La simp¨¢tica historia del espejo ¡®art dec¨®' capaz de unir a Greta Garbo con In¨¦s Hernand

El vestido que llev¨® en una secret¨ªsima cena en la Casa Blanca, despu¨¦s de darle muchas largas a Jackie Kennedy; la cama, con grabados escandinavos que ella misma dise?¨®, en la que dorm¨ªa a orillas del East River, o un mu?eco de nieve hinchable que por alguna extra?a raz¨®n decoraba el sal¨®n de su apartamento neoyorquino... En diciembre de 2012, los herederos de Greta Garbo sacaron a subasta m¨¢s de 800 objetos y recuerdos de la ¨²ltima femme fatal del cine. Contradiciendo a la lengua viperina de Truman Capote, que aseguraba que los intereses art¨ªsticos de la estrella sueca ¡°no pasaban de colgar un cuadro de Picasso del rev¨¦s¡±, desde que cort¨® con Hollywood en los a?os cuarenta ¡ªy un poco con el mundo en general¡ª, Garbo se convirti¨® en una aut¨¦ntica coleccionista de arte. Pose¨ªa desde pinturas impresionistas a muebles de diferentes ¨¦pocas que, al margen de su valor inicial, adquirieron un significado propio gracias a ella. ?Pero no ocurre eso mismo con los objetos que tenemos en nuestras casas?

Algo as¨ª debi¨® pensar In¨¦s Hernand al ver el espejo, con la supuesta inscripci¨®n de Garbo, que decoraba el exquisito sal¨®n de su anfitriona. La presentadora, experta en redes sociales ¡ªy primera en caer en la c¨¢mara oculta de la ¨²ltima campa?a de IKEA¡ª, hab¨ªa sido convocada por Jimena Salvatierra Garc¨ªa de Albornoz para asesorarla en su inminente carrera como influencer. Esta apasionada de la decoraci¨®n parec¨ªa decidida a ense?arle al mundo cada una de las selectivas piezas que habitaban su casa. ¡°Este espejo, as¨ª como art dec¨®, est¨¢ dise?ado por una dise?adora brit¨¢nica, Jennifer Idrizi. Acercaos a verlo porque, o sea, es que es maravilloso, como retro y minimal al mismo tiempo¡±, se le oye decir en el divertido v¨ªdeo. Pero m¨¢s all¨¢ del dise?o, su valor estaba en las vidas que supuestamente vivi¨®.

¡°Tita pa kamera¡±, subraya la due?a de la casa, ante el desconcierto de Hernand y su amigo Bertus. Esa cr¨ªptica frase es la prueba, la ¨²nica, de que ese espejo perteneci¨® a la protagonista de Mata Hari y Anna Karenina, uno de los pocos testigos de esa cotidianidad que guardaba celosamente. ?Qu¨¦ pasar¨ªa si alguien, como un mayordomo con buenas intenciones, pero muy poco diestro en cuanto a limpieza, la borrara sin querer? Aunque quiz¨¢s lo m¨¢s correcto ser¨ªa preguntarse, ?puede un sencillo espejo, como el LOMMARYD de IKEA, llegar a tener tanto valor est¨¦tico y emocional?

Con su campa?a Infiltrados, una serie de divertidas c¨¢maras ocultas en la que ponen a prueba a distintos rostros conocidos, IKEA quiere demostrar que no siempre lo bueno tiene que ser lo m¨¢s caro. Al igual que el movimiento art dec¨® en los a?os 60 se fue alejando de su opulencia inicial, para acercar al gran p¨²blico la belleza de la geometr¨ªa y los juegos de color, el gigante sueco ha democratizado el dise?o con piezas que a¨²nan forma y funci¨®n, pero tambi¨¦n sostenibilidad, calidad y precio. La firma insiste en la importancia del ¡®value of money¡¯: rentabilizar al m¨¢ximo lo que pagas por un objeto. Puede que Garbo nunca llegara a ver el espejo LOMMARYD, pero su dise?o en forma de abanico derrocha ese mismo glamour y personalidad impagables.