que la gente le quiere por eso¡±.
La inmersi¨®n en la vida y obra del sobrino de Francis Ford Coppola, que cambi¨® su apellido por Cage para disipar cualquier sospecha de nepotismo, ha llevado a los autores del libro a sentirse incluso psicol¨®gicamente cerca de ¨¦l. ¡°Supongo que a los bi¨®grafos les pasar¨¢ algo parecido, que se documentan tanto sobre alguien que acaban empatizando. Si entrara ahora aqu¨ª Nicolas Cage, parecer¨ªa un extra?o, pero tambi¨¦n un amigo¡±, cuenta Paco Alc¨¢zar. Por su parte, Garc¨ªa descarta que Cage haya construido un personaje de s¨ª mismo: ¡°Su vida es exc¨¦ntrica, pero ¨¦l es de verdad as¨ª. Dir¨ªa incluso que es lo contrario a un personaje, ¨¦l convierte a los personajes en Nicolas Cage¡±.
¡°Cage irradia un elemento vulnerable. Una cierta falta de convicci¨®n mezclada, sin embargo, con una pasi¨®n ¨¦pica. Nic nos puede parecer rid¨ªculo, pero lo amamos porque nosotros tambi¨¦n somos rid¨ªculos¡±, declaran Garc¨ªa y Alc¨¢zar en el pr¨®logo de un libro donde, tambi¨¦n, se pide al lector comprometerse a adquirir la posible secuela, Las 100 segundas pel¨ªculas de Nicolas Cage. ¡°Tor?o y yo queremos seguir haciendo fichas por nuestra cuenta de las pel¨ªculas que vayan saliendo. No s¨¦ si las publicaremos en redes. Ya nos hemos picado y seguiremos hasta que muera uno de los tres¡±.
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