Michael J. Fox, el actor at¨ªpico que desafi¨® a Hollywood antes de desafiar al p¨¢rkinson
El documental ¡®Still¡¯ repasa la sorprendente vida del protagonista de ¡®Regreso al futuro¡¯, que no solo pas¨® del estrellato masivo a una enfermedad cruel, sino que durante a?os consigui¨® compaginar ambos
¡°?La cara de este tipo nunca estar¨¢ en una fiambrera!¡±. Brandon Tartikoff, presidente de la NBC, mostr¨® as¨ª sus dudas ante la posibilidad de que Michael J. Fox (Alberta, Canad¨¢ 61 a?os) fuese el adecuado para protagonizar la serie Enredos de familia. Tartikoff, responsable de ¨¦xitos como Las chicas de oro o Corrupci¨®n en Miami, parec¨ªa infalible, pero se equivoc¨®. Meses despu¨¦s era imposible huir del rostro de Fox. Aparec¨ªa en revistas, p¨®sters, camisetas¡ y fiambreras. Para demostrarle que no era rencoroso, el actor le envi¨® un regalo: una fiambrera con su cara y una nota...
¡°?La cara de este tipo nunca estar¨¢ en una fiambrera!¡±. Brandon Tartikoff, presidente de la NBC, mostr¨® as¨ª sus dudas ante la posibilidad de que Michael J. Fox (Alberta, Canad¨¢ 61 a?os) fuese el adecuado para protagonizar la serie Enredos de familia. Tartikoff, responsable de ¨¦xitos como Las chicas de oro o Corrupci¨®n en Miami, parec¨ªa infalible, pero se equivoc¨®. Meses despu¨¦s era imposible huir del rostro de Fox. Aparec¨ªa en revistas, p¨®sters, camisetas¡ y fiambreras. Para demostrarle que no era rencoroso, el actor le envi¨® un regalo: una fiambrera con su cara y una nota: ¡°Para Brandon, esto es para que guardes en ella tu corona. Besos, Michael J. Fox¡±.
El de Fox era un ¨¦xito dif¨ªcil de prever: bajito, imberbe y de aspecto excesivamente pulcro, no encajaba en la nueva pandilla de ¨ªdolos que se forjaron a inicios de los ochenta con los Rebeldes de Coppola a la cabeza. No hab¨ªa en ¨¦l nada ind¨®mito o salvaje, no exudaba sexualidad, no era Matt Dillon, ni mucho menos Mickey Rourke. Nada parec¨ªa funcionar, pero funcion¨® todo. Encaden¨® ¨¦xitos en cine mientras protagonizaba la serie de m¨¢s audiencia, arrasaba en comedias y se atrev¨ªa con dramas arriesgados. Todo hasta que con solo 29 a?os un temblor incontrolado en el dedo ¨ªndice lo llev¨® al m¨¦dico. Lo que consider¨® la consecuencia de una mala resaca eran los primeros s¨ªntomas del p¨¢rkinson. Los m¨¦dicos le auguraron como mucho una d¨¦cada m¨¢s de carrera pero, como a Tartikoff, les demostr¨® que se equivocaban.
¡°He pensado en la mortalidad. No voy a llegar a los 80¡å, declar¨® la semana pasada en el programa Sunday Morning, de CBS. ¡°No voy a mentir, se est¨¢ haciendo cada vez m¨¢s duro. Cada d¨ªa se vuelve m¨¢s dif¨ªcil. Pero as¨ª son las cosas¡±. Los ¨²ltimos 30 a?os de su vida han orbitado en torno a la enfermedad que padece, un d¨ªa a d¨ªa que recoge el documental Still: una pel¨ªcula sobre Michael J. Fox, que el 12 de mayo estrenar¨¢ Apple TV+.
Su director, Davis Guggenheim, est¨¢ casado con la actriz Elisabeth Shue, que interpret¨® a la novia de Fox en la segunda parte de Regreso al futuro, lo que le proporciona, aparte de una familiaridad patente, una visi¨®n profunda de lo que signific¨® ser una estrella en el cine adolescente de los ochenta, tiempo en el que un grupo de j¨®venes, entre los que se encontraba la propia Shue, se convirtieron de la noche a la ma?ana en estrellas siderales para, en la mayor¨ªa de los casos, perder el brillo a la misma velocidad.
Un giro de los acontecimientos
Hay muchos actores que deben su carrera a un cambio de ¨²ltima hora y uno de los casos m¨¢s c¨¦lebres es el de Fox. Eric Stoltz llevaba seis semanas interpretando a Marty McFly cuando el director Robert Zemeckis le despidi¨® y contrat¨® a Fox. Stoltz era un actor del m¨¦todo que se vest¨ªa y comportaba como su personaje y ped¨ªa ser llamado Marty en el plat¨®. Su profesionalidad estaba fuera de toda duda, pero lo que se grababa no satisfac¨ªa a Zemeckis. Para Stoltz, el argumento era dram¨¢tico: la historia de un chico cuyos recuerdos jam¨¢s se van a corresponder con su verdadero pasado. Desde su punto de vista, Regreso al futuro era un drama existencial que podr¨ªa haber filmado el Alain Resnais de El a?o pasado en Marienbad, pero para el director y los productores era una desenfadada comedia destinada al p¨²blico adolescente en la que Stoltz no ten¨ªa el tempo adecuado.
