La revancha de Gillian Anderson, la actriz despreciada por los ejecutivos y adorada por el p¨²blico

Cuando Gillian Anderson (Chicago, 54 a?os) hizo su audici¨®n para protagonizar Expediente X, ten¨ªa tan poca experiencia que no sab¨ªa ni lo que eran las marcas en las que se colocan los actores. Nueve a?os despu¨¦s, cuando finaliz¨® la primera etapa de la serie, era una estrella de fama planetaria premiada con el Emmy y el Globo de Oro y su personaje, Dana Scully, un icono televisivo cuya influencia trascend¨ªa la pantalla.

No fue un camino sencillo. Para conseguir el papel, minti¨® sobre su edad (con 24 a?os resultaba poco cre¨ªble como respetada agente del FBI y licenciada en medicina y f¨ªsica con una tesis sobre ¡°la paradoja de los gemelos de Einstein¡±). Aprob¨® con nota ante Chris Carter, creador de la serie, pero no ante la cadena. Tras la primera audici¨®n le pidieron que volviese vestida con ¡°algo m¨¢s adecuado¡± Buscaban una actriz tipo Pamela Anderson con la idea de potenciar la relaci¨®n entre los personajes protagonistas, anhelaban un Luz de luna para nerds. ¡°Todos me preguntaban c¨®mo hab¨ªa conseguido ese trabajo. Fox quer¨ªa una rubia pechugona y con piernas largas y me eligieron a m¨ª¡±, confes¨® Anderson a?os despu¨¦s. Carter se impuso: ¡°Ella es la persona que quiero y nadie m¨¢s¡±.

El desd¨¦n con el que la recibi¨® Fox por su supuesta falta de atractivo hoy puede sonar rid¨ªculo y simboliza la ocasional distancia entre los gustos de los ejecutivos del entretenimiento y los del p¨²blico. Durante la emisi¨®n de la serie, la revista FHM la nombr¨® dos veces la ¡°mujer m¨¢s sexy del mundo¡± y People la incluy¨® en su lista de 50 personas m¨¢s bellas. Nunca los pacatos trajes del FBI y las aburridas gabardinas beige hab¨ªan resultado tan sexis. Anderson consigui¨® convertirse en un icono sexual sin ense?ar ni un cent¨ªmetro de piel.

Un camino de piedras

Durante las primeras temporadas de la serie tuvo que enfrentarse a agravios dif¨ªciles de digerir. A pesar de que su tiempo en pantalla era id¨¦ntico al de David Duchovny, al igual que su peso en las tramas, cobraba menos que ¨¦l, algo tan habitual a¨²n hoy en d¨ªa que las protestas la hac¨ªan parecer quejica. Pasaron tres a?os antes de que cobraran lo mismo. No es un suceso del pasado: cuando la serie se reactiv¨® en 2016, le ofrecieron la mitad del sueldo que a su compa?ero. S¨ª se hab¨ªa subsanado otro de los errores de la serie original: la total ausencia de mujeres en la sala de guion y tras la c¨¢mara, algo que la actriz hab¨ªa denunciado en varias ocasiones. En 2017, respondi¨® a un art¨ªculo de The Washington Post en el que el diario denunciaba que en la serie de Carter no hab¨ªa ning¨²n hombre en la sala de guion. ¡°Y de 207 episodios tan s¨®lo dos estaban dirigidos por mujeres¡± escribi¨® en su cuenta de Twitter. ¡°Yo tambi¨¦n espero con ansias el d¨ªa en que los n¨²meros sean diferentes¡±.

Tras esa ausencia de punto de vista y de poder femenino se encuentra la explicaci¨®n de otro desprecio sufrido por la actriz. Para fortalecer el protagonismo de Duchovny, la obligaban a caminar unos pasos por detr¨¢s de ¨¦l. ¡°Quiz¨¢ consideraban que ya era demasiado revolucionario ver que una mujer ten¨ªa conversaciones intelectuales con un hombre delante de las c¨¢maras, y pensaban que la audiencia no podr¨ªa lidiar con el hecho de que adem¨¢s caminaran uno al lado del otro¡±, revel¨® ir¨®nica a The Daily Beast.

No tard¨® en imponerse, consciente de que ella era un pilar indispensable del ¨¦xito de la serie. ¡°No recuerdo c¨®mo dej¨® de producirse esa situaci¨®n, pero me imagino que tendr¨ªa m¨¢s que ver con mis agallas que con una concesi¨®n de la cadena.¡± No se call¨®. No lo ha hecho nunca.

Lo que a Fox le costaba digerir supuso un cambio real sobre la implicaci¨®n de las mujeres j¨®venes en la ciencia. Su carism¨¢tica interpretaci¨®n traspas¨® la pantalla y provoc¨® lo que se conoce como el efecto Scully. En un estudio publicado en 2018, m¨¢s de la mitad de las mujeres entrevistadas, cient¨ªficas que eran adolescentes cuando la serie empez¨® a emitirse, aseguraban que el personaje interpretado por Anderson hab¨ªa influido en su decisi¨®n de dedicarse a la ciencia.

El gancho de la serie consist¨ªa en combinar las historias de abducciones y conspiraciones gubernamentales con ¡°el monstruo de la semana¡±, pero sus cimientos eran la relaci¨®n entre los personajes: la esc¨¦ptica Dana Scully y el emocional Fox Mulder. Una vuelta de tuerca a los estereotipos habituales. Expediente X se convirti¨® en un fen¨®meno global y en el mayor ¨¦xito de Fox, alcanz¨® un m¨¢ximo de 27 millones de espectadores, gener¨® dos largometrajes y un breve spin off y dispar¨® las carreras de sus dos protagonistas.

Anderson no disfrutaba con tanta atenci¨®n. No le interesaban ni el mundo ni el momento que estaba viviendo. ¡°Al ver mis fotograf¨ªas en la primera etapa de Expediente X creo que mi actitud era muy parecida a la de Kristen Stewart¡±, record¨® la actriz. ¡°Tengo una mirada muy similar: un poco desafiante, un poco aburrida. Todo lo que escuchaba a mi alrededor era: ¡®?Sonr¨ªe! ?Sonr¨ªe!¡¯, cuando no quer¨ªa sonre¨ªr. Ojal¨¢ en aquel momento alguien me hubiera dicho: ¡°Est¨¢ bien ser quien realmente eres¡±.

Tras el final de la serie en 2002, Anderson se fue a Londres para continuar su carrera con un perfil m¨¢s bajo, alejada de los paparazis estadounidenses. A pesar de haber nacido en Chicago, hab¨ªa pasado gran parte de su infancia en Inglaterra, lo que la dot¨® de un acento del que se burlaban sus compa?eros de clase. En terapia desde los 14 a?os, pas¨® por una etapa rebelde en la que, seg¨²n ella misma ha compartido, consum¨ªa drogas, beb¨ªa demasiado y se mov¨ªa por ambientes peligrosos. Aunque hoy parezca inaudito viendo los atildados personajes que suele interpretar, en el instituto sus compa?eros la eligieron como la chica de la clase ¡°con m¨¢s posibilidades de ser arrestada¡±. La profec¨ªa se cumpli¨®: pas¨® por el calabozo tras una gamberrada escolar.

Canaliz¨® una energ¨ªa que ella califica como ¡°autodestructiva¡± en el teatro, se licenci¨® en Bellas Artes y se mud¨® a Los ?ngeles, algo que no estaba en sus planes. ¡°Jur¨¦ que nunca me mudar¨ªa a Los ?ngeles, y una vez que lo hice, jur¨¦ que nunca har¨ªa televisi¨®n¡±, explic¨® a The Hollywood Reporter. Estar sin trabajo durante un a?o y Expediente X le hicieron cambiar de opini¨®n. ¡°Por primera vez en mucho tiempo un guion inclu¨ªa a una mujer fuerte, independiente e inteligente como personaje principal¡±. En 1993 el cine y la televisi¨®n jugaban en ligas diferentes y nadie con aspiraciones de triunfar en Hollywood quer¨ªa verse atado a un contrato en una serie, pero no pod¨ªa dejar pasar la oportunidad. ¡°Personajes femeninos as¨ª no exist¨ªan entonces en la televisi¨®n.¡± Lo dem¨¢s es historia.

En Londres se centr¨® en el teatro. Fue la Nora de Casa de Mu?ecas de Ibsen, Blanche DuBois en Un tranv¨ªa llamado deseo y Margo Channing en Eva al desnudo. Acumul¨® premios y r¨¦cords de espectadores. No descuid¨® el cine, pero es en televisi¨®n donde ha conseguido sus mayores ¨¦xitos: interpret¨® a Lady Dedlock en la adaptaci¨®n de la BBC Casa desolada y a Miss Havisham en la adaptaci¨®n de Grandes Esperanzas. Siempre personajes ic¨®nicos. Aunque hubo uno que dej¨® escapar. Pudo haber sido la Cersei de Juego de tronos, pero no quiso comprometerse en una producci¨®n tan larga. Lena Headey le ha dado las gracias en p¨²blico: su renuncia le permiti¨® acceder al papel de su vida.