Fox hab¨ªa sido la primera opci¨®n para el papel, pero la NBC no quiso ceder al protagonista de Enredos de familia, su serie estrella. Los compromisos televisivos han sido veneno para un pu?ado de carreras: Magnum fue el motivo por el que Tom Selleck nunca fue Indiana Jones y Remington Steele aplaz¨® unos cuantos a?os la incorporaci¨®n de Pierce Brosnan a la saga Bond. Finalmente, la NBC se avino a negociar y Fox compagin¨® ambos rodajes: grababa la serie de diez de la ma?ana a seis de la tarde, y luego conduc¨ªa hasta Universal para rodar con Zemeckis de siete de la tarde a tres de la madrugada. Con ¨¦l a bordo del proyecto todo funcion¨®. Su qu¨ªmica con Christopher Lloyd fue instant¨¢nea, la comicidad flu¨ªa e incluso una ocurrencia de ¨²ltima hora, el chaleco rojo acolchado que se puso una madrugada porque hac¨ªa mucho fr¨ªo en el plat¨®, se acab¨® convirtiendo en ic¨®nica.
La pel¨ªcula fue un ¨¦xito arrollador. Recaud¨® casi 400 millones de d¨®lares (unos 362 millones de euros). Consciente del fil¨®n que ten¨ªa entre manos, Universal se apresur¨® a producir la segunda parte, seguros del ¨¦xito, y para evitar problemas de agenda programaron simult¨¢neamente el rodaje de la tercera.
Vida de este chico
Antes de llegar a Enredos de familia, Fox era un adolescente canadiense desconocido cuyo bagaje se limitaba a papeles en series como Lou Grant o Vacaciones en el mar. En aquel momento era imposible predecir el fen¨®meno en el que se convertir¨ªa, tanto que oblig¨® a cambiar la premisa de una serie en la que iba a ser secundario. Los padres, un matrimonio de hippies de los sesenta cuyos hijos resultan ser mucho m¨¢s conservadores y tradicionales que ellos, eran las estrellas, pero el carisma de Fox provoc¨® que a mitad de la primera temporada su personaje, Alex P. Keaton, un atildado adolescente ataviado con traje Oxford que citaba al economista Milton Friedman y cuyo ¨²nico deseo era ser millonario, pasase al centro de la narraci¨®n.
Se convirti¨® en la comedia m¨¢s popular del momento. Ronald Reagan la nombraba como su serie favorita y nuevas hornadas de j¨®venes pol¨ªticos republicanos citaban a Keaton como referencia. Por primera vez, ser un joven conservador resultaba sexy. Adem¨¢s, ¨¦l era el rebelde, algo que no estaba ni remotamente en la mente de sus guionistas.
El hombre cuya cara no iba a aparecer en una fiambrera estaba en la c¨²spide y le costaba digerirlo. Apenas cinco minutos antes de que le ofreciesen ser Keaton ¡®¡¯no ten¨ªa tel¨¦fono, ni sof¨¢, ni dinero. Estaba tan deprimido que habr¨ªa aceptado cualquier papel¡¯¡¯, revel¨®. Enredos de familia le report¨® tres premios Emmy y un Globo de Oro, y algo m¨¢s importante: durante el rodaje conoci¨® a su esposa, la actriz Tracy Pollan, con la que tiene cuatro hijos.
Con Regreso al futuro todav¨ªa en los cines, estren¨® De pelo en pecho (1985), un proyecto anterior que hab¨ªa retrasado su llegada a las pantallas para aprovechar el tir¨®n de Fox y que hoy es una pel¨ªcula de culto en ciertos sectores, pese a que el actor no guarde buen recuerdo de ella. ¡°Mirando hacia atr¨¢s, no tengo ni idea de lo que estaba pensando cuando dije que la har¨ªa¡±. Comedias como El secreto de mi ¨¦xito (1987), de Herbert Ross, le aseguraban el ¨¦xito en taquilla, pero quer¨ªa correr riesgos. Junto a la cantante Joan Jett rod¨® Rock Star (1987) a las ¨®rdenes de Paul Schrader, guionista de Taxi Driver, que pas¨® sin pena ni gloria. No corri¨® mejor suerte Noches de ne¨®n (1988), en la que interpretaba a un aspirante a escritor que acaba devorado por el ambiente nocturno de Nueva York. Fox se hab¨ªa incorporado al proyecto para mostrar otra faceta m¨¢s all¨¢ del eterno adolescente, pero se acab¨® editando para eliminar las escenas en las que se drogaba por miedo a que da?asen su imagen. ¡°Fracasar haciendo algo inesperado no es una desgracia. Fracasar haciendo lo ordinario es un desastre¡±, declar¨® a The New York Times.
El d¨ªa en que todo cambi¨®
Mientras rodaba Doc Hollywood (1991), la historia de un cirujano pl¨¢stico de Beverly Hills que se redescubr¨ªa a s¨ª mismo en un peque?o pueblo, su vida cambi¨®. ¡°Me despert¨¦ y encontr¨¦ el mensaje en mi mano izquierda. Me hizo temblar. No era un fax, un telegrama o el tipo normal de carta que traiga noticias perturbadoras. De hecho, mi mano no sosten¨ªa nada en absoluto. El temblor era el mensaje¡±, escribi¨® en sus memorias. Su primer pensamiento fue que ¨¦l y Woody Harrelson (coprotagonista de la pel¨ªcula) hab¨ªan tomado demasiadas cervezas la noche anterior. La pesadilla de la b¨²squeda de un diagn¨®stico comenzaba. Un a?o despu¨¦s tuvo la respuesta: p¨¢rkinson, una enfermedad degenerativa sin cura que afecta a m¨¢s de un mill¨®n de estadounidenses y entre cuyos s¨ªntomas se incluyen temblores, lentitud de movimiento, problemas de equilibrio y rigidez.
Acababa de casarse y su mujer estaba embarazada. Ten¨ªa tan s¨®lo 29 a?os. Decidi¨® ocultar la enfermedad. ¡°?Seguir¨ªan pensando que soy gracioso si supieran que tengo p¨¢rkinson?¡±. Empez¨® a beber demasiado, hasta que un d¨ªa se despert¨® en el sof¨¢ borracho con media lata de cerveza en el suelo, su hijo dormido sobre ¨¦l y su mujer mir¨¢ndolo fijamente. ¡°No parec¨ªa enojada o disgustada, sino lo que es peor, indiferente¡±. No volvi¨® a beber.
A pesar de que los s¨ªntomas eran cada vez m¨¢s evidentes, sigui¨® trabajando. Entusiasmado tras ver Criaturas celestiales, llam¨® a Peter Jackson para protagonizar Atr¨¢pame esos fantasmas (1997), una inclasificable comedia de terror que pas¨® m¨¢s desapercibida de lo que merec¨ªa (el t¨ªtulo en espa?ol no ayud¨®) y form¨® parte del reparto estelar de Mars Attacks (1996) de Tim Burton. Tomaba dopamina para ayudar a evitar los primeros s¨ªntomas de la enfermedad y trataba de esconder sus brazos para que no se notasen los temblores. ¡°Me convert¨ª en un virtuoso de la ingesta de drogas¡±. En aquel momento protagonizaba la comedia televisiva Spin City: loca alcald¨ªa (1996-2002). Durante la tercera temporada, reuni¨® al equipo y les revel¨® lo evidente. ¡°Me pas¨¦ siete a?os volvi¨¦ndome loco con el tema, descubri¨¦ndolo, analiz¨¢ndolo, huyendo de ¨¦l y, finalmente, volviendo a ¨¦l, abraz¨¢ndolo y tratando de entenderlo antes de que nadie se enterara.¡± Tras un premio Emmy y tres Globos de Oro, dej¨® la serie y fue sustituido por Charlie Sheen.
Fox no solo reconoci¨® en p¨²blico que padec¨ªa p¨¢rkinson: al igual que otras celebridades como Selma Blair o Christopher Reeve, se convirti¨® en un activista infatigable. A trav¨¦s de la Fundaci¨®n Michael J. Fox para la Investigaci¨®n del p¨¢rkinson, creada en 2000, ha recaudado m¨¢s de 1.000 millones de euros y es uno de los principales oradores en favor de la investigaci¨®n con c¨¦lulas madre, un anatema para el Partido Republicano.
Hasta que en 2019 se retir¨® definitivamente, sigui¨® encadenando apariciones en televisi¨®n, algunas tan celebradas como su autoparodia interpret¨¢ndose a s¨ª mismo y ri¨¦ndose de su enfermedad en Larry David, o en el papel del sibilino Louis Canning de The Good Wife, en la que de nuevo su carisma oblig¨® a cambiar el guion: iba a interpretarlo en un episodio y acab¨® en veintis¨¦is. En ambos casos, el chiste estaba en que el discapacitado dejaba de ser una mera v¨ªctima y, m¨¢s que eso, utilizaba la enfermedad en su favor. ¡°Es gracioso porque cada vez que un programa o cualquier representaci¨®n de personajes con discapacidades en la televisi¨®n tiende a ser sentimental, con m¨²sica de piano suave de fondo¡±, afirm¨®. ¡°Quer¨ªa demostrar que las personas con discapacidad tambi¨¦n pueden ser gilipollas¡±.
Puedes seguir ICON en Facebook, Twitter, Instagram, o suscribirte aqu¨ª a la Newsletter.