Hace una d¨¦cada le lleg¨® otro personaje que ha marcado su carrera, la inescrutable y moralmente ambigua Stella Gibson de La caza. ¡°Desde entonces, los fans han dejado de preguntarme por Expediente X, solo me preguntan por Jamie Dornan¡±. Allan Cubitt escribi¨® el guion pensando en ella. Aunque hab¨ªan pasado m¨¢s de dos d¨¦cadas desde que interpret¨® a Scully, su fr¨ªa y cerebral detective segu¨ªa resultando una extra?a en un mundo de hombres y su sexualidad desinhibida resultaba igual de desafiante. ¡°?Por qu¨¦ sigue siendo tan chocante en nuestra sociedad que una mujer elija claramente estar soltera y tenga el deseo de tener un rollo de una o dos noches?¡±, se preguntaba en The Telegraph. Lo que no ha cambiado es su capacidad de resultar sexy sin demasiados aditamentos. En La caza tan s¨®lo necesitaba enfundarse en unas impecables camisas de seda para convertirse en un objeto de deseo.

Ning¨²n desaf¨ªo ha sido mayor para ella que meterse en la piel de Margaret Thatcher en The Crown, un personaje real que est¨¢ en la mente de muchos espectadores, al igual que la interpretaci¨®n que le vali¨® el tercer Oscar a Meryl Streep. Anderson super¨® con nota su trabajo en la serie creada por su por entonces pareja, el dramaturgo Peter Morgan (ha estado casada dos veces y tiene tres hijos). Gan¨® el Emmy y el Globo de Oro. Morgan fue quien le aconsej¨® que interpretase el personaje que le ha supuesto su ¨²ltimo ¨¦xito, la Jean Milburn de Sex Education. Su primera reacci¨®n al empezar a leer la historia de la terapeuta sexual y su hijo adolescente fue tirar el guion a la basura.

Al igual que su personaje en Sex Education, Anderson no tiene problemas en hablar de sexo. Ni de nada. Es una de las personas m¨¢s francas y abiertas de una industria de la que prefiere mantenerse al margen. Ha confesado que perdi¨® la virginidad a los 13 a?os con un punk que acab¨® convertido en neonazi. ¡°Fue inc¨®modo, est¨²pido, una mierda¡±, record¨® sobre aquello. Tambi¨¦n ha hablado de su depresi¨®n posparto, de envejecimiento y de cirug¨ªa est¨¦tica: ¡°Hay tantas cosas que puedes hacer en estos d¨ªas sin pasar por el quir¨®fano. No estoy necesariamente en contra de la cirug¨ªa; estoy en contra de la verg¨¹enza que cae sobre las mujeres que toman esa decisi¨®n. Es injusto que haya tanta presi¨®n sobre las mujeres. Est¨¢n condenadas si lo hacen y condenadas si no lo hacen. Eso es atroz.¡± Tambi¨¦n es una de las famosas que se ha atrevido a sacar a la palestra el tab¨² de la menopausia, que ella sufri¨® de manera precoz. ¡°La perimenopausia y la menopausia deber¨ªan tratarse como los ritos de paso que son. Si no celebrados, al menos aceptados, reconocidos y honrados¡±, escribi¨® en Lennyletter.

En 2017 se extendi¨® sobre el tema en People: ¡°Qu¨¦ maravilloso ser¨ªa llegar a un punto en el que pudi¨¦ramos tener estas conversaciones abiertamente y sin verg¨¹enza. Admitir, libremente, que esto es lo que est¨¢ pasando. Para que no sintamos que nos estamos volviendo locas o dementes o solas ante cualquiera de los s¨ªntomas que estamos teniendo¡±.

Cuando se cumplen 30 a?os del estreno de Expediente X, la serie que la puso en el mapa, Anderson tiene la agenda repleta de proyectos y derriba el mito que habla de la invisibilidad de las actrices a partir de los 50 a?os. Esta semana se estrena en Netflix Los cr¨ªmenes de la academia, un thriller g¨®tico en el que comparte protagonismo con Christian Bale, y el pasado marzo firm¨® un acuerdo con la plataforma para desarrollar proyectos con su productora Fiddlehead Productions. Es la mejor manera de garantizarse que jam¨¢s tendr¨¢ que volver a caminar dos pasos por detr¨¢s de nadie.

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